Para nada Jesús habla a Nicodemo del bautismo, y la mera coincidencia del elemento acuìfero no basta para inferirlo.
Ya lo he expresado en el otro epígrafe sobre el bautismo como inmersion, pero pareciera o que se me lee muy por arriba o que al rato se olvida lo leído:
-Muy rara vez ocurre, pero a veces un estudio más prolijo de la grámatica griega lleva a hacerle una pequeña corrección a los traductores clásicos:
la partícula copulativa "kaí" frecuentemente se traduce por "y", pero no siempre, pues hay frases en las que adquiere fuerza acumulativa como: "también, aún, así, entonces, etc.".
En el bien conocido Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento de W.E.Vine se incluye un conceptuoso estudio sobre esta partícula "kaí", con las referencias bíblicas al caso, detallándose los diferentes sentidos en el uso de la misma. Entre ellos está el empleo epexegético, que daría "esto es", es decir:
"el que no naciere de agua, esto es, del Espíritu..." nacimiento del Espíritu que se repite seguidamente en los vs. 6 y 8.
Sabemos bien que Dios nos salvó "...por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo..." (Tito 3:4-7).
Esto es muy sencillo de ver, y una vez que se ha visto, no es menester especular con esto y aquello.
Saludos cordiales