DISCURSOS SOBRE JESUCRISTO Y EL ARREPENTIMIENTO EN EL LIBRO DE MORMÓN

Mira gallego o moro (que preferís?).

Se ve que entras solo para crear cizaña entre los cristianos como todos tus co-religionarios que entran para lo mismo.

Anda con cuidado.

Lanzas escupitajos como los fariseos sobre Jesucristo. Bienvenidos tus escupitajos, me hacen sentir más cerca de Él.
 
Este discurso es un ejemplo de autocrítica.
La necesidad de más bondad
Gordon B. Hinckley


Al envejecer, el hombre adquiere un modo de ser más suave y bondadoso. Últimamente he pensado mucho en eso.

Me he puesto a pensar por qué hay tanto odio en el mundo; nos encontramos en medio de guerras terribles donde se pierden vidas y se infligen heridas atroces. En lo que respecta a nosotros, hay mucha envidia, orgullo, arrogancia y críticas continuas; padres que pierden los estribos por cosas pequeñas y triviales, y que hacen llorar a sus esposas y que sus hijos tengan miedo.

El fantasma del racismo ha vuelto a aparecer. Me dicen que lo hay incluso entre los miembros de la Iglesia. No me explico cómo puede ser. Pensaba que todos sentíamos gozo por la revelación que se dio al presidente Kimball en 1978. Yo me encontraba en el templo en el momento en que eso sucedió. No hubo ninguna duda en mi mente o en la de mis colegas de que lo que se reveló fue la intención y la voluntad del Señor.

Ahora me dicen que a veces se oyen entre nosotros comentarios racistas y denigrantes. Les recuerdo que nadie que haga comentarios ofensivos en cuanto a las personas de otra raza se puede considerar un verdadero discípulo de Cristo, ni tampoco puede considerar que esté en armonía con las enseñanzas de la Iglesia de Cristo. ¿Cómo puede un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec suponer con arrogancia que él tiene derecho al sacerdocio, mientras que otro que vive una vida recta, pero cuya piel es de diferente color, no tiene ese derecho?

A lo largo de mi servicio como miembro de la Primera Presidencia he reconocido y hablado varias veces sobre la diversidad de nuestra sociedad; está a nuestro alrededor, y debemos esforzarnos por dar cabida a esa diversidad.

Reconozcamos que cada uno de nosotros es un hijo o una hija de nuestro Padre Celestial que ama a todos Sus hijos.

Hermanos, no hay cabida para el odio racial entre el sacerdocio de esta Iglesia. Si entre los que me estén escuchando hay alguien que esté predispuesto a esta práctica, vaya ante el Señor, pida perdón y deje de hacerlo.

De vez en cuando recibo cartas en las que las personas que las escriben sugieren asuntos que piensan que se deberían tratar en la conferencia. Recibí una de ellas el otro día, de una mujer que dice que su primer matrimonio terminó en divorcio. Después conoció a un hombre que parecía ser una persona muy amable y considerada. Sin embargo, poco después de casarse, ella descubrió que las finanzas de él eran un desastre; tenía muy pocos recursos, pero aún así, renunció a su empleo y rehusó trabajar, lo que la obligó a ella a buscar trabajo para mantener a la familia.

Han pasado los años y él sigue sin trabajo. Ella prosigue a hablar de otros dos hombres que están yendo por el mismo camino, negándose a trabajar, mientras que las esposas tienen que pasar largas horas haciéndolo para suministrar lo necesario para el hogar.

Pablo le dijo a Timoteo: “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8). Ésas son palabras muy fuertes.

En la revelación moderna, el Señor ha dicho:

“Las mujeres tienen el derecho de recibir sostén de sus maridos hasta que éstos mueran…

“Todos los niños tienen el derecho de recibir el sostén de sus padres hasta que sean mayores de edad” (D. y C. 83:2, 4).

Desde los primeros días de esta Iglesia se ha considerado al marido como el sostén de la familia. No creo que a un hombre se le pueda considerar como un buen miembro de la Iglesia si se niega a trabajar para mantener a su familia cuando es físicamente capaz de hacerlo.

Ahora bien, previamente mencioné que no sabía por qué había tanto conflicto, odio y amargura en el mundo. Naturalmente, sé que todo esto es la obra del adversario; él influye en nosotros por separado. Él destruye a los hombres fuertes, y lo ha hecho desde el momento en que se organizó esta Iglesia. El presidente Wilford Woodruff dijo lo siguiente:

“He visto a Oliver Cowdery hablar con tal poder que parecía que hacía temblar la tierra bajo sus pies; nunca oí a un hombre dar un testimonio más fuerte que él cuando lo hacía con la influencia del Espíritu. Pero desde el momento en que abandonó el reino de Dios, su fuerza desapareció… La perdió, como Sansón en brazos de Dalila; perdió la fuerza y el testimonio que había tenido, y nunca los recuperó totalmente en la carne, a pesar de que murió siendo [miembro] de la Iglesia” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, pág. 108).

Tengo permiso para contarles el relato de un jovencito que se crió en nuestra comunidad; no era miembro de la Iglesia; tanto él como sus padres eran miembros activos de otra religión.

Recuerda que cuando era pequeño, algunos de sus amigos Santos de los Últimos Días lo ridiculizaban, lo hacían sentir incómodo y le tomaban el pelo.

Literalmente, llegó a odiar a la Iglesia y a sus miembros, ya que no veía nada bueno en ninguno de ellos.

Un día, su padre se quedó sin trabajo y tuvieron que mudarse. En ese nuevo lugar, el joven pudo inscribirse en la universidad a los diecisiete años. Allí, por primera vez en su vida, sintió la calidez de los amigos; uno de ellos era Richard, quien lo invitó a unirse al club del que él era presidente. El joven escribe: “Por primera vez en la vida alguien deseaba mi compañía; yo no sabía cómo comportarme, pero, por fortuna, me uní… Fue un sentimiento maravilloso, el sentimiento de tener un amigo. Toda mi vida había orado para tener uno, y ahora, después de diecisiete años, Dios había contestado esa oración”.

A los diecinueve años, él y Richard fueron compañeros de tienda de campaña en su trabajo de verano. Él se fijó que Richard leía un libro todas las noches. Le preguntó qué era lo que leía, a lo que respondió que era el Libro de Mormón. Él añade: “Rápidamente cambié el tema de conversación y me fui a acostar. Después de todo, ese libro era el que me había arruinado la niñez. Intenté olvidarlo, pero durante una semana, no me fue posible conciliar el sueño. ¿Por qué lo leía todas las noches? No tardé en sentirme muy mal por todas las preguntas que acudían a mi mente, de modo que una noche le pregunté qué había en ese libro que fuera tan importante. ¿Qué había en él? Él me alcanzó el libro, y yo rápidamente le dije que no quería tocarlo, que sólo quería saber lo que había en él. Empezó a leer donde había quedado; leyó sobre Jesús y en cuanto a una aparición en las Américas. Me hallaba sumamente sorprendido, porque no pensaba que los mormones creyeran en Jesús”.

Richard lo invitó a cantar con él en el coro de la conferencia de estaca. Llegó el día y se inició la conferencia. “El élder Gary J. Coleman, del Primer Quórum de los Setenta, era el orador invitado. Durante la conferencia me enteré de que él también [era converso]. Cuando se terminó, Richard me llevó del brazo para ir a hablar con él. Por fin accedí y, al acercarme, él se volvió y me sonrió; yo me presenté y le dije que no era miembro de la Iglesia y que sólo había ido a cantar en el coro. Él sonrió y dijo que le daba gusto que estuviera allí, y comentó que le había gustado la música. Le pregunté cómo sabía que la Iglesia era verdadera. Me dio una corta versión de su testimonio y me preguntó si había leído el Libro de Mormón. Le dije que no. Me prometió que la primera vez que lo leyera sentiría el Espíritu”.

En otra ocasión, este joven y su amigo iban viajando; Richard le dio un Libro de Mormón y le pidió que lo leyera en voz alta, lo cual hizo, y de pronto se sintió conmovido por la inspiración del Espíritu Santo.

Pasó el tiempo y su fe aumentó. Accedió a bautizarse, a lo cual sus padres se opusieron, pero él siguió adelante y se hizo miembro de esta Iglesia.

Su testimonio se sigue fortaleciendo. Hace sólo unas semanas se casó con una bella jovencita Santo de los Últimos Días por esta vida y por la eternidad en el Templo de Salt Lake. El élder Gary J. Coleman efectuó el sellamiento.

Ése es el fin de ese relato, pero de él se aprenden grandes enseñanzas; una de ellas es la manera vergonzosa como lo trataron sus jóvenes compañeros mormones.

Otra, es la forma en que lo trató su nuevo amigo Richard; fue una experiencia totalmente opuesta a la anterior, y la que lo llevó a su conversión y bautismo, pese a que parecía ser imposible.

Esa clase de milagro puede ocurrir y ocurrirá cuando haya bondad, respeto y amor. ¿Por qué razón habremos de ser tan crueles e hirientes con los demás? ¿Por qué no extendemos nuestra amistad a todos los que nos rodean? ¿Por qué hay tanta amargura y hostilidad? Eso no es parte del Evangelio de Jesucristo.
 
Este discurso es un ejemplo de autocrítica.
La necesidad de más bondad
Gordon B. Hinckley


Al envejecer, el hombre adquiere un modo de ser más suave y bondadoso. Últimamente he pensado mucho en eso.

Me he puesto a pensar por qué hay tanto odio en el mundo; nos encontramos en medio de guerras terribles donde se pierden vidas y se infligen heridas atroces. En lo que respecta a nosotros, hay mucha envidia, orgullo, arrogancia y críticas continuas; padres que pierden los estribos por cosas pequeñas y triviales, y que hacen llorar a sus esposas y que sus hijos tengan miedo.

El fantasma del racismo ha vuelto a aparecer. Me dicen que lo hay incluso entre los miembros de la Iglesia. No me explico cómo puede ser. Pensaba que todos sentíamos gozo por la revelación que se dio al presidente Kimball en 1978. Yo me encontraba en el templo en el momento en que eso sucedió. No hubo ninguna duda en mi mente o en la de mis colegas de que lo que se reveló fue la intención y la voluntad del Señor.

Ahora me dicen que a veces se oyen entre nosotros comentarios racistas y denigrantes. Les recuerdo que nadie que haga comentarios ofensivos en cuanto a las personas de otra raza se puede considerar un verdadero discípulo de Cristo, ni tampoco puede considerar que esté en armonía con las enseñanzas de la Iglesia de Cristo. ¿Cómo puede un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec suponer con arrogancia que él tiene derecho al sacerdocio, mientras que otro que vive una vida recta, pero cuya piel es de diferente color, no tiene ese derecho?

A lo largo de mi servicio como miembro de la Primera Presidencia he reconocido y hablado varias veces sobre la diversidad de nuestra sociedad; está a nuestro alrededor, y debemos esforzarnos por dar cabida a esa diversidad.

Reconozcamos que cada uno de nosotros es un hijo o una hija de nuestro Padre Celestial que ama a todos Sus hijos.

Hermanos, no hay cabida para el odio racial entre el sacerdocio de esta Iglesia. Si entre los que me estén escuchando hay alguien que esté predispuesto a esta práctica, vaya ante el Señor, pida perdón y deje de hacerlo.

De vez en cuando recibo cartas en las que las personas que las escriben sugieren asuntos que piensan que se deberían tratar en la conferencia. Recibí una de ellas el otro día, de una mujer que dice que su primer matrimonio terminó en divorcio. Después conoció a un hombre que parecía ser una persona muy amable y considerada. Sin embargo, poco después de casarse, ella descubrió que las finanzas de él eran un desastre; tenía muy pocos recursos, pero aún así, renunció a su empleo y rehusó trabajar, lo que la obligó a ella a buscar trabajo para mantener a la familia.

Han pasado los años y él sigue sin trabajo. Ella prosigue a hablar de otros dos hombres que están yendo por el mismo camino, negándose a trabajar, mientras que las esposas tienen que pasar largas horas haciéndolo para suministrar lo necesario para el hogar.

Pablo le dijo a Timoteo: “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8). Ésas son palabras muy fuertes.

En la revelación moderna, el Señor ha dicho:

“Las mujeres tienen el derecho de recibir sostén de sus maridos hasta que éstos mueran…

“Todos los niños tienen el derecho de recibir el sostén de sus padres hasta que sean mayores de edad” (D. y C. 83:2, 4).

Desde los primeros días de esta Iglesia se ha considerado al marido como el sostén de la familia. No creo que a un hombre se le pueda considerar como un buen miembro de la Iglesia si se niega a trabajar para mantener a su familia cuando es físicamente capaz de hacerlo.

Ahora bien, previamente mencioné que no sabía por qué había tanto conflicto, odio y amargura en el mundo. Naturalmente, sé que todo esto es la obra del adversario; él influye en nosotros por separado. Él destruye a los hombres fuertes, y lo ha hecho desde el momento en que se organizó esta Iglesia. El presidente Wilford Woodruff dijo lo siguiente:

“He visto a Oliver Cowdery hablar con tal poder que parecía que hacía temblar la tierra bajo sus pies; nunca oí a un hombre dar un testimonio más fuerte que él cuando lo hacía con la influencia del Espíritu. Pero desde el momento en que abandonó el reino de Dios, su fuerza desapareció… La perdió, como Sansón en brazos de Dalila; perdió la fuerza y el testimonio que había tenido, y nunca los recuperó totalmente en la carne, a pesar de que murió siendo [miembro] de la Iglesia” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff, pág. 108).

Tengo permiso para contarles el relato de un jovencito que se crió en nuestra comunidad; no era miembro de la Iglesia; tanto él como sus padres eran miembros activos de otra religión.

Recuerda que cuando era pequeño, algunos de sus amigos Santos de los Últimos Días lo ridiculizaban, lo hacían sentir incómodo y le tomaban el pelo.

Literalmente, llegó a odiar a la Iglesia y a sus miembros, ya que no veía nada bueno en ninguno de ellos.

Un día, su padre se quedó sin trabajo y tuvieron que mudarse. En ese nuevo lugar, el joven pudo inscribirse en la universidad a los diecisiete años. Allí, por primera vez en su vida, sintió la calidez de los amigos; uno de ellos era Richard, quien lo invitó a unirse al club del que él era presidente. El joven escribe: “Por primera vez en la vida alguien deseaba mi compañía; yo no sabía cómo comportarme, pero, por fortuna, me uní… Fue un sentimiento maravilloso, el sentimiento de tener un amigo. Toda mi vida había orado para tener uno, y ahora, después de diecisiete años, Dios había contestado esa oración”.

A los diecinueve años, él y Richard fueron compañeros de tienda de campaña en su trabajo de verano. Él se fijó que Richard leía un libro todas las noches. Le preguntó qué era lo que leía, a lo que respondió que era el Libro de Mormón. Él añade: “Rápidamente cambié el tema de conversación y me fui a acostar. Después de todo, ese libro era el que me había arruinado la niñez. Intenté olvidarlo, pero durante una semana, no me fue posible conciliar el sueño. ¿Por qué lo leía todas las noches? No tardé en sentirme muy mal por todas las preguntas que acudían a mi mente, de modo que una noche le pregunté qué había en ese libro que fuera tan importante. ¿Qué había en él? Él me alcanzó el libro, y yo rápidamente le dije que no quería tocarlo, que sólo quería saber lo que había en él. Empezó a leer donde había quedado; leyó sobre Jesús y en cuanto a una aparición en las Américas. Me hallaba sumamente sorprendido, porque no pensaba que los mormones creyeran en Jesús”.

Richard lo invitó a cantar con él en el coro de la conferencia de estaca. Llegó el día y se inició la conferencia. “El élder Gary J. Coleman, del Primer Quórum de los Setenta, era el orador invitado. Durante la conferencia me enteré de que él también [era converso]. Cuando se terminó, Richard me llevó del brazo para ir a hablar con él. Por fin accedí y, al acercarme, él se volvió y me sonrió; yo me presenté y le dije que no era miembro de la Iglesia y que sólo había ido a cantar en el coro. Él sonrió y dijo que le daba gusto que estuviera allí, y comentó que le había gustado la música. Le pregunté cómo sabía que la Iglesia era verdadera. Me dio una corta versión de su testimonio y me preguntó si había leído el Libro de Mormón. Le dije que no. Me prometió que la primera vez que lo leyera sentiría el Espíritu”.

En otra ocasión, este joven y su amigo iban viajando; Richard le dio un Libro de Mormón y le pidió que lo leyera en voz alta, lo cual hizo, y de pronto se sintió conmovido por la inspiración del Espíritu Santo.

Pasó el tiempo y su fe aumentó. Accedió a bautizarse, a lo cual sus padres se opusieron, pero él siguió adelante y se hizo miembro de esta Iglesia.

Su testimonio se sigue fortaleciendo. Hace sólo unas semanas se casó con una bella jovencita Santo de los Últimos Días por esta vida y por la eternidad en el Templo de Salt Lake. El élder Gary J. Coleman efectuó el sellamiento.

Ése es el fin de ese relato, pero de él se aprenden grandes enseñanzas; una de ellas es la manera vergonzosa como lo trataron sus jóvenes compañeros mormones.

Otra, es la forma en que lo trató su nuevo amigo Richard; fue una experiencia totalmente opuesta a la anterior, y la que lo llevó a su conversión y bautismo, pese a que parecía ser imposible.

Esa clase de milagro puede ocurrir y ocurrirá cuando haya bondad, respeto y amor. ¿Por qué razón habremos de ser tan crueles e hirientes con los demás? ¿Por qué no extendemos nuestra amistad a todos los que nos rodean? ¿Por qué hay tanta amargura y hostilidad? Eso no es parte del Evangelio de Jesucristo.

La caridad (amor a Dios y al prójimo) se construye sobre la Verdadera fe y no sin ella. También se propaga diciendo la Verdad sobre Dios para que alcancen la salvación y la glorificación (no la exaltación humanista que nos viene del Diablo y que es la religión del Anticristo).

La cuestión no es esa que planteas. La cuestión acá es que todas tú creencias son erradas y negás el único Dios y por eso todo lo demás es falso. El humanismo sin-dios no vale nada porque no tienen la VERDAD de los Profetas, Apóstoles y de toda la Iglesia apostólica que tú rechazas.

Y esa Verdad es el Monoteísmo y Jesucristo es DIOS venido en carne. No es un dios, es DIOS. Ellos si siguen en falsa doctrina y contrarias a la Palabra de Dios irán a la perdicion. Es por amor a la humanidad que predico el Dios Uno y Trino y la divinidad de Jesucristo, el Todopoderoso, y Dios desde toda la Eternidad. No se hizo un dios entre otros, es Dios.

Pero vos estando en la secta en la que estas no entendés eso, yo no odio al pecador odio la mentira masónica y el pecado que propagas en un sitio cristiano.

De nada te sirve leer sectarios que se creen profeta pero que rechazan la Verdad del Evangelio Verdadero, la doctrina del Monoteismo Eterno y la Naturaleza real de Jesucristo.
 
Última edición:
En Argentina son casi 450,000 y dan más sospecha que el observatorio chino de la Patagonia. Con eso te digo todo.
 
1 ¡Oh, si fuera yo un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón, para salir y hablar con la trompeta de Dios, con una voz que estremeciera la tierra, y proclamar el arrepentimiento a todo pueblo!

2 Sí, declararía yo a toda alma, como con voz de trueno, el arrepentimiento y el plan de redención: Que deben arrepentirse y avenir a nuestro Dios, para que no haya más dolor sobre toda la superficie de la tierra.

3 Mas he aquí, soy hombre, y peco en mi deseo; porque debería estar conforme con lo que el Señor me ha concedido.

4 No debería, en mis deseos, perturbar los firmes decretos de un Dios justo, porque sé que él concede a los hombres según lo que deseen, ya sea para muerte o para vida; sí, sé que él concede a los hombres, sí, les decreta decretos que son inalterables, según la voluntad de ellos, ya sea para salvación o destrucción.

5 Sí, y sé que el bien y el mal han llegado ante todos los hombres; y quien no puede discernir el bien del mal, no es culpable; mas el que conoce el bien y el mal, a este le es dado según sus deseos, sea que desee el bien o el mal, la vida o la muerte, el gozo o el remordimiento de conciencia.

6 Ahora bien, en vista de que sé estas cosas, ¿por qué he de desear algo más que hacer la obra a la que he sido llamado?

7 ¿Por qué he de desear ser un ángel para poder hablar a todos los extremos de la tierra?

8 Pues he aquí, el Señor les concede a todas las naciones que, de su propia nación y lengua, enseñen su palabra, sí, con sabiduría, cuanto él juzgue conveniente que tengan; por lo tanto, vemos que el Señor aconseja en sabiduría, de conformidad con lo que es justo y verdadero.

9 Sé lo que el Señor me ha mandado, y en ello me glorío. Y no me glorío en mí mismo, sino en lo que el Señor me ha mandado; sí, y esta es mi gloria, que quizá sea un instrumento en las manos de Dios para conducir a algún alma al arrepentimiento; y este es mi gozo.

10 Y he aquí, cuando veo a muchos de mis hermanos verdaderamente arrepentidos, y que vienen al Señor su Dios, mi alma se llena de gozo; entonces recuerdo lo que el Señor ha hecho por mí, sí, que ha oído mi oración; sí, entonces recuerdo su misericordioso brazo que extendió hacia mí.

11 Sí, y me acuerdo también de la cautividad de mis padres; porque ciertamente sé que el Señor los libró de la servidumbre, y así estableció su iglesia; sí, el Señor Dios, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob, los libró del cautiverio.

12 Sí, siempre he recordado el cautiverio de mis padres, y ese mismo Dios que los libró de las manos de los egipcios, los libró de la servidumbre.

13 Sí, y ese mismo Dios estableció su iglesia entre ellos, sí, y ese mismo Dios me ha llamado con un santo llamamiento para que predique la palabra a este pueblo, y me ha concedido mucho éxito, en lo cual mi gozo es cabal.

14 Pero no me regocijo en mi propio éxito solamente, sino que mi gozo es más completo a causa del éxito de mis hermanos que han subido a la tierra de Nefi.

15 He aquí, han trabajado sobremanera, y han producido mucho fruto; y cuán grande será su recompensa.

16 Y cuando pienso en el éxito de estos mis hermanos, se transporta mi alma como si fuera a separarse del cuerpo, tan grande es mi gozo.

17 Y ahora conceda Dios que estos mis hermanos se sienten en el reino de Dios; sí, y también todos aquellos que son el fruto de sus obras, para que ya no salgan más, sino que lo alaben para siempre; y Dios conceda que se haga según mis palabras, así como he dicho. Amén.
Cómo estas? Este pasaje que citas a donde corresponde? Claro que es un placer y un alivio cuando Dios le permite a uno ver los resultados de su obra, a veces el obrero tiene que trabajar sin ver la semilla germinar oculta en la tierra. Por otra parte, qué es la tierra de Nefi? Gracias.
 
Cómo estas? Este pasaje que citas a donde corresponde? Claro que es un placer y un alivio cuando Dios le permite a uno ver los resultados de su obra, a veces el obrero tiene que trabajar sin ver la semilla germinar oculta en la tierra. Por otra parte, qué es la tierra de Nefi? Gracias.

No es Biblia, es un apocrifo.
 
Cómo estas? Este pasaje que citas a donde corresponde? Claro que es un placer y un alivio cuando Dios le permite a uno ver los resultados de su obra, a veces el obrero tiene que trabajar sin ver la semilla germinar oculta en la tierra. Por otra parte, qué es la tierra de Nefi? Gracias.

Hola, gracias por tu comentario.
Esto corresponde al capítulo 29 del Libro de Alma, uno de los libros en que se divide el Libro de Mormón.
La tierra de Nefi se menciona en el primer libro,que se llama así: 1 Nefi.
 
Hola, gracias por tu comentario.
Esto corresponde al capítulo 29 del Libro de Alma, uno de los libros en que se divide el Libro de Mormón.
La tierra de Nefi se menciona en el primer libro,que se llama así: 1 Nefi.
Tenes algun link para leer? Te agradeceria si me pasas de ambos de alma y nefi.
 
Tenes algun link para leer? Te agradeceria si me pasas de ambos de alma y nefi.
Si quieres te paso un link de la tierra de Lilliput y su profeta Gulliver

¿ Para que seguir la corriente digo yo ?

Ahi te va
EL LINK
 
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Si quieres te paso un link de la tierra de Liliput y su profeta Gulliver

¿ Para que seguir la corriente digo yo ?

Ahi te va
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Para conocer los fundamentos de los que declaran su fe en un dogma. Los cuentos y las novelas son instrumentos de Satanás para entretener nuestros pensamientos en cosas vanas. Los viajes de Gouliver corresponde al género de novela https://es.wikipedia.org/wiki/Los_viajes_de_Gulliver (ver en Género recuadro a la derecha)
El libro de Mormón no corresponde al género de novelas sino de texto religioso https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Mormón (ver en misma ubicación a la derecha)
 
Para conocer los fundamentos de los que declaran su fe en un dogma. Los cuentos y las novelas son instrumentos de Satanás para entretener nuestros pensamientos en cosas vanas. Los viajes de Gouliver corresponde al género de novela https://es.wikipedia.org/wiki/Los_viajes_de_Gulliver (ver en Género recuadro a la derecha)
El libro de Mormón no corresponde al género de novelas sino de texto religioso https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Mormón (ver en misma ubicación a la derecha)

Cuando un texto religioso contradice la Biblia en la cuestión de Dios se transforma en mucho más satánico que una simple novela.
 
del Libro MORMON Doctrina y Convenios
Sección 130

Puntos de instrucción dados por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, el 2 de abril de 1843.

1–3, El Padre y el Hijo pueden aparecerse personalmente a los hombres; 4–7, Los ángeles moran en una esfera celestial; 8–9, La tierra celestial será un gran Urim y Tumim; 10–11, Se da una piedrecita blanca a todos los que entran en el mundo celestial; 12–17, No se le comunica al Profeta la hora de la Segunda Venida; 18–19, La inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la Resurrección; 20–21, Todas las bendiciones se reciben por motivo de la obediencia a la ley; 22–23, El Padre y el Hijo tienen, respectivamente, un cuerpo de carne y huesos.

Los mormones creen en un Dios diferente (de carne y huesos) hijo de alguien (de Carne y hueso)
el Dios cristiano es espiritu:
Juan 4
4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Ademas ponen a Dios como mentiroso:
Numeros 19Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta.

Los textos Mormones tienen cosas tan lindas y contradicciones tan evidentes ocultas entre sus escritos
¿A quien engañan?

 
del Libro MORMON Doctrina y Convenios
Sección 130

Puntos de instrucción dados por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, el 2 de abril de 1843.

1–3, El Padre y el Hijo pueden aparecerse personalmente a los hombres; 4–7, Los ángeles moran en una esfera celestial; 8–9, La tierra celestial será un gran Urim y Tumim; 10–11, Se da una piedrecita blanca a todos los que entran en el mundo celestial; 12–17, No se le comunica al Profeta la hora de la Segunda Venida; 18–19, La inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la Resurrección; 20–21, Todas las bendiciones se reciben por motivo de la obediencia a la ley; 22–23, El Padre y el Hijo tienen, respectivamente, un cuerpo de carne y huesos.

Los mormones creen en un Dios diferente (de carne y huesos) hijo de alguien (de Carne y hueso)
el Dios cristiano es espiritu:
Juan 4
4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Ademas ponen a Dios como mentiroso:
Numeros 19Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta.

Los textos Mormones tienen cosas tan lindas y contradicciones tan evidentes ocultas entre sus escritos
¿A quien engañan?
Primera vez en la historia de mi vida que se me es revelado que el Padre es en carne. Puedo entender lo de el Hijo que se hizo carne. Me gustaría conocer si hay comentadores mormones que hagan, bien un comentario de Juan 4:24 o bien de Doctrinas y Convenios sección 130 versículo 22. Mi pregunta ahora es si hay algún comentario mormón de estos pasajes.
 
Primera vez en la historia de mi vida que se me es revelado que el Padre es en carne. Puedo entender lo de el Hijo que se hizo carne. Me gustaría conocer si hay comentadores mormones que hagan, bien un comentario de Juan 4:24 o bien de Doctrinas y Convenios sección 130 versículo 22. Mi pregunta ahora es si hay algún comentario mormón de estos pasajes.


Error #1 Dios se hizo a si mismo con su esfuerzo personal

Error #2 Hay muchos dioses que organizan cielos y tierra

Error #3 Los dioses tienen esposas celestiales con las que multiplican sus hijos en el otro mundo.

Error #4 Para crear al hombre Dios vino a este mundo como Adán, con cuerpo celestial, y se trajo una de sus esposas, Eva

Error #5 Adán es nuestro Padre y Dios. El único Dios con que tenemos que lidiar

Error #6 Encima de Adán está Jehová, y encima de Jehová, Elohim; que es el más grande de todos los dioses.

Error #7 El alma humana existe aún antes de que la persona sea engendrada. (al nacer se correría un velo que nos olvidaría nuestra vida anterior junto a Dios)

Error #8 Los miembros de la raza negra son descendientes de Caín y llevan sobre sí la maldición. La esclavitud es institución divina.

Error #9 Tanto el fundador como sus colaboradores enseñaban y practicaban la poligamia. Brigham Young, tuvo por lo menos 21 esposas; Haber Kimbal, 46.

Error #10 La doctrina puede ser cambiada según dicte el estado. Hinckley, lider actual (2004) de los mormones, explica el cambio de la doctrina de poligamia: "Al final de la década de 1880, el Congreso (de USA) pasó varias medidas prohibiéndola. Cuando la Corte Suprema declaró estas leyes constitucionales, la iglesia indicó su voluntad de acceder. No podía hacer otra cosa en vista de su enseñanña básica sobre la necesidad de obedecer la ley del país. Eso fue en 1890. Desde entonces, los oficiales de la iglesia no han contraido matrimonios plurales y los miembros que han entrado en esas relaciones han sido excomulgados"

Antes del cambio, los mormones no solo toleraban la poligamia sino que enseñaban que es una "revelación" positivamente buena para aquellos "de carácter mas alto que se habían demostrado capaces de mantener a mas de una familia" (La Sección 132 de Doctrina y Alianñas lleva como subtítulo oficial lo siguiente: ""Revelación dada por medio de Joseph Smith el Profeta, en Nauvoo, Illinois, registrada el 12 de julio de 1843, en relación a la nueva y eterna alianña que incluye la eternidad de la alianña matrimonial, también pluralidad de esposas")

Sin embargo esta doctrina fue descartada cuando los Estados Unidos les amenañó con negarle a Utah entrar en la unión como estado. Del mismo modo, cuando el gobierno federal les presionó, los líderes mormones recibieron una "revelación" que permitió la entrada a los negros en el sacerdocio mormón.

Error #11 Practicamente nadie se quedará en el infierno para siempre. Fuera de Satanás y sus demonios y quiñás una media docena de pecadores notorios, toda la humanidad ira a la gloria celestial.

Error #12 Hay tres cielos. El cielo inferior esta poblado por adúlteros, asesinos, ladrones, mentirosos y otros malhechores. Estos comparten una gloria y felicidad imposible de imaginar. Sus pecados han sido perdonados.

El cielo del medio contiene almas y cuerpos de los que no son mormones y de mormones que fueron deficientes en su obediencia a los mandamientos de la iglesia.

El cielo superior es para los mormones devotos que que se convertirán en dioses y gobernarán sus propios universos. Teniendo sus esposas e hijos "sellados" para ellos en una ceremonia de su templo, estos hombres dioses procrearán billones de espíritus y los pondrán en futuros cuerpos físicos. Estos hijos futuros adorarán a sus padres dioses, obedecerán los mandamientos mormones y eventualmente tendrán su lugar en la progresión eterna de su propia deidad.
 
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