El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Versiculos Bíblicos sobre la deidad y
humanidad de Cristo




En estos
versiculos bíblicos podemos ver todo sobre la verdad de la humanidad y deidad de
nuestro Señor Jesuscristo, refutando así cualquier argumento que se levante
contra la sabiduría de Dios!

1Jn 5:5 ¿Quién es el que vence al mundo,
sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
1Jn 5:6 Este es Jesucristo,
que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua
y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la
verdad.
1Jn 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre,
el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
1Jn 5:8 Y tres son los
que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres
concuerdan.

1Jn 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu
que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
1Jn 4:3 y todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y
este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y
que ahora ya está en el mundo.

1Jn 2:22 ¿Quién es el mentiroso, sino el
que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al
Hijo.

Jn 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Jn 1:2 Este era en el principio con Dios.
Jn 1:3 Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho.
Jn 1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.
Jn 1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.
Jn 1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se
llamaba Juan.
Jn 1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de
la luz, a fin de que todos creyesen por él.
Jn 1:8 No era él la luz, sino
para que diese testimonio de la luz.
Jn 1:9 Aquella luz verdadera, que
alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
Jn 1:10 En el mundo estaba, y el
mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
Jn 1:11 A lo suyo vino,
y los suyos no le recibieron.
Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Jn
1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.
Jn 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.

Jn 19:32 Vinieron, pues, los soldados, y
quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado
con él.
Jn 19:33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le
quebraron las piernas.
Jn 19:34 Pero uno de los soldados le abrió el costado
con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
Jn 19:35 Y el que lo vio da
testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que
vosotros también creáis.
Jn 19:36 Porque estas cosas sucedieron para que se
cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.
Jn 19:37 Y también otra
Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.

1Ti 3:16 E indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,

Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los
gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.

Heb 2:14
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo,

Jn 10:17 Por eso me ama el
Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Jn 10:18 Nadie me la
quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder
para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

1Jn 5:20 Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer
al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es
el verdadero Dios, y la vida eterna.

Heb 1:3 el cual, siendo el
resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta
todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación
de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad
en las alturas,

Col 1:15 El es la imagen del Dios invisible, el
primogénito de toda creación.
Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él.
Col 1:17 Y él es antes de todas las
cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Col 1:18 y él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Col 1:19 por cuanto agradó
al Padre que en él habitase toda plenitud,
Col 1:20 y por medio de él
reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que
están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Col
1:21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en
vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
Col 1:22 en su
cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de él;

Col 2:9 Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad,

Heb 1:3 el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas
con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas,

Mat 1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada
María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del
Espíritu Santo.

Mat 1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del
Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo
es.
Mat 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.

Mat 1:23 He aquí, una virgen
concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que
traducido es: Dios con nosotros.

Luc 3:21 Aconteció que cuando todo el
pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se
abrió,
Luc 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal,
como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia.

Jesuscristo era 100% hombre y también era 100% Dios,




los testigos de jehova una religion fundado por banqueros sionistas
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
los testigos de jehova una religion fundado por banqueros sionistas
SIMBOLOGIA MASONICA UTILIZADA POR LA WT.




LA CRUZ CORONADA

Fotos tomadas de páginas webs francmasónicas americanas tradicionales practicantes del rito de York:

7976a818bd81e441640e0a6ccd7cef4co.jpg
Yorklogo.jpg
la piramide egipcia Illuminati en la tumba de Charles T. Rusell, fundador de la "Watchtower Society" (Los Testigos de Jehova).
Pennsilvanya, USA.

ab7e696b3926b1fedb04a81381b75f7ao.jpg
russell_piramide32.jpg



b26336354a9cdcd0469c9af4a0065ce7o.jpg



"El satánico Gobierno mundial, el Talmud y la persecusión a los cristianos".
[url]http://www.edocr.com/doc/31549/el-sat-nico-gobierno-mundial-el-talmud-y-la-persecusi-n-los-cristianos[/URL]



"El satánico Gobierno mundial, el Talmud y la persecusión a los cristianos".
[url]http://www.edocr.com/doc/31549/el-sat-nico-gobierno-mundial-el-talmud-y-la-persecusi-n-los-cristianos[/URL]



































[h=2][/h]













































[h=2][/h]
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Estimado solo. Saludos cordiales.

Tú dices:



GABRIEL SALUDOS.
HAD EL FAVOR DE IR AL ENLACE QUE HE PUESTO EN MI MENSAJE ANTERIOR

Saludos

Respondo: Es un enlace muy infantil y no habla nada del Dios que me ve.

Salmos 32:8 "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos."

“Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve” (Génesis 16: 13-14)

"Imagino el temblor de Agar, la ansiedad y la angustia que cargaba su afligido corazón cuando cruzó la última tienda, y delante de ella se abrió un horizonte imponente, desconocido y lleno de toda suerte de peligro.

En el ojo de la imaginación contemplo a la esclava egipcia de Sara que atraviesa la enramada a toda prisa, entre sollozos. Cuando la última tienda va quedando tras ella, un perro rabioso sale a mostrarle los dientes y su desamparo se hace tan inmenso como el desierto que se extiende hasta donde su vista logra alcanzar.

La esclava egipcia sabe que su arrogancia frente a su ama ha acarreado su desgracia, sabe que va a morir desterrada en aquel arenal donde las lagartijas aparecen y desaparecen entre los pedruscos, y el sol, sobre su cabeza, es una hoguera incandescente e inmisericorde que le advierte que las penurias del desierto son peores que la sumisión. Pero todavía siente orgullo por creer que será la madre de la gran nación que Dios le ha prometido a Abraham.
Mientras el sol del desierto de Shur calcina la tierra, y ráfagas de sofocantes vientos acumulan tercos remolinos de polvo sobre Agar, la muchacha recuerda con tristeza el día cuando conoció a su ama Sara. En Palestina, de donde eran oriundos Sara y su esposo Abraham, las sequías prolongadas eran acontecimientos frecuentes. El hambre y la miseria que producían dichas sequías provocaban masas migratorias que se refugiaban en el cercano y exuberante Egipto, donde las cosechas eran siempre abundantes y seguras a causa de las crecidas del río Nilo, que inundaban periódicamente los campos de cultivo. Entre aquellos inmigrantes que venían a buscar refugio, había conocido a sus amos. La extraordinaria belleza de Sara prontamente fue notada por los habitantes de Egipto, y la pareja adquirió notoriedad hasta en las cortes del rey.

Al regresar a su tierra natal, recibieron como regalos de Faraón muchos bueyes, ovejas, asnos, camellos, caballos y sirvientes, entre los cuales estaba ella: una simple jovencita, la esclava egipcia, Agar, a quien Sara adoptó como su criada personal (Génesis 12:10-20).
Sin lugar a dudas, Sara tuvo que haberle tomado mucho cariño a la esclava egipcia que prácticamente se crió bajo su tutela. Tal fue su afecto, que al cabo de diez años de habitar en Canaán, al verse estéril, la escogió como “madre sustituta” y se la dio por mujer a su marido Abraham, para que éste tuviese un hijo con ella (Génesis 16:3). Pero Sara cometió con esto un grave error.

El Señor le había prometido a su amigo Abraham que su descendencia sería tan innumerable como las estrellas de los cielos. El hijo prometido sería legítimo de él con Sara. Pero a la incrédula Sara, el tiempo de Dios se le hizo demasiado largo; tan largo y tan irrazonable que decidió tomar en sus manos un asunto que sólo era del Señor. Su proceder equivocado trajo una honda tristeza sobre ella y sobre toda su casa.

Las Escrituras nos dicen que al verse embarazada Agar, se llenó de orgullo y “miraba con desprecio a su señora” (vers. 4). Sara fue con la queja a su marido, y le dijo: “¡Mi agravio sea sobre ti! Yo te di a mi sierva por mujer, pero al verse encinta me mira con desprecio. ¡Juzgue Jehová entre tú y yo! (vers. 5). El carácter conciliatorio de Abraham se manifestó en el consuelo que brindó a su mujer: “Mira, tu sierva está en tus manos. Haz con ella lo que bien te parezca” (vers. 6).

Abraham, que era oriundo de Mesopotamia, estaba bien familiarizado con las leyes civiles y las costumbres de su tierra natal, y al decirle esto a su mujer obró de acuerdo con la ley. Ésta permitía la humillación de una esclava altanera, pero también significaba permitirle a Sara que castigase a la futura madre de su hijo. Abraham prefirió reprimir sus sentimientos a fin de restaurar la armonía perturbada de su hogar. Y cuando Sara colocó de nuevo a Agar en su condición de esclava, y recurrió al castigo corporal, Agar huyó.

En aquella cultura la actitud arrogante de Agar no habría sido tan extraña. Entre los hebreos la esterilidad era considerada un deshonor, mientras que la fecundidad era vista como una señal especial del favor divino. Por lo tanto no es raro que Agar se sintiera superior en ese aspecto a la estéril Sara. La maternidad la hacía “mejor” que esa ama que siempre había gobernado su vida según su antojo. ¡Ahora le tocaba a ella el lugar de honor! ¡Ahora le correspondía a ella, una simple esclava egipcia, representar el papel de señora! Después de todo, también ella era esposa de Abraham. Como Sara, Agar también tuvo una actitud equivocada.

A mitad de camino entre Cadés y Bered, las fuerzas de Agar comenzaron a abandonarla. Sentía la garganta seca, hecha un nudo, y los ojos, llenos de arena, ardían como pequeñas piras. Mientras caminaba hundiéndose hasta los tobillos en el inhóspito desierto, pensaba en su situación y no veía un rayo de luz en su desesperanza. ¿Qué haría ahora? ¿A dónde podría ir? Totalmente sola, sin nadie a quien recurrir, lejos de su tierra natal y embarazada, su único deseo era morir. El orgullo que la había llevado a escapar de todo lo que había representado su seguridad se evaporaba delante de ella, como el mismo espejismo que a lo lejos confundía su vista.

Cuando por fin sus ojos advirtieron las primeras palmeras de dátiles, y divisaron las oscuras aguas del manantial que estaba en el camino de Shur, ya sobre la frontera egipcia, su vigor se había extinguido casi por completo. Apenas pudo llegar hasta la fuente, y beber unos cuantos sorbos de agua. Delante de ella veía su futuro también como un espejismo, incierto e inestable. Su vida había llegado a su final, y allí se sentó a esperar la muerte.

Pero Dios no se había olvidado de la sierva egipcia de Sara. Aunque la orgullosa Agar tenía una lección de humildad que aprender, los ojos de amor del Redentor del mundo velaban por ella. Agar necesitaba revestirse de humildad, necesitaba engalanarse con las prendas de la verdadera grandeza, esa que no proviene del orgullo propio, sino de nuestro respeto hacia los demás y la disciplina que proviene de la humildad. Curiosamente, lo primero que hizo el ángel de Dios al encontrarse con Agar fue recordarle quién era: “Agar, sierva de Sara—le dijo, ¿de dónde vienes tú, y adónde vas?”. Luego le reprochó su conducta arrogante y le ordenó que regresara a la casa de su señora y le rindiera obediencia (Génesis 16:8, 9).

A pesar de la arrogancia de Agar, el Dios de todo desamparado escuchó la angustia de la sierva egipcia, y salió en su defensa. ¡Y con qué palabras llenas de esperanza la consoló!

La promesa que el Todopoderoso le hizo a Agar, una esclava, no tiene paralelo. “Multiplicaré tanto tu descendencia, que por ser tanta no podrá ser contada” (vers. 10). Esta promesa consoló grandemente a Agar. Aunque su hijo no iba a ser el hijo de la promesa, tendría parte en el plan divino.

Después de hablarle del hijo que su vientre acunaba y asegurarle su descendencia sobre la tierra, le dio un nombre: “Y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová a oído tu aflicción” (vers. 11). ¡Qué palabras tan consoladoras! Estoy segura que desde ese momento Agar jamás olvidó que en la circunstancia más desesperada de su vida, Dios, el Creador del cielo y de la tierra, escuchó su llanto y vio su aflicción. Cada vez que pronunciaba el nombre de su hijo recordaba que no estaba sola, cada vez que alguien llamaba a Ismael por su nombre, recordaba la gracia y la misericordia de Dios hacia ella, una simple esclava.

“Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve” (vers. 13-14).

¡Cuánta esperanza trae la historia de Agar al corazón de la madre soltera, la mujer abandonada, la embarazada que se ve lejos de su familia, en un país extranjero y sin nadie a quien acudir o pedir ayuda! Los problemas propios que acarrean estas circunstancias representan ansiedad, soledad, sufrimiento, frustración, lágrimas y una vida llena de temor.

Tal vez nada de esto se aplique a su caso, pero puede ser que su misma actitud hacia la vida la haya colocado en el desierto en el que se encuentra hoy, y su arrogancia le ha hecho llorar mares de desconsuelo. Pero puede estar segura de que el “Viviente-que-te-ve” no la ha abandonado, ni la abandonará jamás. Puede confiar en el amor de Dios y en su gracia para sostenerse en los días más oscuros de su vida. El Dios Todopoderoso que escuchó y vio la aflicción de una esclava egipcia, es también su Dios y el Dios de todas las desamparadas del mundo." (Olga L. Valdivia)

"Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Después de la gloria me enviará él á las gentes que os despojaron: porque el que os toca, toca á la niña de su ojo." Zacarías 2:8.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.



 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

ESTIMADO GABRIEL,NO ES UN ENLACE INFANTIL,ES UN ENLACE DONDE SE VE DE DONDE PROCEDE TU SECTA,ES DECIR.DE LA MASONERIA.
Eso ,no es infantil es satanico.y mereceria sifueras cristianio,tu investigacion,
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Estimado solo. Saludos cordiales.

Tú dices:


ESTIMADO GABRIEL,NO ES UN ENLACE INFANTIL,ES UN ENLACE DONDE SE VE DE DONDE PROCEDE TU SECTA,ES DECIR.DE LA MASONERIA.

Respondo: No sólo es infantil, sino también mentirosa; ya que la IASD nunca ha procedido de la masonería.

Es más en nuestro movimiento, se advierte y recomienda no pertenecer a dicha sociedad secreta.



Eso ,no es infantil es satanico.y mereceria sifueras cristianio,tu investigacion,


Respondo: He investigado, y lo satánico proviene de vuestra parte que critican absurda y malévolamente lo que no conocen.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.

 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


La Biblia dice que Jesús es Dios

Juan 1 es un texto favorito de los Testigos de Jehováh. Las personas que vienen a su puerta están completamente entrenadas en como responder si usted le enseña Juan 1:1. Vaya a ese pasaje y mirémos los tres primeros versos:

1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Esta es una fuerte declaración sobre la Deidad de Cristo. Cada frase es significante. "en el principio" se remonta hacia mucho más atrás de Genesis 1:1 y establece el principio del Evangelio de Juan, en la eternidad pasada, antes que nada ni nadie fuese creado. B.B. Warfield escribi,

Lo que es declarado es que "en el principio" -- no "desde el principio" sino "en el principio", --cuando las primeras cosas vinieran ha ser, la Palabra [el Verbo], no vino ha ser, sino que ya era. Eternidad absoluta de ser está siendo afirmada para la Palabra [el Verbo] en un lenguaje tan preciso y fuerte como una eternidad absoluta de ser puede ser afirmada. La Palabra [el Verbo] antecede el comienzo de las cosas; ya El era.
La próxima frase, "el Verbo estaba con Dios", solamente fortalece la afirmación de deidad en este pasaje. Significa que desde toda la eternidad, la Palabra, coexistio con Dios, al lado de El, en comunión interpresonal con El. En las palabras de Warfield, "El estaba siendo desde toda la eternidad el compañero de Dios".
Esta relación eterna entre el Padre y la Palabra es subrayada por la frase en Juan 1:18, " el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre.... ". Jesucristo estaba eternamente en el seno del Padre, de alguna forma distinta a Dios, pero al mismo tiempo idéntico a El. De paso, la traducción en la [Biblia] 'Nueva Traducción Americana' en el verso 18 es exácta; en el Griego, la fraseología literal es, "el únigénito Dios" -- otra prueba directa de la deidad de Cristo.

Pero retornemos a la tercera frase en Juan 1:1, pues esta es la parte la cual los Testigos de Jehováh creen que pueden contestar: "El Verbo era Dios". Eso es precisamente y literalmente lo que dice este texto en el Griego. Un TDJ bien entrenado tratará de convencerte de que tu traducción es defectuosa. Te dirán que en el Griego, a la palabra Dios le falta el articulo definido (lo que es correcto). Por eso, ellos dicen, un articulo indefinido debe ser añadido: "El Verbo era un Dios". Eso es mal Griego y esta totalmente injustificado. Era es lo que se conoce como un verbo copulativo. Usted lo llamaria un "verbo de enlace" [conjunción] en la escuela de gramática [elemental]. Este simplemente conecta (enlaza) el nombre en un lado con el nombre en el otro lado La Palabra era Dios. "Dios" en esa oración es un predicado nominatívo (nominal). Puede ser traducido solamente de la forma en que se encuentra en la mayoria de las Biblias: "El Verbo [La Palabra] era Dios". El insertar la palabra "un" es tanto mal Griego como mala gramática.


Los Testigos de Jehováh han producido su propia traducción a la Biblia. Y tienen un grupo de eruditos del Griego quienes han tratado desesperadamente de defender esa traducción. Pero lo que estos eruditos de los Testigos de Jehováh no le dicen a su propia gente es que hay docenas de sitios en su Biblia donde ellos son forzados por sentido común a romper la misma regla que ellos quieren imponer en Juan 1:1. Les daré dos ejemplos de este mismo contexto. Si seguimos la construcción de los TDJ y añadimos la palabra "un" cada vez que el articulo definido está ausente, así es como un par de otros versos de Juan 1 leerían:

? v. 6 Hubo un hombre enviado de [un] Dios, el cual se llamaba Juan.
? v. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de [un] Dios

Por lo tanto, Juan 1:1 es el talón de aquiles de la Teología de los Testigos de Jehováh, y es por eso que a todo TDJ se le enseña lo que debe decir cuando este [texto] es presentado. Pero sus respuestas no son del todo satisfacientes para alguien que tenga la mínima cantidad de conocimiento en gramática Griega, y su negación de la deidad de Cristo es facilmente expuesta como falsa por el mero contexto de este verso.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Al comienzo de su viaje por Australia (1891-1900) Elena G. de White fue llamada a aconsejar a un destacado obrero de nuestra casa editora, que estaba profundamente implicado en las actividades de la Logia Masónica. El consejo que presentó a este hermano lo indujo a separarse de la logia a pesar de haber alcanzado el grado honorífico más elevado en esa organización.
Sin pronunciar ninguna condenación, la Sra. White señaló que el cristiano no puede servir a dos señores, o prestar fidelidad a dos autoridades. Nuestro hermano, que estaba tan comprometido en las actividades de la logia, hasta el punto de descuidar su trabajo para la iglesia, reconoció la sencilla verdad que había en los consejos de Elena G. de White, y su confianza en el mensaje se afirmó más aún cuando la Sra. White, sin saberlo, hizo la señal secreta utilizada únicamente por los miembros de la logia. Sin dilación renunció a la logia, a pesar de haber afirmado resueltamente en varias oportunidades que nada podría conmover su confianza en esa fraternidad o inducirlo a romper con ella. Al rememorar esta experiencia en años subsiguientes, afirmó que el mensaje del espíritu de profecía había transformado completamente su vida.
En esta ocasión y a propósito de este caso, la Sra. White escribió ampliamente con respecto a la relación de los adventistas del séptimo día con tales organizaciones. Esto se publicó bajo el título de “¿Deberían los cristianos ser miembros de las sociedades secretas?”
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 2 Corintios 6:14-18.
La orden del Señor, “no os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2 Corintios 6:14), no se refiere solamente al matrimonio de los cristianos con los irreligiosos, sino a cualquier clase de asociación en la que las partes están en íntima vinculación, y que requiera armonía de espíritu y acción. El Señor dio directivas especiales a los israelitas para que se mantuvieran separados de los idólatras. No debían casarse con las mujeres de éstos ni darles las suyas en matrimonio, ni formar ninguna clase de asociación con ellos: “Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera. Porque no te has de inclinar a ningún otro Dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es”. Éxodo 34:12-14.
“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres... Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones”. Deuteronomio 7:6-9.
El Señor vuelve a declarar por medio del profeta Isaías:
“Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados... Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros. Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo”. Isaías 8:9-13.
Hay quienes preguntan si es propio que los cristianos pertenezcan a la francmasonería y a otras sociedades secretas. Que los tales consideren los pasajes que acabamos de citar. Si somos cristianos, debemos serlo en todo, y debemos considerar y obedecer el consejo dado para hacer de nosotros cristianos de acuerdo con las normas de la Palabra de Dios.
[h=5]Colaboración con los instrumentos divinos[/h]El pueblo que Dios tiene en el mundo es el instrumento humano que debe colaborar con las influencias divinas para a salvación de los hombres. Cristo dice a las almas que se han unido a él: “Sois uno conmigo, ‘colaboradores de Dios”’. 1 Corintios 3:9. Dios es el gran Actor invisible, y el hombre es el humilde instrumento visible, y sólo en colaboración con las inteligencias celestiales puede éste hacer algo bueno. Únicamente cuando la mente es esclarecida por el Espíritu Santo los hombres pueden discernir la influencia divina. Por eso Satanás procura constantemente apartar las mentes de lo divino para dirigirlas hacia lo humano, para que el hombre no coopere con el cielo. Dirige la atención hacia las invenciones humanas, induce al hombre a confiar en el hombre, a apoyarse en la carne, para que su fe no se afirme en Dios.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” Mateo 6:22, 23.
Y si nuestra luz se convierte en tinieblas, ¿cómo seremos una luz para el mundo?
La tarea de nuestra salvación personal también depende de nuestra colaboración con los instrumentos divinos. Dios nos ha impartido facultades morales y susceptibilidades religiosas. Ha dado a su Hijo como propiciación por nuestros pecados, para que nos reconciliáramos con Dios. Jesús vivió una vida de abnegación y sacrificio, para que pudiésemos seguir su ejemplo. Ha dado el Espíritu Santo para que esté en lugar de Cristo en todo sitio donde se requiera ayuda. Utiliza las inteligencias celestiales para proporcionar poder divino que el hombre pueda combinar con sus esfuerzos. Pero debemos aceptar el don de Dios, debemos arrepentirnos y creer en Cristo. Debemos velar, orar y obedecer los requerimientos de Dios. Debemos practicar la abnegación y el sacrificio personal por amor de Cristo. Debemos crecer en Cristo estando constantemente relacionados con él. Cualquier cosa que aleje la mente de Dios y la haga confiar en el hombre, o que la haga conformarse a la norma humana, nos impedirá colaborar con Dios en la obra de nuestra propia salvación. Esta es la razón por la cual el Señor prohibió que su pueblo formara alianza con los paganos, “para que no sean tropezadero en medio de ti”. Éxodo 34:12. Dijo: “Porque desviará a tu hijo de en pos de mí”. Deuteronomio 7:4. Este mismo principio se aplica a la asociación de los cristianos con los irreligiosos.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Gabriel:En vez de repetirte como el ajo,had una seria investigacion desde sus comienzos de la secta donde andas metido.y lo mismo sirve para Espasmo.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Estimado sólo. Saludos cordiales.

Tú dices: "Gabriel:En vez de repetirte como el ajo,had una seria investigacion desde sus comienzos de la secta donde andas metido.y lo mismo sirve para Espasmo."

Respondo: ¿Qué tienes en contra del ajo?

Acaso crees que no he investigado estos temas en los que se que eres sólo un aprendiz muy deficiente, y que además eres fácilmente influenciado por corrientes que usan a su modo falsos informes o fuera de contexto y los presentan como genuinos.

Madura y cambia de repertorio para que no se vea lo infantil que eres.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


La cuestión de la divinidad de
Cristo ha sido el continuo caballo de batalla en la historia del cristianismo.
En las Escrituras aparecen ya los primeros intentos de negarla durante el
período neotestamentario, y raro ha sido el siglo desde entonces en que no haya
surgido un movimiento que, de una u otra manera, no haya cuestionado la plena
divinidad de Cristo. Desde los ebionitas a los Testigos de Jehová pasando por
los arrianos o los socinianos, los grupúsculos sostenedores de esta tesis se
cuentan por docenas.

Aunque algunas sectas, como los
mormones o los adventistas, se adhieren formalmente a la doctrina de la
divinidad de Cristo [Que esta adhesión es sólo formal queda de manifiesto cuando
descubrimos que los adventistas afirman que Cristo era el arcángel Miguel
(Questions of doctrine, pp.71-83), y que los mormones sostienen que los
hombres salvados se convierten en dioses (Doctrinas y convenios, 132:37),
y que Jesús fue el hijo de Adán, el único Dios con el que tenemos que tratar los
habitantes de este planeta (Diary of Hosea Stout, 9 de abril de 1852,
vol. 2, p. 435)], lo cierto es que la mayoría de ellas la niega de una manera u
otra. Tal es el caso de los mooníes, los Testigos de Jehová o los Niños de Dios.
trataremos de examinar las objeciones tomadas de la Biblia que
presentan contra esta doctrina, la enseñanza bíblica al respecto, algunos
ejemplos del pensamiento rabínico sobre la divinidad del mesías y la opinión de
los primeros cristianos.

1. Las objeciones contra la
divinidad de Cristo

Históricamente la pobreza de
los argumentos aducidos contra la divinidad de Cristo es tan considerable, que
podemos decir que los consignados a continuación constituyen la práctica
totalidad. Como tendremos ocasión de ver, ninguna de las citas manejadas por las
sectas vulnera en absoluto la enseñanza bíblica de la Trinidad y, en su mayor
parte, arrancan de una falta de conocimiento preciso acerca del contenido de ese
dogma. Pasemos ahora a los textos:

a) Marcos 13,32, o Mateo
24,36.
La interpretación de los antitrinitarios pretende que en este pasaje
se demuestra tajantemente que Cristo no era Dios, puesto que no era omnisciente.
Se incurre con esto en un error que veremos repetido en varias ocasiones: la
incapacidad de distinguir entre la naturaleza humana y la naturaleza divina de
Jesús. Es obvio que la primera era, como humana, limitada: Jesús se cansaba,
tenía sed, padecía el dolor, su conocimiento era limitado, etc. Ahora bien, como
Dios, era omnisciente. Veamos algunos ejemplos de la Escritura: "Ahora sabemos
que sabes todas las cosas y no necesitas que nadie te interrogue. En esto
creemos que salimos de Dios" (Jn 16,30) (VNM). "De modo que le dijo: Señor, tú
sabes todas las cosas" (Jn 21,17) (VNM). "... Cristo. Cuidadosamente ocultados
en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Col 2,3). Ni
para Juan ni para el autor de la carta a los Colosenses, Jesús era un personaje
privado de omnisciencia. Todo lo contrario: sabía todo y en él estaban, sin
excepción, todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

b) Juan 14, 28.
La
interpretación sectaria de este pasaje adolece también de un desconocimiento de fondo del dogma trinitaria. Insistimos una vez más en que la persona del Hijo, la segunda de la Trinidad, tiene una naturaleza humana y otra divina. La humana, lógicamente, es inferior a la divina del Padre; pero ambas personas divinas, la del Padre y la del Hijo, son iguales. Es precisamente por eso por lo que el evangelio de Juan recoge la información de que los judíos del tiempo de Jesús deseaban matarle, porque se hacía igual a Dios: "A causa de esto realmente los judíos procuraban con más empeño matarlo, porque no sólo quebrantaba el sábado,
sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios" (Jn
5,18-19) (VNM).

c) Apocalipsis 3,14
. La
interpretación antitrinitaria de este pasaje (uno de los más utilizados por los
arrianos en su día) pretende que aquí Cristo es presentado como el "primer ser
creado". Lo cierto es que tal afirmación sólo demuestra una ignorancia absoluta
del sentido del término arjé (traducido aquí como "principio"). En calidad de
título, como aparece aquí, la palabra arjé tiene en multitud de ocasiones el
significado de "príncipe" o "principado". En tal sentido aparece, por ejemplo,
en Rom 8,38; Ef 1,21; 3,10; 6,12; Col 1,16; 2,10; Tit 3,1, etc). Ahora bien, en
el libro de Apocalipsis, arjé es un título que se aplica única y exclusivamente
a Dios; v.gr., Ap 21,6, en su calidad de fuente (principio) de todo. Por tanto,
el pasaje no dice que Cristo fue el primer ser creado, sino que fue la fuente,
el origen, el principio de que emanó la creación divina; es decir, que es el
mismo creador, como tendremos ocasión de ver en el apartado que sobre ese tema hay en este capítulo.

d) Colosenses 1,15
. De
nuevo nos hallamos ante una interpretación errónea de un texto en base a la
ignorancia terminológica de las sectas. Éstas interpretan la palabra
"primogénito" en el sentido de "primer creado"; Cristo, pues, sería una simple
criatura. Ahora bien este análisis del pasaje es erróneo por las siguientes
razones:

1a. Primogénito (protótokos en
griego) no es lo mismo que primer creado (protiktos en griego). Si realmente
Pablo hubiera deseado expresar que Cristo era un ser creado, hubiera empleado el verbo "crear" lo que no hizo.

2a. El término "primogénito" no equivale en lengua hebrea tanto al primero en nacer como al que posee ciertos derechos de gobierno, herencia o realeza. Así la Biblia contiene diversos ejemplos de "primogénitos" que no fueron los primeros. Así, en Sal 89,27 (VNM)
se anuncia que David sería nombrado "primogénito". David no lo era familiarmente (de hecho sabemos que era el menor de su familia), ni tampoco fue el primer rey de Israel (que fue Saúl), pero sí iba a contar con una supremacía, con una "primogenitura". Otro ejemplo de la palabra "primogénito" utilizada en ese sentido se halla en Jer 31,9, donde se denomina a Efraín como "primogénito".
Ahora bien, si leemos el relato de Gén 48,13-14, vemos que realmente Efraín era el menor y Manasés era el primogénito. Un ejemplo más de este empleo de la palabra "primogénito" lo hallamos en Éx 4,22, donde se aplica tal título a
Israel. Lógicamente, no se pretende señalar aquí que Israel fue la primera
nación creada (lo que no sería verdad), sino que Israel gozaba de una primacía a los ojos de Dios. Por lo tanto, Pablo no está aquí diciendo que Cristo es un ser
creado, sino que tiene la total supremacía sobre la creación; en otras palabras,
que es el mismo creador.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


. El contexto indica que Pablo considera a Cristo no un ser creado, sino el
mismo creador: De hecho esto es tan claro, que la VNM ha falseado el original
griego, incluyendo palabras entre corchetes para ocultar esta revelación. Dice
así, por citar un ejemplo, La Santa Biblia, de Ediciones Paulinas:
"Porque por él mismo (Cristo) fueron creadas todas las cosas, las de los cielos
y las de la tierra, lo invisible y lo visible, tanto los tronos como las
dominaciones, los principados como las potestades; absolutamente todo fue creado
por él y para él; y él mismo existe antes que todas las cosas y todas subsisten
en él" (Col 1,16-17). Este fragmento del himno cristológico del capítulo primero
de Colosenses no puede estar más claro: Cristo es no un ser creado, como
pretenden las sectas, sino el creador de todo. Por eso existe antes de todo lo
creado, ya que si él hubiera sido una creación no hubiera podido tener vida
antes de toda la creación, sino sólo de la parte posterior a él mismo. Como era
de esperar, la VNM falsifica este texto para amoldarlo a su torcida teología y
traduce (?) así: "Porque por medio de él todas las (otras) cosas fueron
creadas... Todas las (otras) cosas han sido creadas mediante él y para él.
También él es antes de todas las (otras) cosas y por medio de él se hizo que
todas las (otras) cosas existieran". No puede ser mayor la diferencia entre el
texto griego original y la VNM: Cristo ya no es el creador ("por él mismo"),
sino un instrumento de la creación ("por medio de él"). Tampoco es ya el creador
anterior a todo lo creado, sino un ser creado anterior a "todas las otras cosas
creadas". El hecho de añadir palabras en el texto para cambiar radicalmente el
significado que quiso darle el autor de la carta a los Colosenses es algo que no
parece haber pesado en la conciencia de la Wachtower y que la mayoría de sus
adeptos ignoran. Pero ¿qué amor puede tener la Wachtower a la Biblia cuando no
sólo no busca honestamente su enseñanza, sino que además tergiversa una
traducción para dar base a sus doctrinas?

e) Proverbios 8,22

. Dice
así la VNM: "Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más
temprano de sus logros de mucho tiempo atrás". Según la especialísima exégesis
de la Wachtower, que, quizá sin saberlo, es sólo un eco de la de Arrio, el texto
de Proverbios estaría hablando aquí de Cristo, simbolizado bajo la imagen de la
sabiduría, y enseñaría que fue creado ("producido"). No obstante, tal exégesis
es por muchas razones descabellada:


1a. El pasaje no dice en ningún
momento que esté hablando del mesías; se trata de un hermoso poema en el que se
utiliza la prosopopeya, es decir, la personificación de una cualidad para crear
un efecto literario. En este caso se personifica a la sabiduría, pero no se
menciona en ningún pasaje que ésta sea el mesías.


2a. El contexto niega que se
pueda referir a Jesús: las profecías mesiánicas (como Is 52,l3ss.) contienen
siempre referencias que podemos reconocer en la vida de Jesús. Ahora bien, aquí
se nos dice que la sabiduría edificó una casa (Prov 9, 1a), que ha labrado siete
columnas (Prov 9, 1b), que dispuso la mesa mezclando el vino y degollando carne
(Prov 9,2), etc. Está claro que nada de esto tiene relación con la persona de
Jesús; pero sí tiene sentido si se interpreta como una personificación poética
de la sabiduría.


3a. La traducción "me produjo"
no es correcta; pero, por si fuera poco, el pasaje, como es habitual cada vez
que la Wachtower se ocupa de traducir, está penosamente traducido. La palabra
hebrea que se vierte por "produjo" es qnh, que significa "poseyó" o "poseía",
como han traducido la versión Reina Valera (RV) o la Nácar Colunga (NC). En
algún caso este verbo puede tener un significado secundario de "engendrar", y
así han vertido el pasaje la Versión Popular (VP) y la Versión Moderna (VM),
pero no parece que en este contexto sea la traducción más adecuada.


Intentar, pues, desprender del
pasaje de Prov 8,22 que Cristo fue creado no deja de ser un dislate
exegético.


f) Juan 1,18.

La tesis de
la Wachtower es que, puesto que a Dios no lo ha visto nadie y a Cristo lo
vieron, este último no puede ser Dios. Ahora bien, este pasaje no está hablando
de una visión física de Dios, sino espiritual. De hecho, el Antiguo Testamento
registra varios casos de visión física de Dios, como el recogido en Is 6,lss. o
el de Am 9,1, que pueden comprobarse en la misma VNM. Lo que aquí se nos dice es
que a Dios nadie lo ha visto como para poder explicarlo de manera cabal, pero
Cristo sí lo ha explicado.


Por otro lado, aunque el pasaje
implicara una visión física de Dios, tampoco estaría indicando que Cristo no era
Dios, ya que lo que vieron sus discípulos fue su envoltura humana, y no su
naturaleza divina. En ese sentido podría decirse que a Dios, con toda la
grandeza de su gloria, no lo ha visto nadie, porque cuando se encarnó en Cristo
la humanidad servía de velo a aquélla.


g) Jesús es Miguel, el
arcángel.
Esta doctrina de los Testigos no pertenece originalmente a ellos.
Se origina en una doctrina idéntica sostenida por los Adventistas del Séptimo
Día (Questions of Doctrine, pp 71-83). La razón es que inicialmente buena parte
de los autores adventistas sostenían una visión de Cristo de corte arrianizante.
Cuando, con el paso del tiempo, este enfoque varió, optando por un
reconocimiento formal de la Trinidad, quedaron resquicios de arrianismo en la
teología de las secta capitaneada por Ellen White, de donde los ha tomado la
Wachtower.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


En realidad, esta objeción
carece de la más mínima base. Sencillamente: no hay un solo pasaje en la Biblia
donde se diga que el arcángel san Miguel es Cristo.


Jesús habla con el
Padre.
La tesis de la Wachtower pretende que Cristo no puede ser Dios,
puesto que se ve claramente cómo se dirige a Dios. Tal afirmación sólo revela un
desconocimiento profundo de la doctrina de la Trinidad. Ésta no enseña que el
Hijo, el Padre y el Espíritu Santo son la misma persona, sino que son tres
personas distintas y un solo Dios verdadero. El diálogo entre el Padre y el
Hijo, por lo tanto, no contradice la doctrina de la Trinidad, sino que la
confirma.


i) Jesús es el Hijo de Dios, y
no Dios

. A este respecto recomendamos repasar lo señalado arriba en relación
con el texto de Jn 5,18.


j) Salmo 2,7

. Según la
teología de la Wachtower, este pasaje indicaría que hubo una época en que el
Hijo no existió y posteriormente sí; luego se trata de un ser creado. Además, el
término "engendrar" debe entenderse como "crear". Lo cierto es que la fórmula
que se recoge en este salmo parece ser que se utilizaba en la coronación de los
reyes de Israel. Con ella se pretendía indicar que el monarca pasaba a ser "hijo
de Yavé" de una manera muy especial.


Ahora bien, en el caso de este
salmo, el Nuevo Testamento nos ha conservado la interpretación que del mismo
hacía la Iglesia primitiva. Veamos: "Pero Dios lo levantó de entre los muertos,
y por muchos días se hizo visible a los que habían subido con él de Galilea a
Jerusalén, los cuales son ahora testigos de él al pueblo. De modo que nosotros
estamos declarándoles las buenas nuevas acerca de la promesa hecha a los
antepasados, que Dios la ha cumplido enteramente para con nosotros los hijos de
ellos al haber resucitado a Jesús, así como está escrito en el Salmo segundo: Tú
eres mi hijo, este día he llegado a ser tu Padre" (He 13,30-33).


Para Pablo, el salmo 2 no
enseñaba que Cristo fuera un ser creado, sino que contenía la afirmación de que
resucitaría un día. Naturalmente somos muy libres de preferir la interpretación
de la Wachtower a la del apóstol de los gentiles.


Digamos, finalmente, que el
término "engendrar" ni significa "crear" ni es contrario a la enseñanza de la
Trinidad. De hecho, el credo trinitario de Nicea afirma que la persona del Hijo
fue "engendrada y no creada, de la misma naturaleza que el Padre". Los que
creemos en la Trinidad creemos asimismo que Cristo fue engendrado desde la
eternidad de la misma naturaleza que el Padre, pero que no fue creado. Este
texto apoyaría precisamente esa tesis, puesto que en él no se dice que el Hijo
fuera creado, sino engendrado.


Hasta aquí hemos podido ver el
nulo fundamento que tiene afirmar que la Biblia niega la divinidad de Cristo.
Ahora bien, el que no haya argumentos en contra no significa necesariamente que
los haya a favor. ¿Existen pruebas en el Nuevo Testamento de que los primeros
cristianos creyeran que Cristo era Dios? A examinar esa cuestión dedicaremos las
próximas páginas.

Según la Biblia, Cristo es Díos, y no un dios

Contra lo que piensan la
mayoría de las personas (y es error muy repetido en diversas publicaciones), los Testigos de Jehová no niegan la divinidad de Cristo, sino su plena divinidad. Es decir, para ellos Cristo es un dios (o el arcángel san Miguel), pero no es Dios. Intentaremos mostrar en las siguientes páginas cómo la Biblia indica específicamente lo contrario: Cristo es Dios, y no un dios. Las razones, entre otras muchas, son las siguientes:


2.1. Cristo tiene títulos en el
NT que sólo son aplicables a Dios
DiOS
La teología de los Testigos, en
realidad, es politeísta. Parte de la base de que existe un gran Dios increado
(Jehová), seguido por un dios inferior y creado (Cristo) y por multitud de
dioses de una categoría aún más ínfima, como el diablo y los ángeles. La
enseñanza de la Biblia, por otra parte, es naturalmente monoteísta: sólo hay un
Dios, no ha habido ninguno antes ni lo habrá después.


"Ustedes son mis testigos -es
la expresión de Jehová- aun mi siervo, a quien he escogido, para que sepan y
tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el mismo. Antes de mí no fue
formado Dios alguno y después de mí continuó sin que lo hubiera" (Is 43,10)
(VNM).


Este pasaje, conocido de
memoria por todos los adeptos de la Wachtower, ya que de él derivan su nombre,
contiene en su segunda parte una afirmación que contradice tajantemente las
enseñanzas de aquélla. No enseña que hay un gran Dios (Jehová), otro inferior y
creado (el mesías) y una pléyade de dioses a continuación, sino que sólo hay uno y ninguno más.


"Esto es lo que ha dicho Jehová, el Rey de Israel y el Recomprador de él, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios" (Is 44,6) (VNM). La afirmación es clara y contundente; pero choca frontalmente con la teología de la Wachtower, que enseña la existencia de varios dioses.


"Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay Dios..., no hay ningún otro; no hay otro Dios" (Is 45,5,14) (VNM).


Naturalmente, los primeros cristianos creían lo mismo que enseñó Isaías, y no la teología de la Wachtower, que establece que hay varios dioses. Y no sólo es que creían en un monoteísmo estricto (un solo Dios y ningún otro más), sino que además afirmaron que Cristo era ese Dios. Como esto resulta tan claro y equivale a reconocer que la teología jehovista es una farsa, los dirigentes de la Wachtower no han tenido el más mínimo inconveniente en alterar la traducción de la mayoría de los pasajes donde se dice que Cristo es Dios. A analizar algunos de éstos vamos a dedicarnos ahora.


a) Romanos 9,5. Dice la versión
del texto griego: "El Cristo según la carne, el cual es Dios bendito". Pablo
afirma tan claramente que Cristo es Dios bendito, que la VNM no ha tenido el
menor reparo en introducir una palabra entre corchetes en el texto para
desvirtuar tal afirmación. Dice así: el Cristo según la carne: Dios, que está
sobre todos, (sea) bendito para siempre. Basta quitar de la VNM el sea entre
corchetes para tener una afirmación clarísima de la divinidad de Cristo.


b) Filipenses 2,5ss. "...
Cristo Jesús, el cual existiendo en forma de Dios no se aferró a ser igual a
Dios".


Pablo lo expresa con claridad:
Cristo era igual (no inferior) a Dios, pero no se aferró a ello, sino que se
vació (ése es el significado literal del término griego kenosis) para hacerse
hombre y redimirnos en la cruz. Pues bien, veamos cómo esta afirmación clarísima ha sido desvirtuada en la versión del Nuevo Mundo añadiendo de nuevo palabras que no están en el original: "... Cristo Jesús, quien aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber: que debiera ser igual a Dios".


Basta comparar la VNM con otras traducciones para comprobar lo viciado y lleno de prejuicios que ha sido su método de trabajo, método que sólo buscaba defender a la secta, y no a la enseñanza de la Biblia.


c) Colosenses 2,9. "Porque en él habita la plenitud de la divinidad corporalmente".


Contra lo que enseña la Wachtower, Pablo afirma aquí que Cristo no es un dios o un mini-dios, sino que en él habita corporalmente la plenitud de la divinidad. Veamos cómo la VNM ha intentado velar esta gloriosa verdad: "Porque en él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina".


Ahora bien, esta subversión del texto, a fin de cuentas, sólo a medias consigue su objetivo, porque sólo Dios puede tener cualidad divina; y hemos visto en Isaías que sólo hay un Dios. Si en Cristo mora toda la plenitud de la cualidad divina, es que es Dios, y no un dios, como pretende la Wachtower.


d) Tito 2,13. "Esperando la feliz esperanza y manifestación de la gloria del gran Dios y salvador nuestro Jesucristo".


El texto es diáfano como el cristal. Pablo habla de la maravillosa esperanza del creyente cristiano que aguarda la venida de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo. De nuevo la VNM ha introducido palabras en el texto para privar a Cristo de su plena divinidad: "Mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del salvador nuestro, Cristo Jesús".


Con un descaro inexcusable, la
Wachtower ha introducido una palabra que no está en el texto griego, para dejar a un lado a Dios y a otro al salvador Jesucristo, cuando lo cierto es que el
original prodiga los dos atributos (Dios y salvador) a Cristo.


e) Hebreos 1,8. "Con respecto
al Hijo: El trono tuyo, oh Dios, por el tiempo del tiempo".


Este texto reviste una especial relevancia porque en él es el propio Padre el que se dirige a la persona del Hijo; y no lo hace para denominarlo Miguel (como los testigos o los adventistas) ni un dios, sino Dios de manera plena. Como imaginará el lector, también en esta ocasión la VNM altera el texto añadiendo palabras: "Pero respecto al Hijo: Dios es tu trono para siempre jamás".


En el fondo, sin embargo, esta burda falsificación dice lo contrario de lo que pretende; porque, ¿quién es mayor, el trono o el que se sienta en él? Pues bien, si Dios es el trono del Hijo, éste debe ser, al menos, tan grande como Dios.


f) 2Pedro 1,1. "... En justicia del Dios nuestro y salvador Jesucristo".

















 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


Como en Tit 2,13, de nuevo nos hallamos ante una afirmación de que Cristo es Dios. Veamos cómo vierte el pasaje la VNM: "Por la justicia de nuestro Dios y del salvador Jesucristo".


Una vez más, añadiendo una palabra que no está en el original, se altera todo el sentido de la frase,
privando a Cristo de la atribución que Pedro le hace de su divinidad plena. Sin
embargo, es curioso que en el versículo 11 de este mismo capítulo de la primera
epístola de Pedro aparezca la misma construcción gramatical; pero esta vez la
Wachtower la ha traducido bien ("de nuestro Señor y salvador Jesucristo"),
porque no une a Cristo con el título de Dios. Resulta vergonzoso el contemplar
cómo puede haber personas con tan pocos escrúpulos morales como para alterar el
texto sagrado a fin de defender con más facilidad sus doctrinas.


g) Juan 1,1. Sin duda, es ésta la falsificación más conocida de todas las que pueblan las páginas de la VNM.
Dice así: "En (el) principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era un dios".


Basta ir al texto griego original para comprender que se trata de una burda artimaña, consistente en
intercalar una palabra que no está en el evangelio de Juan a fin de negar la divinidad de Cristo.


"En principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con el Dios y Dios era la Palabra".


Naturalmente, el pasaje en griego es tan claro que la Wachtower se ha visto obligada a recurrir al poco
airoso método de inventarse una regla gramatical para justificar la barbaridad
lingüística y teológica que implica su traducción. Según la Wachtower, en griego
no existe palabra para indicar la idea de "uno", y, por lo tanto, cuando una
palabra no lleva el artículo determinado (jo, je, to, en griego;
el, la, lo, en castellano) debe colocarse delante la palabra "un, una". Esta
regla es falsa; pero lo peor es que ni siquiera la Wachtower (pese a ser su
inventora) la sigue:


a') En griego sí hay palabras
para expresar la idea de "uno, una" sin que tenga que suplirlas el traductor.
Una de ellas es eis, mia, en (uno, una, uno), que Juan utiliza repetidas
veces; v.gr.: Jn 1,40; 6,8.22; 70,71; 7,21.50; 9,25; 10,16.30; 11,49-50.52;
12,2.4; 13,21.23; 17,11.21.22.23; 18,14. 22.26.39; 19,34, etcétera; la otra es
tis, ti (uno-a-o ó alguno-a-o), que también es utilizada repetidas veces
en el Nuevo Testamento. Si Juan hubiera deseado decir que la Palabra (Cristo)
era un dios, hubiera recurrido con toda seguridad al empleo de eis o de
tis.


b') La ausencia de artículo determinado ni siquiera es suplida por "un" en la misma Wachtower. Fijémonos a
título de ejemplo en el mismo capítulo 1 del evangelio de Juan. En el versículo
6 se nos dice que un hombre (Juan el Bautista) fue enviado por Dios, y esta
palabra va sin artículo determinado; no obstante la Wachtower no ha traducido
"representante de un dios", sino "representante de Dios". En el versículo 12 se
nos habla de cómo llegar a ser hijos de Dios. Ahora bien, la palabra Dios va sin
artículo determinado; pero la Wachtower no ha traducido "hijos de un dios", sino
"hijos de Dios". En el versículo 13, una vez más, la palabra "Dios" va
desprovista de artículo determinado; pero la Wachtower no traduce "voluntad de
un dios", sino "de Dios". Podríamos aducir más ejemplos; pero sinceramente éstos
nos parecen suficientes para mostrar que la "regla" citada por la Wachtower no
sólo no existe, sino que incluso no es aplicada por ella misma para no caer en
el ridículo más absoluto.


c') La construcción poética de Jn 1,1 no permite traducir "un dios". Los dieciocho primeros versículos del
evangelio de Juan formaron en su conjunto un canto (muy posiblemente antifonal)
que se utilizaba en las reuniones de la Iglesia primitiva. Tenía por ello una
estructura (muy clara en los tres primeros versículos) de especial belleza,
puesto que cada frase terminaba con la misma palabra con que empezaba la
siguiente: "En principio era la Palabra, y la Palabra era con el Dios, y Dios
era la Palabra".


Esta construcción además hacía girar su encanto (y su impresionante vigor) en torno al hecho de que la palabra con que concluía una frase y comenzaba la siguiente tenía el mismo valor,
contenido y significado. Por esto el "Dios" del final del versículo 1 nunca
podía ser "un dios", sino la palabra "Dios", con su mismo contenido y fuerza con
que concluía la frase anterior.


Examinado el texto de Jn 1,1, en la VNM se descubre, por lo tanto, no sólo una falta de conocimiento mínimo de la lengua en que se redactó el Nuevo Testamento, sino también una carencia de
honestidad por la que no ha tenido reparo, una vez más, en alterar la Escritura
para hacerla encajar en sus posiciones doctrinales preconcebidas.


Vamos a concluir con lo referente a este texto. Antes, no obstante, desearía hacer una breve referencia
al origen de esta traducción penosa del glorioso pasaje de Jn 1,1. Cuando los
testigos intentan mostrar que no son los únicos en haber traducido el pasaje de
Jn 1,1 de esta manera sólo pueden (y es normal) citar un Nuevo Testamento no
editado por ellos que contenga una versión similar. Me estoy refiriendo al Nuevo
Testamento de Greber.[Este Nuevo Testamento de Johannes Greber aparece citado
por la Wachtower para apoyar su traducción, por citar algún ejemplo, en el libro
Asegúrense de todas las cosas, Brooklyn 1965, 489, y en el folleto La
Palabra ¿quién es él?
Brooklyn 1962, 5.]


¿Quién era Johannes Greber? La Wachtower lo ha presentado a sus adeptos como un sacerdote católico, pero esto es sólo una verdad a medias. Greber fue efectivamente un sacerdote católico;
pero abandonó la Iglesia Católica para entrar en círculos espiritistas. Su
propio Nuevo Testamento está cortado sobre la base de la teología espiritista y,
según dice la introducción del mismo, fueron los espíritus los que le dijeron
cómo traducir. Cito de la misma: "Muchas contradicciones entre lo que aparece en
los rollos antiguos y el Nuevo Testamento surgieron y fueron tema de sus (de
Greber) oraciones constantes pidiendo guía, oraciones que fueron contestadas y
las discrepancias clarificadas por el Espíritu mundial de Dios... Su esposa (la
de Greber), una médium del Espíritu mundial de Dios, fue a menudo el instrumento
para dar las respuestas correctas de los Mensajeros de Dios al pastor Greber".
[De hecho, yo sostengo la tesis de que la VNM no es sino una copia descarada de
la traducción espiritista de Greber, como puede verse con facilidad comparando
ambas versiones. La de Greber puede obtenerse solicitándola a la Johannes Greber
Memorial Foundation, 139 Hillside Avenue, Teaneck, NJ, 07666. USA]


No deja de ser curioso que el único autor que tradujo Jn 1,1 como la Wachtower fuera un ex-sacerdote que colgó la sotana para casarse con una médium y que dejó una versión del Nuevo
Testamento que no se basaba precisamente en el estudio de los textos, sino en
las instrucciones que recibía en sesiones de espiritismo.


¿Sabe esto la Wachtower? La respuesta es afirmativa. En la Atalaya del 15 de febrero de 1956, páginas
110-111, se afirma en el párrafo 11: "Está muy claro que los espíritus en los
que el ex-sacerdote Greber cree lo ayudaron en su traducción". Una afirmación
similar se contiene asimismo en la Atalaya del 1 de abril de 1983, página
31. [Existe un argumento de tipo histórico-teológico adicional en favor de que
Juan quería señalar la plena divinidad de Cristo al escribir el primer versículo
de su evangelio. Me estoy refiriendo a la utilización del término "Palabra" para
definir al Cristo preexistente. Este mismo término era utilizado en los targumim
(comentarios interpretativos del Antiguo Testamento) en arameo para referirse a
Yavé. De manera que para decir que Yavé creó los cielos y la tierra se indica
que Memra (la Palabra) creó los cielos y la tierra, etc. Ese mismo Yavé, según
Juan, era el que se había hecho carne para salvarnos.]


Cabría preguntarse qué clase de dirigentes tiene la secta de Brooklyn. No sólo porque están dispuestos a
tergiversar el texto sagrado añadiéndole palabras que no aparecen en el mismo,
sino porque también se atreven a inventar reglas gramaticales que no existen y
que ellos mismos no respetan, buscando como único apoyo una versión del Nuevo
Testamento carente de base científica y que, según confiesan en sus
publicaciones, es obra de espíritus. Todo esto, no lo olvidemos, para negar la
grandiosa verdad de la encarnación de Dios en la persona de Cristo a fin de
redimirnos. ¿Realmente se puede confiar en una organización así?


Podríamos presentar ahora más textos falseados; pero vamos a citar sólo dos más en los que la Wachtower, sin darse cuenta, ha permitido que en la VNM los apóstoles llamaran Dios a Jesús.
Nos referimos a Jn 20,28 y 1Jn 5,20. "Dijo entonces a Tomás: Pon tu dedo aquí y
ve mis manos, y toma tu mano y métela en mi costado, y deja de ser incrédulo y
hazte creyente. En contestación Tomás le dijo: Mi Señor y mi Dios" (Jn 20,27-28)
(VNM). "... Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna" (1Jn 5,20) (VNM).
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...


Como en Tit 2,13, de nuevo nos hallamos ante una afirmación de que Cristo es Dios. Veamos cómo vierte el pasaje la VNM: "Por la justicia de nuestro Dios y del salvador Jesucristo".


Una vez más, añadiendo una palabra que no está en el original, se altera todo el sentido de la frase,
privando a Cristo de la atribución que Pedro le hace de su divinidad plena. Sin
embargo, es curioso que en el versículo 11 de este mismo capítulo de la primera
epístola de Pedro aparezca la misma construcción gramatical; pero esta vez la
Wachtower la ha traducido bien ("de nuestro Señor y salvador Jesucristo"),
porque no une a Cristo con el título de Dios. Resulta vergonzoso el contemplar
cómo puede haber personas con tan pocos escrúpulos morales como para alterar el
texto sagrado a fin de defender con más facilidad sus doctrinas.


g) Juan 1,1. Sin duda, es ésta la falsificación más conocida de todas las que pueblan las páginas de la VNM.
Dice así: "En (el) principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era un dios".


Basta ir al texto griego original para comprender que se trata de una burda artimaña, consistente en
intercalar una palabra que no está en el evangelio de Juan a fin de negar la divinidad de Cristo.


"En principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con el Dios y Dios era la Palabra".


Naturalmente, el pasaje en griego es tan claro que la Wachtower se ha visto obligada a recurrir al poco
airoso método de inventarse una regla gramatical para justificar la barbaridad
lingüística y teológica que implica su traducción. Según la Wachtower, en griego
no existe palabra para indicar la idea de "uno", y, por lo tanto, cuando una
palabra no lleva el artículo determinado (jo, je, to, en griego;
el, la, lo, en castellano) debe colocarse delante la palabra "un, una". Esta
regla es falsa; pero lo peor es que ni siquiera la Wachtower (pese a ser su
inventora) la sigue:


a') En griego sí hay palabras
para expresar la idea de "uno, una" sin que tenga que suplirlas el traductor.
Una de ellas es eis, mia, en (uno, una, uno), que Juan utiliza repetidas
veces; v.gr.: Jn 1,40; 6,8.22; 70,71; 7,21.50; 9,25; 10,16.30; 11,49-50.52;
12,2.4; 13,21.23; 17,11.21.22.23; 18,14. 22.26.39; 19,34, etcétera; la otra es
tis, ti (uno-a-o ó alguno-a-o), que también es utilizada repetidas veces
en el Nuevo Testamento. Si Juan hubiera deseado decir que la Palabra (Cristo)
era un dios, hubiera recurrido con toda seguridad al empleo de eis o de
tis.


b') La ausencia de artículo determinado ni siquiera es suplida por "un" en la misma Wachtower. Fijémonos a
título de ejemplo en el mismo capítulo 1 del evangelio de Juan. En el versículo
6 se nos dice que un hombre (Juan el Bautista) fue enviado por Dios, y esta
palabra va sin artículo determinado; no obstante la Wachtower no ha traducido
"representante de un dios", sino "representante de Dios". En el versículo 12 se
nos habla de cómo llegar a ser hijos de Dios. Ahora bien, la palabra Dios va sin
artículo determinado; pero la Wachtower no ha traducido "hijos de un dios", sino
"hijos de Dios". En el versículo 13, una vez más, la palabra "Dios" va
desprovista de artículo determinado; pero la Wachtower no traduce "voluntad de
un dios", sino "de Dios". Podríamos aducir más ejemplos; pero sinceramente éstos
nos parecen suficientes para mostrar que la "regla" citada por la Wachtower no
sólo no existe, sino que incluso no es aplicada por ella misma para no caer en
el ridículo más absoluto.


c') La construcción poética de Jn 1,1 no permite traducir "un dios". Los dieciocho primeros versículos del
evangelio de Juan formaron en su conjunto un canto (muy posiblemente antifonal)
que se utilizaba en las reuniones de la Iglesia primitiva. Tenía por ello una
estructura (muy clara en los tres primeros versículos) de especial belleza,
puesto que cada frase terminaba con la misma palabra con que empezaba la
siguiente: "En principio era la Palabra, y la Palabra era con el Dios, y Dios
era la Palabra".


Esta construcción además hacía girar su encanto (y su impresionante vigor) en torno al hecho de que la palabra con que concluía una frase y comenzaba la siguiente tenía el mismo valor,
contenido y significado. Por esto el "Dios" del final del versículo 1 nunca
podía ser "un dios", sino la palabra "Dios", con su mismo contenido y fuerza con
que concluía la frase anterior.


Examinado el texto de Jn 1,1, en la VNM se descubre, por lo tanto, no sólo una falta de conocimiento mínimo de la lengua en que se redactó el Nuevo Testamento, sino también una carencia de
honestidad por la que no ha tenido reparo, una vez más, en alterar la Escritura
para hacerla encajar en sus posiciones doctrinales preconcebidas.


Vamos a concluir con lo referente a este texto. Antes, no obstante, desearía hacer una breve referencia
al origen de esta traducción penosa del glorioso pasaje de Jn 1,1. Cuando los
testigos intentan mostrar que no son los únicos en haber traducido el pasaje de
Jn 1,1 de esta manera sólo pueden (y es normal) citar un Nuevo Testamento no
editado por ellos que contenga una versión similar. Me estoy refiriendo al Nuevo
Testamento de Greber.[Este Nuevo Testamento de Johannes Greber aparece citado
por la Wachtower para apoyar su traducción, por citar algún ejemplo, en el libro
Asegúrense de todas las cosas, Brooklyn 1965, 489, y en el folleto La
Palabra ¿quién es él?
Brooklyn 1962, 5.]


¿Quién era Johannes Greber? La Wachtower lo ha presentado a sus adeptos como un sacerdote católico, pero esto es sólo una verdad a medias. Greber fue efectivamente un sacerdote católico;
pero abandonó la Iglesia Católica para entrar en círculos espiritistas. Su
propio Nuevo Testamento está cortado sobre la base de la teología espiritista y,
según dice la introducción del mismo, fueron los espíritus los que le dijeron
cómo traducir. Cito de la misma: "Muchas contradicciones entre lo que aparece en
los rollos antiguos y el Nuevo Testamento surgieron y fueron tema de sus (de
Greber) oraciones constantes pidiendo guía, oraciones que fueron contestadas y
las discrepancias clarificadas por el Espíritu mundial de Dios... Su esposa (la
de Greber), una médium del Espíritu mundial de Dios, fue a menudo el instrumento
para dar las respuestas correctas de los Mensajeros de Dios al pastor Greber".
[De hecho, yo sostengo la tesis de que la VNM no es sino una copia descarada de
la traducción espiritista de Greber, como puede verse con facilidad comparando
ambas versiones. La de Greber puede obtenerse solicitándola a la Johannes Greber
Memorial Foundation, 139 Hillside Avenue, Teaneck, NJ, 07666. USA]


No deja de ser curioso que el único autor que tradujo Jn 1,1 como la Wachtower fuera un ex-sacerdote que colgó la sotana para casarse con una médium y que dejó una versión del Nuevo
Testamento que no se basaba precisamente en el estudio de los textos, sino en
las instrucciones que recibía en sesiones de espiritismo.


¿Sabe esto la Wachtower? La respuesta es afirmativa. En la Atalaya del 15 de febrero de 1956, páginas
110-111, se afirma en el párrafo 11: "Está muy claro que los espíritus en los
que el ex-sacerdote Greber cree lo ayudaron en su traducción". Una afirmación
similar se contiene asimismo en la Atalaya del 1 de abril de 1983, página
31. [Existe un argumento de tipo histórico-teológico adicional en favor de que
Juan quería señalar la plena divinidad de Cristo al escribir el primer versículo
de su evangelio. Me estoy refiriendo a la utilización del término "Palabra" para
definir al Cristo preexistente. Este mismo término era utilizado en los targumim
(comentarios interpretativos del Antiguo Testamento) en arameo para referirse a
Yavé. De manera que para decir que Yavé creó los cielos y la tierra se indica
que Memra (la Palabra) creó los cielos y la tierra, etc. Ese mismo Yavé, según
Juan, era el que se había hecho carne para salvarnos.]


Cabría preguntarse qué clase de dirigentes tiene la secta de Brooklyn. No sólo porque están dispuestos a
tergiversar el texto sagrado añadiéndole palabras que no aparecen en el mismo,
sino porque también se atreven a inventar reglas gramaticales que no existen y
que ellos mismos no respetan, buscando como único apoyo una versión del Nuevo
Testamento carente de base científica y que, según confiesan en sus
publicaciones, es obra de espíritus. Todo esto, no lo olvidemos, para negar la
grandiosa verdad de la encarnación de Dios en la persona de Cristo a fin de
redimirnos. ¿Realmente se puede confiar en una organización así?


Podríamos presentar ahora más textos falseados; pero vamos a citar sólo dos más en los que la Wachtower, sin darse cuenta, ha permitido que en la VNM los apóstoles llamaran Dios a Jesús.
Nos referimos a Jn 20,28 y 1Jn 5,20. "Dijo entonces a Tomás: Pon tu dedo aquí y
ve mis manos, y toma tu mano y métela en mi costado, y deja de ser incrédulo y
hazte creyente. En contestación Tomás le dijo: Mi Señor y mi Dios" (Jn 20,27-28)
(VNM). "... Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna" (1Jn 5,20) (VNM).

aplausos2.jpg


Bravisimo.

¿Entonces PUEDES PORFAVOR explicar esto?

[h=3]1 Corintios 8:6[/h]Nueva Versión Internacional (NVI)

[SUP]6 [/SUP]para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

Podríamos presentar ahora más textos falseados; pero vamos a citar sólo dos más en los que la Wachtower, sin darse cuenta, ha permitido que en la VNM los apóstoles llamaran Dios a Jesús. Nos referimos a Jn 20,28 y 1Jn 5,20. "Dijo entonces a Tomás: Pon tu dedo aquí y ve mis manos, y toma tu mano y métela en mi costado, y deja de ser incrédulo y hazte creyente. En contestación Tomás le dijo: Mi Señor y mi Dios" (Jn 20,27-28) (VNM). "... Jesucristo. Este es el Dios verdadero y vida eterna" (1Jn 5,20) (VNM).

La experiencia de la resurrección corporal de Jesús (que también niegan los testigos) significó un auténtico impulso espiritual para sus desolados discípulos. Tomás, el que había dudado, supo desde ese momento que el galileo con el que había compartido los años anteriores era Dios y Señor. Lo mismo afirmaba el apóstol Juan años después.

Ahora bien, todos los apóstoles eran judíos. Conocían las Escrituras y las palabras de Isaías en el sentido de que sólo había un Dios. 0 bien se equivocaban al afirmar que Jesús era Dios y le denominaban así cuando sólo era un dios (y en ese caso la Wachtower tendría razón doctrinalmente hablando) o bien tenían razón al identificar a Cristo con el Dios del que habló Isaías: el único Dios, antes del cual no hubo ninguno y después del cual tampoco habría otro. Si los apóstoles tenían razón, lo cierto es que la Wachtower está equivocada trágicamente. El autor de estas líneas no se avergüenza en decir que cree en los apóstoles, aunque eso signifique considerar a la Wachtower y sus doctrinas una farsa total.

Jehová.

Precisamente como los primeros cristianos vieron en Jesús al Dios del Antiguo Testamento encarnado, no dudaron en referir al mismo multitud de textos cuyo protagonista en el Antiguo Testamento era Jehová. [Como seguramente sabrá el lector, la vocalización "Jehová" es totalmente incorrecta. El tetragramaton (o cuatro letras: YHVH) de uno de los nombres de Dios en el Antiguo Testamento (no el único, como pretenden los testigos); posiblemente se debiera vocalizar con "a" y "e", dando como resultado la forma "Yahveh". Lo que sí es seguro es que no se pronunciaba Jehová. Aquí hemos respetado esta errónea vocalización para conservar la fuerza de los argumentos en relación con los adeptos de la secta de la Wachtower.] Como en otros casos del libro, un análisis en profundidad del tema requeriría una extensa monografía; pero vamos a intentar al menos mencionar alguno de los pasajes a título de ejemplo.

a) Cristo es Jehová vendido por treinta monedas de plata: "Entonces les dije: Si es bueno a sus ojos, den(me) mi salario; pero si no, absténganse. Y procedieron a pagar mi salario, treinta piezas de plata. Ante aquello, Jehová me dijo: Tíralo al tesoro... el valor majestuoso con el cual he sido evaluado" (Zac 11,12-13).

Sabido es que el Nuevo Testamento aplica este pasaje a Cristo como una profecía cumplida en él. ¿Se equivocaban los primeros cristianos al decir que Cristo era el Jehová de Zacarías evaluado en treinta monedas de plata, o yerran los testigos de hoy al negarlo?

b) Cristo es Jehová precedido por Juan el Bautista: "Escuchen. Alguien está clamando en el desierto: Despejen el camino de Jehová. Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica" (Is 40,3) (VNM).

La profecía de Isaías era clara: una voz aparecería en el desierto para ser precursora de la venida de Jehová Dios. Los evangelistas vieron en el texto del profeta judío una profecía que se cumplió cuando Juan el Bautista precedió a Jesús. Si Juan fue la voz en el desierto, Jesús debía ser Jehová Dios. ¿Se equivocó Isaías al profetizar la venida de Jehová, cuando en realidad vino solamente un dios? ¿Se equivocaron los apóstoles al considerar que la profecía se había cumplido, cuando en realidad no era así, porque en vez de Jehová vino un dios, o se equivoca la Wachtower porque no se equivocó Isaías ni los primeros cristianos, y, efectivamente, quien vino fue Jehová Dios precedido por Juan el Bautista?

c) Cristo es Jehová traspasado: Zac 12,10 constituye uno de los pasajes más enigmáticos de todo el Antiguo Testamento. Yavé (o Jehová) se está dirigiendo al profeta y de pronto le anuncia algo que suena realmente extraño: le traspasarían y en tal situación le contemplarían los hijos de Israel; Jehová traspasado: "Y mirarán a mí, a quien traspasaron".

Es sabido que los primeros cristianos vieron en este pasaje una referencia a Cristo alanceado en la cruz. Ahora bien, ¿se equivocaban al considerar que el Jehová traspasado era Cristo o lo hace la Wachtower al negarlo? Mucho nos tememos que si alguien se ha equivocado no fueron los apóstoles; y es que en la mente de ellos seguramente sonaba la profecía gloriosa de Is 35,4: "Dios mismo vendrá y os salvará".

Lástima que verdad tan gloriosa haya sido sustituida en la teología de la Wachtower por el espectáculo de un arcángel que se hace hombre para salvar a la humanidad.

Salvador

Y es que de aceptar que Cristo no es Dios nos encontraríamos con el problema de que tenemos dos salvadores: Jehová y Cristo. Nada más lejano al pensamiento bíblico. Precisamente la Escritura nos dice: "Yo... yo soy Jehová, y fuera de mí no hay salvador" (Is 43,11).

Pues bien, los autores del Nuevo Testamento dicen que nuestro salvador es Cristo (2Tim 1,10). Para los que creemos que Cristo es Dios no hay contradicción; pero para la Wachtower es cuestión de explicar si Isaías se equivocó o si lo hicieron los primeros cristianos..., a menos que reconozcan que son ellos los errados.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

El primero y el último

Otro título de Jehová que los autores del Nuevo Testamento no tuvieron ningún problema en aplicar a Jesús fue el de "el primero y el último", que en el Antiguo se dirigía a Jehová (Is 44,6). Así se nos dice: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. Felices son los que lavan sus ropas largas, para que sea suya la autoridad (de ir) a los árboles de la vida, y para que consigan entrada en la ciudad por sus puertas. Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa de ella. Yo, Jesús, envié a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas para las congregaciones" (Ap 22,13-16).

¿Mentía y se equivocaba (y además blasfemaba) el autor de Apocalipsis al atribuirle a Jesús un título de Jehová, puesto que Cristo es solo un dios, o es la teología de la Wachtower la equivocada al respecto?

El creador

Desde luego, si los primeros cristianos se equivocaban en su evaluación de quién fue Jesús, su error llegó a alcanzar cotas de delirio, porque lo identificaron con el único creador del universo; y eso cuando el Antiguo Testamento señala que Dios, sin ningún tipo de colaboración, creó todo. Veamos:

"Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador y el Formador de ti desde el vientre: Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. ¿Quién estuvo conmigo?" (Is 44,24) (VNM).

"Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo..., mis propias manos han extendido los cielos" (Is 45,12).

Los apóstoles eran judíos, conocían estos pasajes, sabían que Dios no había utilizado ayudantes, instrumentos o intermediarios en su obra de creación. Si Cristo no era Dios, ¿por qué afirmaron que había creado todo?

"En el principio existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. El estaba en el principio con Dios. Todo fue hecho por él, y sin él nada se hizo... Y aquel que es la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,1-3.14a) (EP).

"Porque por él mismo fueron creadas todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra, lo invisible y lo visible, tanto los tronos como las dominaciones, los principados como las potestades; absolutamente todo fue creado por él y para él; y él mismo existe antes que todas las cosas y todas subsisten en él" (Col 1,16-17) (EP).

¿Disparataban Pablo y Juan al afirmar que Cristo era el único creador del universo, el Jehová creador, del que escribió Isaías, o más bien disparata la Wachtower al negarlo?

El "Yo Soy"

De hecho, esta conciencia que tenían los primeros cristianos de que Cristo era el Dios revelado en el Antiguo Testamento al pueblo de Israel no arrancó de su especulación personal, sino del recuerdo de las propias enseñanzas de Jesús. Quizá una de las afirmaciones más categóricas de éste al respecto fue la de apropiarse la denominación con la que Yavé se presentó ante Moisés cuando le encomendó su misión de liberar a Israel de la esclavitud de Egipto. Examinemos el texto directamente:

"Moisés dijo a Dios: Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero si ellos me preguntan: ¿cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Dios dijo a Moisés: Yo soy el que soy. Así responderás a los israelitas: Yo soy me ha enviado a vosotros" (Éx 3,13-14)(EP).

El texto aparece claro en cuanto a la descripción del episodio. Moisés interroga a Yavé sobre el nombre con que debe presentarle a los hijos de Israel, y Dios le responde que ese nombre es "Yo soy".

Pues bien, Jesús se aplicó ese mismo apelativo: "Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados" (Jn 8,24) (BJ) (Tanto la traducción de Ediciones Paulinas como la Nueva Biblia Española han vertido: "que yo soy el que soy" lo que recoge a la perfección el sentido del texto original desde mi punto de vista).
La afirmación de Jesús era impresionante: si no creían que él era el mismo Dios que se apareció a Moisés anunciándole la liberación, morirían en sus pecados. No es de extrañar que aquella pretensión dividiera a sus oyentes de manera radical, unos creyeron (Jn 8,30), otros intentaron matarlo (Jn 8,59).

Naturalmente, los pasajes mantienen entre sí una relación tan evidente que la Wachtower sólo podía alterarlos en la VNM. Así el "Yo Soy" de Éx 3,14 es vertido: "Yo resultaré ser", aunque el hebreo dice hyh, es decir, Yo soy. De la misma manera, en la VNM, Jn 8,24 es vertido como "yo soy ése", aunque el griego dice ego eimi, es decir, "Yo Soy".

¿Puede alguien dudar de que no nos encontramos ante la casualidad, sino ante una política seguida metódicamente para extirpar de la VNM todas las señales de que Cristo es Dios?
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

El Señor

Otro de los títulos ligados a Yavé en la tradición de Israel fue el de "el Señor". Tan estrechamente estaba en la mente de los judíos que sólo había un Señor y que era Yavé, que en la traducción del Antiguo Testamento al griego conocida como la Biblia de los Setenta o Septuaginta Yavé es sustituido siempre por la palabra griega kýrios (Señor); y lo mismo sucedía en el servicio sinagogas en hebreo, donde en vez de Yavé se denominaba a Dios Adonai (Señor). Con este trasfondo es fácil adivinar cómo entenderían los judíos contemporáneos de Jesús la afirmación de que éste era el Señor.

Tan claro también ha quedado para la Wachtower el alcance de esta afirmación por parte de los autores del Nuevo Testamento, que ha cometido el impensable despropósito de sustituir la palabra original kýrios (Señor) por la de Jehová en docenas de textos. Que con esto se ha perseguido privar a Cristo de la gloria que merece su plena divinidad quedará de manifiesto con el texto de la VNM que, a título de ejemplo, reproduzco a continuación. Dice así: "El que observa el día, lo observa para Jehová (en el original, la palabra es kýrios = Señor). También, el que come, come para Jehová (en el original kýrios = Señor), pues da gracias a Dios; y el que no come, no come para Jehová (en el original kýrios = Señor), y sin embargo da gracias a Dios. Ninguno de nosotros, de hecho, vive con respecto a sí mismo únicamente, y ninguno muere con respecto a sí mismo únicamente; pues tanto si vivimos, vivimos para Jehová (en el original kýrios = Señor), como si morimos, morimos para Jehová (en el original kýrios = Señor). Por consiguiente, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos a Jehová (en el original kýrios = Señor). Porque con este fin murió Cristo y volvió a vivir otra vez para ser.... (aquí esperaríamos que dijera "Jehová", cambiando la palabra kýrios del original, como ha hecho en los versículos anteriores; pero dice: ... ) Señor tanto sobre los muertos como sobre los vivos" (Rom 14, 6-9) (VNM).

No es, pues cierto, como pretende la Wachtower, que al sustituir "Señor" por "Jehová" en el Nuevo Testamento realiza un intento de restaurar la pureza del texto original. No lo es porque ni un solo manuscrito del Nuevo Testamento contiene la palabra Jehová. No lo es porque no se ha hecho siempre y de manera consecuente (en el caso citado arriba diría, por ejemplo, que Cristo es Jehová, y una afirmación así conmovería hasta sus cimientos la teología de la Wachtower). No lo es, porque lo que se persigue realmente es ocultar el efecto impresionante que tiene en el Nuevo Testamento denominar a Jesús con el título de kýrios (Señor), el mismo que en su época se daba a Yavé. Por lo tanto, la Wachtower no ha buscado que entendieran los lectores de la VNM el mensaje del Nuevo Testamento de manera clara, sino ocultarles de forma consciente y metódica la maravillosa buena nueva de que el Dios de la historia se ha encarnado en Cristo para salvarnos.

El nombre salvador

¿Qué tiene, pues, de extraño que, contra lo que pretenden los adeptos de la Wachtower, los primeros cristianos fueran conocidos no como "jehovistas" o "Testigos de Jehová", sino por el nombre del que ellos creían que era Dios encarnado: Cristo?

Tampoco resulta extraño el hecho de que consideraran que el nombre salvador era el de Cristo (y, no obstante, no mencionaran nunca el de Jehová, como pretende la Wachtower). El mismo Pedro, el primero de los apóstoles, lo dejó bien claro cuando se vio conducido ante las autoridades religiosas de Israel: "Jesucristo el Nazareno... Ésta es la piedra que fue tratada por ustedes los edificadores como de ningún valor, que ha llegado a ser cabeza de ángulo. Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos" (He 4,10-12) (VNM).

Quizá Pedro se equivocaba, quizá no era cierto que el nombre de Jesús es el único por medio del cual podemos salvarnos, quizá no es cierto que no hay salvación en otro salvo en Cristo, quizá ... ; pero para el autor de estas líneas la autoridad doctrinal de Pedro es incomparablemente superior a la de los dirigentes de la Wachtower.

Podríamos continuar todavía con otros títulos y atributos de Jehová que los primeros cristianos aplicaron a Cristo, pero creo que con lo ya expuesto queda suficientemente probada la tesis que deseábamos demostrar.

En la Biblia Cristo es adorado no como un dios, sino como Dios

No es de extrañar que la reverencia, adoración y gloria que los primeros cristianos dirigían a Jesús fueran las de] mismo Dios, y no las de un dios. Veámoslo.

Es adorado

En el pensamiento del Antiguo Testamento la idea de adorar a un ser que no fuera Dios resultaba sencillamente abominable. El mandato divino establecía que sólo se podía adorar a Yavé (Dt 6,13; 10,20), y así se lo repitió Jesús al diablo cuando éste le pidió que le adorara (Lc 4,8). La palabra utilizada en este texto para indicar adoración es el verbo griego proskyneo. Como era de esperar, la Wachtower ha traducido proskyneo por adorar cuando se refiere al Padre, v.gr.: Lc 4,8; pero cuando iba referido a Cristo lo ha vertido "rendir homenaje" para ocultar el hecho de que éste fue adorado por los primeros cristianos. Así, Mt 28,17 dice: "Y viéndole le adoraron (proskýnesan)".

Y Lc 24,52 señala: "Y ellos, adorándole (proskynésantes), volvieron a Jerusalén".

Otros ejemplos de ese empleo del término "adorar" (proskyneo) en relación a Jesús los tenemos, por ejemplo, en Mt 2,2.8 y 11, o Jn 9,38. En todos los casos, la Wachtower ha vertido por "rendir homenaje", ocultando la adoración de Jesús.

Hemos tenido ocasión de ver antes cómo las propias artimañas de la Wachtower no siempre son perfectas y que se les había pasado por alto un par de textos (Jn 20,28 y 1Jn 5,20), en que se dice que Cristo es Dios. Lo mismo sucedió en el pasado con una cita en la que se habla de adorar a Jesús. Me estoy refiriendo a Heb 1,6. La VNM traducía así: "Pero cuando introduce de nuevo a su primogénito en la tierra habitada, dice: Y que todos los ángeles de Dios le adoren".

Tan claramente dejaba de manifiesto el texto que los mismos ángeles adoraban a Jesús, que en la edición de la VNM de 1987 el texto se cambió. Ahora dice: "le rindan homenaje".

Conductas como éstas dejan bien de manifiesto que no hay error de buena fe o simple ignorancia en la actuación de los dirigentes de la Wachtower. Existe un propósito firme y premeditado de negar la plena divinidad de Cristo, aunque para ello se tenga que recurrir a la mentira, al fraude de traducción o al Nuevo Testamento de un espiritista. Una conducta así, desprovista de toda ética, no puede pretender sinceramente que procede de gente sincera y cristiana que ama la Biblia y que se somete a las enseñanzas de la misma.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

1 cor 8:6. para los cristianos solo hay un DIOS el padre {el creador estando en espiritu} y un solo senor jesucristo hombre {Dios manifestado en carne} 1 tim 3:16. solo hay un senor no 2 ni 3. y senor es el que manda el que ordena el amo. el es el todopoderoso segun mateo 28:18. al decir 'toda potestad " es lo mismo que tiene todo el poder.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...

1 cor 8:6. para los cristianos solo hay un DIOS el padre {el creador estando en espiritu} y un solo senor jesucristo hombre {Dios manifestado en carne} 1 tim 3:16. solo hay un senor no 2 ni 3. y senor es el que manda el que ordena el amo. el es el todopoderoso segun mateo 28:18. al decir 'toda potestad " es lo mismo que tiene todo el poder.

¿Pero sarita, Jesús sigue siendo el Hijo de Dios en el cielo) Y Pablo no esta hablando cuando Jesús en la tierra, sino que esta haciendo la diferencia entre Dios y su Hijo ya estando glorificado en el cielo.
 
Re: El arcángel Miguel no es Cristo, vea varias razones...



Es honrado como el Padre

No se puede aducir (como han pretendido algunos autores) que la honra y adoración que se prodigaba a Jesús era algo que arrancaba de mentes calenturientas que no le habían comprendido bien. El evangelista Juan señala que tal conducta partía de las mismas palabras de Jesús. Leemos en Jn 5,23: "Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha
encargado todo el juicio al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran
al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre" (VNM).

La expresión griega que la VNM traduce por "así como" es kazós, que equivale a "de la misma manera", "exactamente igual". Pero ¿cómo sería posible esto si Cristo es sólo un dios, y el Padre es Dios? ¿Acaso no será porque precisamente no es así, porque
precisamente el Padre y el Hijo son Dios? Creemos que eso es lo que se desprende
no sólo del texto, sino del contexto del Nuevo Testamento.

Ante él se dobla la
rodilla

Por ello no debería extrañarnos que se doble la rodilla en el Nuevo Testamento no sólo ante el Padre (Ef 3,14) sino también ante el Hijo: "... para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los (que están) en el cielo y de los (que están) sobre la tierra y de
los (que están) debajo del suelo" (Flp 2,9) (VNM).

Recibe gloria

En el fondo de toda esta visión de profunda adoración de Cristo que caracteriza al cristianismo neotestamentario lo que subyace, pues, es la consciencia de que Cristo es el mismo Yavé, y por ello es digno de recibir la gloria que sólo se puede tributar a aquél. Que esta gloria no podía tributarse a nadie más se desprendía con claridad del Antiguo
Testamento: "Yo soy Jehová. Ése es mi nombre, y a ningún otro daré yo mi propia
gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas" (Is 42,8) (VNM) "... a ningún otro
daré mi propia gloria" (Is 48,11) (VNM).

Lo cierto, sin embargo, es que Juan afirma que la gloria de Jesús es la misma que la de Jehová. Veámoslo: "... Jesús habló estas cosas y se fue y se escondió de ellos. Pero aunque había ejecutado tantas señales delante de ellos, no ponían fe en él, de modo que se cumplió la palabra de Isaías el profeta, que él dijo: Jehová, ¿quién ha puesto
fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha
sido revelado? La razón por la cual no podían creer es que otra vez dijo Isaías:
Él les ha cegado los ojos y ha hecho duro su corazón, para que no vean con los
ojos y se vuelvan y yo los sane. Isaías dijo estas cosas porque vio su gloria y
habló de él. Con todo, hasta de los gobernantes muchos realmente pusieron fe en
él, pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la
sinagoga" (Jn 12,36b-42) (VNM).

El evangelio de Juan intenta en este pasaje explicar por qué muchos de los judíos no llegaron a creer en Jesús. Su tesis es que tal hecho ya estaba profetizado por Isaías, que, cuando vio la gloria de Jesús, anunció que los corazones de los judíos se cegarían y su
corazón se endurecería. Ahora bien, el pasaje a que hace referencia Juan es el
de Is 6,1-10, en el que Isaías vio... al propio Jehová. Caben dos posibilidades:
o bien Juan se equivocaba al decir que la gloria de Cristo era la de Jehová y
además cometía un error blasfemo porque le atribuía algo que no le correspondía
(en cuyo caso la Wachtower tendría razón), o bien Juan era consciente de lo que
estaba escribiendo, ya que identificaba a Cristo con Jehová y no veía dificultad
en atribuirle la misma gloria. En tal caso, empero, la Wachtower estaría
equivocada. El autor de estas líneas cree, en su modesto entender, que Juan el
evangelista es mucho más digno de confianza que la Wachtower.

En buena medida, la experiencia de Juan fue como la de Tomás. Él había visto morir a Jesús de cerca, muy de cerca, porque fue el único de los doce que no se ocultó y que permaneció al pie de la cruz con María y otras mujeres. Pero también asistió luego a su
resurrección, y pudo comprobar que las afirmaciones de Jesús en el sentido de
que él mismo se resucitaría se cumplían fielmente: "... Jesús les dijo: Derriben
este templo y en tres días lo levantaré... pero él hablaba del templo de su
cuerpo. Sin embargo, cuando fue levantado de entre los muertos, sus discípulos
recordaron que él solía decir esto; y creyeron la Escritura y el dicho que Jesús
dijo" (Jn 2,1922) (VNM).

¿Quién podría morir como hombre para luego levantar ese propio cuerpo de entre los muertos? ¿Acaso un dios creado, un arcángel, un mini-dios, o sólo el propio Dios creador de la vida?

Citemos, finalmente, un pasaje más en el que la Wachtower ha pretendido privar a Cristo de su gloria. Se trata de 2Cor 4,4: "En los cuales el dios del mundo este cegó las mentes de los incrédulos para que no brille la luz del evangelio de la gloria del Cristo, que
es imagen de Dios".

El pasaje reviste una especial importancia por varios aspectos. En primer lugar hay que señalar que Pablo indica un plan diabólico, que consiste en que Satanás, al que el mundo en realidad ha convertidoen su dios, ha cegado la mente de los incrédulos
para que no vean la luz que proporciona el evangelio. Este evangelio trata
acerca de la gloria de Cristo. Pues bien, la traducción del NM quita la gloria a
Cristo para dársela a las buenas nuevas: "Entre quienes el dios de este sistema
de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase (a ellos) la
iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo" (VNM).

Decididamente, la Wachtower no sabe cómo alterar el texto sagrado para privar a Cristo de su divinidad y gloria, tarea que Pablo en este pasaje atribuye al mismo Satanás.

En segundo lugar, este pasaje reviste relevancia porque es utilizado por la Wachtower para probar que Cristo es un dios..., al igual que lo es también el diablo. Ahora bien, este texto no pretende que el diablo sea un dios, sino que este mundo lo ha convertido,
consciente o inconscientemente, en tal. De la misma manera, Pablo dice en Flp
3,19 que muchos tienen a su vientre como Dios; pero eso no indica que el vientre
sea un dios, sino que algunos lo han convertido en tal con su conducta. Por lo
tanto, intentar utilizar este pasaje como base sobre la que apoyar la existencia
de muchos dioses es una imposibilidad exegética.

Por último, el pasaje hace referencia a Cristo como imagen de Dios, algo que la Wachtower, siempre ansiosa de llevar el agua de la Biblia al molino de sus prejuicios, interpreta en el sentido de que Cristo es una imagen, pero no el mismo Dios. Lo cierto, sin
embargo, es que en el griego koiné, en que se escribió este pasaje, el término
eikon indica no representación plástica, sino "manifestación autorizada". Es
decir, lo que el apóstol pretende enseñarnos es que Cristo es la única
manifestación autorizada y legítima de Dios que conocemos. Precisamente eso
mismo creemos los que confesamos al Dios triuno,( PADRE HIJO ESPIRITU SANTO ): que Cristo no es un dios, sino la manifestación real de Dios.




El mesías-Dios en el judaísmo

El cristianismo significó un choque emocional y espiritual de magnitudes incalculables para el pueblo de Israel. Jesús, su familia, sus primeros discípulos, fueron judíos. Él pretendía
ser mesías, pero de una manera que cuestionaba hasta su misma raíz la existencia
del status religioso judío, porque Jesús también decía que "Dios era su padre,
haciéndose así igual a Dios" (Jn 5,18).Apenas muerto Jesús, los conflictos
entre cristianismo y judaísmo comenzaron a recrudecerse de nuevo. Unas décadas
después, los judíos que eran cristianos eran expulsados, de forma generalizada
esta vez, de las sinagogas, y la propia teología judía experimentó una profunda
revisión precisamente para privar de argumentos al cristianismo. De esta manera,
el judaísmo arrojó por la borda multitud de corrientes e interpretaciones que
había en su seno (la de que el mesías sufriría, la de que el mesías sería Dios,
etc.), y el cristianismo, como reacción, empezó a delimitar su oposición al
judaísmo.Un estudio más a fondo del tema en J. Jocz, The jewish people and Jesus Christ, Grand Rapids, 1979, donde queda de manifiesto cómo el judaísmo -tal como se forjó en la época de la redacción del Talmud- fue principalmente un intento de los judíos de oponerse
sólidamente al cristianismo.] No obstante lo anterior, se han conservado algunos
vestigios que indican cómo la idea de que el mesías sería Dios era algo
corriente en la época en que surgió el cristianismo, y que, además, aunque
apagadamente, tal idea se conservó en algunos círculos poscristianos. Veamos
algún ejemplo: "Dios le llamó (al mesías) con seis nombres que él dice en
relación consigo mismo: Porque un niño nos ha nacido, se nos ha dado un hijo; y
el gobierno estará sobre su hombro; y su nombre será maravilloso, consejero,
Dios, fuerte, padre eterno, príncipe de paz (se está citando aquí Is 9,5-6). De
manera que lo llamó Dios de una manera distintiva" (Iggereth Teman; rabí Moisés
ben Maimón escribiendo a Jacob Alfajumi).


"¿Cuál es el nombre del rey mesías? A esto respondió el rabí Abba bar Kahana: Yahveh es su nombre" (Midrash Echa 1,51)"Dios llamó también al rey mesías con su propio
nombre (el de Dios)" (Midrash Thillim 21,2).


No deja de ser paradójico que estos textos rabínicos, escritos por personas que negaban que Jesús fuera el mesías, contuvieran una concepción más correcta en relación con el mesías que la que propaga la Wachtower, que se pretende cristiana.

4. El mesías-Dios entre los
cristianos primitivos
No hace falta decir que también el cristianismo primitivo tuvo la absoluta certeza de que Cristo era Dios; y no sólo no se abstuvo en proclamarlo, sino que insistió en ello. Resulta imposible mencionar todas las citas del primer siglo e inicios del segundo, no bíblicas al
respecto, pero vamos a dejar constancia de algunos ejemplos:


a) Ignacio de Antioquía (muerto entre el 98 y el 117): "Un médico hay, en la carne hecho Dios, hijo de María e hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor" (Ef 7,2).


b) Segunda epístola de Clemente (entre 100 y 150 d.C): "Debemos sentir de Jesucristo, que es Dios, que es juez de vivos y muertos" (1,1)


c) Justino mártir (s. II): "Cristo preexiste como Dios antes de los siglos" (Diálogo con el judío Trifón 48,l) (en realidad los capítulos 48 a 108 están dedicados a mostrar con el
Antiguo Testamento que el mesías es Dios y debe ser adorado).


d) Atenágoras de Atenas (segunda mitad del s. II): "Admitimos a un solo Dios... Dios Padre y Dios Hijo y Dios Espíritu Santo que muestran su potencia en la unidad y su distinción en el orden" (Súplica en favor de los cristianos, 10).