salmo51;n3259280 dijo:
La primera muerte la entiendo.
La segunda no.
La primera se que es extinción y por esa vino Cristo.
La segunda no es muerte animal sino espiritual.
Puede que no haya extinción sino separación eterna.
Apoc.20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él mil años.
Los santos resucitan en la primera. La resurrección es de carne y huesos como la de Cristo. Estos también están deshechos en el polvo cuando les es dado un cuerpo incorruptible, que no morirá jamás.
Prueba de resurrección de carne y huesos es la de Lázaro. Lo mismo sucede con los que van junto con los resucitados en el aire y que no han muerto. Su transformación es a un cuerpo de carne y huesos que no muere, eso es lo que sucedió con Cristo cuando mostró que no era espíritu, sino carne y huesos. Después ascendió al cielo.
La segunda muerte es muerte del cuerpo. El alma es la persona. Muere, pero esta vez nunca vuelve a vivir. La primera es del polvo para vida eterna y la segunda es de cenizas eternas. No les dejará ni raíz ni rama. Es un castigo eterno; es un castigo de consumación eterna, la muerte para siempre jamás.
Tu concepto del cuerpo animal es el que te hace pensar que animal es el hombre y no la carne. La carne y sus deseos es el cuerpo animal; pero el que ha sido transformado, también su cuerpo es espiritual, aunque de carne y huesos. Un cuerpo no espiritual es el del que anda conforme a la carne.
Moisés, cuando subía al monte, no venía con cuerpo carnal sino espiritual. Prueba de ello es que cubria su rostro para que no lo miraran ni le temieran los hijos de Israel. El velo no permitía ver su rostro que había estado en la presencia del Espíritu. Dios es Espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.
Esto mismo sucedía con Adán y Eva en el Jardín de Edén. No se daban cuenta que estaban desnudos y no se miraban desnudos, porque estaban vestidos de luz santa. Eran como los espíritus de Dios (los ángeles) que no pueden ser vistos. Asi lo dice la escritura, que no sabían que estaban desnudos; esto, porque sus cuerpos espirituales no conocían la malicia y la luz de Dios los cubría.
Podemos entender este asunto cuando enfocamos nuestra mente en aprender, veamos:
42 Así también es la resurrección de los muertos.
Se siembra en corrupción
se levantará en incorrupción;
43 Se siembra
en vergüenza, se levantará
con gloria; se siembra en
flaqueza, se
levantará con potencia;
44 Se siembra cuerpo animal,
resucitará espiritual cuerpo.
Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
El problema es la mala comprensión de lo que está diciendo Pablo:
"Hay"
Ya vimos que en los versos anteriores habla de las cualidades del cuerpo animal, las cuales no eran las de Adán
cuando no había caído:
corrupción,
en vergüenza y
flaqueza
Los siguientes versos, en ninguna manera puede referirse al estado del cuerpo de Adán en la creación. (Y vio Dios que todo lo que hizo era bueno y reposó el séptimo día..)
47 El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del cielo.
48 Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales.
Dios no creó hombres pecadores, corrompidos, avergonzados ni en debilidades de la carne. Se refiere a la condición del hombre y el pecado en contraste a la condición del que nos restableció.
53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.
54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?
56 Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.
57 Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.
Que Dios te bendiga.