¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

26 Julio 2010
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Alguien preguntó por ahí Nombre de un miembro de tu Iglesia entre el siglo 2 y 15...??
La pregunta debería formularse más bien, había pensamiento católico entre los siglos I y XV:

No es difícil encontrar el pensamiento protestante en los inicios de la iglesia primitiva, pensamiento que negáis y nosotros sostenemos:

"Por gracias sois salvos por medio de la fe, y esto(la fe) no de vosotros pues es don de Dios":

Agustín:

-Y así, recomendando aquella gracia que no es dada en virtud de algún mérito anterior, sino que es ella la causa de todos los buenos méritos, dice: No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia viene de Dios. [4] Fijen aquí su atención y ponderen debidamente estas palabras los que piensan que procede de nosotros el principio de la fe, y de Dios solamente el aumento de ella.

Que opinaban de esto los Padres de la Iglesia:

Y así nosotros, habiendo sido llamados por su voluntad en Cristo Jesús, no nos justificamos a nosotros mismos, o por medio de nuestra propia sabiduría o entendimiento o piedad u obras que hayamos hecho en santidad de corazón, sino por medio de la fe, por la cual el Dios Todopoderoso justifica a todos los hombres que han sido desde el principio; al cual sea la gloria para siempre jamás. Clemente de Roma (30-100 d.C.)


Esforcémonos, pues, para que podamos ser hallados en el número de los que esperan pacientemente en Él, para que podamos ser partícipes de los dones prometidos. Pero, ¿cómo será esto, amados? Si nuestra mente está fija en Dios por medio de la fe; si buscamos las cosas que le son agradables y aceptables; si realizamos aquí las cosas que parecen bien a su voluntad infalible y seguimos el camino de la verdad, desprendiéndonos de toda injusticia, iniquidad, avaricia, contiendas, malignidades y engaños, maledicencias y murmuraciones, aborrecimiento a Dios, orgullo y arrogancia, vanagloria e inhospitalidad. Porque todos los que hacen estas cosas son aborrecidos por Dios. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

Ustedes saben que es por gracia que somos salvos, no por obras, sino por la voluntad de Dios por medio de Jesucristo. Policarpo (135 d.C.)

Abraham no fue justificado por obras, sino por la fe.” Por eso, aunque hicieran buenas obras ahora, de nada les servirá después de la muerte, si no tienen fe… Una persona que no hace lo que Dios ha ordenado revela que realmente no tiene fe en Dios. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

La gracia de Dios y la fe del hombre rompen con fuerza estas ataduras y nuestros pecados son lavados por el único remedio saludable: el bautismo en Cristo. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

"De igual modo nosotros, por Su voluntad llamados en Cristo Jesús, nos justificamos no por nuestros méritos, sabiduría, inteligencia, piedad o cualquier otra obra que hacemos en santidad de corazón, sino por la fe, por la cual Dios Todopoderoso ha justificado a todos desde el principio" (Clemente a los Corintios 32:4)

¿Cómo pudo un "Papa" salir con una herejía así, que aparece dicha por el "hereje" Lutero en el Siglo XVI?

31-34. ¿Por qué fue bendecido nuestro padre Abraham? ¿No lo fue por haber practicado la justicia y la verdad por medio de la fe? Isaac, conociendo con certeza lo por venir, se dejó llevar de buena gana como víctima de sacrificio. Jacob emigró con humildad de su tierra a causa de su hermano, y marchó a casa de Labán y le sirvió, y le fue concedido el cetro de las doce tribus de Israel... En suma, todos fueron glorificados y engrandecidos, no por méritos propios. ni por sus obras o por la justicia que practicaron, sino por la voluntad de Dios.(Clemente Romano)



--------------------------------Sínodo II de Orange---------------

Can. 18: «Que por ningún merecimiento se previene a la gracia. Se debe recompensa a las obras buenas, si se hacen; pero la gracia, que no se debe, precede para que se hagan».)».(pura fe protestante)


Can. 20: «Que el hombre no puede nada bueno sin Dios. Muchos bienes hace Dios en el hombre, que no hace el hombre; ningún bien, en cambio, hace el hombre que no otorgue Dios que lo haga el hombre». )».(pura fe protestante)


Can. 22: «De lo que es propio de los hombres. Nadie tiene de suyo sino mentira y pecado. Y si alguno tiene alguna verdad y justicia, viene de aquella fuente» divina.(¡Toma libre albedrío muerto en los delitos ypecados!!))».(pura fe protestante)


Can. 23: «De la voluntad de Dios y del hombre. Los hombres hacen su voluntad y no la de Dios, cuando hacen lo que a Dios desagrada; mas cuando hacen lo que quieren para servir a la divina voluntad, aun cuando voluntariamente hagan lo que hacen, la voluntad, sin embargo, es de Aquel por quien se prepara y se manda lo que quieren».)».(pura fe protestante)(¡¡Toma puro Calvinismo!!!))».(pura fe protestante)

Can. 24: «De los sarmientos de la vid. De tal modo están los sarmientos en la vid que a la vid nada le dan, sino que de ella reciben de qué vivir»…)».(pura fe protestante)


Can. 1 y 2: El pecado original existe, y no en el sentido de Pelagio, sino en el de la Iglesia.

Can. 3: «Si alguno dice que la gracia de Dios puede conferirse por invocación humana, y no que la misma gracia hace que sea invocado [Dios] por nosotros, contradice al profeta Isaías o al Apóstol: “he sido encontrado por los que no me buscaban. Manifiestamente aparecí a quien por mí no preguntaba” (Rm 10,20; cf. Is 65,1)».


Can. 4: «Si alguno porfía que Dios espera nuestra voluntad para limpiarnos del pecado, y no confiesa que aun el querer ser limpios se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo, resiste al mismo Espíritu Santo, que por Salomón dice: “es preparada la voluntad por el Señor” (Prov. 8,35: en LXX), y al Apóstol que saludablemente predica: “Dios es el que obra en nosotros el querer y el obrar, según su beneplácito” (Flp 2,13)».

Can. 5: «Si alguno dice que está naturalmente en nosotros lo mismo el aumento que el inicio de la fe… se muestra enemigo de los dogmas apostólicos… “Confiamos que quien empezó en vosotros la obra buena, la acabará hasta el día de Cristo Jesús” (Flp 1,6)… “A vosotros se os ha concedido por Cristo no sólo que creáis en Él, sino también que por Él padezcáis” (1,29), y: “de gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, puesto que es don de Dios” (Ef 2,8)»…(pura fe protestante)

Can. 6: «Si alguno dice que se nos confiere divinamente misericordia cuando sin la gracia de Dios creemos, queremos, deseamos, nos esforzamos, trabajamos, oramos, vigilamos, estudiamos, pedimos, buscamos, llamamos, y no confiesa que por la infusión e inspiración del Espíritu Santo se da en nosotros que creamos y queramos o que podamos hacer, como se debe, todas estas cosas; y condiciona la ayuda de la gracia a la humildad y obediencia humanas, y no consiente que es don de la gracia misma que seamos obedientes y humildes, resiste al Apóstol que dice: “¿qué tienes tú que no lo hayas recibido?” (1Cor 4,7), y: “por la gracia de Dios soy lo que soy” (1Cor 15,10)».(pura fe protestante)

Can. 7: Es engañado por la herejía quien «afirma que por la fuerza de la naturaleza se puede pensar como conviene, o elegir algún bien que toca a la salud de la vida eterna, o consentir a la saludable y evangélica predicación… “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5), y: “no que seamos capaces de pensar nada por nosotros como de nosotros, sino que nuestra suficiencia viene de Dios” (2Cor 3,5)».)».(pura fe protestante)


Can. 8: Yerra el que «porfía que pueden venir a la gracia del bautismo unos por misericordia, otros en cambio por libre albedrío… El Señor mismo lo prueba, al atestiguar que no algunos, sino “ninguno puede venir a Él sino aquel a quien el Padre atrajere” (Jn 6,44); así como al bienaventurado Pedro le dice: “bienaventurado eres, Simón, hijo de Joná, porque ni la carne ni la sangre te lo ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos” (Mt 16,17); y el Apóstol: “nadie puede decir Señor a Jesús, sino en el Espíritu Santo” (1Cor 12,3)».)».(pura fe protestante)


Can. 9: «Sobre la ayuda de Dios. Don divino es el que pensemos rectamente y que contengamos nuestros pies de la falsedad y la injusticia; porque cuantas veces obramos bien, Dios, para que obremos, obra en nosotros y con nosotros».)».(pura fe protestante)


Can. 12: «Cuáles nos ama Dios. Tales nos ama Dios cuales hemos de ser por don suyo, no cuales somos por merecimiento nuestro».)».(pura fe protestante)


Can. 13: «De la reparación del libre albedrío. El albedrío de la voluntad, debilitado en el primer hombre, no puede repararse sino por la gracia del bautismo. Lo perdido no puede ser devuelto, sino por el que pudo darlo. De ahí que la Verdad misma diga: “si el Hijo os liberare, entonces seréis verdaderamente libres” (Jn 8,36)».)».(pura fe protestante)

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Esto es corroborado por la Biblia:

La Biblia:
Ef 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Ef 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.


"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)" (Efesios 2:4-5)

"...siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre" (Romanos 3:24-25)

"Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra" (Romanos 11:6)
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres..." (Tito 2:11)




---------------------------------------------------------------------------------¿Quién se opuso a todo esto?

Concilio de Trento en la Contrarreforma los hizo aferrarse más a sus errores: la Iglesia Católica negó toda la cristiandad incluyendo a los Padres de la Iglesia que afirman que son católicos.

Canon 9: “Si alguno dijere que el impío se justifica por la sola fe, de modo que entienda no requerirse nada más con que coopere a conseguir la gracia de la justificación y que por parte alguna es necesario que se prepare y disponga por el movimiento de su voluntad, sea anatema.”

Canon 11: “Si alguno dijere que los hombres se justifican o por sola imputación de la justicia de Cristo o por la sola remisión de los pecados, excluida la gracia y la caridad que se difunde en sus corazones por el Espíritu Santo y les queda inherente; o también que la gracia, por la que nos justificamos, es sólo el favor de Dios, sea anatema.”

Canon 12: “Si alguno dijere que la fe justificante no es otra cosa que la confianza en la divina misericordia que perdona los pecados por causa de Cristo, o que esa confianza es lo único con que nos justificamos, sea anatema.”


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Entonces, ¿Dónde está ese pensamiento Trentino en la Iglesia Primitiva desde el siglo II al XV?, los cristianos protestantes hemos estado todo el tiempo ahí, vosotros os habéis desviado.

 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Luego Agustín pensaba lo mismo que Calvino, no veo que nadie piense como los católicos después de Trento:

Agustín dice:

11.
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«Muchos son los que oyen la voz de la verdad, pero unos la creen y otros la contradicen. Luego unos quieren creer, mas los otros no quieren». ¿Quién es el que esto ignora? ¿Quién el que lo puede negar? Pero como el Señor es quien prepara la voluntad en los unos y en los otros no, debe distinguirse muy bien qué es lo que proviene de su misericordia y qué de su justicia. He aquí que dice el Apóstol: Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. David dice también: Sea vuelto su convite en trampa y en red, en tropezadero y en retribución; sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y agóbiales la espalda para. [1]


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CALVINO dice:

Erróneamente acusan algunos a Dios de no obrar con justicia porque en su predestinación no usa una misma medida con todos. Ellos dicen, ‘Si a todos los ve culpables, castigue a todos por igual; y si los halla sin culpa, que no castigue a ninguno.” Ciertamente se conducen con Dios como si le fuese prohibido usar su misericordia, o como si al querer usarla estuviese obligado a no hacer en absoluto justicia. ¿Qué es lo que exigen?. Que si todos son culpables, todos sean igualmente castigados? Nosotros admitimos que todos somos culpables; sin embargo, ostenemos que la misericordia de Dios socorre sólo a algunos. ‘Que salve a todos” dicen ellos.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Nosotros los Cristianos en el siglo XII, porque ya la Iglesia Católica daba demasiados signos de apostasía.


Confesión de Fe de los Valdenses


de Año de Nuestro Señor 1120




1. Creemos y mantenemos firmemente todo lo que está contenido en los doce artículos del símbolo, comúnmente llamado el credo de los apóstoles, y consideramos herética cualquier inconsistencia con los doce artículos citados.




2. Creemos que hay un solo Dios – El Padre, Hijo, y Espíritu Santo.




3. Reconocemos como Escrituras Sagradas y canónicas los libros de la Santa Biblia.




4. Los libros arriba mencionados nos enseñan: Que hay un DIOS, todopoderoso, ilimitado en sabiduría, infinito en bondad, y quien, en Su bondad, ha hecho todas las cosas. Porque El creó a Adán a Su misma imagen y semejanza. Pero por medio de la enemistad del diablo, y su propia desobediencia, Adán cayó, el pecado entró en el mundo, y nos volvimos transgresores en y por Adán.




5. Que Cristo había sido prometido a los padres que recibieron la ley, a fin de que, conociendo su pecado por la ley, y su injusticia e insuficiencia, puedan desear la venida de Cristo para realizar satisfacción por sus pecados, y cumplir la ley por El mismo.




6. Que en el tiempo señalado por el Padre, Cristo nació – en un tiempo cuando la iniquidad abundaba, para manifestar que no era por razón de bondad alguna de nuestra parte, porque todos éramos pecadores, pero para que El, quien es verdadero, pudiera mostrar Su gracia y misericordia hacia nosotros.




7. Que Cristo es nuestra vida, y verdad, y paz, y justicia – nuestro pastor y abogado, nuestro sacrificio y sacerdote, quien murió por la salvación de todo aquel que cree, y que resucitó para la justificación de ellos.




8. Y también creemos firmemente, que no hay otro mediador, o abogado para con Dios el Padre, sino Jesucristo. Y con respecto a la Virgen María, ella era santa, humilde, y llena de gracia; y esto también creemos concerniente a todos los otros santos, que están esperando en el cielo la resurrección de sus cuerpos en el día del juicio.





9. Creemos también, que, después de esta vida, existen sólo dos lugares – uno para los que son salvos, el otro para los condenados, los cuales llamamos paraíso e infierno, negando por completo el purgatorio imaginario del Anticristo, inventado en oposición a la verdad.





10. Además, siempre hemos considerado todas las invenciones [en materia de religión] como una abominación indecible delante de Dios; tales como los días de festivales y vigilias de santos, y la llamada “agua bendita”, el abstenerse de carne en ciertos días y cosas parecidas, pero sobre todo las misas.





11. Nos mantenemos en contra de todas las invenciones humanas, como procedentes del Anticristo, las cuales producen angustia y que son perjudiciales para la libertad de la mente. (Se alude probablemente a las penitencias y prácticas ascéticas)





12. Consideramos los Sacramentos como signos de las cosas santas, o como emblemas de las bendiciones invisibles. Creemos que es propio y aun necesario que los creyentes utilicen estos símbolos o formas visibles cuando esto pueda ser realizado. En el entendido de que, mantenemos que los creyentes pueden ser salvos sin estos signos, cuando no disponen del lugar o la oportunidad de observarlos.





13. No aprobamos otros sacramentos [como instrucción divina], a parte del bautismo y la cena del Señor.





[FONT=Helvetica, Arial, sans-serif]14. Honramos los poderes seculares, con sujeción, obediencia, prontitud y pago.[/FONT]


Realmente Anibal Ramirez, es una necedad preguntar que dónde hemos estado en todos esos años del siglo II al XV, lo que hay que saber es dónde estábais vosotros. Claro que estabais, gestando la doctrina del error de la salvación por obras y el negociazo de las indulgencias para mantener esclavizada a la gente ignorante.


Menos mal que Vino ese monje santo que es Lutero y devolvió a la verdadera iglesia la libertad que le había sido despojada.

"Por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es un don de Dios"
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Nota, para los ignorante que dicen que la salvación es por obras y citan a Santiago diciendo que la fe sin obras es muerta.

Los protestantes creemos que las obras no salvan, pero son una muestra de que hemos sido salvados.

De manera que si alguno dice que es cristiano debe tener los frutos del Espíritu, de lo contrario tiene los frutos de la carne y no ha nacido de nuevo, en otras palabras, no es cristiano.

I. ¿Cuál es el papel real de las buenas obras en nuestras vidas?

A. No somos salvados por las buenas obras.

(Efesios 2:8-9) “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”.

B. Sin embargo, las buenas obras tienen mucha importancia.
(Efe. 2:10) “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

1. Fuimos "creados en Cristo Jesús para "buenas obras". Esa es nuestra razón para estar aquí.


Eso también lo dice Agustín, este es el teólogo más grande entre los primeros cristianos que afirman los católicos que piensan como él:

mi propósito, es decir, demostrado con toda evidencia que el comienzo de la fe es también un don de Dios, como lo son la castidad, la paciencia, la justicia, la piedad y las demás virtudes, acerca de los cuales no hay duda de que son dones divinos.

Pero consideremos bien nosotros las palabras del Apóstol, y veamos si por ventura nos eligió antes de la creación del mundo, porque habíamos de ser santos e inmaculados, o más bien para que lo fuésemos. Bendito—dice—sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. Por tanto, no porque lo habíamos de ser, sino para que lo fuésemos. Cierto es, por tanto, esto y evidente: que habíamos de ser santos e inmaculados porque Él mismo nos eligió, predestinándonos para que fuésemos tales en virtud de la gracia. Por eso, nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo.

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Nótese que fuimos salvados para buenas obras, no por las buenas obras. Agustín está comentando esos pasajes bíblicos coincidiendo con nosotros los evangélicos protestantes:

O sea, fuimos salvados para buenas obras, no por las buenas obras. por eso la fe sin obras es muerta, porque el que no tiene obras demuestra que no ha sido regenerado por la fe en Cristo.

Entonces el que cite aquí un Padre de la Iglesia que diga que somos salvos por las obras está ignorando lo que dice la Biblia, los verdaderos cristianos y Agustín.

Aunque los Padres de la Iglesia sabían esto(que fuimos hechos para buenas obras, no salvados por ellas) y los mismo católicos creen que justifican la salvación por obras. Y si alguno lo hace, pues lo sentimos por ese padre de la iglesia, la Biblia está primero que él.

La Biblia es nuestra fuente de inspiración, cualquier cita de un padre de la iglesia contradiciendo lo que aquí he escrito, queda anulada, porque no se corresponde con la Palabra de Dios y ellos tenían errores humanos o algunos eran inconversos directamente por no comprender el alcance de la gracia de Cristo.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Parece que no hubo pensamiento católico en todo ese tiempo.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Vaya Spurgeon, eres un hombre rencoroso. Yo si se porque creas este tema.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

La referencia es clara...

¿Rencoroso porque expongo mi verdad?
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

¿Una verdad que nadie a podido negar?, no amigo.

Hemos vencido los cristianos con la verdad.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Amigo Kal_El no sea injusto, he publicado en este foro dos libros completos de Agustín.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Lo que no puedo es leerlo por vosotros...
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

LOS PADRES DE LA IGLESIA: UN RECHAZO TOTAL A LA SOLAFIDE.

Vigilad sobre vuestra vida; no se apeguen vuestras linternas ni se desciñan vuestros lomos, sino estad preparados, porque no sabéis la hora en que va a venir el Señor. Reuníos con frecuencia, inquiriendo lo que conviene a vuestras almas. Porque de nada os servirá todo el tiempo de vuestra fe, si no sois perfectos en el último momento.
Didaché. 16,1-2 Año 100 DC.

Unámonos, pues, a aquellos a quienes fue dada la gracia de parte de Dios; revistámonos de concordia manteniéndonos en el espíritu de humildad y continencia, justificados por nuestras obras y no por nuestras palabras”.
San Clemente el Romano. Epistola a los Corintios. Año 90 DC.

El árbol se manifiesta por sus frutos. Del mismo modo, los que profesan ser de Cristo, por sus obras se pondrán de manifiesto. Porque no está ahora el negocio en proclamar la fe, sino en mantenerse en la fuerza de ella hasta el fin.
San Ignacio de Antioquia. Epistola a los Efesios. Año 100 DC.

Ahora bien, el que a Él le resucitó de entre los muertos, también nos resucitará a nosotros, con tal que cumplamos su voluntad y caminemos en sus mandamientos y amemos lo que él amó, apartados de toda iniquidad, defraudación, codicia de dinero, maledicencia, falso testimonio.
San Policarpo de Esmirna. Epistola a los Filipenses. Año 150 DC.

Nosotros somos vuestros mejores auxiliares y aliados para el mantenimiento de la paz, pues profesamos doctrinas como la de que no es posible que se le oculte a Dios un malhechor, un avaro, un conspirador, como tampoco un hombre virtuoso, y que cada uno camina, según el mérito de sus acciones, al castigo o a la salvación eterna.
San Justino el Martir. Apologias. Año 150 DC.

Porque El, que nos ha dado la boca para hablar y formó el oído para oír e hizo los ojos para ver, lo examinará todo y juzgará con justicia, dando a cada uno según sus méritos. A los que, conforme a paciencia, buscan la incorrupción por las buenas obras, les hará gracia de la vida eterna, de alegría, paz, descanso y muchedumbre de bienes
San Teofilo de Antioquia. Autólico. Año 180 DC.

Dios, pues, nos ha dado el bien, de lo cual da testimonio el Apóstol en la mencionada epístola, y quienes obran según este don recibirán honor y gloria, porque hicieron el bien cuando estaba en su arbitrio no hacerlo; en cambio quienes no obren bien serán reos del justo juicio de Dios, porque no obraron bien estando en su poder hacerlo.
San Ireneo de Lyon. Contra los herejes. Año 180 DC.

Así que cuando oímos, «Tu fe te ha Salvado», no pensamos que El dice absolutamente que los que han creído serán salvados, a no ser que también trabajen para ello.
San Clemente de Alejandria. Stromata. Año 200 DC.

Él, al administrar el justo juicio del Padre a todos, dará a cada quien lo que es justo de acuerdo a sus obras...la justificación será vista en dar a cada uno lo que es justo; desde aquellos que han hecho bien, tendrán un justo gozo eterno, y los amantes de la iniquidad tendrán un castigo eterno . . Pero los justos recordarán sólo las buenas obras por las cuales alcanzaron al reino de los cielos, en la cual no hay sueño, ni dolor, ni corrupción
San Hipolito el Romano. Comentarios sobre proverbios. Año 200 DC.

En segundo lugar, los creyentes serán instruidos para no pensar que es suficiente solamente creer; ellos deben darse cuenta que el justo juicio de Dios recompensará a cada uno según sus obras.
Origenes de Alejandria. Comentario sobre Romanos. Año 220 DC.

Existe la necesidad de justicia, que uno puede bien merecer de Dios el juez; debemos obedecer sus preceptos y advertencias, para que nuestros méritos puedan recibir su recompensa
San Cipriano de Cartago. Sobre la unidad de la Iglesia. Año 250 DC.

Para esto no es productivo de la virtud, ni es ninguna muestra de bondad. Para ninguno de nosotros se juzga por lo que no sabe, y nadie es llamado santo por su aprendizaje y conocimiento, sino que cada uno será llamado a juicio en esos puntos - si han mantenido la fe y realmente observado los mandamientos.
San Atanasio. Vida de san Antonio. Año 330 DC.

Eres hecho partícipe de una vid santa: si permaneces en la vid, crecerás como un sarmiento fructífero; pero si no permaneces, serás consumido por el fuego. Así pues, produzcamos fruto dignamente. Que no nos suceda lo mismo que a aquella vid infructuosa, no sea que, al venir Jesús, la maldiga por su esterilidad. Que todos puedan, en cambio, pronunciar estas palabras. «Pero yo, como verde olivo en la casa de Dios, confió en el amor de Dios para siempre jamás». No se trata de un olivo sensible, sino inteligible, portador de la luz. Lo propio de él es plantar y regar; pero a ti te corresponde aportar el fruto. Por ello, no desprecies la gracia de Dios: guárdala piadosamente cuando la recibas
San Cirilo de Jerusalem. Catequesis. Año 430 DC.

Dios es el Creador del universo, y el justo juez que recompensa todas las acciones de la vida de acuerdo a sus méritos.
San Basilio el Magno. Homilía I. Año 380

La fe sin las obras de justicia no son suficientes para la salvación, ni tampoco sin embargo, es justo vivir seguro en si mismo para la salvación, si se separa de la fe
San Gregorio de Nissa. Homilías sobre el Eclesiastés. Año 380 DC.

Aunque el hombre crea debidamente en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sino lleva una vida recta su fe no le valdrá nada para su salvación.
San Juan Crisostomo. Homilía sobre el evangelio de Juan. Año 390 DC.

Los méritos de cada uno de nosotros serán colocados en una balanza, en la cual un poco de peso, ya sea de buenas obras o de mala conducta la balancearán a su destino, si el mal prevalece, ¡hay de mi! si lo hace bien, se recibe el indulto. Ningún hombre está libre del pecado, pero donde el bien prevalece, el mal se aleja, se eclipsa, y cubre. Por tanto, en el día del juicio nuestras obras nos socorrerán o nos hundirán a la profundidad con el peso de una piedra de molino.
San Ambrosio de Milan. Epistola II a Constancio, Año 390 DC.

Dios nos creó con libre albedrío, y no somos forzados por la necesidad ni a la virtud ni al vicio. De lo contrario, si no estamos obligados por necesidad, no hay corona. Como en las buenas obras es Dios quien los trae a la perfección, ya que no es de quien quiera, ni de lo que corre, sino de Dios que piadosamente nos ayuda a ser capaces de llegar a la meta
San Jeronimo de Estridon. Contra Joviano. Año 400 DC.

Finalmente tu favorito, san Agustin de Hipona:
Afirmas que en otro de mis libros dije: «Se niega el libre albedrío si se defiende la gracia, y se niega la gracia si se defiende el libre albedrío». Pura calumnia. No dije esto; lo que dije fue que esta cuestión presenta tan enormes dificultades que pudiera parecer que se niega uno si se admite la otra. Y como mis palabras son pocas las voy a repetir para que vean mis lectores cómo amañas mis escritos y con qué mala fe abusas de la ignorancia de los tardos y romos de inteligencia, para hacerles creer que me has respondido porque no sabes callar.
Replica a Juliano IV, Año 400 DC.

No es cierto, como dices “que llamamos pelagianos o celestianos a todo el que reconoce en el hombre el libre albedrío y afirme que Dios es el creador de los niños", sino que damos este nombre a los que no atribuyen la libertad, a la que hemos sido llamados, a la gracia divina; y a los que rehúsan reconocer a Cristo como Salvador de los niños; a los que no admiten en los justos la necesidad de dirigir a Dios petición alguna de la oración dominical. A éstos sí, los llamados pelagianos y celestianos, porque participan de sus criminales errores.
Replica a Juliano III. Año 400 DC.

La fe sin buenas obras no es suficiente para la salvación.
Sobre la gracia y el libre albedrío. Año 426 DC.

Los Padres Apostolicos eran Catolicos, NINGUNO fue Calvinista. Añade lo que has leido de san Agustin con lo que te he traido hoy y encontraras Fe Catolica, quita lo que traje hoy y se mostrara tu necedad y mentira, que solo aceptas de san Agustin (y los otros Santos Padres Apostolicos) lo que te conviene y no te interesa la Verdad.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Vaya Spurgeon, eres un hombre rencoroso. Yo si se porque creas este tema.

O sea, al derecho de réplica el papismo lo define como "rencror".

Solo que les recuerdo a los papistas que nos visitan, que quien instó la jiha papista fue el lobiito mas peqeño de su manana, mejor contorlen a sus engendros.

Saludos
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

LOS PADRES DE LA IGLESIA: UN RECHAZO TOTAL A LA SOLAFIDE.

Vigilad sobre vuestra vida; no se apeguen vuestras linternas ni se desciñan vuestros lomos, sino estad preparados, porque no sabéis la hora en que va a venir el Señor. Reuníos con frecuencia, inquiriendo lo que conviene a vuestras almas. Porque de nada os servirá todo el tiempo de vuestra fe, si no sois perfectos en el último momento.
Didaché. 16,1-2 Año 100 DC.

Unámonos, pues, a aquellos a quienes fue dada la gracia de parte de Dios; revistámonos de concordia manteniéndonos en el espíritu de humildad y continencia, justificados por nuestras obras y no por nuestras palabras”.
San Clemente el Romano. Epistola a los Corintios. Año 90 DC.

El árbol se manifiesta por sus frutos. Del mismo modo, los que profesan ser de Cristo, por sus obras se pondrán de manifiesto. Porque no está ahora el negocio en proclamar la fe, sino en mantenerse en la fuerza de ella hasta el fin.
San Ignacio de Antioquia. Epistola a los Efesios. Año 100 DC.

Ahora bien, el que a Él le resucitó de entre los muertos, también nos resucitará a nosotros, con tal que cumplamos su voluntad y caminemos en sus mandamientos y amemos lo que él amó, apartados de toda iniquidad, defraudación, codicia de dinero, maledicencia, falso testimonio.
San Policarpo de Esmirna. Epistola a los Filipenses. Año 150 DC.

Nosotros somos vuestros mejores auxiliares y aliados para el mantenimiento de la paz, pues profesamos doctrinas como la de que no es posible que se le oculte a Dios un malhechor, un avaro, un conspirador, como tampoco un hombre virtuoso, y que cada uno camina, según el mérito de sus acciones, al castigo o a la salvación eterna.
San Justino el Martir. Apologias. Año 150 DC.

Porque El, que nos ha dado la boca para hablar y formó el oído para oír e hizo los ojos para ver, lo examinará todo y juzgará con justicia, dando a cada uno según sus méritos. A los que, conforme a paciencia, buscan la incorrupción por las buenas obras, les hará gracia de la vida eterna, de alegría, paz, descanso y muchedumbre de bienes
San Teofilo de Antioquia. Autólico. Año 180 DC.

Dios, pues, nos ha dado el bien, de lo cual da testimonio el Apóstol en la mencionada epístola, y quienes obran según este don recibirán honor y gloria, porque hicieron el bien cuando estaba en su arbitrio no hacerlo; en cambio quienes no obren bien serán reos del justo juicio de Dios, porque no obraron bien estando en su poder hacerlo.
San Ireneo de Lyon. Contra los herejes. Año 180 DC.

Así que cuando oímos, «Tu fe te ha Salvado», no pensamos que El dice absolutamente que los que han creído serán salvados, a no ser que también trabajen para ello.
San Clemente de Alejandria. Stromata. Año 200 DC.

Él, al administrar el justo juicio del Padre a todos, dará a cada quien lo que es justo de acuerdo a sus obras...la justificación será vista en dar a cada uno lo que es justo; desde aquellos que han hecho bien, tendrán un justo gozo eterno, y los amantes de la iniquidad tendrán un castigo eterno . . Pero los justos recordarán sólo las buenas obras por las cuales alcanzaron al reino de los cielos, en la cual no hay sueño, ni dolor, ni corrupción
San Hipolito el Romano. Comentarios sobre proverbios. Año 200 DC.

En segundo lugar, los creyentes serán instruidos para no pensar que es suficiente solamente creer; ellos deben darse cuenta que el justo juicio de Dios recompensará a cada uno según sus obras.
Origenes de Alejandria. Comentario sobre Romanos. Año 220 DC.

Existe la necesidad de justicia, que uno puede bien merecer de Dios el juez; debemos obedecer sus preceptos y advertencias, para que nuestros méritos puedan recibir su recompensa
San Cipriano de Cartago. Sobre la unidad de la Iglesia. Año 250 DC.

Para esto no es productivo de la virtud, ni es ninguna muestra de bondad. Para ninguno de nosotros se juzga por lo que no sabe, y nadie es llamado santo por su aprendizaje y conocimiento, sino que cada uno será llamado a juicio en esos puntos - si han mantenido la fe y realmente observado los mandamientos.
San Atanasio. Vida de san Antonio. Año 330 DC.

Eres hecho partícipe de una vid santa: si permaneces en la vid, crecerás como un sarmiento fructífero; pero si no permaneces, serás consumido por el fuego. Así pues, produzcamos fruto dignamente. Que no nos suceda lo mismo que a aquella vid infructuosa, no sea que, al venir Jesús, la maldiga por su esterilidad. Que todos puedan, en cambio, pronunciar estas palabras. «Pero yo, como verde olivo en la casa de Dios, confió en el amor de Dios para siempre jamás». No se trata de un olivo sensible, sino inteligible, portador de la luz. Lo propio de él es plantar y regar; pero a ti te corresponde aportar el fruto. Por ello, no desprecies la gracia de Dios: guárdala piadosamente cuando la recibas
San Cirilo de Jerusalem. Catequesis. Año 430 DC.

Dios es el Creador del universo, y el justo juez que recompensa todas las acciones de la vida de acuerdo a sus méritos.
San Basilio el Magno. Homilía I. Año 380

La fe sin las obras de justicia no son suficientes para la salvación, ni tampoco sin embargo, es justo vivir seguro en si mismo para la salvación, si se separa de la fe
San Gregorio de Nissa. Homilías sobre el Eclesiastés. Año 380 DC.

Aunque el hombre crea debidamente en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sino lleva una vida recta su fe no le valdrá nada para su salvación.
San Juan Crisostomo. Homilía sobre el evangelio de Juan. Año 390 DC.

Los méritos de cada uno de nosotros serán colocados en una balanza, en la cual un poco de peso, ya sea de buenas obras o de mala conducta la balancearán a su destino, si el mal prevalece, ¡hay de mi! si lo hace bien, se recibe el indulto. Ningún hombre está libre del pecado, pero donde el bien prevalece, el mal se aleja, se eclipsa, y cubre. Por tanto, en el día del juicio nuestras obras nos socorrerán o nos hundirán a la profundidad con el peso de una piedra de molino.
San Ambrosio de Milan. Epistola II a Constancio, Año 390 DC.

Dios nos creó con libre albedrío, y no somos forzados por la necesidad ni a la virtud ni al vicio. De lo contrario, si no estamos obligados por necesidad, no hay corona. Como en las buenas obras es Dios quien los trae a la perfección, ya que no es de quien quiera, ni de lo que corre, sino de Dios que piadosamente nos ayuda a ser capaces de llegar a la meta
San Jeronimo de Estridon. Contra Joviano. Año 400 DC.

Finalmente tu favorito, san Agustin de Hipona:
Afirmas que en otro de mis libros dije: «Se niega el libre albedrío si se defiende la gracia, y se niega la gracia si se defiende el libre albedrío». Pura calumnia. No dije esto; lo que dije fue que esta cuestión presenta tan enormes dificultades que pudiera parecer que se niega uno si se admite la otra. Y como mis palabras son pocas las voy a repetir para que vean mis lectores cómo amañas mis escritos y con qué mala fe abusas de la ignorancia de los tardos y romos de inteligencia, para hacerles creer que me has respondido porque no sabes callar.
Replica a Juliano IV, Año 400 DC.

No es cierto, como dices “que llamamos pelagianos o celestianos a todo el que reconoce en el hombre el libre albedrío y afirme que Dios es el creador de los niños", sino que damos este nombre a los que no atribuyen la libertad, a la que hemos sido llamados, a la gracia divina; y a los que rehúsan reconocer a Cristo como Salvador de los niños; a los que no admiten en los justos la necesidad de dirigir a Dios petición alguna de la oración dominical. A éstos sí, los llamados pelagianos y celestianos, porque participan de sus criminales errores.
Replica a Juliano III. Año 400 DC.

La fe sin buenas obras no es suficiente para la salvación.
Sobre la gracia y el libre albedrío. Año 426 DC.

Los Padres Apostolicos eran Catolicos, NINGUNO fue Calvinista. Añade lo que has leido de san Agustin con lo que te he traido hoy y encontraras Fe Catolica, quita lo que traje hoy y se mostrara tu necedad y mentira, que solo aceptas de san Agustin (y los otros Santos Padres Apostolicos) lo que te conviene y no te interesa la Verdad.

Le respondo con algo que debió leer antes de publicar esta lista y ponerse a trabajar.

Lo que le expresaré esos padres que usted cita ya lo sabían, pero desde luego, Usted no, también lo sabía Pablo y todos los apóstoles, por eso hablaban de las obras.

Nota, para los ignorante que dicen que la salvación es por obras y citan a Santiago diciendo que la fe sin obras es muerta.

Los protestantes creemos que las obras no salvan, pero son una muestra de que hemos sido salvados.

De manera que si alguno dice que es cristiano debe tener los frutos del Espíritu, de lo contrario tiene los frutos de la carne y no ha nacido de nuevo, en otras palabras, no es cristiano.

I. ¿Cuál es el papel real de las buenas obras en nuestras vidas?

A. No somos salvados por las buenas obras.

(Efesios 2:8-9) “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”.

B. Sin embargo, las buenas obras tienen mucha importancia.
(Efe. 2:10) “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

1. Fuimos "creados en Cristo Jesús para "buenas obras". Esa es nuestra razón para estar aquí.


Eso también lo dice Agustín, este es el teólogo más grande entre los primeros cristianos que afirman los católicos que piensan como él:

mi propósito, es decir, demostrado con toda evidencia que el comienzo de la fe es también un don de Dios, como lo son la castidad, la paciencia, la justicia, la piedad y las demás virtudes, acerca de los cuales no hay duda de que son dones divinos.

Pero consideremos bien nosotros las palabras del Apóstol, y veamos si por ventura nos eligió antes de la creación del mundo, porque habíamos de ser santos e inmaculados, o más bien para que lo fuésemos. Bendito—dice—sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. Por tanto, no porque lo habíamos de ser, sino para que lo fuésemos. Cierto es, por tanto, esto y evidente: que habíamos de ser santos e inmaculados porque Él mismo nos eligió, predestinándonos para que fuésemos tales en virtud de la gracia. Por eso, nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo.

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Nótese que fuimos salvados para buenas obras, no por las buenas obras. Agustín está comentando esos pasajes bíblicos coincidiendo con nosotros los evangélicos protestantes:

O sea, fuimos salvados para buenas obras, no por las buenas obras. por eso la fe sin obras es muerta, porque el que no tiene obras demuestra que no ha sido regenerado por la fe en Cristo.

Entonces el que cite aquí un Padre de la Iglesia que diga que somos salvos por las obras está ignorando lo que dice la Biblia, los verdaderos cristianos y Agustín.

Aunque los Padres de la Iglesia sabían esto(que fuimos hechos para buenas obras, no salvados por ellas) y los mismo católicos creen que justifican la salvación por obras. Y si alguno lo hace, pues lo sentimos por ese padre de la iglesia, la Biblia está primero que él.

La Biblia es nuestra fuente de inspiración, cualquier cita de un padre de la iglesia contradiciendo lo que aquí he escrito, queda anulada, porque no se corresponde con la Palabra de Dios y ellos tenían errores humanos o algunos eran inconversos directamente por no comprender el alcance de la gracia de Cristo.




 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

O sea, Kal_El, Dios premia nuestras buenas obras, pero no nos salva por ellas. Nos salvó para que hiciécemos buenas obras, no
alrevés.

Esos Padres que usted cita lo sabían y si alguno decía lo contrario estaba equivocado.
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Hey, Kal_El, que además he citado la Biblia, espero que usted de más autoridad a Dios que a los padres de la iglesia que puedan contradecir esto.

esto más que Agustín lo dice la Palabra de Dios:

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

(Efesios 2:8-9) “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”.






 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

pero no nos salva por ellas

Le pregunta un confundido a Jesus.. "Que mas hago para ser salvo... ya hice todo, y sigo todos tus mandamientos"

Le responde Jesus: "Regala todo lo que tienes, todos tus bienes"


Dime Spurgeon... el que regale todo lo que tiene,, es una obra o no???


Y que conste que le pregunto que mas tenia que hacer para salvarse....

anibalrmz
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

no por obras, para que nadie se glorÃ*e”.


Se los dijo a los Apostoles,, y porque cree que les dijo esto??? porque le preguntaron algo sobre la salvacion????



anibalrmz
 
Re: ¿Dónde está el pensamiento católico entre los siglos II y XV?

Le pregunta un confundido a Jesus.. "Que mas hago para ser salvo... ya hice todo, y sigo todos tus mandamientos"

Le responde Jesus: "Regala todo lo que tienes, todos tus bienes"


Dime Spurgeon... el que regale todo lo que tiene,, es una obra o no???


Y que conste que le pregunto que mas tenia que hacer para salvarse....

anibalrmz

¡Hay Anibal!, siempre sacando las cosas de contexto, siempre ignorando la estructura bíblica.

Jesús no había sido crucificado y ese rico estaba bajo el pacto de la ley.

Entonces Jesús le prueba su fe para mostrarle al rico que era un falso religioso, porque dice la Biblia que se fue muy triste.

La ausencia de respuesta de este rico te dice que en realidad no amaba tanto al señor, era un Católico Romano muy fiel, pero más nada, era una fe religiosa, no de un nacido de nuevo.

La doctrina de la gracia está enseñada en las epístolas de los apóstoles, después de la resurrección de Cristo. cuando por fin les fue revelada a ellos y a nosotros.