He aquí patentes la misericordia y el juicio de Dios; la misericordia en la elección, que logró alcanzar la justicia; el juicio, en cambio, en los que fueron endurecidos en su ceguera. Y no obstante, aquellos, porque quisieron, creyeron; éstos, porque no quisieron, no creyeron. La misericordia y la justicia se han verificado en las mismas voluntades. Esta elección es, pues, obra de la gracia, no ciertamente de los propios méritos. Ya antes el Apóstol había dicho: Así también en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. [2] Gratuitamente, por tanto, han conseguido la elección los que la han conseguido, no precediendo ningún mérito de ellos, de suerte que dieran antes alguna cosa por la que les fuese retribuida; gratuitamente los hizo salvos. Los otros, en cambio, que se endurecieron en su ceguera lo que allí mismo no se oculta—, fueron reprobados en castigo de su contumacia. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad. [3] Pero inescrutables sus caminos. [4] Por tanto, inescrutables son también la misericordia, por la cual gratuitamente salva, y la verdad, por la que justamente condena.
¿Lo ve Strauss que cada vez que cita me ayuda?, Dios mismo movió por su misericordia las voluntades, sin las obras de ellos, Dios sólo, obró en ellos, "y esto, (la fe), no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe".
¿Ve como le supera el tema?