Desde cuando empezó la creencia de que María no era virgen.

25 Mayo 2005
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Ciertamente desde el cristianismo más antiguo existió la creencia de que María fue siempre virgen. y que solo y solo tuvo como hijo a Jesús.

Aún Lutero , era devoto de la virgen María.

obviamente , la creencia de que María no lo era , no era siquiera popular en los primeros años del protestantismo

Por favor no desvíen el tema. Aquí el tema que planteo no es para debatir si lo era o no lo era, sino para cuando fue que se popularizo la creencia de que no lo era.

Es probable que exista históricamente algun caso de alguien que hubo alegado que no lo era... no le conozco. Si tienen algun indicio agradecería que lo presentaran
 
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No se si será la primera ocasión donde se empieza a negar el dogma mariano, pero existió un monje llamado Joviniano que nació a mediados del S IV y murió en el 405 dc. El negaba que María fuera virgen después de dar a luz a Jesús. Fue declarado hereje..
Otro negacionista también gue el monje Helvidio que poco antes del año 383 escribió una obra donde afirmaba que los hermanos de Jesús mencionados en la biblia eran productos de eran hijos carnales de María producto de relaciones con José.
 
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Es probable que exista históricamente algun caso de alguien que hubo alegado que no lo era... no le conozco. Si tienen algun indicio agradecería que lo presentaran
Es obvio que las pruebas nunca te las van a presentar porque:

1- Si contradecias al catolicismo romano del siglo 3, eras hombre muerto.

2- Si contradecias a la inquisición católica de la época medieval, eras quemado en la hoguera.

Nadie en su sano juicio se iba a atrever a llevar la contraria

Cómo si lo podemos hacer ahora en plena libertad.
 
Lo que si se sabe históricamente, es que nadie en el primer siglo d.C. habló sobre la virginidad perpetua de María.
 
Yo creo lo que dice la palabra de Dios al respecto:

"Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."


Lo demás, es solo eso...lo demás!!

Dios le bendice!

Greivin.
 
Encontré otro dato que apunta mas hacia el origen de la negación del dogma mariano y es que esta negación ya había sido difundida en Oriente mucho antes de Joviniano y Helvidio por una secta denominada los antidicomarianitas, aproximadamente desde el año 200 dc.
 
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Ciertamente desde el cristianismo más antiguo existió la creencia de que María fue siempre virgen. y que solo y solo tuvo como hijo a Jesús.​

Aún Lutero , era devoto de la virgen María.

obviamente , la creencia de que María no lo era , no era siquiera popular en los primeros años del protestantismo

Por favor no desvíen el tema. Aquí el tema que planteo no es para debatir si lo era o no lo era, sino para cuando fue que se popularizo la creencia de que no lo era.

Es probable que exista históricamente algun caso de alguien que hubo alegado que no lo era... no le conozco. Si tienen algun indicio agradecería que lo presentaran

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Salud y bendición en la paz de Cristo.

La Doctrina de los 12 Apóstoles o Didaché

1. Los dos caminos

1 Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos.

El camino de la vida

2 El camino de la vida es este: «Ama en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas a otro.»

La perfección evangélica

3 Esta es la enseñanza de este discurso: «Bendigan a los que los maldicen y rueguen por sus enemigos, y ayunen por los que los persiguen. Porque ¿qué méritos hay en que amen a los que los aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Ustedes amen a los que los odian, y no tengan enemigo.»

4 Apártate de los deseos carnales.

Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

5 A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento; pues este es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, será examinado sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último centavo.

6 También está dicho acerca de esto: «¡Que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién la das!»

2. El segundo mandamiento

He aquí el segundo mandamiento de la doctrina:

2 No mates, no adulteres, no corrompas a los menores, no forniques, no robes, no practiques la magia o la hechicería, no mates al hijo por aborto, ni quites la vida al recién nacido.

3 No codicies los bienes del prójimo, no perjures, no des falso testimonio. No calumnies ni guardes rencor.

4 No seas doble de mente o de lengua, pues el doblez es lazo de muerte.

5 Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra.

6 No seas avaro, ni ladrón, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No trames planes malvados contra su prójimo.

7 No odies a nadie, sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

3. Apártate del mal

Hijo mío, huye de todo lo que es malo y de todo lo que se le parezca.

2 No te dejes arrastrar por la ira, pues la ira lleva al asesinato; no tengas celos, ni seas pendenciero, ni irascible; pues de todas estas pasiones se engendran los asesinatos.

3 Hijo mío, no te dejes inducir por los deseos carnales, pues la carne lleva a la fornicación; no seas un hablador sucio, ni de mirar provocativo, pues de todas estas cosas nacen los adulterios.

4 Hijo mío, no consultes a los agoreros pues eso lleva a la idolatría; ni hechiceros ni astrólogo, ni ocultista, ni quieras contemplar tales cosas. De todas ellas se engendra la idolatría.

5 Hijo mío, no te hagas mentiroso; pues la mentira lleva al hurto; ni codicioso de dinero ni de vanagloria; de todas estas cosas se originan los hurtos.

6 Hijo mío, no te hagas murmurador, pues eso lleva a la blasfemia, ni egoísta ni mal intencionado; porque de todas estas cosas se engendran blasfemias.

Haz el bien

7 Hazte, por el contrario, manso, porque los mansos heredarán la tierra,

8 hazte paciente, y compasivo, y sencillo, y pacífico, y bueno, y temeroso en todo momento de las palabras que has oído.

9 No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes.

10 Los sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposición de Dios.

4. Deberes para con la comunidad cristiana

Hijo mío, de aquel que te explica la Palabra de Dios te acordarás de día y de noche, y lo honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.

2 Busca constantemente la compañía de los santos, para que seas reconfortado con sus consejos.

3 No provocarás facciones, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas para reprender las faltas.

4 No andarás indeciso pensando si resultará o no.

5 No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.

6 Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.

7 No vaciles en dar, ni murmures mientras das, pues has de saber quién es el que recompensa tu limosna.

8 No rechazarás al indigente, de todo lo tuyo harás partícipe a tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; porque si en lo eterno son copartícipes, ¿cuánto más en lo temporal?

Deberes para con la familia

9 No retirarás tu mano de tu hijo ni de tu hija, sino que desde su infancia les enseñarás el temor de Dios.

10 No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que está sobre unos y otros; pues él no vendrá a escoger personas por su apariencia, sino a llamar a cuantos el Espíritu haya preparado.

11 Ustedes, los esclavos, sométanse a sus señores como a imagen de Dios con reverencia y temor.

Deber del cristiano

12 Aborrecerás toda hipocresía y cuanto desagrada al Señor.

13 No abandones los mandamientos de Dios, sino que cumplirás cuanto has recibido, sin añadir ni quitar un punto.

Confesión de los pecados

14 En las reuniones confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el camino de la vida.

5. El camino de muerte

El camino de la muerte es este: ante todo, es malo y lleno de maldición: homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias, envenenamientos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, dobleces, fraudes, soberbia, maldad, egoísmo, codicia, deshonestidad en el hablar, celos, descaro, altanería, jactancia.

Quiénes lo siguen

2 Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de los castigos de la justicia, sin afecto por lo bueno y lo justo, despiertos no para el bien sino para el mal; alejados de toda mansedumbre y paciencia, amantes de la vanidad, buscadores de recompensas, que no se compadecen de los pobres, no se ocupan de los afligidos, no reconocen a su creador, asesinos de sus hijos, corruptores de la obra de Dios por el aborto, ellos rechazan a los indigentes, y los oprimen más en su aflicción, patrocinadores de los ricos, jueces injustos de los pobres errando en todas las cosas. Hijos, ¡aléjense de tales personas!

6. Preceptos y consejos

Cuida de que nadie te aparte de este camino de la doctrina, porque te enseña en contra de Dios.

2 Si puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto. Pero si no lo puedes llevar todo, haz lo que puedas.

3 En cuanto a la comida, lleva la que puedas; pero de lo sacrificado a los ídolos, guárdate mucho; pues es una adoración a dioses muertos.

7. El bautismo

En lo que se refiere al bautismo, bauticen de este modo: Dichas con anterioridad todas estas cosas, bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva.

2 Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente.

3 Si no tienes ni una ni otra, derrama agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

4 Antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza deben ayunar previamente, y todos los que puedan. Pero al bautizando le ordenarás que ayune uno o dos días antes.

8. El ayuno

No ayunen juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunen el día cuarto y el de la preparación que es el sexto.

La oración

2 Tampoco ores como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, oren así:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan cotidiano; perdónanos nuestra deuda como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores, no nos induzcas en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyo es el poder y la gloria por todos los siglos.

3 Ora así tres veces al día.

9. La acción de gracias

Acerca de la acción de gracias, da gracias de esta manera:

2 Primero sobre la copa:

Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Y después del partimiento (del pan)

Te damos gracias, ¡Padre nuestro!, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. ¡A ti la gloria por los siglos!

4 De la misma manera que este pan, que partimos, estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.

5 Que nadie coma ni beba de esta acción de gracias, sino los bautizados en el nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No den lo santo a los perros.

10. Después de saciarse, den gracias así:

2 Te damos gracias, ¡Padre santo!, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestro corazón, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Tú, ¡Señor todopoderoso!, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Más a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo.

4 Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.

5 Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

6 Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maranatha. Amén.

7 A los profetas, déjenlos dar gracias cuanto quieran.

11. Fidelidad a la doctrina

Quienquiera, pues, que venga a ustedes y les enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recíbanlo.

2 Pero si el mismo maestro, extraviado, les enseña otra doctrina para que ustedes se dividan, no le presten oído; si, en cambio, les enseña para que ustedes aumenten la justicia y el conocimiento del Señor, recíbanlo como al mismo Señor.

El apóstol itinerante

3 Con los apóstoles y profetas, obren de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza evangélica:

4 todo apóstol que venga a ustedes, recíbanlo como al Señor.

5 No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta.

6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo, si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.

Apóstoles y profetas. No juzgar al profeta

7 No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado.

8 Aun así, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero profeta del falso.

Otros signos de discernimiento

9 Todo profeta que ordene poner la mesa en espíritu, no come de ella; en caso contrario, es un falso profeta.

10 Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que enseña es un falso profeta.

11 Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzguen, pues su juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas.

12 Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le presten oído. En cambio, si dice que se dé a los necesitados, nadie lo juzgue.

12. Peregrinos y vagos

A todo el que viniere en nombre del Señor, recíbanle. Luego, con el discernimiento que tienen, examínenlo para conocerlo por su derecha y por su izquierda.

2 Al que pasa de camino ayúdenlo en lo que puedan: pero no se quedará con ustedes sino dos o tres días, si fuere necesario.

3 Si quiere quedarse entre ustedes, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.

4 Si no tiene oficio, provean según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiano alguno ocioso.

5 Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tengan cuidado con tales personas.

13. Sustento de profetas y maestros

Todo auténtico profeta que quiera residir entre ustedes es digno de su sustento.

2 Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como trabajador, su sustento.

3 Por tanto, tomarán siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las darán como primicias a los profetas, pues ellos son sus sumos sacerdotes.

4 Si no tienen profeta, dénselas a los pobres.

5 Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.

6 Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas.

7 De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas conforme al mandato.

14. La celebración del día del Señor

En el día del Señor reúnanse y partan el pan, y den gracias, después de haber confesado sus pecados, a fin de que su sacrificio sea puro.

2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con ustedes hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado su sacrificio.

3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones».

15. Elección de obispos y diáconos

Elijan obispos y diáconos dignos del Señor, que sean hombres humildes, no amantes del dinero, veraces y bien probados, porque también ellos los sirven a ustedes como profetas y maestros.

2 No los menosprecien, puesto que tienen entre ustedes el mismo honor que los profetas y maestros.

Corrección fraternal

3 Amonéstense unos a otros, según los preceptos del Evangelio, en paz y no con ira. Que nadie hable al que pecare contra su prójimo, y no se le tenga ninguna consideración entre ustedes, hasta que se arrepienta.

El evangelio, norma de vida

4 Las oraciones que hagan, las limosnas que den y todo cuanto hagan, háganlo según los preceptos dados en el Evangelio de nuestro Señor.

16. Fin de los tiempos

Velen por su vida. No se apaguen sus lámparas, y no dejen de estar ceñidos sus lomos, sino estén preparados, pues no saben la hora en que vendrá nuestro Señor.

2 Reúnanse con frecuencia, buscando el bien de sus almas, pues de nada servirá todo el tiempo en que han creído, si no consuman su perfección en el último día.

3 En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio.

4 En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre sí, y se perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el seductor del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.

5 Entonces, la humanidad será sometida a prueba, y muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados por el mismo que fue maldecido.

6 Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección de los muertos,

7 no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos con él». Entonces el mundo verá al Señor viniendo sobre las nubes del cielo.


ÉSTE ES UN DOCUMENTO de la IGLESIA PRIMITIVA y del TIEMPO de los APÓSTOLES... ENTRE los AÑOS 65 y 80... y EN NINGÚN SITIO SE MENCIONA el CULTO a la VIRGEN MARÍA... porque SE CREÍA lo que CRISTO DECLARÓ en Lucas 8:21 y QUE TAMBIÉN SE DECLARA en el EVANGELIO en 1 Timoteo 2:5.


Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
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La Virgen Maria fue la madre de Jesus de Nazareth, hijo de Jose, quien vino a ser El Cristo. Ninguna palabra que ofenda, juzgue, disminuya o soslaye su participación en el nacimiento, crecimiento y ministerio de Jesus de Nazareth, debería salir de la boca de un verdadero creyente. Su sola elección por parte del Espíritu Santo quien es Dios, para ser quien daría vida al Hijo de Dios, es y debe ser suficiente para respetarla, ya no solo como MUY FAVORECIDA, sino también, por ser la madre de Nuestro Señor Jesucristo!

Hay de aquel que tenga que dar cuentas delante de Dios, por haber sido participe en alguna forma de menosprecio a la Virgen Maria, madre de Jesus.

Dios les bendice!

Greivin.
 
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La Virgen Maria fue la madre de Jesus de Nazareth, hijo de Jose, quien vino a ser El Cristo. Ninguna palabra que ofenda, juzgue, disminuya o soslaye su participación en el nacimiento, crecimiento y ministerio de Jesus de Nazareth, debería salir de la boca de un verdadero creyente. Su sola elección por parte del Espíritu Santo quien es Dios, para ser quien daría vida al Hijo de Dios, es y debe ser suficiente para respetarla, ya no solo como MUY FAVORECIDA, sino también, por ser la madre de Nuestro Señor Jesucristo!

Hay de aquel que tenga que dar cuentas delante de Dios, por haber sido participe en alguna forma de menosprecio a la Virgen Maria, madre de Jesus.

Dios les bendice!

Greivin.
Realmente el tema no es de mi interés, pero me llama la atención esto que afirmas

si yo digo «María la madre de Jesús»

Estaría mal?
 
Realmente el tema no es de mi interés, pero me llama la atención esto que afirmas

si yo digo «María la madre de Jesús»

Estaría mal?
Porque habría de estarlo?

Ella era su madre!!!

Dios te bendice!

Greivin.
 
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Salud y bendición en la paz de Cristo.

La Doctrina de los 12 Apóstoles o Didaché

1. Los dos caminos

1 Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos.

El camino de la vida

2 El camino de la vida es este: «Ama en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas a otro.»

La perfección evangélica

3 Esta es la enseñanza de este discurso: «Bendigan a los que los maldicen y rueguen por sus enemigos, y ayunen por los que los persiguen. Porque ¿qué méritos hay en que amen a los que los aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Ustedes amen a los que los odian, y no tengan enemigo.»

4 Apártate de los deseos carnales.

Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

5 A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento; pues este es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, será examinado sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último centavo.

6 También está dicho acerca de esto: «¡Que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién la das!»

2. El segundo mandamiento

He aquí el segundo mandamiento de la doctrina:

2 No mates, no adulteres, no corrompas a los menores, no forniques, no robes, no practiques la magia o la hechicería, no mates al hijo por aborto, ni quites la vida al recién nacido.

3 No codicies los bienes del prójimo, no perjures, no des falso testimonio. No calumnies ni guardes rencor.

4 No seas doble de mente o de lengua, pues el doblez es lazo de muerte.

5 Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra.

6 No seas avaro, ni ladrón, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No trames planes malvados contra su prójimo.

7 No odies a nadie, sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

3. Apártate del mal

Hijo mío, huye de todo lo que es malo y de todo lo que se le parezca.

2 No te dejes arrastrar por la ira, pues la ira lleva al asesinato; no tengas celos, ni seas pendenciero, ni irascible; pues de todas estas pasiones se engendran los asesinatos.

3 Hijo mío, no te dejes inducir por los deseos carnales, pues la carne lleva a la fornicación; no seas un hablador sucio, ni de mirar provocativo, pues de todas estas cosas nacen los adulterios.

4 Hijo mío, no consultes a los agoreros pues eso lleva a la idolatría; ni hechiceros ni astrólogo, ni ocultista, ni quieras contemplar tales cosas. De todas ellas se engendra la idolatría.

5 Hijo mío, no te hagas mentiroso; pues la mentira lleva al hurto; ni codicioso de dinero ni de vanagloria; de todas estas cosas se originan los hurtos.

6 Hijo mío, no te hagas murmurador, pues eso lleva a la blasfemia, ni egoísta ni mal intencionado; porque de todas estas cosas se engendran blasfemias.

Haz el bien

7 Hazte, por el contrario, manso, porque los mansos heredarán la tierra,

8 hazte paciente, y compasivo, y sencillo, y pacífico, y bueno, y temeroso en todo momento de las palabras que has oído.

9 No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes.

10 Los sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposición de Dios.

4. Deberes para con la comunidad cristiana

Hijo mío, de aquel que te explica la Palabra de Dios te acordarás de día y de noche, y lo honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.

2 Busca constantemente la compañía de los santos, para que seas reconfortado con sus consejos.

3 No provocarás facciones, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas para reprender las faltas.

4 No andarás indeciso pensando si resultará o no.

5 No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.

6 Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.

7 No vaciles en dar, ni murmures mientras das, pues has de saber quién es el que recompensa tu limosna.

8 No rechazarás al indigente, de todo lo tuyo harás partícipe a tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; porque si en lo eterno son copartícipes, ¿cuánto más en lo temporal?

Deberes para con la familia

9 No retirarás tu mano de tu hijo ni de tu hija, sino que desde su infancia les enseñarás el temor de Dios.

10 No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que está sobre unos y otros; pues él no vendrá a escoger personas por su apariencia, sino a llamar a cuantos el Espíritu haya preparado.

11 Ustedes, los esclavos, sométanse a sus señores como a imagen de Dios con reverencia y temor.

Deber del cristiano

12 Aborrecerás toda hipocresía y cuanto desagrada al Señor.

13 No abandones los mandamientos de Dios, sino que cumplirás cuanto has recibido, sin añadir ni quitar un punto.

Confesión de los pecados

14 En las reuniones confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el camino de la vida.

5. El camino de muerte

El camino de la muerte es este: ante todo, es malo y lleno de maldición: homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias, envenenamientos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, dobleces, fraudes, soberbia, maldad, egoísmo, codicia, deshonestidad en el hablar, celos, descaro, altanería, jactancia.

Quiénes lo siguen

2 Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de los castigos de la justicia, sin afecto por lo bueno y lo justo, despiertos no para el bien sino para el mal; alejados de toda mansedumbre y paciencia, amantes de la vanidad, buscadores de recompensas, que no se compadecen de los pobres, no se ocupan de los afligidos, no reconocen a su creador, asesinos de sus hijos, corruptores de la obra de Dios por el aborto, ellos rechazan a los indigentes, y los oprimen más en su aflicción, patrocinadores de los ricos, jueces injustos de los pobres errando en todas las cosas. Hijos, ¡aléjense de tales personas!

6. Preceptos y consejos

Cuida de que nadie te aparte de este camino de la doctrina, porque te enseña en contra de Dios.

2 Si puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto. Pero si no lo puedes llevar todo, haz lo que puedas.

3 En cuanto a la comida, lleva la que puedas; pero de lo sacrificado a los ídolos, guárdate mucho; pues es una adoración a dioses muertos.

7. El bautismo

En lo que se refiere al bautismo, bauticen de este modo: Dichas con anterioridad todas estas cosas, bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva.

2 Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente.

3 Si no tienes ni una ni otra, derrama agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

4 Antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza deben ayunar previamente, y todos los que puedan. Pero al bautizando le ordenarás que ayune uno o dos días antes.

8. El ayuno

No ayunen juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunen el día cuarto y el de la preparación que es el sexto.

La oración

2 Tampoco ores como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, oren así:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan cotidiano; perdónanos nuestra deuda como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores, no nos induzcas en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyo es el poder y la gloria por todos los siglos.

3 Ora así tres veces al día.

9. La acción de gracias

Acerca de la acción de gracias, da gracias de esta manera:

2 Primero sobre la copa:

Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Y después del partimiento (del pan)

Te damos gracias, ¡Padre nuestro!, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. ¡A ti la gloria por los siglos!

4 De la misma manera que este pan, que partimos, estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.

5 Que nadie coma ni beba de esta acción de gracias, sino los bautizados en el nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No den lo santo a los perros.

10. Después de saciarse, den gracias así:

2 Te damos gracias, ¡Padre santo!, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestro corazón, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Tú, ¡Señor todopoderoso!, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Más a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo.

4 Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.

5 Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

6 Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maranatha. Amén.

7 A los profetas, déjenlos dar gracias cuanto quieran.

11. Fidelidad a la doctrina

Quienquiera, pues, que venga a ustedes y les enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recíbanlo.

2 Pero si el mismo maestro, extraviado, les enseña otra doctrina para que ustedes se dividan, no le presten oído; si, en cambio, les enseña para que ustedes aumenten la justicia y el conocimiento del Señor, recíbanlo como al mismo Señor.

El apóstol itinerante

3 Con los apóstoles y profetas, obren de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza evangélica:

4 todo apóstol que venga a ustedes, recíbanlo como al Señor.

5 No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta.

6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo, si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.

Apóstoles y profetas. No juzgar al profeta

7 No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado.

8 Aun así, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero profeta del falso.

Otros signos de discernimiento

9 Todo profeta que ordene poner la mesa en espíritu, no come de ella; en caso contrario, es un falso profeta.

10 Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que enseña es un falso profeta.

11 Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzguen, pues su juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas.

12 Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le presten oído. En cambio, si dice que se dé a los necesitados, nadie lo juzgue.

12. Peregrinos y vagos

A todo el que viniere en nombre del Señor, recíbanle. Luego, con el discernimiento que tienen, examínenlo para conocerlo por su derecha y por su izquierda.

2 Al que pasa de camino ayúdenlo en lo que puedan: pero no se quedará con ustedes sino dos o tres días, si fuere necesario.

3 Si quiere quedarse entre ustedes, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.

4 Si no tiene oficio, provean según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiano alguno ocioso.

5 Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tengan cuidado con tales personas.

13. Sustento de profetas y maestros

Todo auténtico profeta que quiera residir entre ustedes es digno de su sustento.

2 Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como trabajador, su sustento.

3 Por tanto, tomarán siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las darán como primicias a los profetas, pues ellos son sus sumos sacerdotes.

4 Si no tienen profeta, dénselas a los pobres.

5 Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.

6 Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas.

7 De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas conforme al mandato.

14. La celebración del día del Señor

En el día del Señor reúnanse y partan el pan, y den gracias, después de haber confesado sus pecados, a fin de que su sacrificio sea puro.

2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con ustedes hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado su sacrificio.

3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones».

15. Elección de obispos y diáconos

Elijan obispos y diáconos dignos del Señor, que sean hombres humildes, no amantes del dinero, veraces y bien probados, porque también ellos los sirven a ustedes como profetas y maestros.

2 No los menosprecien, puesto que tienen entre ustedes el mismo honor que los profetas y maestros.

Corrección fraternal

3 Amonéstense unos a otros, según los preceptos del Evangelio, en paz y no con ira. Que nadie hable al que pecare contra su prójimo, y no se le tenga ninguna consideración entre ustedes, hasta que se arrepienta.

El evangelio, norma de vida

4 Las oraciones que hagan, las limosnas que den y todo cuanto hagan, háganlo según los preceptos dados en el Evangelio de nuestro Señor.

16. Fin de los tiempos

Velen por su vida. No se apaguen sus lámparas, y no dejen de estar ceñidos sus lomos, sino estén preparados, pues no saben la hora en que vendrá nuestro Señor.

2 Reúnanse con frecuencia, buscando el bien de sus almas, pues de nada servirá todo el tiempo en que han creído, si no consuman su perfección en el último día.

3 En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio.

4 En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre sí, y se perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el seductor del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.

5 Entonces, la humanidad será sometida a prueba, y muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados por el mismo que fue maldecido.

6 Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección de los muertos,

7 no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos con él». Entonces el mundo verá al Señor viniendo sobre las nubes del cielo.


ÉSTE ES UN DOCUMENTO de la IGLESIA PRIMITIVA y del TIEMPO de los APÓSTOLES... ENTRE los AÑOS 65 y 80... y EN NINGÚN SITIO SE MENCIONA el CULTO a la VIRGEN MARÍA... porque SE CREÍA lo que CRISTO DECLARÓ en Lucas 8:21 y QUE TAMBIÉN SE DECLARA en el EVANGELIO en 1 Timoteo 2:5.


Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
Menos mal que no es tu intención desviar el tema, ¡que si no!...
 
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Salud y bendición en la paz de Cristo.

NO LO HE DESVIADO... y HE RESPONDIDO COMO PEDÍA QUIEN ABRIÓ el TEMA:
"Es probable que exista históricamente algún caso de alguien que hubo alegado que no lo era... no le conozco. Si tienen algún indicio agradecería que lo presentaran"

La Doctrina de los 12 Apóstoles o Didaché

1. Los dos caminos

1 Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos.

El camino de la vida

2 El camino de la vida es este: «Ama en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas a otro.»

La perfección evangélica

3 Esta es la enseñanza de este discurso: «Bendigan a los que los maldicen y rueguen por sus enemigos, y ayunen por los que los persiguen. Porque ¿qué méritos hay en que amen a los que los aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Ustedes amen a los que los odian, y no tengan enemigo.»

4 Apártate de los deseos carnales.

Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

5 A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento; pues este es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, será examinado sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último centavo.

6 También está dicho acerca de esto: «¡Que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién la das!»

2. El segundo mandamiento

He aquí el segundo mandamiento de la doctrina:

2 No mates, no adulteres, no corrompas a los menores, no forniques, no robes, no practiques la magia o la hechicería, no mates al hijo por aborto, ni quites la vida al recién nacido.

3 No codicies los bienes del prójimo, no perjures, no des falso testimonio. No calumnies ni guardes rencor.

4 No seas doble de mente o de lengua, pues el doblez es lazo de muerte.

5 Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra.

6 No seas avaro, ni ladrón, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No trames planes malvados contra su prójimo.

7 No odies a nadie, sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

3. Apártate del mal

Hijo mío, huye de todo lo que es malo y de todo lo que se le parezca.

2 No te dejes arrastrar por la ira, pues la ira lleva al asesinato; no tengas celos, ni seas pendenciero, ni irascible; pues de todas estas pasiones se engendran los asesinatos.

3 Hijo mío, no te dejes inducir por los deseos carnales, pues la carne lleva a la fornicación; no seas un hablador sucio, ni de mirar provocativo, pues de todas estas cosas nacen los adulterios.

4 Hijo mío, no consultes a los agoreros pues eso lleva a la idolatría; ni hechiceros ni astrólogo, ni ocultista, ni quieras contemplar tales cosas. De todas ellas se engendra la idolatría.

5 Hijo mío, no te hagas mentiroso; pues la mentira lleva al hurto; ni codicioso de dinero ni de vanagloria; de todas estas cosas se originan los hurtos.

6 Hijo mío, no te hagas murmurador, pues eso lleva a la blasfemia, ni egoísta ni mal intencionado; porque de todas estas cosas se engendran blasfemias.

Haz el bien

7 Hazte, por el contrario, manso, porque los mansos heredarán la tierra,

8 hazte paciente, y compasivo, y sencillo, y pacífico, y bueno, y temeroso en todo momento de las palabras que has oído.

9 No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes.

10 Los sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposición de Dios.

4. Deberes para con la comunidad cristiana

Hijo mío, de aquel que te explica la Palabra de Dios te acordarás de día y de noche, y lo honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.

2 Busca constantemente la compañía de los santos, para que seas reconfortado con sus consejos.

3 No provocarás facciones, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas para reprender las faltas.

4 No andarás indeciso pensando si resultará o no.

5 No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.

6 Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.

7 No vaciles en dar, ni murmures mientras das, pues has de saber quién es el que recompensa tu limosna.

8 No rechazarás al indigente, de todo lo tuyo harás partícipe a tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; porque si en lo eterno son copartícipes, ¿cuánto más en lo temporal?

Deberes para con la familia

9 No retirarás tu mano de tu hijo ni de tu hija, sino que desde su infancia les enseñarás el temor de Dios.

10 No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que está sobre unos y otros; pues él no vendrá a escoger personas por su apariencia, sino a llamar a cuantos el Espíritu haya preparado.

11 Ustedes, los esclavos, sométanse a sus señores como a imagen de Dios con reverencia y temor.

Deber del cristiano

12 Aborrecerás toda hipocresía y cuanto desagrada al Señor.

13 No abandones los mandamientos de Dios, sino que cumplirás cuanto has recibido, sin añadir ni quitar un punto.

Confesión de los pecados

14 En las reuniones confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el camino de la vida.

5. El camino de muerte

El camino de la muerte es este: ante todo, es malo y lleno de maldición: homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias, envenenamientos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, dobleces, fraudes, soberbia, maldad, egoísmo, codicia, deshonestidad en el hablar, celos, descaro, altanería, jactancia.

Quiénes lo siguen

2 Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de los castigos de la justicia, sin afecto por lo bueno y lo justo, despiertos no para el bien sino para el mal; alejados de toda mansedumbre y paciencia, amantes de la vanidad, buscadores de recompensas, que no se compadecen de los pobres, no se ocupan de los afligidos, no reconocen a su creador, asesinos de sus hijos, corruptores de la obra de Dios por el aborto, ellos rechazan a los indigentes, y los oprimen más en su aflicción, patrocinadores de los ricos, jueces injustos de los pobres errando en todas las cosas. Hijos, ¡aléjense de tales personas!

6. Preceptos y consejos

Cuida de que nadie te aparte de este camino de la doctrina, porque te enseña en contra de Dios.

2 Si puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto. Pero si no lo puedes llevar todo, haz lo que puedas.

3 En cuanto a la comida, lleva la que puedas; pero de lo sacrificado a los ídolos, guárdate mucho; pues es una adoración a dioses muertos.

7. El bautismo

En lo que se refiere al bautismo, bauticen de este modo: Dichas con anterioridad todas estas cosas, bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva.

2 Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente.

3 Si no tienes ni una ni otra, derrama agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

4 Antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza deben ayunar previamente, y todos los que puedan. Pero al bautizando le ordenarás que ayune uno o dos días antes.

8. El ayuno

No ayunen juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunen el día cuarto y el de la preparación que es el sexto.

La oración

2 Tampoco ores como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, oren así:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan cotidiano; perdónanos nuestra deuda como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores, no nos induzcas en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyo es el poder y la gloria por todos los siglos.

3 Ora así tres veces al día.

9. La acción de gracias

Acerca de la acción de gracias, da gracias de esta manera:

2 Primero sobre la copa:

Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Y después del partimiento (del pan)

Te damos gracias, ¡Padre nuestro!, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. ¡A ti la gloria por los siglos!

4 De la misma manera que este pan, que partimos, estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.

5 Que nadie coma ni beba de esta acción de gracias, sino los bautizados en el nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No den lo santo a los perros.

10. Después de saciarse, den gracias así:

2 Te damos gracias, ¡Padre santo!, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestro corazón, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Tú, ¡Señor todopoderoso!, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Más a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo.

4 Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.

5 Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

6 Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maranatha. Amén.

7 A los profetas, déjenlos dar gracias cuanto quieran.

11. Fidelidad a la doctrina

Quienquiera, pues, que venga a ustedes y les enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recíbanlo.

2 Pero si el mismo maestro, extraviado, les enseña otra doctrina para que ustedes se dividan, no le presten oído; si, en cambio, les enseña para que ustedes aumenten la justicia y el conocimiento del Señor, recíbanlo como al mismo Señor.

El apóstol itinerante

3 Con los apóstoles y profetas, obren de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza evangélica:

4 todo apóstol que venga a ustedes, recíbanlo como al Señor.

5 No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta.

6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo, si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.

Apóstoles y profetas. No juzgar al profeta

7 No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado.

8 Aun así, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero profeta del falso.

Otros signos de discernimiento

9 Todo profeta que ordene poner la mesa en espíritu, no come de ella; en caso contrario, es un falso profeta.

10 Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que enseña es un falso profeta.

11 Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzguen, pues su juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas.

12 Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le presten oído. En cambio, si dice que se dé a los necesitados, nadie lo juzgue.

12. Peregrinos y vagos

A todo el que viniere en nombre del Señor, recíbanle. Luego, con el discernimiento que tienen, examínenlo para conocerlo por su derecha y por su izquierda.

2 Al que pasa de camino ayúdenlo en lo que puedan: pero no se quedará con ustedes sino dos o tres días, si fuere necesario.

3 Si quiere quedarse entre ustedes, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.

4 Si no tiene oficio, provean según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiano alguno ocioso.

5 Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tengan cuidado con tales personas.

13. Sustento de profetas y maestros

Todo auténtico profeta que quiera residir entre ustedes es digno de su sustento.

2 Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como trabajador, su sustento.

3 Por tanto, tomarán siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las darán como primicias a los profetas, pues ellos son sus sumos sacerdotes.

4 Si no tienen profeta, dénselas a los pobres.

5 Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.

6 Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas.

7 De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas conforme al mandato.

14. La celebración del día del Señor

En el día del Señor reúnanse y partan el pan, y den gracias, después de haber confesado sus pecados, a fin de que su sacrificio sea puro.

2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con ustedes hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado su sacrificio.

3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones».

15. Elección de obispos y diáconos

Elijan obispos y diáconos dignos del Señor, que sean hombres humildes, no amantes del dinero, veraces y bien probados, porque también ellos los sirven a ustedes como profetas y maestros.

2 No los menosprecien, puesto que tienen entre ustedes el mismo honor que los profetas y maestros.

Corrección fraternal

3 Amonéstense unos a otros, según los preceptos del Evangelio, en paz y no con ira. Que nadie hable al que pecare contra su prójimo, y no se le tenga ninguna consideración entre ustedes, hasta que se arrepienta.

El evangelio, norma de vida

4 Las oraciones que hagan, las limosnas que den y todo cuanto hagan, háganlo según los preceptos dados en el Evangelio de nuestro Señor.

16. Fin de los tiempos

Velen por su vida. No se apaguen sus lámparas, y no dejen de estar ceñidos sus lomos, sino estén preparados, pues no saben la hora en que vendrá nuestro Señor.

2 Reúnanse con frecuencia, buscando el bien de sus almas, pues de nada servirá todo el tiempo en que han creído, si no consuman su perfección en el último día.

3 En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio.

4 En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre sí, y se perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el seductor del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.

5 Entonces, la humanidad será sometida a prueba, y muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados por el mismo que fue maldecido.

6 Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección de los muertos,

7 no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos con él». Entonces el mundo verá al Señor viniendo sobre las nubes del cielo.


ÉSTE ES UN DOCUMENTO de la IGLESIA PRIMITIVA y del TIEMPO de los APÓSTOLES... ENTRE los AÑOS 65 y 80... y EN NINGÚN SITIO SE MENCIONA el CULTO a la VIRGEN MARÍA... porque SE CREÍA lo que CRISTO DECLARÓ en Lucas 8:21 y QUE TAMBIÉN SE DECLARA en el EVANGELIO en 1 Timoteo 2:5... es decir... EN la IGLESIA PRIMITIVA NO SE ADMITÍA la IDOLATRÍA.

Yo RECONOZCO a MARÍA COMO una MUJER SANTA ESCOGIDA por DIOS que FUE VIRGEN HASTA que NACIÓ JESUCRISTO de ella... pero QUE CUANDO su MARIDO JOSÉ la RECIBIÓ y CONOCIÓ... DEJÓ de SER VIRGEN y TUVO MÁS HIJOS e HIJAS.

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
Otro dato para constantino el grande.

Antes de los antidicomarianitas existió otra secta llamada los ebionitas, que al parecer estaba conformada por Cristianos Judios que tenían sus diferencias con la verdadera iglesia Cristiana y que seguían guardando la ley mosaica. San Ireneo dijo que entre las doctrinas de esta secta estaba la negación de la divinidad de Jesús y la negación de su nacimiento virginal; también consideraban a San Pablo como Apóstata.

La secta apareció en las primeras décadas del siglo II dc. y en el momento no eran calificados como herejes y fue en el año 175 dc. donde se les empieza a denominar como ebionitas para designar un grupo claramente herético. San Ireneo también menciona a un tal Cerinto y otro llamado Carpócrates, diciendo que las doctrinas de estos dos eran similares a las de los ebionitas. De Cerinto se dice que fue contemporáneo del apóstol Juan evangelista
 
Última edición:
No se si será la primera ocasión donde se empieza a negar el dogma mariano, pero existió un monje llamado Joviniano que nació a mediados del S IV y murió en el 405 dc. El negaba que María fuera virgen después de dar a luz a Jesús. Fue declarado hereje..
Otro negacionista también gue el monje Helvidio que poco antes del año 383 escribió una obra donde afirmaba que los hermanos de Jesús mencionados en la biblia eran productos de eran hijos carnales de María producto de relaciones con José.
Por lo que tengo entendido Joviniano no fue anatemizado por lo que dices sino por su anti ascetismo. Pero es bueno investigar, si tienes fuentes te lo agradecería. Sería bueno encontrar el "contra joviniano " de Jerónimo ... de hecho tengo entendido que es la única fuente por la cual tenemos conocimiento de Joviniano.

Por lo que parece Helvidio sí parece que lo sostuvo

lo interesante es que fue el mismo Jerónimo que les corrigió a ambos.

Esto me da a pensar que en efecto se puso de moda la negación de la virginidad perpétua de María.
 
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Es obvio que las pruebas nunca te las van a presentar porque:

1- Si contradecias al catolicismo romano del siglo 3, eras hombre muerto.

2- Si contradecias a la inquisición católica de la época medieval, eras quemado en la hoguera.

Nadie en su sano juicio se iba a atrever a llevar la contraria

Cómo si lo podemos hacer ahora en plena libertad.
que curioso que lo digas siendo que @César Ortíz ya ha presentado instancias a considerar.
 
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Encontré otro dato que apunta mas hacia el origen de la negación del dogma mariano y es que esta negación ya había sido difundida en Oriente mucho antes de Joviniano y Helvidio por una secta denominada los antidicomarianitas, aproximadamente desde el año 200 dc.
como dato bibliográfico encontré esto:

Secta oriental que floreció alrededor del año 200 hasta el 400 d.C., y se les llamó de este modo por ser "oponentes de María". Los ebionitas fueron los primeros que mantuvieron que Nuestro Señor era simplemente el hijo de San José y María. Esta doctrina acabó repugnando hasta a sus seguidores y fue después modificada para enseñar que, aunque Nuestro Señor nació de Santa María a través del Espíritu Santo, después José y María tuvieron vida marital y tuvieron otros muchos hijos. La secta negaba la fórmula "siempre-virgen María" usada en las liturgias griegas y latinas.

lo que yo resaltaría de tal información es que si se negaba algo evidencia que ese algo existía antes de que se pudiera negar
 
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Salud y bendición en la paz de Cristo.

NO LO HE DESVIADO... y HE RESPONDIDO COMO PEDÍA QUIEN ABRIÓ el TEMA:
"Es probable que exista históricamente algún caso de alguien que hubo alegado que no lo era... no le conozco. Si tienen algún indicio agradecería que lo presentaran"

La Doctrina de los 12 Apóstoles o Didaché

1. Los dos caminos

1 Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos.

El camino de la vida

2 El camino de la vida es este: «Ama en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas a otro.»

La perfección evangélica

3 Esta es la enseñanza de este discurso: «Bendigan a los que los maldicen y rueguen por sus enemigos, y ayunen por los que los persiguen. Porque ¿qué méritos hay en que amen a los que los aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Ustedes amen a los que los odian, y no tengan enemigo.»

4 Apártate de los deseos carnales.

Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

5 A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento; pues este es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, será examinado sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último centavo.

6 También está dicho acerca de esto: «¡Que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién la das!»

2. El segundo mandamiento

He aquí el segundo mandamiento de la doctrina:

2 No mates, no adulteres, no corrompas a los menores, no forniques, no robes, no practiques la magia o la hechicería, no mates al hijo por aborto, ni quites la vida al recién nacido.

3 No codicies los bienes del prójimo, no perjures, no des falso testimonio. No calumnies ni guardes rencor.

4 No seas doble de mente o de lengua, pues el doblez es lazo de muerte.

5 Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra.

6 No seas avaro, ni ladrón, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No trames planes malvados contra su prójimo.

7 No odies a nadie, sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

3. Apártate del mal

Hijo mío, huye de todo lo que es malo y de todo lo que se le parezca.

2 No te dejes arrastrar por la ira, pues la ira lleva al asesinato; no tengas celos, ni seas pendenciero, ni irascible; pues de todas estas pasiones se engendran los asesinatos.

3 Hijo mío, no te dejes inducir por los deseos carnales, pues la carne lleva a la fornicación; no seas un hablador sucio, ni de mirar provocativo, pues de todas estas cosas nacen los adulterios.

4 Hijo mío, no consultes a los agoreros pues eso lleva a la idolatría; ni hechiceros ni astrólogo, ni ocultista, ni quieras contemplar tales cosas. De todas ellas se engendra la idolatría.

5 Hijo mío, no te hagas mentiroso; pues la mentira lleva al hurto; ni codicioso de dinero ni de vanagloria; de todas estas cosas se originan los hurtos.

6 Hijo mío, no te hagas murmurador, pues eso lleva a la blasfemia, ni egoísta ni mal intencionado; porque de todas estas cosas se engendran blasfemias.

Haz el bien

7 Hazte, por el contrario, manso, porque los mansos heredarán la tierra,

8 hazte paciente, y compasivo, y sencillo, y pacífico, y bueno, y temeroso en todo momento de las palabras que has oído.

9 No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes.

10 Los sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposición de Dios.

4. Deberes para con la comunidad cristiana

Hijo mío, de aquel que te explica la Palabra de Dios te acordarás de día y de noche, y lo honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.

2 Busca constantemente la compañía de los santos, para que seas reconfortado con sus consejos.

3 No provocarás facciones, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas para reprender las faltas.

4 No andarás indeciso pensando si resultará o no.

5 No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.

6 Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.

7 No vaciles en dar, ni murmures mientras das, pues has de saber quién es el que recompensa tu limosna.

8 No rechazarás al indigente, de todo lo tuyo harás partícipe a tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; porque si en lo eterno son copartícipes, ¿cuánto más en lo temporal?

Deberes para con la familia

9 No retirarás tu mano de tu hijo ni de tu hija, sino que desde su infancia les enseñarás el temor de Dios.

10 No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que está sobre unos y otros; pues él no vendrá a escoger personas por su apariencia, sino a llamar a cuantos el Espíritu haya preparado.

11 Ustedes, los esclavos, sométanse a sus señores como a imagen de Dios con reverencia y temor.

Deber del cristiano

12 Aborrecerás toda hipocresía y cuanto desagrada al Señor.

13 No abandones los mandamientos de Dios, sino que cumplirás cuanto has recibido, sin añadir ni quitar un punto.

Confesión de los pecados

14 En las reuniones confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el camino de la vida.

5. El camino de muerte

El camino de la muerte es este: ante todo, es malo y lleno de maldición: homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias, envenenamientos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, dobleces, fraudes, soberbia, maldad, egoísmo, codicia, deshonestidad en el hablar, celos, descaro, altanería, jactancia.

Quiénes lo siguen

2 Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de los castigos de la justicia, sin afecto por lo bueno y lo justo, despiertos no para el bien sino para el mal; alejados de toda mansedumbre y paciencia, amantes de la vanidad, buscadores de recompensas, que no se compadecen de los pobres, no se ocupan de los afligidos, no reconocen a su creador, asesinos de sus hijos, corruptores de la obra de Dios por el aborto, ellos rechazan a los indigentes, y los oprimen más en su aflicción, patrocinadores de los ricos, jueces injustos de los pobres errando en todas las cosas. Hijos, ¡aléjense de tales personas!

6. Preceptos y consejos

Cuida de que nadie te aparte de este camino de la doctrina, porque te enseña en contra de Dios.

2 Si puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto. Pero si no lo puedes llevar todo, haz lo que puedas.

3 En cuanto a la comida, lleva la que puedas; pero de lo sacrificado a los ídolos, guárdate mucho; pues es una adoración a dioses muertos.

7. El bautismo

En lo que se refiere al bautismo, bauticen de este modo: Dichas con anterioridad todas estas cosas, bauticen en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva.

2 Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente.

3 Si no tienes ni una ni otra, derrama agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

4 Antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza deben ayunar previamente, y todos los que puedan. Pero al bautizando le ordenarás que ayune uno o dos días antes.

8. El ayuno

No ayunen juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunen el día cuarto y el de la preparación que es el sexto.

La oración

2 Tampoco ores como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, oren así:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan cotidiano; perdónanos nuestra deuda como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores, no nos induzcas en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyo es el poder y la gloria por todos los siglos.

3 Ora así tres veces al día.

9. La acción de gracias

Acerca de la acción de gracias, da gracias de esta manera:

2 Primero sobre la copa:

Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Y después del partimiento (del pan)

Te damos gracias, ¡Padre nuestro!, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. ¡A ti la gloria por los siglos!

4 De la misma manera que este pan, que partimos, estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.

5 Que nadie coma ni beba de esta acción de gracias, sino los bautizados en el nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No den lo santo a los perros.

10. Después de saciarse, den gracias así:

2 Te damos gracias, ¡Padre santo!, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestro corazón, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.

3 Tú, ¡Señor todopoderoso!, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Más a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo.

4 Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.

5 Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

6 Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maranatha. Amén.

7 A los profetas, déjenlos dar gracias cuanto quieran.

11. Fidelidad a la doctrina

Quienquiera, pues, que venga a ustedes y les enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recíbanlo.

2 Pero si el mismo maestro, extraviado, les enseña otra doctrina para que ustedes se dividan, no le presten oído; si, en cambio, les enseña para que ustedes aumenten la justicia y el conocimiento del Señor, recíbanlo como al mismo Señor.

El apóstol itinerante

3 Con los apóstoles y profetas, obren de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza evangélica:

4 todo apóstol que venga a ustedes, recíbanlo como al Señor.

5 No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta.

6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo, si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.

Apóstoles y profetas. No juzgar al profeta

7 No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado.

8 Aun así, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero profeta del falso.

Otros signos de discernimiento

9 Todo profeta que ordene poner la mesa en espíritu, no come de ella; en caso contrario, es un falso profeta.

10 Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que enseña es un falso profeta.

11 Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzguen, pues su juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas.

12 Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le presten oído. En cambio, si dice que se dé a los necesitados, nadie lo juzgue.

12. Peregrinos y vagos

A todo el que viniere en nombre del Señor, recíbanle. Luego, con el discernimiento que tienen, examínenlo para conocerlo por su derecha y por su izquierda.

2 Al que pasa de camino ayúdenlo en lo que puedan: pero no se quedará con ustedes sino dos o tres días, si fuere necesario.

3 Si quiere quedarse entre ustedes, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.

4 Si no tiene oficio, provean según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiano alguno ocioso.

5 Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tengan cuidado con tales personas.

13. Sustento de profetas y maestros

Todo auténtico profeta que quiera residir entre ustedes es digno de su sustento.

2 Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como trabajador, su sustento.

3 Por tanto, tomarán siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las darán como primicias a los profetas, pues ellos son sus sumos sacerdotes.

4 Si no tienen profeta, dénselas a los pobres.

5 Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.

6 Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas.

7 De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas conforme al mandato.

14. La celebración del día del Señor

En el día del Señor reúnanse y partan el pan, y den gracias, después de haber confesado sus pecados, a fin de que su sacrificio sea puro.

2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con ustedes hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado su sacrificio.

3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones».

15. Elección de obispos y diáconos

Elijan obispos y diáconos dignos del Señor, que sean hombres humildes, no amantes del dinero, veraces y bien probados, porque también ellos los sirven a ustedes como profetas y maestros.

2 No los menosprecien, puesto que tienen entre ustedes el mismo honor que los profetas y maestros.

Corrección fraternal

3 Amonéstense unos a otros, según los preceptos del Evangelio, en paz y no con ira. Que nadie hable al que pecare contra su prójimo, y no se le tenga ninguna consideración entre ustedes, hasta que se arrepienta.

El evangelio, norma de vida

4 Las oraciones que hagan, las limosnas que den y todo cuanto hagan, háganlo según los preceptos dados en el Evangelio de nuestro Señor.

16. Fin de los tiempos

Velen por su vida. No se apaguen sus lámparas, y no dejen de estar ceñidos sus lomos, sino estén preparados, pues no saben la hora en que vendrá nuestro Señor.

2 Reúnanse con frecuencia, buscando el bien de sus almas, pues de nada servirá todo el tiempo en que han creído, si no consuman su perfección en el último día.

3 En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio.

4 En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre sí, y se perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el seductor del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.

5 Entonces, la humanidad será sometida a prueba, y muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados por el mismo que fue maldecido.

6 Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección de los muertos,

7 no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos con él». Entonces el mundo verá al Señor viniendo sobre las nubes del cielo.


ÉSTE ES UN DOCUMENTO de la IGLESIA PRIMITIVA y del TIEMPO de los APÓSTOLES... ENTRE los AÑOS 65 y 80... y EN NINGÚN SITIO SE MENCIONA el CULTO a la VIRGEN MARÍA... porque SE CREÍA lo que CRISTO DECLARÓ en Lucas 8:21 y QUE TAMBIÉN SE DECLARA en el EVANGELIO en 1 Timoteo 2:5... es decir... EN la IGLESIA PRIMITIVA NO SE ADMITÍA la IDOLATRÍA.

Yo RECONOZCO a MARÍA COMO una MUJER SANTA ESCOGIDA por DIOS que FUE VIRGEN HASTA que NACIÓ JESUCRISTO de ella... pero QUE CUANDO su MARIDO JOSÉ la RECIBIÓ y CONOCIÓ... DEJÓ de SER VIRGEN y TUVO MÁS HIJOS e HIJAS.

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. ...

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