EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Pues este traje de baño es completo y sigue siendo tremendamente sexy:

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¿Dónde está el pecado? ¿En la mujer que lo usa o en el hombre que la mira?

Besos,
K.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

.
..A propósito ,¿a qué Iglesia pertenece NATANAEL1?
Me parece que no lo dijo....
..
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Pues este traje de baño es completo y sigue siendo tremendamente sexy:



¿Dónde está el pecado? ¿En la mujer que lo usa o en el hombre que la mira?

Besos,
K.
En la mujer que lo usa... Pues todos miramos hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos etc. ... ¿somos todos culpables?
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

Que la mujer, como dice Natanael, debe vestir de acuerdo a la voluntad de Dios, no hay dudas; pues lo podemos comprobar en las Escrituras desde el principio de la creación. En lo que no estoy de acuerdo, es que no vestir de acuerdo a la voluntad de Dios, sea pecado... pues como dice Pablo, "todo me es lícito;... pero no todo conviene..." ... es decir, no es pecado; pero no es conveniente.

Cuando el hombre (hombre y mujer) se encontraron desnudos, después de desobedecer a Dios; se "vistieron" como a ellos les pareció.... Si estas vestimentas que ellos se hicieron hubieran sido del agrado de Dios, y no tuviera ninguna repercusión o no fuera malo; Dios no les hubiera provisto nueva vestimenta "de acuerdo a su parecer";... les hubiera dejado tal como ellos se vistieron; de acuerdo a la voluntad de ellos;... pero les vistió como fue su voluntad, la de Dios. ¿porque?
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

El Decoro, El Pudor y La Modestia


“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1. Timoteo 2:9-10).

Esta porción de la Escritura trae los principios bíblicos básicos para el vestir de los cristianos. El mandamiento está dirigido en primera instancia a las mujeres, porque por lo general ellas son más propensas a la vanidad en el vestir, y porque los varones reaccionan más ante los estímulos sexuales visuales. No obstante, sabemos que al ser unos principios básicos de la santidad, aplican igualmente tanto a los hombres como a las mujeres. Analicemos cada uno de estos términos.

Decoro: Del griego kósmios, que significa ordenado, bien dispuesto, de buen gusto. Otros sinónimos de decoro son honor, honra y estimación. Uno se viste con decoro cuando lleva ropa en buen estado, aseada, armónicamente combinada y bien proporcionada (con una talla adecuada). Algunos antónimos de decoro son: desorden, dejadez y despreocupación.

Pudor: Del griego aidós, que significa decencia, recato, reserva, dignidad, honestidad y reverencia. Uno se viste con pudor cuando está atento en no exhibir el cuerpo en forma desvergonzada a fin de no despertar un deseo sexual indebido en los demás. El pudor es el que controla hasta donde mostramos cuando nos vestimos, y es el que pone límites a lo ajustado de nuestra ropa, a su longitud (incluyendo la prolongación de escotes y rajas en las faldas) y a las transparencias. Algunos antónimos de pudor son: provocación, indecencia, obscenidad, inmoralidad, libertinaje, desvergüenza, impureza, concupiscencia, relajación, lujuria y atrevimiento.

Modestia: Del griego sofrosúne, que significa cordura de mente, templanza, recto juicio, prudencia, discreción, sensatez y sobriedad. Otro sinónimo de modestia es la sencillez, o sea lo contrario a la vanidad. Uno se viste con modestia cuando no aprueba ninguna exhibición presuntuosa u ostentosa, cuando no busca el endiosamiento del yo, cuando no utiliza ropa extravagante, y cuando se viste en armonía para las ocasiones. Algunos antónimos demodestia son: vanidad, altivez, ostentación, presunción, suntuosidad, jactancia, orgullo, vanagloria, endiosamiento, exceso, superfluidad, desmesura, descompostura, inconveniencia e imprudencia.

La Distinción Entre los Sexos

“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” (Deuteronomio 22:5).


La Ropa en los Tiempos Bíblicos


  • En el recuadro de la izquierda vemos las Vestimentas masculinas: De izquierda a derecha: Un trabajador con la túnica ceñida en su cinto, un hombre vistiendo su grueso manto de lana sobre su túnica, y un rico con un manto rodeado de colorido fleco.
  • En el recuadro de la derecha vemos las Vestimentas femeninas: Una campesina en primer plano (Véanse sus sencillas sandalias). Atrás, una mujer rica. Ambas mujeres llevan la cabeza cubierta.

Cuando Dios creó al ser humano, lo creó hombre y mujer (Génesis 1:27). Dios hizo al hombre y a la mujer con diferencias anatómicas, mentales y emocionales, y también dio la orden expresa de mantener bien clara la distinción entre los sexos mediante el vestido. Cualquier cosa que intente alterar esta distinción, es considerada por Dios como abominación, o sea algo que Dios detesta o le repugna. Este principio en el vestir, también tiene como propósito servir de resguardo contra la homosexualidad, que es algo que igualmente Dios tiene por abominación (Levítico 18:22, 20:13). La Biblia enseña que en el Reino de Dios no entrará nada que sea abominable para Dios (Apocalipsis 21:27).

Aunque Deuteronomio 22:5 forma parte del Antiguo Testamento, su contenido todavía está vigente en el Nuevo Pacto por dos razones: La primera, porque al decir que es abominación para Dios cualquiera que esto hace, sabemos inmediatamente que este mandamiento hace parte de la Ley Moral (y no de la Ley Ritual o Ceremonial), pues Dios no cambia en lo que le agrada o le desagrada (Malaquías 3:6). [2] La segunda, porque el Nuevo Testamento lo confirma, ya que en 1. Corintios 6:9 se dice que los afeminados no heredarán el Reino de Dios. Los afeminados son los hombres que se comportan como si fueran mujeres, e incluso algunos llegan a practicar el travestismo al ponerse ropa de mujer.

Para el tiempo y la cultura en que fue dado originalmente ese mandamiento, los hombres y las mujeres se vestían con túnicas. Aunque estas túnicas tenían similitudes, lo masculino y lo femenino se marcaba por diferencias en estilo, textura, costura, accesorios y hasta en colores. “Las túnicas de los hombres eran generalmente cortas y coloreadas; las de las mujeres llegaban hasta el tobillo, y eran azules, con bordes bordados en el cuello…”. [3] “El vestido de la mujer se diferenciaba más del detalle que en clase. Debemos suponer que en cada caso sus vestidos eran un poco mejor acabados... El velo era la característica distintiva del vestido de la mujer”. [4]

Sin embargo, como Deuteronomio 22:5 es un principio bíblico del vestir, su contenido trasciende a todas las culturas. En cada cultura se puede discernir entre la ropa masculina y la femenina así: La vestimenta masculina es aquella ropa que una cultura ha aceptado como relacionada con los hombres, que no compromete su masculinidad y que no permite que los confundan con los afeminados. Mientras tanto, la vestimenta femenina es aquella ropa que una cultura ha aceptado como relacionada con las mujeres, que no compromete su feminidad y que no permite que las confundan con unas lesbianas.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

CALEB:

¿En la mujer que lo usa? ¿Por qué el pecado está en la mujer que lo usa?

Karina.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

Es un asunto de instrucción desde niños, es la responsabilidad de padres cristianos...los incrédulos no lo hacen.


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Ya cuando los hijos crecen de acuerdo a los principios inculcados desde la niñez, se convertirán a Cristo y se unirán a las costumbres de su pueblo extranjero aquí en la tierra en su camino rumbo a la Casa de su Padre Dios en el cielo.

Y no adoptarán las costumbres de los moradores de la tierra.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NATANAEL1 ,¿a qué Iglesia perteneces?
¿Con qué congregación te reúnes?
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NATANAEL1 ,¿a qué Iglesia perteneces?
¿Con qué congregación te reúnes?
A la iglesia de Cristo a la que vos no pertenecés ni nunca perteneciste.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

Hoy las mujeres se visten muy mal.
En su mayoría y si tienen un físico agraciado ni te cuento.
Parece que estuvieran en una vidriera todo el tiempo.
O calzas súper apretadas o polleras que sólo cubren sus ropas interiores.
Se esculpen los pechos o se ponen corpiños con relleno.
Y las nenitas imitan a sus mamitas.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

CALEB:

¿En la mujer que lo usa? ¿Por qué el pecado está en la mujer que lo usa?

Karina.
Si un niño mira a una mujer en traje de baño;... ¿esta pecando?
Si un anciano mira a una mujer en traje de baño;... ¿esta pecando?
Si otra mujer mira a una mujer en traje de baño;... ¿esta pecando?
Si un hombre mira a una mujer en traje de baño;... ¿esta pecando?

¿Que tiene de diferente la mirada de un hombre, de la de una mujer, de un anciano, o de la de un niño? ¿Porqué si un hombre mira a una mujer,. se constituye en pecado?
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Peca quien mira con lascivia, no quien solo mira. Yo puedo ver a un hombre en traje de baño y no sentir por él ni el mínimo deseo sexual. Un niño puede mirar a una mujer con el traje de baño más revelador y no sentir atracción sexual alguna. Las mujeres no nos ponemos trajes de baños para atraer la lascivia de los hombres. Nos ponemos trajes de baño porque son cómodos para la actividad que con ellos se realiza, se cubren las partes más privadas y, como un plus, nos vemos bien en ellos. ¿Es pecado quererse ver bien, acaso?

Karina
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Peca quien mira con lascivia, no quien solo mira. Yo puedo ver a un hombre en traje de baño y no sentir por él ni el mínimo deseo sexual. Un niño puede mirar a una mujer con el traje de baño más revelador y no sentir atracción sexual alguna. Las mujeres no nos ponemos trajes de baños para atraer la lascivia de los hombres. Nos ponemos trajes de baño porque son cómodos para la actividad que con ellos se realiza, se cubren las partes más privadas y, como un plus, nos vemos bien en ellos. ¿Es pecado quererse ver bien, acaso?

Karina

"Yo puedo ver a un hombre en traje de baño y no sentir por él ni el mínimo deseo sexual
."

Karina...es que usted no es igual a las demás mujeres...usted es la única mujer en el mundo que nació sin instintos sexuales...usted no solo se viste con una gruesa capa de brea que la impermeabiliza totalmente y no deja pasar la Palabra de Dios, sino que también nació sin concupiscencia....

1. Se viste con una gruesa capa de brea que impide la absorción cerebral de la idea de Dios...

2. Nació sin concupiscencia.

Probablemente, en vista de los anteriores puntos...haya sido abandonada en este planeta tierra por algún alienígena irresponsable.

No existe sobre la tierra otra mujer igual a Karina, sin genealogía, sin instintos sexuales, sin concupiscencia.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

PARTE 2. TENDENCIAS PELIGROSAS CUANDO SE HABLA ACERCA DEL ATAVÍO

En la sección anterior, observamos que un cristiano debe utilizar una ropa que lo identifique como lo que él es, es decir como un hijo del Dios que lo ha redimido y le ha transformado el entendimiento. Los hijos de Dios deben caracterizarse por observar los principios bíblicos del vestir, los cuales son el decoro, el pudor, la modestia y la distinción entre los sexos. No obstante, cuando hablamos sobre las enseñanzas bíblicas acerca del atavío, encontramos algunas tendencias que son peligrosas y que se hace necesario analizar. Algunas tienden hacia el extremo del libertinaje y la mundanalidad, mientras que otras tienden al extremo de la hipocresía y la justificación propia.

¿Dios Sólo Mira el Interior de un Cristiano, Pero no su Exterior?

Hay una tendencia permisiva que intenta deformar el texto de 1. Samuel 16:7 que dice: “…Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”, para sostener que el atuendo y las prácticas de un cristiano no son importantes dentro de la santidad, o peor aún, que la santidad no es importante, y por esta causa sus adherentes toleran muchas costumbres del mundo y desobedecen por completo los mandamientos bíblicos respecto a la ropa. Ellos ignoran que 1. Samuel 16 no es una enseñanza sobre la ropa, sino que es una palabra que nos enseña que cuando Dios elige a alguien para desempeñar un ministerio (en este caso el de rey de Israel), para Él no es tan importante la apariencia física (incluyendo estatura, contextura, belleza, etc.) [5] sino la disposición del corazón de aquella persona para con Dios.

El Señor desea que nosotros seamos embajadores de su reino, que reflejemos su gloria y que seamos luz en medio de las tinieblas con el fin de ganar a la gente para el evangelio (Vea 2. Corintios 5:20 y Filipenses 2:15). “Pero el problema es que el mundo cuando nos mira, no ve nuestros corazones (eso lo puede hacer solamente Dios)… y lo primero que observan es nuestra apariencia externa, es decir, nuestra manera de vestir; posteriormente verán nuestras obras. Yo nunca he visto a un corazón caminando por la calle, por eso creo que es importante también como nos vestimos”. [6]
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

PARTE 2. TENDENCIAS PELIGROSAS CUANDO SE HABLA ACERCA DEL ATAVÍO

Enfatizando lo Exterior, Pero Ignorando lo Interior

Así como es un problema cuando se asegura que Dios no mira lo externo de nuestras personas sino sólo nuestro interior, también es un problema muy grave cuando se enfatiza solamente en lo externo y se ignora la obra de Cristo en nuestros corazones.

Cuando una iglesia dicta a sus miembros sus propios preceptos sobre la ropa (indicando por ejemplo que en ninguna manera se deben usar escotes, que las faldas deben cubrir como mínimo hasta la mitad de las piernas, que no se deben usar mangas sisas, etc.), pero a la vez esta iglesia no predica ni hace conscientes a sus miembros de los principios bíblicos acerca del vestir y no recalca que la santidad solamente es producto de una vida en permanente comunión con Cristo, entonces esta iglesia es culpable de inculcar meramente un mensaje mecánico y externo que produce personas legalistas, las cuales terminan “por poner la fe en la práctica de las prescripciones y no en la obra redentora de Cristo. Ellos piensan que por haberse sometido a todas las prescripciones de la iglesia, esto les asegura [la santificación] y la salvación eterna, pero esto es un grave error”. [7] Estas personas son conducidas hacia una confianza en sí mismos, que se basa en su propia capacidad de hacer o de abstenerse de ciertas cosas. “Las personas con mentalidad legalista, olvidan que Dios es quien justifica al impío (Romanos 4:5), pensando más bien que ellos deben hacerse a sí mismos santos para entonces lograr que Dios los acepte”. [8] La Escritura nos enseña que ninguna ropa o adorno externo puede sustituir el atavío interno (la cobertura de Cristo en nosotros), que produce un ornato incorruptible que es de grande estima delante de Dios (Vea 1. Pedro 3:3-4 y Efesios 4:22-24). “Si alguien basa su salvación en sus propias obras, no irá al cielo sin importar cuán moral se vea, pues ha establecido su propia justicia en lugar de confiar en la justicia y la gracia de Dios (Gálatas 2:21; 5:1-4). La salvación sólo viene por la fe en la obra de Jesús en el Calvario. Uno no puede tener fe en la obra de Jesús y a la vez en sí mismo. El legalismo no es la enseñanza de la separación del mundo; más bien, es creer que uno puede ser salvo sin hacerlo”. [9]

Jesucristo reprobó a los hipócritas que ponían toda su atención en lo externo y que se fijaban en lo cultural y tradicional pero no en los principios bíblicos, y les dijo: “…Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mi” (Marcos 7:6). También dijo: “…Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación” (Lucas 20:46-47). “¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad se muestran hermosos, más por dentro estáis llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad (Mateo 23:24-28). Todo esto nos demuestra que los legalistas son personas con apariencia de piedad, pero que niegan la eficacia de ella (Vea 2. Timoteo 3:5). ¡A Dios no le interesa adornar el exterior de un sepulcro, sino darle vida a lo que hay dentro!

“Pablo advirtió acerca de un legalismo ascético que estaba atacando a la iglesia del primer siglo. En Colosenses 2:18-23, dijo que uno podría ser despojado de su recompensa en Cristo por cuatro cosas. Estas son: (1) humildad fingida, (2) culto a los ángeles, (3) No dar a Jesús su propio lugar como la cabeza del cuerpo de Cristo, (4) y someterse a mandamientos y doctrinas de hombres que enseñan que hay un beneficio espiritual en la abstención de cosas perecederas que no son inherentemente malas. Estas cosas tienen un aspecto de verdadera sabiduría, pero no son más que una religión auto-impuesta que no es capaz de ayudar a una persona a superar su naturaleza pecaminosa (v.23). La humildad y la adoración que estos ascetas estaban realizando, no provino de Dios sino de su propia voluntad humana, contrariando lo que Jesús enseñó acerca de la adoración a Dios, cuando dijo que la verdadera adoración debía provenir de nuestro espíritu (Juan 4:24).

Este pasaje deja claro que cualquier conducta que nos abstenga de participar de las cosas de este mundo físico, no nos ayuda a superar nuestra naturaleza pecaminosa ni nos acerca a Dios... Si alguien cree que la falsa humildad, las auto-imposiciones y la religiosidad pueden concedernos la espiritualidad, la santidad o el favor de Dios, perderá su recompensa en Cristo”. [10]

“El legalista y un verdadero santo (hombre o mujer) de Dios, pueden hacer las mismas ꞌobrasꞌ, pero ambos tienen diferentes interpretaciones y puntos de vista de cómo y dónde sus obras encajan en su salvación. El legalista cree que sus obras ganan o mantienen su salvación, mientras que el santo (varón o mujer) de Dios entiende que está viviendo como lo hace porque es salvo y sólo quiere agradar a su Amante… Es por eso que en cualquier actividad cristiana, tú tienes que tener cuidado de que tu confianza interior esté en Dios y no en ti mismo. De lo contrario todo saldrá mal y esto hará toda la diferencia entre el cielo y el infierno, entre la vida y la muerte. Tú puedes hacer exactamente lo mismo que otras personas hacen, y si tú lo haces confiando el algo más que no sea el Espíritu de Dios, lo que ellos hagan bendecirá a la gente, pero lo que tú hagas los maldecirá”. [11]
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Que tú seas un hombre que desea a una mujer cada que le ve un mínimo centímetro de piel es otra cosa. Por eso te es tan importante el tema, a mayor el deseo, mayor la defensa.

Karina.
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

PARTE 2. TENDENCIAS PELIGROSAS CUANDO SE HABLA ACERCA DEL ATAVÍO

El Etnocentrismo

Jesucristo ordenó que su evangelio fuera predicado en todas las naciones (Mateo 28:19, Marcos 16:15, 24:47). En cumplimiento de este mandato, la iglesia está conformada por gente de todas las naciones, todas las culturas, todas las tribus y todas las lenguas (Apocalipsis 7:9, 7:14, 14:6). La Escritura nos enseña que Dios ha llamado igualmente al judío y al gentil para que hagan parte de su iglesia, sin hacer diferencia o discriminar al uno en favorecimiento del otro (Romanos 10:12). Esto nos enseña que Dios llevará consigo a gente de diferentes culturas, y que por ende han tenido conceptos diferentes en cuanto al vestido.

Por esta razón, los creyentes deben diferenciar las verdades y principios bíblicos (que son universales y aplicables a cualquier contexto cultural), de las aplicaciones que la iglesia de un contexto cultural particular ha hecho de esos principios. Lo bíblico es nuestro mensaje básico, pero la aplicación de estos principios sí puede y debe variar de un contexto a otro. Tal vez aquellas aplicaciones son válidas para un determinado contexto cultural, pero no necesariamente lo son para otros contextos culturales.

Por no comprender este asunto, algunos han caído en el error del etnocentrismo, que es aquella “tendencia emocional que hace de la cultura propia el criterio exclusivo para interpretar los comportamientos de otros grupos, razas o sociedades”. [12] El etnocentrismo cree que todo el mundo debe vivir como uno mismo vive. “Siendo que ꞌtradiciones étnicasꞌ también es otra manera de decir ꞌculturaꞌ (en su sentido antropológico), entonces el etnocentrismo incluye la creencia de que todo gira o debe girar alrededor de una cultura particular (normalmente la del individuo etnocentrista)… [Por lo cual dicho individuo] percibe (conscientemente o no) a su propia cultura como ꞌmejorꞌ, ꞌmás avanzadaꞌ, ꞌmás santaꞌ o ꞌmás cristianaꞌ. Y, por ser así, es percibida como algo que merece ser duplicado por esta [otra] etnia...” [13]

Estamos acostumbrados a pensar que lo correcto es que todas las gentes de todas las culturas se deberían vestir como nosotros, porque el ser humano es muy lleno de prejuicios. Sin embargo, “podemos ver cuán pretencioso es dictar reglas generales de esa naturaleza basadas en nuestra propia ignorancia cultural. En las islas del Pacífico los hombres usan faldas, y en alguno de esos lugares las autoridades oficiales visten una falda y arriba usan una chaqueta al estilo occidental, hasta con corbata. En Fiji los hombres visten una falda que llaman ꞌsuluꞌ. En Indonesia hombres y mujeres visten el ꞌsarongꞌ que es una tela larga que cuelgan como falda. En la Polinesia existen distintos vestuarios: pareo, lava-lava, etc. En Hawai el ꞌkikepaꞌ. En Malasia el ꞌkainꞌ. En Japón el famoso ꞌkimonoꞌ. Los escoceses el ꞌkiltꞌ, y así podría seguir enumerando diversas vestimentas según sus costumbres y tradiciones… Considero que cuando el Señor nos permite conocer diversas culturas, no solamente enriquecemos nuestra propia cultura general, sino que además nos hace cuestionar cosas que hemos aceptado como dogmas inamovibles, pero que luego entendemos que no son más que tradiciones de hombres y no corresponden a las ordenanzas de Dios”. [14]

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Pastores de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional en Samoa.
Samoa es un grupo de islas perteneciente al archipiélago de la Polinesia en el Pacífico Sur. El patrimonio cultural de Hawaii, Fiji, la Polinesia Francesa y Samoa, incluye una falda envolvente que es usada por los hombres y las mujeres, que consiste en un trozo de tela que puede ser vinculada de diversas maneras. Por supuesto, hay diferencias entre las faldas masculinas y femeninas de aquellos lugares.


2.jpgMelciades Tórres, pastor de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, perteneciente a la etnia amerindia de los arhuacos, que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta.



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Grupo musical pentecostal, perteneciente a la etnia amerindia de los guambianos, que habitan en el departamento del Cauca, Colombia. Su Resguardo Mayor está en el municipio de Silvia y habitan también en otros lugares cercanos, en la vertiente occidental de la Cordillera Central de los Andes colombianos.

Los peligros y las maldades del etnocentrismo, se tienen que contrarrestar con el bibliocentrismo. “En vez de poner al ser humano o a sus prácticas en el centro de todo, tenemos que poner a Dios, su revelación y sus prácticas en el centro. En vez de tener todo girando alrededor de lo humano, nuestras vidas tienen que girar alrededor de Dios y su Palabra. En vez de pensar primeramente en sistemas humanos (sean nuestros o de otros), debemos pensar en Dios y sus sistemas. Esta es la solución al etnocentrismo. Y esto se logra por dedicarse a su Palabra y por la transformación continua que el Espíritu Santo trae a nuestra vida. Sólo esto nos puede librar del etnocentrismo. Dios está fuera de la esfera de la cultura humana. Dios es ꞌsupraculturalꞌ (por encima de toda cultura humana). Así, Dios puede evaluar, juzgar y corregir cualquier (y toda) cultura. Entonces, sólo su Palabra y la obra de su Espíritu Santo en nuestra vida pueden abrir nuestros ojos al etnocentrismo en nosotros mismos. Y sólo su Palabra y nuestra sumisión a su operación transformadora continua en nuestra vida, nos puede librar del etnocentrismo. Dios nos libra de nuestra naturaleza humana y nos libra de nuestro etnocentrismo. Pero es una lucha continua”. [15]

Confundiendo a la Tradición con la Palabra de Dios

Al hablar acerca del vestido, se presenta otro problema que es cuando alguien no es capaz de distinguir entre una tradición y la enseñanza misma de la Escritura, o en otras palabras, cuando alguien sostiene que sus propias interpretaciones o aplicaciones tradicionales de las Escrituras están al mismo nivel (o incluso a un nivel superior) de lo que está escrito en la Palabra de Dios. La costumbre hace que las personas dejen de reflexionar acerca de sus prácticas, se contenten con aceptarlas y no quieran cambiarlas. Esto puede conducir a la gente hacia una confianza estricta en un conjunto de preceptos que no forman parte de las claras enseñanzas bíblicas, y entonces puede producir personas legalistas que están más confiadas en su propio rendimiento y en su capacidad de adherirse a un código de conducta hecho por el hombre, que en la obra salvadora de Jesucristo en el calvario. Este tipo de legalistas justifican sus actos basados en la mera tradición y en la autoridad, diciendo por ejemplo: -“¡Esa era la moda con la que los pioneros de nuestra organización se vestían, y nosotros debemos seguir manteniendo esa costumbre en el vestir si queremos ser tan santos como lo fueron ellos!”-; ó -“¡Seguir nuestra tradición es mantener las buenas y sanas costumbres, por lo cual si se acepta cualquier otra forma de vestir es atentar contra la santidad, pues no puede haber santidad aparte de nuestras tradiciones”- [16] ó –“¡Esto es lo que nuestra iglesia (organización) cree, y usted debe obedecer a la Iglesia!”-. Este tipo de enseñanzas simplemente no tienen éxito en el desarrollo de la verdadera santidad.

Continuando con nuestra discusión sobre la tradición, es imperioso aclarar que ser conservador o tradicionalista no es necesariamente ser legalista. Una persona solamente sería legalista si llega a poner la confianza en su estricto apego a ciertos preceptos creyendo que estos le pueden otorgar la santificación y la salvación, y pone a éstos por encima del poder transformador de Cristo. Sin embargo, no hay legalismo si una persona o un grupo de personas mantienen una tradición, pero a la vez tienen claridad en que su santificación viene exclusivamente por la gracia de Dios, que ninguna cantidad de buenas obras puede hacerles ganar un favor de Dios, y que sus actos son producto de una consagración especial que proviene del amor que ellos sienten por el Dios que los ha salvado.

“Yo no me opongo a los [conservadores o a los] ultra-conservadores en lo más mínimo. De lo que estoy en contra, es que los conservadores se vuelvan legalistas, condenando a los demás que no hacen lo que ellos hacen. Ahí es cuando el asunto se torna feo, y cuando el título de ꞌlegalistaꞌ es justificado. Si lo que hacemos, lo hacemos para el Señor, es bueno. Incluso si hay algo que técnicamente no es un pecado ante los ojos de Dios, lo que importa es que si una persona se abstiene de hacerlo porque piensa que está mal, se abstenga de hacerlo como para el Señor. Eso es lo que importa y no si es bueno o malo en sí mismo (ver Romanos 14; 1. Corintios 8, 10). Ellos lo están haciendo por causa de Dios, tratando de agradar a Dios, y esa actitud es agradable ante Dios” [17] “Si otros quieren hacer las mismas cosas que un grupo cristiano particular, teniendo las mismas convicciones que ellos, esto es significativo. Sin embargo, si se ven obligados a hacer algo en contra de su voluntad o sin el entendimiento, eso es legalismo. Nos convertimos en legalistas cuando hacemos demandas injustificadas sobre los demás, en las áreas que no están prohibidas por la Escritura”. [18]

“A veces Dios da a una persona unas ciertas convicciones que no son compartidas por algunos otros creyentes. Quizás esto es necesario debido al trasfondo de aquella persona o de sus debilidades en ciertas áreas; o quizás Dios le está guiando a una relación más cercana con Él. En esta situación, la persona debería ser leal a sus convicciones propias en cuanto a su conformidad con la Escritura. ꞌCada uno esté plenamente convencido en su propia mente... y todo lo que no proviene de fe, es pecadoꞌ (Romanos 14:5, 23). A la vez, él no debería tratar de exigir que otros las respeten. Asimismo, otros creyentes deberían respetar sus convicciones y no lo deben menospreciar (Romanos 14:2-6). Dios siempre honra y bendice a aquellos que hacen consagraciones personales. Hay bendiciones especiales y relaciones especiales con Dios que vienen mediante estas consagraciones especiales”. [19]
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

A la iglesia de Cristo a la que vos no pertenecés ni nunca perteneciste.
Te pido que nos respetes y no respondas a una pregunta que no va dirigida a tí.
..
Por lo que veo NATANAEL1 tiene problemas para responder. Tal vez se avergüenza de su Iglesia o de las creencias de esa Iglesia.
....Pero eso es algo que no tiene nada que ver contigo....
 
Re: EL ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA

NAT:

Que tú seas un hombre que desea a una mujer cada que le ve un mínimo centímetro de piel es otra cosa. Por eso te es tan importante el tema, a mayor el deseo, mayor la defensa.

Karina.

Esa es tu propia opinión para descalificar el hecho de la concupiscencia natural de una raza caída en el pecado...reos al infierno....

Pero el segundo Adán, que es el Señor, no tenia concupiscencia...porque su misión aquí en la tierra no era la de formar una familia terrenal sino celestial.

Cuando la Escritura afirma que el fue tentado en TODO pero sin pecado...debemos reconocer que en el cuerpo del Señor se halla TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD...por lo que aquello a lo que atañe los deseos sexuales no tenían ningún poder en la mente del Señor consagrada totalmente hacer la voluntad de su Padre Dios.

Cuando recibimos a Cristo como el Señor de nuestra vida...reconocemos que estamos atrapados en un cuerpo de carne...pero mayor es el Señor que no nos dejará ser tentados más de lo que podamos soportar.

Esto quiere decir que el que peca es porque quiere hacerlo...pero ayuda tenemos.

"Mira, no hagas esto, o aquello, tu eres del Señor..."

Existe la conciencia cauterizada donde no existe ni Dios, ni Cristo, ni su Palabra, nada que regule su vida espiritual aquí en la tierra, pero este tipo de raza tiene quién le apadrine sus razonamientos...el padre de mentira.