Re: ¿Crees en la evolucion?
Jesitarr, sé que no te gusta a.p., pero te pido que leas el contenido:
Apologetics Press :: Creación vs. Evolución
El Día en que los Científicos Votaron
por Bert Thompson, Ph.D.
[English]
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INTRODUCCIÓN
Los científicos han votado. Las cédulas están en la urna. Las votaciones han sido contadas. La cuenta está completa. Los resultados han sido verificados. Es oficial, y final. El asunto: el origen del Universo y todo lo que está en él, incluyendo al hombre. Las opciones: la creación (i.e., un origen sobrenatural por mano de un Creador divino), o la evolución (i.e., procesos naturales trabajando a través de las mutaciones genéticas y de la selección natural como resultado de la generación espontánea de lo inorgánico/no-vivo a lo orgánico/vivo). El voto: la evolución es el ganador obvio—si las aseveraciones siguientes deben ser tomados en valor nominal.
“VOTANDO” PARA HACER DE LA EVOLUCIÓN UN HECHO
En mayo de 1966, el fallecido genetista y ganador del premio Nobel, Hermann J. Muller, circuló un manifiesto que afirmó:
No existen hipótesis, alternativas para el principio de la evolución con su “árbol de vida,” que hoy en día algún biólogo competente tome en serio. Además, el principio es muy importante para un entendimiento del mundo en que vivimos y de nosotros mismos tanto que el público en general, incluyendo a los estudiantes que llevan biología en la secundaria, debería ser conciente de esto, y del hecho de que esto está establecido firmemente, igual como la circunferencia de la tierra está establecida firmemente (vid. Bales, s.d., pp. 71-72, énfasis añadido).
El manifiesto del Dr. Muller fue firmado por 177 de los científicos evolucionistas más eminentes del mundo, incluyendo, entre otros, a George Gaylord Simpson de la Universidad de Harvard, Carl Sagan de la Universidad de Cornell, John Tyler Bonner de la Universidad de Princeton, George Beadle, presidente de la Universidad de Chicago, y a Donald F. Kennedy de la Universidad de Stanford, ex-director de la Administración de Alimento y Drogas de los Estados Unidos (vid. Bales, pp. 73-77).
La Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia, en una resolución fuertemente opuesta a las enseñanzas de la creación como una alternativa para la evolución, afirmó:
La consideración de que el requisito de la teoría de la creación sea incluida en los libros de texto como una alternativa para la teoría evolutiva representa un constreñimiento para el maestro de ciencia en el aula...la Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia insta fuertemente a que esa referencia a la teoría de la creación, la cual no es fundada científicamente, ni es capaz de ejecutar las reglas requeridas de las teorías científicas, no sea requerida en los libros de texto u otros materiales de clase proyectados al uso en el currículo de ciencia (vid. The American Biology Teacher 1973, énfasis añadido).
La prestigiosa Academia Nacional de Ciencias igualmente hizo una resolución similar:
Ya que entendemos que...el requisito de que los libros de texto para el uso en las escuelas públicas da trato paralelo a la teoría de la evolución y a la creencia en la creación especial; y ya que las fundaciones esenciales del procedimiento de la ciencia excluye la apelación a las causas sobrenaturales como un concepto no susceptible a validación por criterio objetivo; y ya que la religión y la ciencia están, por consiguiente, separadas y son reinos mutuamente exclusivos del pensamiento humano cuyas presentaciones en el mismo contexto guían al mal entendimiento de la teoría científica tanto como de la creencia religiosa,... nosotros, los miembros de la Academia Nacional de Ciencias, congregados en la reunión de otoño de 1972, instamos a que los libros de texto de ciencias utilizados en las escuelas públicas de la nación, sean limitados a la exposición de asuntos científicos (vid. The American Biology Teacher 1973, énfasis añadido).
En junio de 1977, la Asociación Nacional de Maestros de Biología [NABT] produjo un volumen espiralmente encuadernado titulado: A Compendium of Information on the Theory of Evolution and the Evolution-Creationism Controversy (Un Compendio de Información sobre la Teoría de la Evolución y la Controversia Evolución-Creacionismo). En el prólogo, Jerry P. Lightner comentó acerca del propósito del compendio:
...según sus acciones, la NABT ha revelado claramente su posición; i.e., no existe razón científica ni constitucional para la inclusión de la doctrina religiosa fundamentalista en el currículo, y la Asociación se opone activamente a los intentos por autorizar tal inclusión. Por consiguiente, este compendio incluye solamente las presentaciones que son científicamente firmes, y los puntos de vista que apoyan la enseñanza de la biología como una ciencia (1977, énfasis en original).
La Asociación Americana Humanista, en la edición de enero/febrero de 1977 de su órgano oficial, The Humanist, emitió “Una Declaración Afirmando la Evolución Como Un Principio de Ciencia”. Este documento de sólo una página afirmó en parte:
Por muchos años ha sido bien establecido científicamente que todas las formas de vida, incluyendo a los seres humanos, se han desarrollado por el proceso largo de la evolución... No existen teorías alternativas para...la evolución...que algún biólogo competente de hoy en día tome en serio... La evolución es la única explicación actualmente conocida estrictamente científica y no-religiosa para la existencia y diversidad de los organismos vivos. Por consiguiente, esta es la única posición que debe ser expuesta en los cursos de las escuelas públicas sobre la ciencia... (37:4-5, énfasis añadido).
La declaración fue firmada por tales “pesos pesados” de la ciencia como Linus Pauling (quien ganó no solo uno, sino dos premios Nobel), Isaac Asimov, George Gaylord Simpson, N.H. Horowitz, Ernst Mayr, y otros.
En noviembre de 1981, el consejo del Instituto Geológico Americano (el organismo “madre” de otras sociedades geológicas) emitió una declaración acerca de la evolución orgánica. Esta decía:
La evidencia científica indica fuera de toda duda que la vida ha existido en la tierra por billones de años. Esta vida ha evolucionado a través del tiempo produciendo vastos números de especies de plantas y animales, estando la mayoría de estos extintos. Aunque los científicos debaten el mecanismo que produce este cambio, la evidencia del cambio es innegable. Por consiguiente, en la enseñanza de la ciencia nos oponemos a cualquier posición que ignore esta realidad científica, o que dé igual tiempo a interpretaciones basadas solamente en creencias religiosas (AAPG Explorer, 1982, énfasis añadido).
Poco después que la declaración anterior fuere dada, el consejo de directores de la Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia—congregado en Washington, D.C., para su reunión anual—emitió una resolución que llamó a la legislación que requería la enseñanza de la ciencia creacionista en las escuelas públicas, “un daño real y presente para la integridad de la educación y la enseñanza de la ciencia”. El consejo acusó que, “aunque la Asociación respeta el derecho de la gente a tener creencias diversas acerca de la creación que no encajan en la definición de la ciencia,” los grupos creacionistas realmente están imponiendo sus creencias “disfrazadas como ciencia...hasta el detrimento y la distorsión de la educación pública en los Estados Unidos” (vid. Raloff, 1982, 121[2]:20).
Y, desde luego, existen afirmaciones aun más radicales, como aquellas de Ben Bova en la edición de octubre de 1980 de la revista Discover, donde se hicieron las aseveraciones que:
La evolución...es la piedra angular de las ciencias biológicas. Ningún científico serio debate esto... Hasta ahora no se ha encontrado ninguna pizca de evidencia para sostener la posición Creacionista. No existe ni un hueso de dedo, ni una hoja, ni un fragmento de evidencia. Puede ser que hayamos sido creados por alguna deidad u otra fuerza insondable, pero no existe ninguna evidencia de que pasó en esta manera (p. 35, énfasis añadido).
Entonces, las cédulas están en la urna. Los votos han sido contados. La cuenta está completa. Es oficial, y final. Es “el día en que los científicos votaron”. Si las afirmaciones de estos “hombres eruditos” y sus “sociedades cultas” son tomadas en valor nominal, la creación simplemente ha perdido.
LA CIENCIA Y LA DETERMINACIÓN DE LA VERDAD
¿O ha perdido? El hecho es que la ¡verdad nunca ha sido determinada por la opinión popular o el voto mayoritario! El hecho de que “hombres eruditos” en “sociedades cultas” voten sobre un asunto y decidan por razones a priori “desechar a Dios” no causa que Dios “se revuelque y se haga el muertito”, o que la creación (llena de sus muchas evidencias brillantes de Su existencia—Hechos 14:17; Romanos 1:20,21; Salmos 19:1; Hebreos 3:4, etc.) simplemente desaparezca.
Este es un truco común de parte del evolucionista. En la lógica, esto es conocido como el argumentum ad populum—la “apelación a la gente” (también conocido como “actuar para la galería”). Esto es un “intento por ganar el consentimiento popular a una conclusión al despertar la emoción y el entusiasmo de una multitud, en vez de hacerlo por la apelación a los hechos relevantes” (Copi, 1978, p. 93). Este clase de actitud de que “todos están haciéndolo” (“todos los biólogos de reputación aceptan la evolución”, “ningún científico serio duda del hecho de la evolución”, et.al.) está proyectada a ganar la lealtad de la gente—no por examinar los hechos, sino por el peor tipo de presión de grupo. Es suficiente decir que si solamente los hechos hablaran, mucha gente repentinamente vería la penuria de la evolución, y el peso de la evidencia que apoya el relato bíblico de la creación.
Por ejemplo, considere la fundación en que la estructura de la evolución está basada—la generación espontánea. Lo cierto es que esto es una presunción sin prueba (vid. Kurkut, 1960, p. 7), aunque los evolucionistas hacen la suposición y después llaman al sistema basado sobre esta suposición un “hecho” de la ciencia bien documentado tanto como la circunferencia de la Tierra. Uno casi no puede evitar divertirse por la manera en que los evolucionistas se quejan de que los creacionistas tienen “un milagro en el campamento”, cuando ellos son quienes creen que lo no-viviente dio origen a lo viviente, lo inorgánico dio origen a lo orgánico, lo amoral dio origen a lo moral, lo inconsciente dio origen a lo conciente, y lo que no poseyó ningún pensamiento racional dio origen a lo que posee pensamiento racional. Aunque, ¿son los creacionistas quienes creen en los milagros?
Considere también las muchas evidencias científicas y filosóficas que sostienen el concepto de la creación. Por ejemplo, la Ley de la Biogénesis es la más fundamental de todas las leyes biológicas. Esta afirma específicamente que la vida viene solamente de la vida precedente de su tipo. Esto es exactamente lo que la creación enseña (vid. Génesis 1-2; Levítico 11), pero está en oposición a lo que la evolución sugiere. La Primera y Segunda Ley de la Termodinámica, indica claramente un comienzo y un final para el Universo (vid. Jastrow, 1978, pp.11-16, 47-49,105-116). La creación enseña exactamente lo mismo (cf. Génesis 2:1; Hebreos 1:11; 1:3). Además, la evidencia del registro fósil no muestra los números “inconcebiblemente grandes” de formas transicionales que, según Darwin, debían de existir si la evolución fuera verdadera, en cambio muestra brechas, eslabones perdidos y especies de animales que aparecen y desaparecen abruptamente. Considere también las implicaciones filosóficas/bíblicas del argumento cosmológico y teleológico para la existencia de Dios, especialmente cuando abordan la contingencia y el diseño planeado en el Universo. Cuándo se permite que los hechos hablen—aparte de la “jerga prestigiosa” y de los disparates de la seudo-ciencia—el buscador imparcial de la Verdad encontrará bastante evidencia buena, sólida e incontrovertible que demuestra la existencia de Dios, y que el concepto de la creación es defendible.
Sin embargo, considere también las lecciones de la historia. No vamos a fallar en recordar, especialmente a la luz de tal verbosidad impresionante de “hombres eruditos”, que los estantes de las bibliotecas están llenos en exceso con los conceptos, teorías y “hechos” que son anticuados, desechados, y sí, incluso equivocados que una vez fueron “elegidos” como verdaderos por los “científicos eruditos” de aquel tiempo. Por ejemplo, ¿quiénes fueron los que se burlaron de Ignaz Semmelweis, M.D. (Austria, 1844) hasta su tumba cuando él insistió en que la esterilidad y la limpieza en los hospitales prevendrían la contaminación por microorganismos, los cuales él dijo que estaban causando muchas enfermedades y muertes? Fueron los “científicos eruditos”. Diez años después en Escocia, Joseph Lister probaría que estaban equivocados.
¿Quiénes fueron los que dijeron que la Tierra era plana (un “hecho” científico y común de la época)? Fueron los “científicos eruditos” que “votaron” sobre el asunto, pero que después descubrieron que la verdad era lo opuesto. [Algunos han sugerido que los científicos de la antigüedad creían que la Tierra era plana a causa de alguna información errónea en la Biblia. Sin embargo, esto es incorrecto en dos puntos. Primero, la Biblia no afirma ni implica en ningún lugar que la Tierra es plana. En cambio, afirma exactamente lo opuesto en Isaías 40:22. Segundo, varios científicos abogaron por el concepto de una Tierra plana mucho antes de que cualquier interpretación errónea de la Biblia pudiera ser culpada.]
¿Quiénes fueron los que dijeron que Edward Jenner, M.D. (Berkeley, Inglaterra, 1775) estaba equivocado cuando propugnó la vacunación contra la viruela utilizando un suero de ganado que estaba infectado con viruela vacuna? Fueron los “científicos eruditos” de su tiempo. Incluso los miembros de la Sociedad Real de Inglaterra le instruyeron a no mencionar su idea a nadie, a fin de que su reputación no se manche. Sin embargo, gracias al trabajo de Jenner, la Organización de Salud Mundial finalmente fue capaz de anunciar que la viruela había llegado a ser erradicada mundialmente.
¿Quiénes fueron los que dijeron que Louis Pasteur estaba equivocado cuando afirmó que la generación espontánea no ocurrió? Otra vez, fueron los “científicos eruditos” de su tiempo. Aunque, él probó que aquellos (y su concepto falso de la generación espontánea) estaban equivocados, y ganó un premio de 100,000 francos franceses de la Academia Francés de Ciencias por hacerlo. Y ¿qué de todos los otros conceptos antiguos de la ciencia totalmente falsos (el concepto del phlogiston, el concepto de éter, et.al.), y los cuales una vez fueron enseñados como “hechos”, pero que ahora se conoce que son erróneos?
CONCLUSIÓN
El “hecho” científico que hoy fue “elegido” como correcto es muy probable que llegue a ser la “superstición” del ayer. El destronar a Dios con Su revelación divina e inerrante y el entronar a la ciencia con su clase de “prueba” “hoy presente, y mañana pasado” es un negocio dañino y mortal. Y ningún importe de “actuación para la galería” cambiará esto. De hecho, en Romanos 12:2, Pablo advirtió a los hombres de esta misma clase de actitud cuando escribió: “No os conforméis a este siglo”. En una redacción del Gospel Advocate, Guy N. Woods comentó sobre la afirmación de Pablo como sigue:
Esta afirmación familiar del gran apóstol (Romanos 12:2) fue diseñada para guardar a la gente del Señor de las influencias corruptas de un ambiente malo, tal como de los atractivos poderosos de la psicología del populacho a los cuales muchos de cualquier generación sucumben... El hombre puede, y a menudo, se imbuye tan fácilmente de las características malas de aquellos que le rodean, y a menudo más que de las buenas. Toda la historia, también como el testimonio de nuestros propios corazones, testifican del hecho de que la costumbre, la moda y el ejemplo a menudo ejercen una influencia más poderosa sobre la gente que la razón, la reflexión y el buen juicio; para multitudes de personas hoy en día, los hábitos y prácticas de aquellos cercanos a ellos ejercen un atractivo casi irresistible... Las almas tímidas a menudo son incitadas a hacer lo que está en violación a sus conceptos acerca de lo correcto e incorrecto por el miedo de ser calificadas como anticuadas, pasadas de moda, y fuera del ritmo del tiempo. El cliché, “Todos están haciéndolo”, ha adormecido a miles hasta una sensación falsa de seguridad de la cual nunca se despertarán, y les ha causado el vivir en una manera de vida que de otra manera nunca vivirían. Es peligroso seguir a la multitud porque la mayoría casi siempre está en el lado equivocado en este mundo... Nunca se debe olvidar que la puerta ancha es la puerta del mundo. Aquellos que entran por ella lo hacen para su propia destrucción (1982, 124[1]:3, 23, itálica en original, en negrita, añadido).
Sí, los científicos han “votado”. Pero su votación no ha cancelado las instrucciones de Moises para la gente de su tiempo o el nuestro: “No seguirás a los muchos para hacer mal” (Éxodo 23:2). Vamos a guardar este pensamiento en nuestros corazones y nuestras mentes para siempre, a fin de que no nos desviemos de lo correcto para hacer y aceptar lo que es malo. ¡La Verdad no está determinada por la opinión popular o el voto mayoritario!
REFERENCIAS
AAPG Explorer (1982), January.
American Biology Teacher (1973), January.
Bales, James D. (no date), Forty-Two Years on the Firing Line (Shreveport, LA: Lambert).
Bova, Ben (1980) “The Creationists’ ‘Equal Time,’” Discover, October.
Copi, I.M. (1978), Introduction to Logic (New York: MacMillan).
The Humanist (1977), “A Statement Affirming Evolution as a Principle of Science,” 37:4-5, January/February.
Jastrow, Robert (1978), God and the Astronomers (New York: W.W. Norton).
Kerkut, G.A. (1960), The Implications of Evolution, (London: Pergamon).
National Association of Biology Teachers (1977), A Compendium of Information on the Theory of Evolution and the Evolution-Creationism Controversy (Reston, VA: NABT).
Raloff, J. (1982), “‘Creation-Science’ Law Is Struck Down,” Science News, 121[2]:20, January 9.
Woods, Guy N. (1982), “And Be Not Conformed To This World...,” Gospel Advocate, 124[1]:2,23, January 7.
Jesitarr, sé que no te gusta a.p., pero te pido que leas el contenido:
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El Día en que los Científicos Votaron
por Bert Thompson, Ph.D.
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INTRODUCCIÓN
Los científicos han votado. Las cédulas están en la urna. Las votaciones han sido contadas. La cuenta está completa. Los resultados han sido verificados. Es oficial, y final. El asunto: el origen del Universo y todo lo que está en él, incluyendo al hombre. Las opciones: la creación (i.e., un origen sobrenatural por mano de un Creador divino), o la evolución (i.e., procesos naturales trabajando a través de las mutaciones genéticas y de la selección natural como resultado de la generación espontánea de lo inorgánico/no-vivo a lo orgánico/vivo). El voto: la evolución es el ganador obvio—si las aseveraciones siguientes deben ser tomados en valor nominal.
“VOTANDO” PARA HACER DE LA EVOLUCIÓN UN HECHO
En mayo de 1966, el fallecido genetista y ganador del premio Nobel, Hermann J. Muller, circuló un manifiesto que afirmó:
No existen hipótesis, alternativas para el principio de la evolución con su “árbol de vida,” que hoy en día algún biólogo competente tome en serio. Además, el principio es muy importante para un entendimiento del mundo en que vivimos y de nosotros mismos tanto que el público en general, incluyendo a los estudiantes que llevan biología en la secundaria, debería ser conciente de esto, y del hecho de que esto está establecido firmemente, igual como la circunferencia de la tierra está establecida firmemente (vid. Bales, s.d., pp. 71-72, énfasis añadido).
El manifiesto del Dr. Muller fue firmado por 177 de los científicos evolucionistas más eminentes del mundo, incluyendo, entre otros, a George Gaylord Simpson de la Universidad de Harvard, Carl Sagan de la Universidad de Cornell, John Tyler Bonner de la Universidad de Princeton, George Beadle, presidente de la Universidad de Chicago, y a Donald F. Kennedy de la Universidad de Stanford, ex-director de la Administración de Alimento y Drogas de los Estados Unidos (vid. Bales, pp. 73-77).
La Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia, en una resolución fuertemente opuesta a las enseñanzas de la creación como una alternativa para la evolución, afirmó:
La consideración de que el requisito de la teoría de la creación sea incluida en los libros de texto como una alternativa para la teoría evolutiva representa un constreñimiento para el maestro de ciencia en el aula...la Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia insta fuertemente a que esa referencia a la teoría de la creación, la cual no es fundada científicamente, ni es capaz de ejecutar las reglas requeridas de las teorías científicas, no sea requerida en los libros de texto u otros materiales de clase proyectados al uso en el currículo de ciencia (vid. The American Biology Teacher 1973, énfasis añadido).
La prestigiosa Academia Nacional de Ciencias igualmente hizo una resolución similar:
Ya que entendemos que...el requisito de que los libros de texto para el uso en las escuelas públicas da trato paralelo a la teoría de la evolución y a la creencia en la creación especial; y ya que las fundaciones esenciales del procedimiento de la ciencia excluye la apelación a las causas sobrenaturales como un concepto no susceptible a validación por criterio objetivo; y ya que la religión y la ciencia están, por consiguiente, separadas y son reinos mutuamente exclusivos del pensamiento humano cuyas presentaciones en el mismo contexto guían al mal entendimiento de la teoría científica tanto como de la creencia religiosa,... nosotros, los miembros de la Academia Nacional de Ciencias, congregados en la reunión de otoño de 1972, instamos a que los libros de texto de ciencias utilizados en las escuelas públicas de la nación, sean limitados a la exposición de asuntos científicos (vid. The American Biology Teacher 1973, énfasis añadido).
En junio de 1977, la Asociación Nacional de Maestros de Biología [NABT] produjo un volumen espiralmente encuadernado titulado: A Compendium of Information on the Theory of Evolution and the Evolution-Creationism Controversy (Un Compendio de Información sobre la Teoría de la Evolución y la Controversia Evolución-Creacionismo). En el prólogo, Jerry P. Lightner comentó acerca del propósito del compendio:
...según sus acciones, la NABT ha revelado claramente su posición; i.e., no existe razón científica ni constitucional para la inclusión de la doctrina religiosa fundamentalista en el currículo, y la Asociación se opone activamente a los intentos por autorizar tal inclusión. Por consiguiente, este compendio incluye solamente las presentaciones que son científicamente firmes, y los puntos de vista que apoyan la enseñanza de la biología como una ciencia (1977, énfasis en original).
La Asociación Americana Humanista, en la edición de enero/febrero de 1977 de su órgano oficial, The Humanist, emitió “Una Declaración Afirmando la Evolución Como Un Principio de Ciencia”. Este documento de sólo una página afirmó en parte:
Por muchos años ha sido bien establecido científicamente que todas las formas de vida, incluyendo a los seres humanos, se han desarrollado por el proceso largo de la evolución... No existen teorías alternativas para...la evolución...que algún biólogo competente de hoy en día tome en serio... La evolución es la única explicación actualmente conocida estrictamente científica y no-religiosa para la existencia y diversidad de los organismos vivos. Por consiguiente, esta es la única posición que debe ser expuesta en los cursos de las escuelas públicas sobre la ciencia... (37:4-5, énfasis añadido).
La declaración fue firmada por tales “pesos pesados” de la ciencia como Linus Pauling (quien ganó no solo uno, sino dos premios Nobel), Isaac Asimov, George Gaylord Simpson, N.H. Horowitz, Ernst Mayr, y otros.
En noviembre de 1981, el consejo del Instituto Geológico Americano (el organismo “madre” de otras sociedades geológicas) emitió una declaración acerca de la evolución orgánica. Esta decía:
La evidencia científica indica fuera de toda duda que la vida ha existido en la tierra por billones de años. Esta vida ha evolucionado a través del tiempo produciendo vastos números de especies de plantas y animales, estando la mayoría de estos extintos. Aunque los científicos debaten el mecanismo que produce este cambio, la evidencia del cambio es innegable. Por consiguiente, en la enseñanza de la ciencia nos oponemos a cualquier posición que ignore esta realidad científica, o que dé igual tiempo a interpretaciones basadas solamente en creencias religiosas (AAPG Explorer, 1982, énfasis añadido).
Poco después que la declaración anterior fuere dada, el consejo de directores de la Asociación Americana por la Promoción de la Ciencia—congregado en Washington, D.C., para su reunión anual—emitió una resolución que llamó a la legislación que requería la enseñanza de la ciencia creacionista en las escuelas públicas, “un daño real y presente para la integridad de la educación y la enseñanza de la ciencia”. El consejo acusó que, “aunque la Asociación respeta el derecho de la gente a tener creencias diversas acerca de la creación que no encajan en la definición de la ciencia,” los grupos creacionistas realmente están imponiendo sus creencias “disfrazadas como ciencia...hasta el detrimento y la distorsión de la educación pública en los Estados Unidos” (vid. Raloff, 1982, 121[2]:20).
Y, desde luego, existen afirmaciones aun más radicales, como aquellas de Ben Bova en la edición de octubre de 1980 de la revista Discover, donde se hicieron las aseveraciones que:
La evolución...es la piedra angular de las ciencias biológicas. Ningún científico serio debate esto... Hasta ahora no se ha encontrado ninguna pizca de evidencia para sostener la posición Creacionista. No existe ni un hueso de dedo, ni una hoja, ni un fragmento de evidencia. Puede ser que hayamos sido creados por alguna deidad u otra fuerza insondable, pero no existe ninguna evidencia de que pasó en esta manera (p. 35, énfasis añadido).
Entonces, las cédulas están en la urna. Los votos han sido contados. La cuenta está completa. Es oficial, y final. Es “el día en que los científicos votaron”. Si las afirmaciones de estos “hombres eruditos” y sus “sociedades cultas” son tomadas en valor nominal, la creación simplemente ha perdido.
LA CIENCIA Y LA DETERMINACIÓN DE LA VERDAD
¿O ha perdido? El hecho es que la ¡verdad nunca ha sido determinada por la opinión popular o el voto mayoritario! El hecho de que “hombres eruditos” en “sociedades cultas” voten sobre un asunto y decidan por razones a priori “desechar a Dios” no causa que Dios “se revuelque y se haga el muertito”, o que la creación (llena de sus muchas evidencias brillantes de Su existencia—Hechos 14:17; Romanos 1:20,21; Salmos 19:1; Hebreos 3:4, etc.) simplemente desaparezca.
Este es un truco común de parte del evolucionista. En la lógica, esto es conocido como el argumentum ad populum—la “apelación a la gente” (también conocido como “actuar para la galería”). Esto es un “intento por ganar el consentimiento popular a una conclusión al despertar la emoción y el entusiasmo de una multitud, en vez de hacerlo por la apelación a los hechos relevantes” (Copi, 1978, p. 93). Este clase de actitud de que “todos están haciéndolo” (“todos los biólogos de reputación aceptan la evolución”, “ningún científico serio duda del hecho de la evolución”, et.al.) está proyectada a ganar la lealtad de la gente—no por examinar los hechos, sino por el peor tipo de presión de grupo. Es suficiente decir que si solamente los hechos hablaran, mucha gente repentinamente vería la penuria de la evolución, y el peso de la evidencia que apoya el relato bíblico de la creación.
Por ejemplo, considere la fundación en que la estructura de la evolución está basada—la generación espontánea. Lo cierto es que esto es una presunción sin prueba (vid. Kurkut, 1960, p. 7), aunque los evolucionistas hacen la suposición y después llaman al sistema basado sobre esta suposición un “hecho” de la ciencia bien documentado tanto como la circunferencia de la Tierra. Uno casi no puede evitar divertirse por la manera en que los evolucionistas se quejan de que los creacionistas tienen “un milagro en el campamento”, cuando ellos son quienes creen que lo no-viviente dio origen a lo viviente, lo inorgánico dio origen a lo orgánico, lo amoral dio origen a lo moral, lo inconsciente dio origen a lo conciente, y lo que no poseyó ningún pensamiento racional dio origen a lo que posee pensamiento racional. Aunque, ¿son los creacionistas quienes creen en los milagros?
Considere también las muchas evidencias científicas y filosóficas que sostienen el concepto de la creación. Por ejemplo, la Ley de la Biogénesis es la más fundamental de todas las leyes biológicas. Esta afirma específicamente que la vida viene solamente de la vida precedente de su tipo. Esto es exactamente lo que la creación enseña (vid. Génesis 1-2; Levítico 11), pero está en oposición a lo que la evolución sugiere. La Primera y Segunda Ley de la Termodinámica, indica claramente un comienzo y un final para el Universo (vid. Jastrow, 1978, pp.11-16, 47-49,105-116). La creación enseña exactamente lo mismo (cf. Génesis 2:1; Hebreos 1:11; 1:3). Además, la evidencia del registro fósil no muestra los números “inconcebiblemente grandes” de formas transicionales que, según Darwin, debían de existir si la evolución fuera verdadera, en cambio muestra brechas, eslabones perdidos y especies de animales que aparecen y desaparecen abruptamente. Considere también las implicaciones filosóficas/bíblicas del argumento cosmológico y teleológico para la existencia de Dios, especialmente cuando abordan la contingencia y el diseño planeado en el Universo. Cuándo se permite que los hechos hablen—aparte de la “jerga prestigiosa” y de los disparates de la seudo-ciencia—el buscador imparcial de la Verdad encontrará bastante evidencia buena, sólida e incontrovertible que demuestra la existencia de Dios, y que el concepto de la creación es defendible.
Sin embargo, considere también las lecciones de la historia. No vamos a fallar en recordar, especialmente a la luz de tal verbosidad impresionante de “hombres eruditos”, que los estantes de las bibliotecas están llenos en exceso con los conceptos, teorías y “hechos” que son anticuados, desechados, y sí, incluso equivocados que una vez fueron “elegidos” como verdaderos por los “científicos eruditos” de aquel tiempo. Por ejemplo, ¿quiénes fueron los que se burlaron de Ignaz Semmelweis, M.D. (Austria, 1844) hasta su tumba cuando él insistió en que la esterilidad y la limpieza en los hospitales prevendrían la contaminación por microorganismos, los cuales él dijo que estaban causando muchas enfermedades y muertes? Fueron los “científicos eruditos”. Diez años después en Escocia, Joseph Lister probaría que estaban equivocados.
¿Quiénes fueron los que dijeron que la Tierra era plana (un “hecho” científico y común de la época)? Fueron los “científicos eruditos” que “votaron” sobre el asunto, pero que después descubrieron que la verdad era lo opuesto. [Algunos han sugerido que los científicos de la antigüedad creían que la Tierra era plana a causa de alguna información errónea en la Biblia. Sin embargo, esto es incorrecto en dos puntos. Primero, la Biblia no afirma ni implica en ningún lugar que la Tierra es plana. En cambio, afirma exactamente lo opuesto en Isaías 40:22. Segundo, varios científicos abogaron por el concepto de una Tierra plana mucho antes de que cualquier interpretación errónea de la Biblia pudiera ser culpada.]
¿Quiénes fueron los que dijeron que Edward Jenner, M.D. (Berkeley, Inglaterra, 1775) estaba equivocado cuando propugnó la vacunación contra la viruela utilizando un suero de ganado que estaba infectado con viruela vacuna? Fueron los “científicos eruditos” de su tiempo. Incluso los miembros de la Sociedad Real de Inglaterra le instruyeron a no mencionar su idea a nadie, a fin de que su reputación no se manche. Sin embargo, gracias al trabajo de Jenner, la Organización de Salud Mundial finalmente fue capaz de anunciar que la viruela había llegado a ser erradicada mundialmente.
¿Quiénes fueron los que dijeron que Louis Pasteur estaba equivocado cuando afirmó que la generación espontánea no ocurrió? Otra vez, fueron los “científicos eruditos” de su tiempo. Aunque, él probó que aquellos (y su concepto falso de la generación espontánea) estaban equivocados, y ganó un premio de 100,000 francos franceses de la Academia Francés de Ciencias por hacerlo. Y ¿qué de todos los otros conceptos antiguos de la ciencia totalmente falsos (el concepto del phlogiston, el concepto de éter, et.al.), y los cuales una vez fueron enseñados como “hechos”, pero que ahora se conoce que son erróneos?
CONCLUSIÓN
El “hecho” científico que hoy fue “elegido” como correcto es muy probable que llegue a ser la “superstición” del ayer. El destronar a Dios con Su revelación divina e inerrante y el entronar a la ciencia con su clase de “prueba” “hoy presente, y mañana pasado” es un negocio dañino y mortal. Y ningún importe de “actuación para la galería” cambiará esto. De hecho, en Romanos 12:2, Pablo advirtió a los hombres de esta misma clase de actitud cuando escribió: “No os conforméis a este siglo”. En una redacción del Gospel Advocate, Guy N. Woods comentó sobre la afirmación de Pablo como sigue:
Esta afirmación familiar del gran apóstol (Romanos 12:2) fue diseñada para guardar a la gente del Señor de las influencias corruptas de un ambiente malo, tal como de los atractivos poderosos de la psicología del populacho a los cuales muchos de cualquier generación sucumben... El hombre puede, y a menudo, se imbuye tan fácilmente de las características malas de aquellos que le rodean, y a menudo más que de las buenas. Toda la historia, también como el testimonio de nuestros propios corazones, testifican del hecho de que la costumbre, la moda y el ejemplo a menudo ejercen una influencia más poderosa sobre la gente que la razón, la reflexión y el buen juicio; para multitudes de personas hoy en día, los hábitos y prácticas de aquellos cercanos a ellos ejercen un atractivo casi irresistible... Las almas tímidas a menudo son incitadas a hacer lo que está en violación a sus conceptos acerca de lo correcto e incorrecto por el miedo de ser calificadas como anticuadas, pasadas de moda, y fuera del ritmo del tiempo. El cliché, “Todos están haciéndolo”, ha adormecido a miles hasta una sensación falsa de seguridad de la cual nunca se despertarán, y les ha causado el vivir en una manera de vida que de otra manera nunca vivirían. Es peligroso seguir a la multitud porque la mayoría casi siempre está en el lado equivocado en este mundo... Nunca se debe olvidar que la puerta ancha es la puerta del mundo. Aquellos que entran por ella lo hacen para su propia destrucción (1982, 124[1]:3, 23, itálica en original, en negrita, añadido).
Sí, los científicos han “votado”. Pero su votación no ha cancelado las instrucciones de Moises para la gente de su tiempo o el nuestro: “No seguirás a los muchos para hacer mal” (Éxodo 23:2). Vamos a guardar este pensamiento en nuestros corazones y nuestras mentes para siempre, a fin de que no nos desviemos de lo correcto para hacer y aceptar lo que es malo. ¡La Verdad no está determinada por la opinión popular o el voto mayoritario!
REFERENCIAS
AAPG Explorer (1982), January.
American Biology Teacher (1973), January.
Bales, James D. (no date), Forty-Two Years on the Firing Line (Shreveport, LA: Lambert).
Bova, Ben (1980) “The Creationists’ ‘Equal Time,’” Discover, October.
Copi, I.M. (1978), Introduction to Logic (New York: MacMillan).
The Humanist (1977), “A Statement Affirming Evolution as a Principle of Science,” 37:4-5, January/February.
Jastrow, Robert (1978), God and the Astronomers (New York: W.W. Norton).
Kerkut, G.A. (1960), The Implications of Evolution, (London: Pergamon).
National Association of Biology Teachers (1977), A Compendium of Information on the Theory of Evolution and the Evolution-Creationism Controversy (Reston, VA: NABT).
Raloff, J. (1982), “‘Creation-Science’ Law Is Struck Down,” Science News, 121[2]:20, January 9.
Woods, Guy N. (1982), “And Be Not Conformed To This World...,” Gospel Advocate, 124[1]:2,23, January 7.