Shalom. Espero que estén gozando de un hermoso fin de semana, y así siga siendo.
Quisiera hacer un par de comentarios sobre este post. Preguntan, ¿cuáles son los mandamientos de Dios según el Nuevo Testamento? La cuestión es, ¿qué es un mandamiento y por qué se establece? Si el hombre actúa según el Amor y la Conciencia, son innecesarios los mandamientos, ya que no haces por lógica lo que no debes hacer, que, a fin de cuentas, consiste en no dañar a otro. Si usas la Conciencia y actúas desde el Amor, no te tienen que decir lo que tienes que hacer, tú lo sabes: no hagas a otro lo que no te gustaría que te hiciesen a ti. Esa es la ley: justicia y equilibrio. Si haces daño, terminarás sufriendo el mismo daño. Si das felicidad, terminarás recibiendo esa felicidad que has dado.
Los mandamientos son necesarios mientras no se entiende esto. Ahora bien, si alguien no tiene Conciencia para entender esto, debe comprender que el universo es Ley, o sea, sigue la regla de la compensación y el equilibrio, pues eso es la justicia. La ley establece el orden (el equilibrio), pues el universo se mantiene en procesos de compensación de fuerzas. En la sociedad vemos esa ley operando en cada ser, y, como no, en cada humano. Es la Ley Natural. Desde Adam hasta Mashah (Moisés) no hubo un conocimiento claro sobre esta ley, y eso derivó en todo tipo de injusticias, donde imperaba la “ley” del más fuerte, aunque el karma seguía haciendo lo suyo, pues no es otra cosa que la “ley” de siembra y cosecha (causa-efecto). Con Mashah, la Ley Natural fue expuesta en escritura, ahora podía leerse y ver sus pautas y variantes. Se explicaron los 5 principios de la Ley Natural en 10 mandamientos, pues aparte de la comprensión básica de la Ley Natural, había matices que eran importantes de agregar a la luz de temas globales, como es el caso de la tiranía de otras naciones: la esclavitud. Ergo, los primeros mandamientos de Mashah no tienen que ver con estatuas y piedras, sino con el sometimiento jurídico a la soberanía de otras naciones.
Empero, la ley fue expuesta como Torah (instrucción), con base a 10 mandamientos (o Aseret ha.Dbarit, también Eseret ha.Dbarim), aspectos o palabras básicas que resumían la Ley Natural de una forma aplicable y perdurable para quienes convenían con el dios hebreo. Es decir, puedes ir por la vida sólo con los principios de la Ley Natural, pero las bestias del mundo (reinos, imperios, dictaduras, tiranías, naciones, etc.) no necesariamente lo respetarán, ni te respetarán a ti. De modo que Yahveh agregó a los principios de la Ley Natural (no hurtes, no violes, no asesines, no coacciones, no invadas, no conspires, etc., (todo lo relativo a no dañar a tu prójimo)) elementos de seguridad de la integridad de quienes participaban del pacto con Él (Él nos protege, prospera y da parte en la Vida Eterna, y a cambio nosotros cumplimos sus mandamientos). Esencialmente estos mandamientos no eran por Yahveh, sino para nuestro propio beneficio, sea para no dañar a otros y que eso se nos devuelva, ni para caer en esclavitud bajo el poder de otras naciones, así como para prosperar en la vida. Ningún mandamiento existió por capricho.
Al ser destruido el templo de Yerushalim (Jerusalén) pierden efecto las pocas directrices que aún era posible llevar a cabo relativas al templo. Desde entonces podías seguir cumpliendo los Diez Mandamientos – porque son inmutables – pero no las 613 mitzvot, u ordenanzas relativas a los sacrificios. Yeshua no invalidó la Ley Natural, por cuanto es Ley y es Derecho. Las 613 mitzvot incluían temas de higiene, orden público, salud, alimentación, etc., algunas que aún se aplican y otras no, pero no son temas “divinos” sino de lógica. Al haber agua corriente o potable, las sociedades modernas ya estarían naturalmente cumpliendo varias mitzvot, o sencillamente ya no serían necesarias. Es simple, si comes porquería, te enfermas. Te lo puedo imponer como una mitvah (norma) y que cuides te alimento por miedo al “castigo”, o entenderlo y cuidar tu cuerpo. Pero el “castigo” de comer porquería lo traes tú mismo, no Dios. Esa es la parte que muchos no entienden: Dios no castiga, tú te castigas, porque toda acción tiene una consecuencia, y la Ley (o “leyes del universo”) mueve esos mecanismos.
De manera que lo que se debe entender es que toda acción debe medirse según la Ley, que son las reglas del universo, que siguen la compensación. Si siembras una huerta, tendrás alimentos; si vas por ahí robando, te van a robar, lo mismo o hasta más; si das amor, te amarán; si tratas mal a los demás, te tratarán mal; si comes mal, tu cuerpo se dañará; si velas por los demás, velarán por ti, sea ellos, otros o la vida misma. Actuar entendiendo eso es la ley de la conciencia, e indefectiblemente eso te llevará a vivir en la ley del Amor, queriendo lo mejor para tí y para los demás.
La paz sea con vosotros.
Quisiera hacer un par de comentarios sobre este post. Preguntan, ¿cuáles son los mandamientos de Dios según el Nuevo Testamento? La cuestión es, ¿qué es un mandamiento y por qué se establece? Si el hombre actúa según el Amor y la Conciencia, son innecesarios los mandamientos, ya que no haces por lógica lo que no debes hacer, que, a fin de cuentas, consiste en no dañar a otro. Si usas la Conciencia y actúas desde el Amor, no te tienen que decir lo que tienes que hacer, tú lo sabes: no hagas a otro lo que no te gustaría que te hiciesen a ti. Esa es la ley: justicia y equilibrio. Si haces daño, terminarás sufriendo el mismo daño. Si das felicidad, terminarás recibiendo esa felicidad que has dado.
Los mandamientos son necesarios mientras no se entiende esto. Ahora bien, si alguien no tiene Conciencia para entender esto, debe comprender que el universo es Ley, o sea, sigue la regla de la compensación y el equilibrio, pues eso es la justicia. La ley establece el orden (el equilibrio), pues el universo se mantiene en procesos de compensación de fuerzas. En la sociedad vemos esa ley operando en cada ser, y, como no, en cada humano. Es la Ley Natural. Desde Adam hasta Mashah (Moisés) no hubo un conocimiento claro sobre esta ley, y eso derivó en todo tipo de injusticias, donde imperaba la “ley” del más fuerte, aunque el karma seguía haciendo lo suyo, pues no es otra cosa que la “ley” de siembra y cosecha (causa-efecto). Con Mashah, la Ley Natural fue expuesta en escritura, ahora podía leerse y ver sus pautas y variantes. Se explicaron los 5 principios de la Ley Natural en 10 mandamientos, pues aparte de la comprensión básica de la Ley Natural, había matices que eran importantes de agregar a la luz de temas globales, como es el caso de la tiranía de otras naciones: la esclavitud. Ergo, los primeros mandamientos de Mashah no tienen que ver con estatuas y piedras, sino con el sometimiento jurídico a la soberanía de otras naciones.
Empero, la ley fue expuesta como Torah (instrucción), con base a 10 mandamientos (o Aseret ha.Dbarit, también Eseret ha.Dbarim), aspectos o palabras básicas que resumían la Ley Natural de una forma aplicable y perdurable para quienes convenían con el dios hebreo. Es decir, puedes ir por la vida sólo con los principios de la Ley Natural, pero las bestias del mundo (reinos, imperios, dictaduras, tiranías, naciones, etc.) no necesariamente lo respetarán, ni te respetarán a ti. De modo que Yahveh agregó a los principios de la Ley Natural (no hurtes, no violes, no asesines, no coacciones, no invadas, no conspires, etc., (todo lo relativo a no dañar a tu prójimo)) elementos de seguridad de la integridad de quienes participaban del pacto con Él (Él nos protege, prospera y da parte en la Vida Eterna, y a cambio nosotros cumplimos sus mandamientos). Esencialmente estos mandamientos no eran por Yahveh, sino para nuestro propio beneficio, sea para no dañar a otros y que eso se nos devuelva, ni para caer en esclavitud bajo el poder de otras naciones, así como para prosperar en la vida. Ningún mandamiento existió por capricho.
Al ser destruido el templo de Yerushalim (Jerusalén) pierden efecto las pocas directrices que aún era posible llevar a cabo relativas al templo. Desde entonces podías seguir cumpliendo los Diez Mandamientos – porque son inmutables – pero no las 613 mitzvot, u ordenanzas relativas a los sacrificios. Yeshua no invalidó la Ley Natural, por cuanto es Ley y es Derecho. Las 613 mitzvot incluían temas de higiene, orden público, salud, alimentación, etc., algunas que aún se aplican y otras no, pero no son temas “divinos” sino de lógica. Al haber agua corriente o potable, las sociedades modernas ya estarían naturalmente cumpliendo varias mitzvot, o sencillamente ya no serían necesarias. Es simple, si comes porquería, te enfermas. Te lo puedo imponer como una mitvah (norma) y que cuides te alimento por miedo al “castigo”, o entenderlo y cuidar tu cuerpo. Pero el “castigo” de comer porquería lo traes tú mismo, no Dios. Esa es la parte que muchos no entienden: Dios no castiga, tú te castigas, porque toda acción tiene una consecuencia, y la Ley (o “leyes del universo”) mueve esos mecanismos.
De manera que lo que se debe entender es que toda acción debe medirse según la Ley, que son las reglas del universo, que siguen la compensación. Si siembras una huerta, tendrás alimentos; si vas por ahí robando, te van a robar, lo mismo o hasta más; si das amor, te amarán; si tratas mal a los demás, te tratarán mal; si comes mal, tu cuerpo se dañará; si velas por los demás, velarán por ti, sea ellos, otros o la vida misma. Actuar entendiendo eso es la ley de la conciencia, e indefectiblemente eso te llevará a vivir en la ley del Amor, queriendo lo mejor para tí y para los demás.
La paz sea con vosotros.