No hay que confundir el concepto filosófico y teológico de substancia con el concepto físico y químico. En un sentido filosófico y teológico; Dios puede ser considerado una sustancia infinita y eterna; en un sentido filosófico y teológico. Se puede entender por sustancia aquellas entidades que tienen una realidad independiente y no derivada, frente a las propiedades y eventos. Dios tiene una realidad independiente y no derivada de otra cosa. Por tanto; es una substancia espiritual, pero no una substancia material.
Hubo un filósofo (como mínimo) que negó la existencia de la materia; y creyó que todo es espíritu manifestado con apariencia de materia. Se llamaba George Berkeley. Era un filósofo empirista, idealista e inmaterialista irlandés que vivió entre los siglos XVII y el siglo XVIII. Propuso una doctrina que negaba la existencia de la materia y que solo existe lo que puede ser percibido. Creía que solo existen espíritus o realidades inmateriales.
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Dios es la fuente de todo lo que existe. Y todo lo que existe puede ser manifestación de Dios. La materia y la energía pueden ser manifestaciones de Dios. En Dios; todo existe y todo se une: mujeres y hombres (y todos los seres); tierra, mares, ríos (y todo lo que compone los planetas y cualquier astro del universo); materia, energía, espíritu y mente. Está en todo y todo en Él. Dios es la única realidad existente; que puede manifestarse de múltiples maneras.
“puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios poetas han dicho: “De él somos descendientes”.
Puede haber perspectivas monistas, dualistas o pluralistas según la cantidad de sustancias que existen en el mundo. Los monistas sostienen que existe una única sustancia en el mundo; incluyendo los espiritualismos, idealismos, panteísmos y materialismos (por ejemplo, el panteísmo de Spinoza). El dualismo entiende el mundo como compuesto de dos sustancias fundamentales (por ejemplo, el dualismo cartesiano con la res cogitans y la res extensa). Los pluralistas sostienen la existencia de múltiples sustancias (por ejemplo, la teoría de las formas de Platón, el hilemorfismo de Aristóteles y las mónadas de Leibniz). La no-dualidad puede implicar una negación del dualismo y una perspectiva monista o pluralista. Pero quizás no sea descartable que haya una realidad compleja y paradójica en que pueda haber un monismo, un dualismo y un pluralismo combinados y complementados.
Los seres humanos nacen caídos por la presencia de defectos, errores y pecados en ellos. Nacen con capacidad de pecar. Por esto; necesitamos constantemente a Dios como refugio, protector y redentor. Pero que Dios esté en todo y todo en Él; no significa que en Él haya lo malo que hay en los seres. Porqué lo creado, sin dejar de formar con Dios una unidad, puede tener un cierto nivel de autonomía.
No es nada fácil entender esto. Es un tema filosófico y teológico muy complejo y paradójico; pero muy interesante.