Los cristianos verdaderos vemos a nuestros compañeros de fe como parte de nuestra familia.-Ser neutral es un vicio de conducta. El cristiano no oscila entre el bien y el mal. La neutralidad muchas veces favorece al más injusto y poderoso. No soy yo quien miente y delira. Ser pacificador es otra cosa y los tales son bienaventurados como el Señor Jesús dijo (Mt 5:9).
Estamos unidos aunque seamos de diferentes países y orígenes
(1 Corintios 1:10) Ahora, hermanos, les suplico mediante el nombre de nuestro Señor Jesucristo
que todos estén de acuerdo en lo que dicen y que no haya divisiones entre ustedes,
sino que estén completamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar.
Si fuéramos a la guerra,
tendríamos que pelear contra nuestra propia familia,
es decir, nuestros hermanos cristianos, a los que Jesús nos mandó amar
(Juan 13:34, 35) Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros;
que, así como yo los he amado, ustedes se amen unos a otros.
35 De este modo todos sabrán que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros”.
(1 Juan 3:10-12) Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se reconocen por esto:
el que no practica la justicia no proviene de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.
11 Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros;
12 no como Caín, que provino del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató?
Porque sus propias acciones eran malvadas pero las de su hermano eran justas.