La veneración a María tiene como fruto el perfeccionamiento en el servicio, amor y acercamiento a Dios, si María acerca a Dios y por ende al bien, no puede ser algo malo sino todo lo contrario.
El propio Jesús en la cruz nos encomendó a ella y nos la dio como madre celestial: “Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»”(Juan 19:26-27)
Todos los que ignoráis a María tenéis la misma dureza de corazón que muchos Judíos, y algunos hasta se atreven a ofenderla abiertamente, a que hijo le gusta que ofendan o ignoren a su madre? En verdad que a Cristo estáis ofendiendo cuando hacéis esto con María.
El propio Jesús en la cruz nos encomendó a ella y nos la dio como madre celestial: “Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»”(Juan 19:26-27)
Todos los que ignoráis a María tenéis la misma dureza de corazón que muchos Judíos, y algunos hasta se atreven a ofenderla abiertamente, a que hijo le gusta que ofendan o ignoren a su madre? En verdad que a Cristo estáis ofendiendo cuando hacéis esto con María.