Re: ¿EL ALMA PUEDE MORIR (EZEQUIEL 18:4)?
Ah, sí, claro, la morada se refiera al sepulcro, donde nos pudriremos “morando” allí por la eternidad…..
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Será al sepulcro que Jesús se refería cuando dijo: Juan 14:2:”En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.”
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¡Imagínate! La casa de Dios es un enorme sepulcro, y dentro de ese sepulcro gigantesco hay más sepulcros y Jesús va a preparar allí un sepulcro especial para sus discípulos…
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Y a ver, de que nos habla Pablo en II C0r cuando habla del hombre interior y el hombre exterior. Las cosas que se ven, el hombre interior, son temporales, más las cosas que no se ven, el hombre interior, es eterno….y éste va a su morada, -¿su sepulcro eterno? ¡NO! en un edifico, una CASA de Dios no hecha pro manos eterna EN LOS CIELOS… ¿La casa de Dios es un sepulcro en los cielos? Y sigue: los que estamos en ete tabernáculo, en la tierra, no quisiéramos ser desnudados, sino SOBREVESTIDOS para que lo mortal, -el cuerpo físico- sea absorbidas por la vida, y Dios nos ha dado la prenda del espíritu….
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… antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día. 17. Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria; 18. No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas… Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. … Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5. Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual nos ha dado la prenda del Espíritu. 6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor; … 8. Mas confiamos, y más quisiéramos partir del cuerpo, y estar presentes al Señor”. <o></o>
Que Dios te bendiga<o></o>
Sobre Eclesiastes 12:5?, ¿cual es la morada eterna donde uno va al morir?, JOb 17:13: "Si yo espero, el sepulcro es mi casa; en las tinieblas hice mi cama. "
Para casa usa la misma palabra Hebrea que para morada de Eclesiastes 12:5.
Por lo que veo, el sepulcro es la morada eterna donde uno va al morir.
Saludos,
Ah, sí, claro, la morada se refiera al sepulcro, donde nos pudriremos “morando” allí por la eternidad…..
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Será al sepulcro que Jesús se refería cuando dijo: Juan 14:2:”En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.”
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¡Imagínate! La casa de Dios es un enorme sepulcro, y dentro de ese sepulcro gigantesco hay más sepulcros y Jesús va a preparar allí un sepulcro especial para sus discípulos…
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Y a ver, de que nos habla Pablo en II C0r cuando habla del hombre interior y el hombre exterior. Las cosas que se ven, el hombre interior, son temporales, más las cosas que no se ven, el hombre interior, es eterno….y éste va a su morada, -¿su sepulcro eterno? ¡NO! en un edifico, una CASA de Dios no hecha pro manos eterna EN LOS CIELOS… ¿La casa de Dios es un sepulcro en los cielos? Y sigue: los que estamos en ete tabernáculo, en la tierra, no quisiéramos ser desnudados, sino SOBREVESTIDOS para que lo mortal, -el cuerpo físico- sea absorbidas por la vida, y Dios nos ha dado la prenda del espíritu….
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… antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día. 17. Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria; 18. No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas… Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. … Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5. Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual nos ha dado la prenda del Espíritu. 6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor; … 8. Mas confiamos, y más quisiéramos partir del cuerpo, y estar presentes al Señor”. <o></o>
Que Dios te bendiga<o></o>