Re: ¿Crees en la evolucion?
Apologetics Press :: Creación vs. Evolución
Cuando los Métodos de Datación No Están de Acuerdo
por Brad Harrub, Ph.D.
[English]
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Muchísimos libros de texto han descrito el evento como si los historiadores lo registraran con precisión milimétrica. Supuestamente, existía un puente de tierra que conectaba Asia y Norteamérica 10,000 a 15,000 años atrás a través del Estrecho de Bering. Este puente de tierra permitió que los humanos migraran a las Américas—a lo menos eso dicen los libros de texto. Pero un nuevo descubrimiento ahora pone en duda tal “información”. El análisis adicional de este descubrimiento ha hecho que los investigadores pongan en conflicto los métodos de datación con los fósiles al tratar de comprender exactamente cómo interpretar la información.
La controversia se debe a las huellas antiguas que algunos investigadores ingleses descubrieron en ceniza volcánica fuera de la ciudad Mejicana de Puebla. Según Rex Dalton:
El equipo tropezó primero con las huellas en el verano de 2003 mientras excursionaba entre los sitios arqueológicos cerca de la capa seca del Lago Valsequillo. Ellos encontraron un campo de ceniza salpicada con más de 200 impresiones que parecen ser huellas de varias personas, incluyendo niños, junto con aves, gatos, perros y especies con pezuña hendida. Gonzalez piensa que estos podrían haber estado huyendo de una erupción ocasionada por el volcán Toluquilla (2005).
La primera parte de la controversia se centra en el “hecho” que supuestamente las huellas databan de alrededor de 40,000 años atrás. Esta fecha fue obtenida por Thomas Higham de la Universidad de Oxford, UK, quien usó datación por radiocarbono de conchas encontradas justo arriba de la capa de ceniza. Sin embargo, esta edad precede al supuesto horario de la era del hielo, ¡y por ende representa a personas caminando en América antes que supuestamente caminaran sobre el puente de tierra! El equipo de Inglaterra exhibió las huellas “como prueba definitiva que los humanos estuvieron en las Américas mucho más antes que 11,000 años atrás, la cual es la fecha aceptada para la llegada de los humanos a través de un puente de tierra septentrional desde Asia” (Sanders, 2005).
Solo para asegurarse que la fecha asignada no era una clase de error o había sido causada por un artefacto ajeno, los investigadores procedieron a datar materiales de la capa inferior a la huella, la misma capa de la huella y luego la capa superior a la huella. Estos científicos, guiados por la geóloga Silvia Gonzalez, sabían que su estudio sería extremadamente controversial. Gonzalez dijo al noticiero BBC News en la Web, lo siguiente: “Esta va a ser una bomba arqueológica, y nosotros estamos listos para la pelea” (Rincon, 2005). ¡Ciertamente es una bomba! Considere cuánto tiempo los libros de texto han estado enseñando a los niños que el hombre llegó a la Américas por el puente de tierra del Estrecho de Bering. El sitio Web de la Sociedad Real citó a uno de los miembros del equipo, Matthew Bennett de Bournemouth, diciendo: “Explicar el origen de estas huellas requeriría una reconsideración completa del tiempo, la ruta y el origen de la primera colonización americana” (citado en Sanders, 2005).
Paul Renne, director del Centro Geocronológico de Berkeley, dudaba de las huellas antiguas y decidió conducir su propio estudio con un grupo investigativo de geólogos y antropólogos. Los resultados de Renne difirieron definitivamente de los resultados del grupo de Inglaterra, pero no de la manera esperada. Reportando acerca del estudio de Renne, Robert Sanders observó: “Las supuestas huellas de americanos antiguos que se encontraron en roca volcánica en Méjico son extremadamente antiguas—más de 1 millón de años más antiguas que otra evidencia de presencia humana en el Hemisferio Occidental—o no son huellas en absoluto” (2005). ¡La nueva edad que Renne y su equipo asignaron a las impresiones fue 1.3 millones de años usando datación 40argón/39argón! ¿Huellas humanas modernas de 1.3 millones de años de edad? Esto representaría a humanos modernos caminando alrededor de las Américas un millón de años antes que ocurriera la famosa “salida de África”.
Al hablar de la información, Renne remarcó: “Realmente tenemos solo dos posibilidades. Una es que ellos son realmente homínidos antiguos—sorprendentemente antiguos—o que estas no son huellas” (Sanders, 2005). En su comunicado breve en Nature, Paul Renne y otros, observaron:
Si las marcas en la superficie expuesta de la roca volcánica son huellas humanas registradas poco después de su erupción, la implicación obvia es que estas tienen 1.3 millones de años de edad. Esto sería realmente extraordinario ya que tal antigüedad precede incluso las inferencias creíbles más especulativas acerca de la primera aparición conocida del Homo sapiens en el hemisferio occidental por más de un millón de años. De hecho, la roca volcánica de Xalnene precede a la primera aparición conocida del H. sapiens (en África) por más de un millón de años. Si las marcas son huellas homínidas, estas posiblemente hubieran sido hechas por un homínido que existió antes del H. sapiens, y nosotros consideramos tal posibilidad como extremadamente remota (2005, p. E8, paréntesis en original).
Parece que los científicos están en una situación incómoda. Si ellos aceptan la interpretación de Gonzalez, entonces la historia americana tendría que ser rescrita y re-ilustrada para explicar cómo el hombre llegó a América. Si el equipo de Renne está en lo correcto, entonces el hombre caminó en América antes de África—algo que pocos evolucionistas quieren considerar. ¿Debemos confiar en la datación por radiocarbono o la datación radiométrica? Después de todo, ambas no pueden ser correctas en este caso.
En vez de dudar de estos métodos, Renne ofrece otra solución. Señala a las impresiones fósiles como falsas—no como huellas. Cuando algo amenaza a la amada teoría evolutiva y cuestiona la historia inventada, entonces descarte los datos. La “solución” de Renne es simplemente que estas no son huellas. Después de todo, ¡no pueden ser! Esta escena se parece a lo que pasó con las famosas huellas de Laetoli. La evidencia fósil y los datos simplemente no pueden estar en lo correcto. Sin embargo, existe una tercera alternativa—una que la mayoría de científicos rechaza considerar. ¿Qué pasaría si cuestionamos nuestros métodos de datación? ¿No es tiempo que confiemos en los fósiles e investiguemos los métodos de datación radiométrica y sus suposiciones? ¿Es posible que todo este tiempo hayamos estado asignando fechas antiguas a artefactos y fósiles cuando, en realidad, estos métodos de datación son inexactos? Si los científicos están predispuestos a evaluar todo con un modo de pensar evolutivo, esta solución nunca será incluso considerada.
REFERENCIAS
Dalton, Rex (2005), “Ancient ‘Footprints’ Found in Mexico,” Nature, [En-línea], URL: http://www.nature.com/news/2005/050704/full/050704-4.html.
Renne, Paul R., Joshua M. Feinberg, et al., (2005), “Age of Mexican Ash with Alleged ‘Footprints,’” Nature, 438:E7, December 1.
Rincon, Paul (2005), “Footprints of ‘First Americans,’” BBCNews, [En-línea], URL: http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/4650307.stm.
Sanders, Robert (2005), “Alleged 40,000-Year-Old Human Footprints in Mexico Much, Much Older than Thought,” EurekaAlert, [En-línea], URL: http://www.eurekalert.org/pub_releases/2005-11/uoc--a4h112805.php.
(las negritas son mías)
Apologetics Press :: Creación vs. Evolución
Cuando los Métodos de Datación No Están de Acuerdo
por Brad Harrub, Ph.D.
[English]
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Muchísimos libros de texto han descrito el evento como si los historiadores lo registraran con precisión milimétrica. Supuestamente, existía un puente de tierra que conectaba Asia y Norteamérica 10,000 a 15,000 años atrás a través del Estrecho de Bering. Este puente de tierra permitió que los humanos migraran a las Américas—a lo menos eso dicen los libros de texto. Pero un nuevo descubrimiento ahora pone en duda tal “información”. El análisis adicional de este descubrimiento ha hecho que los investigadores pongan en conflicto los métodos de datación con los fósiles al tratar de comprender exactamente cómo interpretar la información.
La controversia se debe a las huellas antiguas que algunos investigadores ingleses descubrieron en ceniza volcánica fuera de la ciudad Mejicana de Puebla. Según Rex Dalton:
El equipo tropezó primero con las huellas en el verano de 2003 mientras excursionaba entre los sitios arqueológicos cerca de la capa seca del Lago Valsequillo. Ellos encontraron un campo de ceniza salpicada con más de 200 impresiones que parecen ser huellas de varias personas, incluyendo niños, junto con aves, gatos, perros y especies con pezuña hendida. Gonzalez piensa que estos podrían haber estado huyendo de una erupción ocasionada por el volcán Toluquilla (2005).
La primera parte de la controversia se centra en el “hecho” que supuestamente las huellas databan de alrededor de 40,000 años atrás. Esta fecha fue obtenida por Thomas Higham de la Universidad de Oxford, UK, quien usó datación por radiocarbono de conchas encontradas justo arriba de la capa de ceniza. Sin embargo, esta edad precede al supuesto horario de la era del hielo, ¡y por ende representa a personas caminando en América antes que supuestamente caminaran sobre el puente de tierra! El equipo de Inglaterra exhibió las huellas “como prueba definitiva que los humanos estuvieron en las Américas mucho más antes que 11,000 años atrás, la cual es la fecha aceptada para la llegada de los humanos a través de un puente de tierra septentrional desde Asia” (Sanders, 2005).
Solo para asegurarse que la fecha asignada no era una clase de error o había sido causada por un artefacto ajeno, los investigadores procedieron a datar materiales de la capa inferior a la huella, la misma capa de la huella y luego la capa superior a la huella. Estos científicos, guiados por la geóloga Silvia Gonzalez, sabían que su estudio sería extremadamente controversial. Gonzalez dijo al noticiero BBC News en la Web, lo siguiente: “Esta va a ser una bomba arqueológica, y nosotros estamos listos para la pelea” (Rincon, 2005). ¡Ciertamente es una bomba! Considere cuánto tiempo los libros de texto han estado enseñando a los niños que el hombre llegó a la Américas por el puente de tierra del Estrecho de Bering. El sitio Web de la Sociedad Real citó a uno de los miembros del equipo, Matthew Bennett de Bournemouth, diciendo: “Explicar el origen de estas huellas requeriría una reconsideración completa del tiempo, la ruta y el origen de la primera colonización americana” (citado en Sanders, 2005).
Paul Renne, director del Centro Geocronológico de Berkeley, dudaba de las huellas antiguas y decidió conducir su propio estudio con un grupo investigativo de geólogos y antropólogos. Los resultados de Renne difirieron definitivamente de los resultados del grupo de Inglaterra, pero no de la manera esperada. Reportando acerca del estudio de Renne, Robert Sanders observó: “Las supuestas huellas de americanos antiguos que se encontraron en roca volcánica en Méjico son extremadamente antiguas—más de 1 millón de años más antiguas que otra evidencia de presencia humana en el Hemisferio Occidental—o no son huellas en absoluto” (2005). ¡La nueva edad que Renne y su equipo asignaron a las impresiones fue 1.3 millones de años usando datación 40argón/39argón! ¿Huellas humanas modernas de 1.3 millones de años de edad? Esto representaría a humanos modernos caminando alrededor de las Américas un millón de años antes que ocurriera la famosa “salida de África”.
Al hablar de la información, Renne remarcó: “Realmente tenemos solo dos posibilidades. Una es que ellos son realmente homínidos antiguos—sorprendentemente antiguos—o que estas no son huellas” (Sanders, 2005). En su comunicado breve en Nature, Paul Renne y otros, observaron:
Si las marcas en la superficie expuesta de la roca volcánica son huellas humanas registradas poco después de su erupción, la implicación obvia es que estas tienen 1.3 millones de años de edad. Esto sería realmente extraordinario ya que tal antigüedad precede incluso las inferencias creíbles más especulativas acerca de la primera aparición conocida del Homo sapiens en el hemisferio occidental por más de un millón de años. De hecho, la roca volcánica de Xalnene precede a la primera aparición conocida del H. sapiens (en África) por más de un millón de años. Si las marcas son huellas homínidas, estas posiblemente hubieran sido hechas por un homínido que existió antes del H. sapiens, y nosotros consideramos tal posibilidad como extremadamente remota (2005, p. E8, paréntesis en original).
Parece que los científicos están en una situación incómoda. Si ellos aceptan la interpretación de Gonzalez, entonces la historia americana tendría que ser rescrita y re-ilustrada para explicar cómo el hombre llegó a América. Si el equipo de Renne está en lo correcto, entonces el hombre caminó en América antes de África—algo que pocos evolucionistas quieren considerar. ¿Debemos confiar en la datación por radiocarbono o la datación radiométrica? Después de todo, ambas no pueden ser correctas en este caso.
En vez de dudar de estos métodos, Renne ofrece otra solución. Señala a las impresiones fósiles como falsas—no como huellas. Cuando algo amenaza a la amada teoría evolutiva y cuestiona la historia inventada, entonces descarte los datos. La “solución” de Renne es simplemente que estas no son huellas. Después de todo, ¡no pueden ser! Esta escena se parece a lo que pasó con las famosas huellas de Laetoli. La evidencia fósil y los datos simplemente no pueden estar en lo correcto. Sin embargo, existe una tercera alternativa—una que la mayoría de científicos rechaza considerar. ¿Qué pasaría si cuestionamos nuestros métodos de datación? ¿No es tiempo que confiemos en los fósiles e investiguemos los métodos de datación radiométrica y sus suposiciones? ¿Es posible que todo este tiempo hayamos estado asignando fechas antiguas a artefactos y fósiles cuando, en realidad, estos métodos de datación son inexactos? Si los científicos están predispuestos a evaluar todo con un modo de pensar evolutivo, esta solución nunca será incluso considerada.
REFERENCIAS
Dalton, Rex (2005), “Ancient ‘Footprints’ Found in Mexico,” Nature, [En-línea], URL: http://www.nature.com/news/2005/050704/full/050704-4.html.
Renne, Paul R., Joshua M. Feinberg, et al., (2005), “Age of Mexican Ash with Alleged ‘Footprints,’” Nature, 438:E7, December 1.
Rincon, Paul (2005), “Footprints of ‘First Americans,’” BBCNews, [En-línea], URL: http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/4650307.stm.
Sanders, Robert (2005), “Alleged 40,000-Year-Old Human Footprints in Mexico Much, Much Older than Thought,” EurekaAlert, [En-línea], URL: http://www.eurekalert.org/pub_releases/2005-11/uoc--a4h112805.php.
(las negritas son mías)