Los antecesores de Abraham servían a dioses extraños, pero el Dios de toda gracia lo sacó de esa tierra y le dio las promesas.
Y el centro de esas promesas es Cristo.
Rom 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Este pasaje debiera leerse:
“Porque el fin de la dispensación de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.”
Y la supereminente grandeza del Señor la encontramos en su humildad, estuvo ocupado en la Creación y ni los ángeles conocían que el Hijo los había creado, leemos:
Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y atención a esta expresión:
Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
PARA QUE EN TODO TENGA LA PREEMINENCIA
Ahora vienen los hombres a engañar a los lectores, que en el asunto del bautismo, la preeminencia es de la criatura y no del Creador.
El bautismo Petrino de Hechos 2:38 se encuentra en la dispensación de la ley...
Pero Cristo mismo, después de haber consumado la Obra de la Redención, después de su Resurrección, señala hacia adelante, hacia su Iglesia ordenando el bautismo con toda la plenitud de la Deidad, en su primacía como Cabeza de la Iglesia, leemos:
Mat 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Mat 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
La expresión "PADRE, HIJO, ESPÍRITU SANTO" deben ser invocados a la hora del bautismo en su Iglesia.
De lo contrario, Cristo, entonces, ya no tiene la Preeminencia sino la criatura.
Los que son de Cristo entienden su Preeminencia en TODO.
Una cosa es la iglesia de los hombres y otra muy distinta la genuina Iglesia de Cristo dónde él está presente (Mt.18:20).
Ojalá reflexionaran y no atacaran su Preeminencia en Todo para darle la gloria a la criatura, lo cual es pecado.
Y el centro de esas promesas es Cristo.
Rom 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Este pasaje debiera leerse:
“Porque el fin de la dispensación de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.”
Y la supereminente grandeza del Señor la encontramos en su humildad, estuvo ocupado en la Creación y ni los ángeles conocían que el Hijo los había creado, leemos:
Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y atención a esta expresión:
Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
PARA QUE EN TODO TENGA LA PREEMINENCIA
Ahora vienen los hombres a engañar a los lectores, que en el asunto del bautismo, la preeminencia es de la criatura y no del Creador.
El bautismo Petrino de Hechos 2:38 se encuentra en la dispensación de la ley...
Pero Cristo mismo, después de haber consumado la Obra de la Redención, después de su Resurrección, señala hacia adelante, hacia su Iglesia ordenando el bautismo con toda la plenitud de la Deidad, en su primacía como Cabeza de la Iglesia, leemos:
Mat 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Mat 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
La expresión "PADRE, HIJO, ESPÍRITU SANTO" deben ser invocados a la hora del bautismo en su Iglesia.
De lo contrario, Cristo, entonces, ya no tiene la Preeminencia sino la criatura.
Los que son de Cristo entienden su Preeminencia en TODO.
Una cosa es la iglesia de los hombres y otra muy distinta la genuina Iglesia de Cristo dónde él está presente (Mt.18:20).
Ojalá reflexionaran y no atacaran su Preeminencia en Todo para darle la gloria a la criatura, lo cual es pecado.