Re: Divisionismo evangélico.
jaaaaaaaaaaaa lo dice uno que ni siquiera conoce el Catolicismo romano
Se dicen ser la unica y sola iglesia que cristo "fundo" pero IGNORA el sujeto que su institución Se SEPARO de los Ortodoxos en el siglo XI "El gran Cisma de Occidente"
y sobre el "mismo espiritu" habria que ver si realmente los catolicos lo toman así, pues incluso han usado esas advocaciones, como estandartes de guerra, y ambos lados eh?
Eso sucedio durante la gesta de independencia de mi pais. Aqui en este link lo podran ver mejor:
Dos Virgenes en Guerra...
Aqui un abstract:
TOUCHÉ!!!

A todas las une el mismo Espiritu, no existen 30 virgenes, existe una sola, la Virgen Maria.No importa si estamos en un templo Guadalupano que uno de la Migolla o de la Vrigen del Pilar.Todos bajo los mismos Sacramentos, con un solo Pastor
Sino conoces del Catolicismo te costaria trabajo hablar de nosotros, lo que les ocurre,ignorantes por excelncia al respecto.
Que tengamos entre nosotros Judas, no es algo raro, Cristo tenia el propio
Pero no cabe duda que los une la igleseia Catolica y no Cristo
jaaaaaaaaaaaa lo dice uno que ni siquiera conoce el Catolicismo romano
Se dicen ser la unica y sola iglesia que cristo "fundo" pero IGNORA el sujeto que su institución Se SEPARO de los Ortodoxos en el siglo XI "El gran Cisma de Occidente"
y sobre el "mismo espiritu" habria que ver si realmente los catolicos lo toman así, pues incluso han usado esas advocaciones, como estandartes de guerra, y ambos lados eh?
Eso sucedio durante la gesta de independencia de mi pais. Aqui en este link lo podran ver mejor:
Dos Virgenes en Guerra...
Aqui un abstract:
Madre divina. Lizardi tuvo conciencia de la necesidad que tenían los
habitantes de la Nueva España que hablaban español y alguna de las
numerosas lenguas indígenas de mantenerse unidos, y, siguiendo la
estrategia iniciada desde la primera década de la Colonia, propició el
culto al 'linaje' divino de los mexicanos, y esto porque como primera
madre mitológica de una carnada o de unos hermanos, la abuela más
primitiva, frecuentemente se instituye una diosa, esto es, un ser
sobrenatural que puede alterar el curso u orden de los hechos naturales,
mientras que a los mortales no les es dado trastornarlos.
Esto hizo en la Nueva España la Virgen de los Remedios, patrona de
los ejércitos españoles, al atraer la milagrosa lluvia durante el virreinato:
interpetación de los hechos climatológicos que formuló Fernández de
Lizardi en una nota aparecida en el Noticioso General del 10 de junio de
1818 (núm. 381, p.3). Corría un año que se caracterizó por una enorme
resequedad o escasez de lluvias, que perjudicaba sembrados y la salud de
los habitantes de la Ciudad de México y sus alrededores. El gobierno
virreinal y el Cabildo Eclesiástico decidieron que se implorara oficialmente
la misericordia divina por mediación de María, bajo la advocación de
Remedios. ¿Por qué a esta advocación? Una respuesta, no la única, es
porque esta Virgen, adorada en Galicia, se le atribuía haber salvado a
unos pescadores, e, igual que la virgen de la Caridad del Cobre, es patrona
de la gente del mar, o sea que es una deidad relacionada con el agua.
Otra respuesta, mucho más local, tuvo su motivo de origen en el hecho
de que Hernán Cortés había colocado una imagen de Remedios en el
templo de Huitzilopochtli, el dios del sol, junto al de Tlaloc, el dios de la
lluvia, es decir, que la colocó en el centro del centro, en el ombligo de
Mesoamérica, en el recinto donde se adoraba una cálida y guerrera estrella
y el agua
En 1818 se hizo un novenario a Remedios y llovió escasamente; pero
apenas el 8 de junio del mismo año se sacó en solemne procesión su
imagen santísima, cuando llovió a cántaros. Lo milagroso fue, a juicio
del devoto Lizardi, que no hubo ni el más ligero trueno: 'yo para mí creo
- aclara él - que fue por hacernos ver María santísima que nos hacía el
favor completo, ahorrándonos hasta el temor que infunden las
tempestades con el peligro de los rayos'.5 Digan lo que quieran losincrédulos, añade, se debe glorificar a la Madre de Dios en Catedral y
demás templos públicos, porque 'nos dispensa tan visibles gracias por su
poderosa intercesión'.
En contrario a estos exabruptos de fe, el 5 de julio de 1825, cuando
México ya era un país independiente, en su folleto Día del juicio y buena
loa al hipócrita Gamboa^ el mismo Lizardi argumentó "científicamente"
que la lluvia no se debe a milagros, y en prueba recuerda que no había
llovido pese a los dos novenarios que le tributaron a Remedios, generala
de las tropas conquistadoras.
¿Por qué este cambio? A pesar de de que entre uno y otro escrito él fue
excomulgado, no parece que haya perdido la fe. Más bien estas
aclaraciones "científicas" suyas caían como semilla en el campo de cultivo
nacionalizador o familiarizante, porque desde que los mexicanos no
quisieron ser confundidos con los españoles, la Virgen María cambió de
advocación, de personalidad, para convertirse en nuestra madre de
Guadalupe, nuestra morena diosa protectora, mucho más local, aunque
no plenamente aborigen, porque en Extremadura, lugar natal de los
conquistadores de México, se adora a una diosa negra con el mismo
nombre; pero, eso sí, a juicio popular, mucho más efectiva o milagrosa
que su antecesora.
Como los milagros se encadenan igual que las metáforas, cabe aclarar
que en la historia local se sucedieron sendas apariciones de María, una
en el cerro que actualmente conocemos como de los Remedios,
apersonándosele al indio Juan del Águila, y otra, exactamente diez años
después de la toma de la Gran Tenochtitlan, en la árida serranía de
Tepetlecaczol, que quiere decir en la nariz del cerro, y que los españoles
pronunciaban Tepeyac, cerca del antiguo santuario de Tonantzin, la diosa
madre de los nahuas. María tiene aquí, pues, dice Lizardi, dos baluartes:
'uno es en Tepeyac, otro en Remedios. / Si allá a Juan Diego fina se
aparece, / Juan del águila acá no desmerece / en divina presencia a sus
favores'.6 Según esta perspectiva ambas son identificables, lo que justifica
que algunos poetas (como Ángel de Betancourt en 1711) las hayan
unificado. No obstante, si Remedios fue aceptada por los feligreses de
los pueblos de españoles, la apedrearon en los segregados pueblos de
indios, y ello por ser patrona de las tropas españolas.
En conformidad con estos derroteros religioso-políticos que se habían
iniciado diez años después de la Conquista, en el siglo XVIII y más
específicamente durante la guerra de Independencia, la Virgen tomó
partido como Guadalupe y como Remedios. Esto es, las que, por
definición, serían dos advocaciones de la misma diosa madre, la 'sagrada
María, que en Guadalupe adoramos',7 por obra y gracia de las proyecciones
de la historia terrena en el Cielo, se volvieron dos deidades tan distintas
entre sí que guerrearon en dos bandos mutuamente excluyentes, el de
quienes seguían izándola como Remedios, la protectora de la soldadesca
hispana, y en el bando de los independentistas que estratégicamente sacaron del templo de Dolores Hidalgo la imagen de la siempre aceptada
Guadalupe, que había sido loada poéticamente como patrona de la
insurrección, para que los protegiera en la guerra que emprendían en
contra del gobierno colonial español.
TOUCHÉ!!!

