Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

Todo el mundo debería ser consciente de la gran verdad que has escrito y luego en consecuencia abandonar esa religión, no hablamos de que fallen lo fieles, falla el magisterio en todos sus niveles.



A quien corresponda: ¿A que esperas para dejar la iglesia de Roma y pedir perdón al Señor?

Y este proselitismo barato??? Porque se debería dejar la Iglesia Católica y pedir perdón a Dios, por algo que es culpa de algunos clerigos??? Que algunos hayan incurrido en esa clase de pecados, no es motivo para venir a hacer proselitismo barato, insinuando que la Iglesia Católica en general está mal.

En todo caso, si alguien remotamente siguiera tu "recomendación" a donde se tendría que ir? A la interminable lista de grupos que surgen días tras día en el mundo protestante? O seguir el cristianismo indivual que se a puesto ahora de moda en el mundo protestante? Y si fuera a esas "iglesias" quien me garantiza a mi que allí no se comenten esa clase de pecados, pues según las noticias (que no mencionas) también en el mundo protestante se comenten las mismos pecados por parte de pastores.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

[h=2]Agencia EFE

Escándalos de pederastia han costado a la Iglesia católica 2.000 millones de dólares
[/h]Cuando se habla de ese monto, dos mil millones de dólares, según los activistas, Michael Bemi y Patricia Neal, ese dinero se pagó en los acuerdos a los que se llegó en las demandas puestas por las víctimas a las diócesis, en juicios, asesoramientos legales, terapias para las víctimas y seguimiento de los agresores, entre otras.

Los escándalos por presuntos abusos sexuales a menores han costado ya a la Iglesia católica a nivel internacional más de dos mil millones de dólares, aseguran los estadounidenses Michael Bemi y Patricia Neal, en el simposio organizado por el Vaticano para afrontar los escándalos de clérigos pederastas.
Michael Bemi, del National Catholic Risk Retention Group, de Vermont, y Patricia Neal, directora del programa de protección de niños VIRTUS, manifestaron en la tercera jornada del simposio, que se celebra en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, que esos casos han tenido “profundas consecuencias negativas” para la Iglesia católica, “cuyo corazón han perforado”.
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Según la información difundida el miércoles de esta semana, los dos expertos aseguran que no hay hasta este momento una valoración a las miles de víctimas, niños y adultos vulnerables, cuyas vidas cambiaron para siempre; que no se puede cuantificar el precio de las víctimas de abusos que se quitaron la vida por la desesperación y que simplemente han analizado los daños causados a la Iglesia por estos escándalos.
Sobre las presuntas víctimas que sufrieron abusos, Bemi y Neal señalaron que todavía no existe un estudio a nivel mundial, pero que sólo en EEUU se estima que fueron unas cien mil personas, a las que hay que sumar los cientos de víctimas de los casos denunciados en Irlanda, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, India, Holanda, Filipinas y Suiza, entre otros países.
Indicaron que los escándalos sexuales, además de destruir a miles de personas y costar una cantidad de dinero que podía haberse destinado a la construcción de hospitales, escuelas, seminarios o iglesias, causaron enfermedades y trastornos psíquicos, emocionales y sexuales a las víctimas, así como traumas familiares.
Y no menos grave es el severo daño a la institucionalidad de la Iglesia católica, provocando reacciones en cadena, entre muchas, que se sospechara de todos los sacerdotes y laicos, con graves repercusiones en la perdida de fieles, devotos y adeptos.
Por su parte el fiscal del Vaticano, Charles Scicluna, quien participa en el simposio, dijo que es erróneo e injusto aplicar la “ley del silencio” ante los casos de pederastia y afirmó que la Iglesia tiene la obligación de cooperar con las autoridades civiles.
“Es esencial esa cooperación. El abuso sexual a menores no es sólo un delito canónico, se trata también de un delito perseguido por el Derecho Civil”, destacó en términos enérgicos Scicluna. El prelado señaló que reconocer y admitir la verdad completa, “con todas sus dolorosas repercusiones y consecuencias”, es el punto de partida para una curación auténtica, tanto de la víctima como del autor de los abusos.
Scicluna manifestó que las víctimas tienen que ser escuchadas con atención y ser tratadas con dignidad cuando se embarcan en el “agotador” viaje de la recuperación y la curación y que, por ello, es necesaria la ayuda de expertos. Scicluna resaltó que en el sacerdocio y en la vida religiosa no hay lugar para quienes dañan a los jóvenes y aseguró que ninguna estrategia de prevención de los abusos por parte de la Iglesia funcionará si carece de credibilidad.
El fiscal del Vaticano Charles Scicluna destacó la importancia que tiene que el abusador reconozca su pecado, su delito y su responsabilidad por los daños causados a las víctimas, a la Iglesia y a la sociedad.
Charles Scicluna fue más allá cuando también subrayó la importancia de que los obispos esclarezcan la verdad de lo ocurrido en el pasado. Y ello es necesario -agregó- “para evitar que se repitan, para garantizar que se respeten plenamente los principios de la justicia y, sobre todo, para curar a las víctimas y a todos los afectados por esos crímenes abominables”.
El fiscal se refirió a las medidas adoptadas por Benedicto XVI en 2010 contra la pederastia, entre ellas la ampliación de 10 a 20 años del tiempo para denunciar los abusos y la introducción del delito de adquisición, posesión y difusión de pornografía infantil por parte de los clérigos.
Al simposio asistieron ciento diez representantes de conferencias episcopales y treinta superiores religiosos, que participaron en una vigilia penitencial en la que el cardenal Marc Oullet, prefecto de la Congregación para los Obispos, pidió perdón a Dios y a las víctimas por los abusos sexuales cometidos por clérigos, que, dijo, son “fuentes de vergüenza y un escándalo enorme”.

Fuentes de verguenza y escandalo enorme menos para ciertos apologétas católicos de internet.
 
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http://www.jornada.unam.mx/2007/10/09/index.php?section=politica&article=012n1pol

El ex cura Alberto Athié declaró en 2007 contra el cardenal Rivera en la corte angelina


Joseph Ratzinger, cuando aún no era Papa, se negó a escucharlo y desató la persecución
Sanjuana Martínez (Especial para La Jornada)


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El ex sacerdote Alberto Athié Gallo habla para La Jornada Foto: Manuel Ortiz Escamez

Comprometido durante toda su vida con los más pobres, Alberto Athié Gallo decidió dejar el sacerdocio hace cuatro años, tras comprobar directamente la protección que el cardenal Norberto Rivera Carrera brindó a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, acusado de abusar sexualmente de sus pequeños discípulos.
Desde entonces, el padre Athié –como algunos le siguen llamando– ha asumido su vida laical sin olvidar el dolor que le ha significado abandonar su ministerio sacerdotal, el cual ejerció durante 20 años incardinado en la arquidiócesis de México, aunque la vida le ofrece ahora una oportunidad única: convertirse en testigo en un tribunal estadunidense contra quien lo reprimió y persiguió dentro de la Iglesia, a consecuencia de su firme defensa de una víctima de la pederastia clerical.
“Durante seis años –dice en la declaración por escrito que ha presentado a la Corte Superior de California– traté de que el cardenal Norberto Rivera Carrera y el cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, me escucharan acerca del crimen del abuso sexual y otras formas de manipulación que el padre Marcial Maciel cometió contra Juan Manuel Fernández Amenábar cuando era niño.”
Athié se refiere a una de las víctimas de Maciel. Fernández Amenábar fue ordenado sacerdote; después llegó a rector de la Universidad Anáhuac y entonces le confesó al padre Athié algo que cambiaría para siempre la vida de éste como sacerdote: los abusos sexuales que sufrió durante años por parte del fundador de la Legión de Cristo.
“Lamentablemente dentro de la institución nunca tuve la oportunidad de ser escuchado –dice en entrevista con La Jornada– y ahora es importante expresar mi punto de vista sobre la problemática del modelo estructural de comportamiento de las autoridades eclesiásticas para encubrir pederastas, a fin de que se empiecen a generar procesos de jurisprudencia”.
La promesa
Antes de morir, Fernández Amenábar aceptó el consejo del padre Athié sobre perdonar a su agresor y buscar justicia: “José Manuel –le dijo–, esos dos valores pueden ir perfectamente juntos en la experiencia cristiana”. En sus últimas horas de vida en febrero de 1995, la víctima asumió la admonición de su guía espiritual, con una condición: “Esta bien, padre Athié, perdono, pero no me olvido de mi deseo: justicia, padre, quiero justicia”.
En aquel momento Athié Gallo comprendió que aquello implicaba la búsqueda de la verdad bajo un alto costo personal y profesional, e hizo una promesa: “Yo me comprometo, José Manuel, a buscar la justicia”. A partir de ese momento agotó todas las instancias dentro de la Iglesia, primero en México y luego en el Vaticano.
El obispo es la autoridad máxima e inmediata para un sacerdote; por tanto, Athié Gallo fue a ver a Norberto Rivera, a pesar de que éste ya había declarado a los medios de comunicación que todas las denuncias contra Marcial Maciel eran un “complot” contra la Iglesia. Athié pensaba que el purpurado estaba mal informado y quería ofrecerle un testimonio de primera mano, pero se encontró con el rechazo inmediato del cardenal, que se reafirmó en sus declaraciones públicas.
Ante el desencuentro, Athié empezó a sufrir la persecución de Norberto Rivera, quien decidió bloquear su trabajo pastoral diario. Sin embargo, no se dio por vencido y siguió acudiendo a instancias eclesiásticas, esta vez al más alto nivel: Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a quien escribió una carta para contarle los abusos sexuales perpetrados por Maciel.
La respuesta de Ratzinger, según testimonio del obispo de Coatzacoalcos, Carlos Talavera, quien le entregó la misiva, fue contundente. Ratzinger decidió también proteger al agresor: “Lamentablemente el caso de Marcial Maciel no se puede abrir –le dijo luego de leer la carta de Athié– porque es una persona muy querida del papa Juan Pablo II y además ha hecho mucho bien a la Iglesia. Lo lamento, no es posible”.
El destierro
Han pasado 12 años desde aquella promesa hecha a Fernández Amenábar y Alberto Athié tiene por primera vez la oportunidad de ofrecer su testimonio ante un tribunal: “Los dos prelados (Rivera y Ratzinger) no sólo me ignoraron; concretamente el cardenal Rivera me retiró todas mis facultades de servicio que yo ofrecía al Episcopado Mexicano y me obligó a aceptar una nueva asignación que me forzaba a dejar México por Chicago durante un año sabático. Mientras estaba en Estados Unidos las noticias reportaban muchos casos de niños sujetos a abuso sexual por sacerdotes; por tanto, decidí contar a los medios todo lo que me había pasado y renuncié al sacerdocio en 2003”.
Su testimonio judicial tiene el propósito de aclarar tres áreas concretas: el significado de la palabra “chamaco”, el poder y la imagen de la Iglesia católica en México, y la procuración de justicia en este país.
Sobre el primer punto, Athié explica a las autoridades judiciales de California que la palabra “chamaco” significa “niño” y no un hombre de entre 18 y 30 años, como declaró el cardenal Norberto Rivera Carrera durante su interrogatorio, al referirse a quienes pernoctaron con el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera en su domicilio, contiguo a la parroquia de San Gabriel en Cuacnopalan, Puebla. El reporte policial de esos hechos, ocurridos el 8 de agosto de 1986, señala que varios “chamacos” de las comunidades aledañas dormían de manera habitual con el cura.
Athié aclara: “chamaco nunca es un joven adulto entre 18 y 30 años”. Hace referencia al Diccionario de la lengua española y explica: “chamaco es una persona menor de edad”.
En entrevista añade: “Es la primera vez que escucho que un mexicano aplica la palabra ‘chamaco’ a personas de esas edades. Todos usamos esa palabra para definir a menores de edad, prácticamente estamos hablando similares, aunque no exactos. Me parece verdaderamente aberrante”.
En cuanto a la segunda cuestión abordada en la Corte Superior de California –el poder y la imagen de la Iglesia en México–, señala en el documento entregado que en este país la Iglesia es vista como una “institución poderosa” a escala cultural e institucional: “la institución eclesiástica es muy poderosa y los cardenales, obispos o sacerdotes tienen influencia en muchas decisiones económicas, políticas representativas y en los medios de comunicación: el control con respecto a las acciones en contra de ellos o de la institución”. Y como ejemplo, ofrece el tratamiento del caso Maciel por la mayoría de los medios mexicanos.
Para Athié, los casos de pederastia clerical no proceden en parte por la influencia extraordinaria de la Iglesia en las familias mexicanas.
Justicia, influencia y dinero
En el tercer aspecto indica: “La justicia en México es como un mecanismo que puede corromperse si alguien tiene influencia o dinero, y todos aquellos delincuentes que tienen influencia o dinero pueden ser protegidos”.
Añade: “La impunidad de muchos criminales es una constante en nuestra historia. La protección que las autoridades judiciales proveen a la Iglesia y sus ministros es de conocimiento común, como algo que opera casi permanentemente”.
Athié se pregunta: “¿Cuántos casos han procedido en México de todas las denuncias existentes? Primero habría que ver cuántas hay, porque muchas denuncias, supongo, han desaparecido. ¿Cuántas han procedido y cuántas han terminado en procesos judiciales y en sentencias? Debe de ser un porcentaje ridículo en función de los datos reales”.
Con base en estas estadísticas poco fiables, según Athié Gallo, la institución eclesiástica sostiene que en México no hay abusos sexuales en términos de violación: “Por eso monseñor Marcelino Hernández dice que aquí sólo hay manoseos, porque la Virgen de Guadalupe protege a los sacerdotes para que no terminen violando a los niños y solamente los toqueteen”.
La Corte Superior de California decidirá en próximos días si acepta la jurisdicción: “Ésta es una etapa histórica, porque pasamos del debate en los medios, como en el caso Maciel, cuando a pesar de toda la información el cardenal Rivera terminó riéndose, a dar un paso inédito, porque ya no estamos sólo sobre el pederasta Nicolás Aguilar, que sigue libre, sino sobre el delito del encubrimiento”.






"Las conductas de abuso sexual a menores por parte de clérigos, así como el patrón de conducta encubridor por parte de las autoridades eclesiásticas, contradicen el Evangelio, vulneran la dignidad y los derechos fundamentales de la persona, y cuestionan la naturaleza misma de la misión de la Iglesia en el mundo y el papel de sus autoridades."
Padre Alberto Athié
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

Exige Athié que un organismo mundial enjuicie al Vaticano. Plantea que la humanidad resuelva el caso; el Papa es juez y parte.
Lo importante es que Ratzinger reconozca el comportamiento estructural de la pederastia dentro de la Iglesia y su responsabilidad; si después decide renunciar, es secundario, sostiene Alberto Athié
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

Ante el cisma que vive la Iglesia católica por los escándalos de pederastia clerical, el ex sacerdote Alberto Athié exige que un organismo internacional juzgue la responsabilidad del Vaticano y su máxima autoridad en el crimen sistemático y mundial de abuso sexual de clérigos contra menores de edad.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

El ex-sacerdote Athié lleva más de 10 años denunciando abusos sexuales del clero. Además, por la perversidad que envuelve a los sacerdotes relacionados con este delito y su encubrimiento, hace siete años decidió abandonar el ministerio, orillado también por la persecución y represión que sufrió del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien prefirió defender al pederasta Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo, denostado por la Santa Sede después de 60 años de carrera delictiva.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

La historia le ha dado la razón, pero Athié no se considera profeta por haber alertado públicamente sobre este delito: “Tampoco me siento un visionario. Yo vi algo gravísimo que estaba pasando en México con el padre Maciel y luego lo constaté en Estados Unidos, cuando surgió el caso de 3 mil niños abusados por sacerdotes que fueron encubiertos.
 
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Continua diciendo Athié:

Cuando vi eso, pensé: esto es estructural, esto no es la aberración de una persona que está haciendo daño al margen de la Iglesia. Esto es un daño provocado por individuos que abusan de menores sistemáticamente porque son protegidos, cambiados, escondidos, encubiertos por sus autoridades, que privilegian la imagen de la Iglesia y el prestigio del sacerdote por encima del daño, del dolor y los derechos de las víctimas. Es aberrante. Y seguí denunciándolo”.
 
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A pesar de haber colgado los hábitos, Athié mantiene su compromiso con los más necesitados y consagra su vida al auténtico compromiso pastoral: ayudar a los demás siguiendo las enseñanzas de Jesucristo. Para muchos, es más sacerdote que algunos ministros con sotana: “No podemos aceptar como humanidad que haya instituciones como la Iglesia católica que, en nombre Dios, violan sistemáticamente derechos humanos de personas, especialmente de niños y niñas. Eso lo debe resolver la humanidad. Estamos ante un verdadero reto histórico”.
 
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“Es muy grave lo que estamos viviendo. Resulta que un miembro de la Iglesia católica que llega a ser Papa está acusado de encubrir muchos casos de abusos sexuales contra niñas y niños en el mundo. Y el Papa, al haberlos encubierto, favoreció su multiplicación, y además no aplicó las penas correspondientes.”
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

La expansión de la pederastia clerical no ha hecho más que agravar el problema y el sufrimiento de miles de víctimas: “El encubrimiento hizo posible la multiplicación sistemática de los abusos de menores por uno o varios individuos en muchas partes del mundo. Ése es el gravísimo problema del que debemos tomar conciencia y no podemos aceptar que se repita. Ratzinger debe enfrentar esta situación haciéndose responsable, no siendo juez y parte, por eso se requiere la intervención urgente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Tribunal de La Haya o la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

En el tercer aspecto indica Athié: “La justicia en México es como un mecanismo que puede corromperse si alguien tiene influencia o dinero, y todos aquellos delincuentes que tienen influencia o dinero pueden ser protegidos”.

Añade: “La impunidad de muchos criminales es una constante en nuestra historia. La protección que las autoridades judiciales proveen a la Iglesia y sus ministros es de conocimiento común, como algo que opera casi permanentemente”.
Athié se pregunta: “¿Cuántos casos han procedido en México de todas las denuncias existentes? Primero habría que ver cuántas hay, porque muchas denuncias, supongo, han desaparecido. ¿Cuántas han procedido y cuántas han terminado en procesos judiciales y en sentencias? Debe de ser un porcentaje ridículo en función de los datos reales”.

Con base en estas estadísticas poco fiables, según Athié Gallo, la institución eclesiástica sostiene que en México no hay abusos sexuales en términos de violación: “Por eso monseñor Marcelino Hernández dice que aquí sólo hay manoseos, porque la Virgen de Guadalupe protege a los sacerdotes para que no terminen violando a los niños y solamente los toqueteen”.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

El Vaticano ordena a las conferencias episcopales luchar contra la "plaga" de los abusos.



Periódico La Jornada

Martes 17 de mayo de 2011, p. 40

La carta circular que divulgó ayer el Vaticano sobre la pederastia generó diversas opiniones. Para algunos el documento no representa un cambio profundo en la forma en que la Iglesia católica ha afrontado esta situación, para otros se pone de manifiesto que la institución tiene una verdadera preocupación por el tema y muestra coherencia con los principios evangélicos en torno al respeto a la dignidad de las personas.
El ex sacerdote Alberto Athié señaló que el documento no cambia de fondo la política seguida por la Iglesia desde los años 1960 para acá, sólo añade algunas cosas, ni llega al fondo del asunto: que la pederastia es un delito grave que debe ser denunciado a las autoridades civiles.
Para que hubiera un cambio sustancial tendría que afirmar tajantemente que éste es un delito grave que lo atiende por ley la autoridad civil, y que sólo de manera accesoria o interna, lo podrá hacer la Iglesia desde su campo, pero que no lo puede resolver, apuntó, y criticó que en asistencia a las víctimas, se hable sólo de escucharlas y brindarles apoyo espiritual, cuando lo que el clero debe hacer es generar un procedimiento a través del que puedan exigir verdad y justicia y reparación del daño.
Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), destacó que el valor fundamental de la carta radica en que, además de ser una instrucción oficial y formal, tiene carácter universal, pues va dirigido a las conferencias episcopales del mundo, a diferencia de los mensajes dirigidos durante los últimos años a iglesias particulares.
Resaltó que, conforme a las instrucciones contenidas en el texto, la CEM no parte de cero, pues ha ido elaborando diferentes lineamientos en este ámbito.
Resaltó que en el escrito se exponga que el abuso sexual de menores no es sólo un delito canónico, sino también un crimen perseguido por la autoridad civil y que remarque la cooperación con esta última en casos que no sólo involucren a sacerdotes, sino también de personal religioso o laico que trabaje en las estructuras eclesiásticas.
Hugo Valdemar Romero, encargado de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, señaló que la carta es un avance. Subrayó que la elaboración de planes preventivos no es novedad para nosotros, porque lo que dice la Santa Sede lo venimos haciendo desde hace años en la arquidiócesis. No obstante, precisó que ahora, y conforme a las instrucciones papales, se tendrá que ver si los planes que se tienen corresponden, y si hay que modificar algo se hará conforme lo marca el documento. Recordó que el arzobispado cuenta con un manual para prevenir la pederastia en sacerdotes. Destacó el carácter universal del escrito, lo cual servirá para prevenir que esta vergüenza no la vuelva a pasar la Iglesia y sobre todo que no haya más víctimas por negligencia de iglesias nacionales o locales.
Sobre la afirmación de que la carta fija una obligación de reportar los abusos a autoridades civiles, Valdemar dijo que lo que menciona es la cooperación con las autoridades cuando éstas pidan explícitamente esta colaboración, y esto lo marca como pauta general, pues antes no estaba claro. Pero la misión de la Iglesia no es ser policía ni Ministerio Público o fiscalía.
Para Elio Masferrer Kan, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, esta carta es más de lo mismo: hablan de colaborar con las autoridades civiles, pero que sea de acuerdo con la legislación de cada país… los países donde el Poder Judicial es independiente y persigue a los sacerdotes pederastas, adoptarán medidas, pero donde pueden controlar el escándalo, seguirán haciéndolo.
 
Re: Descubren a 65 curas pederastas en México; uno de ellos en Cajeme

indica Athié: “La justicia en México es como un mecanismo que puede corromperse si alguien tiene influencia o dinero, y todos aquellos delincuentes que tienen influencia o dinero pueden ser protegidos”.

Y todavía habrá gente que pondrá dinero en el cepillo para que unos pillos ensotanados sigan cepillandose a menores de edad.