Y por último, muéstrame ese supuesto decreto imperial que mencionas. Veamos que tan veraz eres.
Decreto imperial de Constantino, a favor de la Iglesia Romana
El Decreto Imperial de Constantino, también conocido como el
Edicto de Milán, fue promulgado en el año 313 d.C. por los emperadores Constantino y Licinio.
Este decreto otorgaba tolerancia religiosa a todas las religiones dentro del Imperio Romano, incluyendo el catolicismo, nombre acuñado por Ignacio, el obispo de Antioquía, sin imaginar que la tolerancia religiosa permitiría la infiltración de cultos a otras deidades dando inicio a lo que se conoce como el Catolicismo Romano.
Antes de este edicto, los cristianos habían enfrentado persecuciones y dificultades significativas.
El Edicto de Milán marcó un cambio radical en la política imperial hacia el cristianismo, permitiendo el surgimiento del catolicismo romano donde se practicaría, sin censura, sino abiertamente, toda suerte de paganismo de las religiones adyacentes y así esta tolerancia religiosa se convirtió en una religión dominante en el Imperio Romano.
Este decreto también sentó las bases para la expansión y consolidación del catolicismo romano en Europa, y luego, como el grano de mostaza, en un árbol que abarcó con sus ramas toda la tierra.
Nosotros en los tiempos del Edicto de Milán, conservamos la pureza de la doctrina, a pesar de las continuas persecuciones romanas que nos obligaron a refugiarnos en las catacumbas para nuestros lugares de culto por temor a ser asesinados por esta plaga maldita que siglos después, nos exterminaría mediante tribunales eclesiásticos, en lo que se conoció como la "santa Inquisición" para encubrir su propósito asesino, donde fuimos atormentados por hombres como bestias salvajes, desgarrados en las cámaras de tortura de su inquisición asesina, hemos muerto con los rostros dirigidos al cielo y con nuestros corazones entregados en oración a Dios.
Estos católicos ingenuos, desconocen por completo que el catolicismo romano es un camino al infierno.