"ENVÍELOS"
Recuerdo hace años, que un hombre entró al negocio, y en medio de la charla, me dijo:
"Todos los días tenemos al infierno delante de nuestros ojos y ni aun así la gente cree"
Se estaba refiriendo al sol.
Pero uno sabe que lagos que arden con fuego y azufre, hay bastantes en el cielo, como por ejemplo el planeta "55 Cancri", que posee océanos de lava.
"EL HACHA QUE FLOTÓ SOBRE EL AGUA"
2 Reyes 6 [RVR60]:
5 - Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada!
6 - El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro.
7 - Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano, y lo tomó.
"EL HACHA RESCATADA"
La mente incrédula al respecto ve este evento como algo imposible.
Mi apreciada Karina diría -"es un tropo literario"-
¿Habrá para Dios algo imposible?
Porque si nos fijamos bien, al lanzar el palo, al que le habían prestado el hacha, se le dijo: "Tómalo" y al extender la mano y tomar el palo, ya venía con el hacha puesta, lista para ser usada, con mango y todo.
Esto es increíble para el hombre y la mujer que confía en sus sentidos, en sus razonamientos, que no tienen a Dios en sus vidas.
Pero para un creyente, esto es algo que realmente sucedió.
Y no ocurre usando métodos humanos, o tecnología avanzada, no fue lanzando un imán, no fue usando un anzuelo, y mucho menos que alguien buceó, se internó en la profundidad del río y llegó hasta allí para hacer flotar el hacha.
El relato es sencillo, y es claro, el profeta cortó un palo, lo lanzó al lugar que había caído el hacha, e hizo flotar el hierro.
Karina, esto se llama "milagro".
Espiritualmente, el Señor viene repitiendo este mismo milagro, en millones de hombres y mujeres, sumergidos en el fango y en el lodo del pecado, los cuales, Dios, por un poder que no es humano, por una vía que nada tiene que ver con técnicas humanas, ha rescatado a millones de hombres y mujeres que estaban hundidos, y que al menos que Dios no interviniese, esas hachas se hubieren perdido para siempre.
Entonces tenemos ante nuestros ojos, un milagro de Dios, como es evidente el milagro de la Salvación de un pecador, independientemente, de cuántos años haya estado sumergido en su pecado de incredulidad y maldad contra Dios y contra su prójimo.
Romanos 1 [RVR60]:
16 - Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
17 - Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Karina, pásala bien y no seas incrédula sino creyente.