Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme
[h=2]HABLAN LOS LEGIONARIOS [/h]Tratando de salvar sus cabezas después de la visita apostólica, la dirigencia de los Legionarios (su director general, el vicario general, los cuatro consejeros generales y los diez directores territoriales de diversas regiones del mundo), difundieron un comunicado el 25 de marzo de 2010 en el que siguieron el libreto marcado por el Vaticano: separarse de Maciel. Reconocieron que Maciel había tenido una hija en el contexto de una relación prolongada y estable con una mujer y que habían aparecido dos hombres que afirmaban ser también hijos suyos, fruto de otra relación con otra mujer. Pidieron perdón a las personas que habían acusado a Maciel en el pasado, a las que no les habían dado crédito, y les ofrecieron ayuda espiritual y pastoral. Afirman que, si hubiera alguna colaboración culpable actuarían de acuerdo a los principios de justicia y caridad cristianas. Se ofrecieron a hacer verdad sobre su historia, a brindar seguridad en sus instituciones a los menores de edad y a buscar la reconciliación y el encuentro con quienes habían sufrido.
El documento se refiere también a “otras conductas graves” de su fundador, pero no las especifica. Dice que los Legionarios no podían mirar ya a Maciel como modelo de vida cristiana o sacerdotal. Se presentan asombrados ante la conducta reprobable de Maciel y recalcan que anteriormente creyeron que las acusaciones eran falsas, a pesar de que hay datos de que los dirigentes tenían pleno conocimiento de muchos de los delitos de Maciel y que lo encubrían.
A Maciel lo siguen llamando su fundador y hasta agradecen a Dios por el bien que hizo. También expresan su gratitud al Papa por haberles ofrecido la visita apostólica. Dan gracias a los cinco visitadores por su solicitud paterna y llaman a los Legionarios y a sus seguidores a intensificar la oración.
Este documento brinda un excelente ejercicio para quienes se dedican al análisis del discurso. Aludiendo, elude. Nunca se habla expresamente de la pederastia de Maciel, todo que queda entre líneas. Piden perdón y dicen que están convencidos del significado y belleza del perdón, pero parecen referirse al perdón que ellos dan a su fundador. No ofrecen actos concretos de reparación del daño sino atención pastoral y oraciones. Y con oraciones ni ellos ni la Iglesia resolverán el grave problema de la pederastia. Posteriormente, el director general de los Legionarios quiso disculpar la existencia de su organización asegurando que Dios sabía escribir recto (ellos) sobre renglones torcidos (Maciel). Y anunció que su institución se relanzaría.
Autor: Jorge Alonso
INVESTIGADOR DE CIESAS OCCIDENTE. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN MÉXICO.