Quizá le ayuda esto.
Yo uso una definición de libertad un poco particular. Bueno, bastante particular
Libertad, para mí, es primeramente una función que depende del observador, el actor y la acción. Y se puede incluso medir: el menos logaritmo en base dos, del máximo de probabilidades que acertar, por parte del observador, en la predicción de que el actor hará (una predicción) o no hará (la otra) la acción. No sé cuales son sus conocimientos de matemáticas, pero eso se traduce en: si el observador no tiene ni idea, es 50% / 50% y por tanto la libertad del actor es máxima. Si el observador pudiera predecir con un 100% de fiabilidad, la libertad del actor es nula.
Luego defino la libertad de un actor frente a un observador, como la media ponderada de la libertad para todos los actos posibles.
Y luego la libertad de un actor en general, como la media ponderada de la libertad cara un actor, para todos los actores posibles.
Eso quiere decir que CARA A UN DIOS omnisciente, uno podría tener una libertad nula, pero AL MISMO TIEMPO cara al resto de los observadores posibles, puede tener una libertad considerable.
Eso podría ayudarle a resolver su paradoja
Lo pongo como idea, usted verá.
Un saludo.