1976.. Caramba
Hacemos cosas mucho más peligrosas para salvar una vida que trasfundir sangre y al que lo hace lo llaman héroe, ustedes en cambio llaman asesinos a los médicos.
Seamos claros, ustedes cargan un lastre que tienen que defender. Algo de lo que ustedes privadamente reflexionan y lo discuten en sus propias organizaciones.
Como dije antes, -salvo el caso de idolatria-: la misericordia; salvar una vida está primero.
La organización (que no Iglesia de Cristo) y compañía trasnacional de la WT básicamente es una empresa que gana grandes dividendos y, cuyo producto es básicamente la propaganda religiosa que vende puerta por puerta.
Esta empresa propagandística sesga desde siempre la información para sus malsanos propósitos, entre ellos vender una falsa moral basada en mojigatería sectaria.
Una manera de hacerlo es crear un halo de falsa santidad.
“Nosotros no vamos a la guerra”, “nosotros no aceptamos transfusiones”, etc. ideas moralinas que venden como pan caliente pero totalmente fuera de contexto.
La gente compra esas ideas y una vez que es atrapada por la maquinaria ideológica de la impersonal organización, están obligados a replicar el modelo.
En suma, cada TJ es un clon que solo repite lo que le diga la WT, le dicen lo que lea, lo que piense, con quien socialice, como hacer, qué decir, que comer o no y, desde luego, que creer.
Y les han hecho creer todo un tabú respecto a la sangre.
Hacen del lado la preciosa sangre de Jesucristo, tanto que niegan que haya resucitado corporalmente, tanto que piensan que es un ángel, cuando los ángeles no tienen sangre que ofrecer. En suma, ofrecen una religión exangüe en donde la sangre es idolatrada, tanto que la hacen de lado.
El tema de las transfusiones es un subproducto de su mojigatería sectaria.
Prefieren dejar morir a sus hijos antes que abdicar a su error.