Para todos los foristas
Paz a todos en Cristo Jesús.
Estamos en un tema muy debatido por cierto, y simplemente Dios ES y SERÁ el único que tiene la razon.
Pero para explicar un poco mas este tema, es bueno tener claro por la Palabra de Dios, que en Cristo se establecen 3 (tres) plataformas diferentes, para fijar tres diferentes escenarios para la humanidad:
1. ISRAEL
2. LOS GENTILES
3. LA IGLESIA
La plataforma y el escenario que Dios levantó por el Espíritu Santo en ISRAEL, está establecida sobre una constitución ‘revelada’ a Moisés (la Ley Mosaica). ISRAEL es el pueblo que Dios escogió de entre todas las naciones, para hacer de ISRAEL su único pueblo elegido (Dt. 7:6-8; 26:18-19; 2S. 7:23-24 —Ex. 11:7).
La Constitución que vive ISRAEL está establecida según los parámetros y preceptos que Dios dio a Moisés en el monte Sinaí {—La Ley <El Libro del Pacto>— Ex. 19:1-9; Caps. 20-23; 24:3-8} y {—Las dos Tablas del Testimonio <Las palabras del Pacto>— Ex. 24:12-18; Caps. 25-31; 32:1-18; 34:1-5, 27-29—}. Si queremos ser fieles al hebreo se les denomina Aseret HaDivrot. Aseret = Diez; Divrot = Locuciones, enunciados, menciones (en singular preferentemente diverá y también diver).
Con la entrega de la Toráh (definitiva, perfecta, la que nosotros conocemos) como generoso don de Dios hacia Su Pueblo Elegido, y como beneficio secundario para toda la Humanidad, nace junto a la libertad del cuerpo, la libertad total, la que incluye al espíritu, y nace con ella (La Toráh), un nuevo nombre para los hebreos o Hijos de Israel: ISRAELITAS —pertenecientes al Pueblo de ISRAEL.
Lo que verdaderamente los hace ISRAELITAS es la pertenencia a un pueblo que vive en alianza con Dios por la Toráh. Para participar de ISRAEL es necesario entrar en esa alianza, que es la Toráh. Y adoptarla como forma de vida. Aquello que los hace ISRAELITAS y los distingue como tales: Son sus Mitzvot y sus preceptos.
La Toráh y las Mitzvot (mandamientos) para ISRAEL, en su totalidad, se dividen en 248 de ex-pansión de la voluntad y el deseo, y 365 de contención de los mismos.
El conjunto de las mitzvót expansivas y de las mitzvót de contención, 248 + 365 = 613, sintetizan la relación del ISRAELITA con todos los grados y aspectos de la manifestación del deseo. De acuerdo al Talmúd, la cifra 248 se refiere al conjunto de órganos y articulaciones del cuerpo humano (aspecto espacial), y 365 es el número de días del año (aspecto temporal).
Las mitzvót le dan forma armónica a nuestros deseos de modo que se crea una ecología espiritual en todos los ámbitos de la vida agradando y haciendo la voluntad de Dios.
Cada vez que obran hacia un fin, las mitzvót establecen los parámetros que los ayuden a evaluar si su deseo afecta positiva o negativamente a su semejante.
Cuando actúan en equilibrio con las leyes espirituales de la Toráh, benefician a todas las criaturas por igual. En cambio, cuando sus deseos obstaculizan los de sus semejantes surgen las guerras, la pobreza, el sufrimiento.
El Nuevo Testamento sigue confirmando lo mismo, ISRAEL es el pueblo de Dios, como lo dice el apóstol Pablo en su Carta a los Romanos (Ro. 9:3-5):
“Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”.
En Cristo (Yeshúa—El Mesías), ISRAEL cumple las profecías esperadas:
—Sería la “simiente de una mujer” (Gn. 3:15; Gá 4:4; Lc. 2:7; Ap. 12:5)
—Sería “descendiente de Abraham” (Gn. 18:18; 12:3; Hch. 3:25; Mt. 1:1; Lc. 3:34)
—Sería “descendiente de Isaac” (Gn. 17:19; Mt. 1:2)
—Sería “descendiente de Jacob” (Nm. 24:17; Gn. 28:14; Lc. 3:34)
—Sería “descendiente de la tribu de Judá” (Gn. 49:10; Lc. 3:33; Mt. 1:2-3)
—Sería “el Heredero del Trono de David” (Is. 9:7; 11:1-5; 2S. 7:13; Mt. 1:1, 6)
—Sería “de Belén” (Mi. 5:2; Mt. 2:1; Lc. 2:4-7)
—“El tiempo de su nacimiento” (Dn. 9:25; Lc. 2:1-7)
—“Nacería de una virgen” (Is. 7:14; Mt. 1:18; Lc. 1:26-35)
—“Salida de Egipto” (Os. 11:1; Mt. 2:14-15)
—“Su ministerio en Galilea” (Is. 9:1-2; Mt. 4:12-16)
—“Como el Profeta esperado” (Dt. 18:15; Jn. 6:14; 1:45; Hch. 3:19-26)
—Sería “Sacerdote según el orden de Melquisedec” (Sal. 110:4; He. 6:20; 5:5-6; 7:15-17)
—“El Rechazo a su Mesiazgo” (Is. 53:3; Sal 2:2; Jn. 1:11; 5:43; Lc. 4:29; 17:25; 23:18)
—“La Unción recibida de Dios” (Is. 11:1-2; Sal. 45:7; Mt. 3:16-17; Mr. 1:9-11; Lc. 3:21-22; 4:18-22; Jn. 1:29-34)
—“La entrada Triunfal a Jerusalén” (Zac. 9:9; Is. 62:11; Jn. 12:12-14; Mt. 21:1-11; Mr. 11:1-11; Lc. 19:28-44)
—“Sufrió en substitución por todos y como propiciación” (Is. 53:4-6, 12; Mt. 8:16-17; 27:38; Mr. 15:27-28; Lc. 23:33; Ro. 4:25; 1Co. 15:3)
—“Su costado sería traspasado” (Zac. 12:10; Jn. 19:34)
—“Sus huesos no serían quebrantados” (Sal. 34:20; Jn. 19:33)
—“Sepultado con los ricos” (Is. 53:9; Mt. 27:57)
—“Su Resurrección” (Sal. 16:10; Mt. 16:21; Mt. 28:9; Lc. 24:36-48)
—“Su Ascensión” (Sal. 68:18; Lc. 24:50-51; Hch. 1:9; Ef. 4:8-10)
La plataforma y el escenario de los GENTILES, está establecida para hacer diferencia entre el pueblo Elegido por Dios, ISRAEL, y el resto de naciones del mundo llamadas GENTILES (Ex. 11:7; Nm. 23:9; Dt. 4:1-7, 32-38; 28:1; Ro. 2:14; Ef. 2:11-12).
El apóstol Pablo en su Epístola a los Romanos (Capitulo 11) aclara la posición de los GENTILES ante el pueblo de ISRAEL. Y creo que aún los GENTILES nos seguimos JACTANDO y ENSOBERBECIENDO contra el pueblo de Israel, asumiendo leyes que son para ISRAEL como si fueran nuestras ocupando el sitio y el lugar que no nos corresponde.
Deseo hacer la siguiente aclaración para demostrar que sigue existiendo una diferencia entre ISRAEL y las otras naciones (GOI— GENTILES). Y como ejemplo, quiero tomar lo que conocemos los gentiles como los “DIEZ MANDAMIENTOS” (Ex. 20:1-17); en nuestras Biblias están inscritos 17 versículos, que tradicionalmente nos han direccionado hacia los conocidos “DIEZ MANDAMIENTOS” que han sido enunciados por nuestras congregaciones en forma general de la siguiente manera:
V:1 “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
V:2 Yo soy YHWH tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.
I
V:3 “No tendrás dioses ajenos delante de mí.
II
V:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo,
ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
V:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy YHWH tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
V:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
III
V:7 No tomarás el nombre de YHWH tu Dios en vano;
porque no dará por inocente YHWH al que tomare su nombre en vano.
IV
V:8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
V:9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
V:10 mas el séptimo día es reposo para YHWH tu Dios;
no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia,
ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
V:11 Porque en seis días hizo YHWH los cielos y la tierra, el mar,
y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día;
por tanto, YHWH bendijo el día de reposo y lo santificó.
V
V:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra
que YHWH tu Dios te da.
VI
V:13 No matarás.
VII
V:14 No cometerás adulterio.
VIII
V:15 No hurtarás.
IX
V:16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
X
V:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo,
ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”.
Ahora para demostrar esta diferencia entre ISRAEL y los GENTILES, comenzaremos haciendo una llana e interpretativa traducción de los Diez Mandamientos, que son en realidad los “Diez Enunciados”, los “Diez Dichos” o “Diez Locuciones”, y si no nos gusta el término de “Diez Lo-cuciones” (o similares), podemos usar la muy española y correctísima voz: “Decálogo”, que precisamente, traducido del griego expresa: deca = diez; logo = palabra, locución. <Las Diez Locu-ciones>.
ISRAEL y su tradición establece que en las tablas de piedra, las “Tablas del Testimonio o del Pacto”, como lo cita Moisés (Moshé) en <Éxodo (Shemot) 34:27>, pero principalmente la cita de <Éxodo 34:28>, que dice:
“Moshé [Moisés] estuvo allí con YHWH cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y en las tablas escribió las palabras del pacto: las diez locuciones (hadevarim).”
En ELLAS, estaban inscritas al menos catorce mandamientos, o más, ya que toda “VOZ DE ACCIÓN VERBAL” dicha por Dios está considerada como una Mitzvot (mandamiento).
Ahora, pasemos al (primer) texto de los Aseret HaDivrot (“Diez Locuciones”) (Shemot / Éxodo 20), según nos llegó dividido en versículos por medio de su sacra Tradición:
“(1) Y Elokim habló todas estas palabras, diciendo:
Primera Locución:
(2) Yo soy YHWH tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud:
(3) No tendrás otros dioses delante de Mí.
Segunda Locución:
(4) No te harás escultura, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
(5) No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque Yo Soy YHWH tu Elokim, un Elokim celoso que castigo la maldad de los pa-dres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen.
(6) Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Tercera Locución:
(7) No tomarás en vano el nombre de YHWH tu Elokim, porque YHWH no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
Cuarta Locución:
(8) Acuérdate del día del sábado para santificarlo.
(9) Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
(10) pero el séptimo día será Shabbat para YHWH tu Elokim. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas.
(11) Porque en seis días YHWH hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso YHWH bendijo el día del sábado y lo santificó.
Quinta Locución:
(12) Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que YHWH tu Elokim te da.
Sexta Locución:
(13) No cometerás homicidio.
Séptima Locución:
No cometerás adulterio.
Octava Locución:
No robarás.
Novena Locución:
No darás falso testimonio contra tu prójimo.
Décima Locución:
(14) No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.”
Y bien, ¿podemos reconocer cuáles son los mandamientos en este texto?
Analizándolo con detenimiento, nos sorprenderíamos por su número.
Incluso, algo que debería ser (a priori) más sencillo, ¿podemos reconocer “al vuelo” cuáles son las Diez Locuciones? Es difícil. (Si no tuvieran los números de las Locuciones inscritas, sería difícil)
Por ejemplo, “No te harás escultura, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra…” ¿Es una mitzvá o dos mitzvá?
“No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto…” ¿Es una mitzvá o dos mitzvá?
“Acuérdate del día sábado para santificarlo” ¿Es una mitzvá?
¿Es una mitzvá “seis días trabajarás”? Si, si es así, ¿es la misma que la anterior?
Estas frases, ¿son de una misma locución o parte de las DIEZ, o de dos diferentes?
¿Pues, como podemos comprobar, si se encuentran en diferentes versos?
La respuesta es evidente, este pequeño párrafo de la Toráh es complejo aun si nos circunscribimos a su interpretación literal.
Ayudémonos con el “Sefer HaJinuj” (de R. Aarón HaLevi, y de acuerdo a la cuenta de Maimónides —Mishné Torá—), para esclarecer nuestras dificultades interpretativas. Es Mitzvá:
1—Mitzvá 25- Saber que YHWH Es —“Yo soy YHWH tu Elokim”
2—Mitzvá 26- No creer en otra divinidad aparte de YHWH exclusivamente —“No tendrás otros dioses delante de Mí”
3—Mitzvá 27- No hacer una estatua con fines idolátricos —“No te harás escultura”
4—Mitzvá 28- No arrodillarse ante idolatría (incluso si no se pretende adorarla) —“No te inclinarás ante ellas”
5—Mitzvá 29- No adorar idolatría en lo que es propio de ella —“… ni les rendirás culto”
6—Mitzvá 30- No jurar en vano (siguiendo la práctica de poner a Dios como testigo) —“No tomarás en vano el nombre de YHWH tu Elokim”
7—Mitzvá 31- Consagrar el Shabbat con palabras y pensamientos —“… el séptimo día será Shabbat para YHWH tu Elokim”
8—Mitzvá 32- No hacer melajá en Shabbat —“No harás en él obra alguna…”
9—Mitzvá 33- Honrar al padre y la madre —“Honra a tu padre y a tu madre”
10—Mitzvá 34- No asesinar a un inocente —“No cometerás homicidio”
11—Mitzvá 35- No tener relaciones sexuales infieles —“No cometerás adulterio”
12—Mitzvá 36- No raptar a un judío —“No robarás”
13—Mitzvá 37- No testimoniar falsamente —“No darás falso testimonio contra tu prójimo”
14—Mitzvá 38- No codiciar la pertenencia de otro —“No codiciarás…”
Como podemos apreciar existen por lo menos 14 Mitzvá (mandamientos) y no 10, y aún mas porque faltan: {“…ni ninguna semejanza de…”, “Acuérdate del día del sábado…”, “Seis días trabajarás y harás toda tu obra”, “…el séptimo día será Shabbat para YHWH tu Elokim”}, pero SI SON DIEZ (10) ENUNCIADOS O LOCUCIONES. “El Decálogo” que dijo Dios, y que en definitiva son de EXCLUSIVIDAD del pueblo de Israel, tal como el propio texto lo atestigua: “...que te saqué de la Tierra de Egipto...”.
¿O QUE OTRA NACION O DENOMINACIÓN FUE SACADA REALMENTE Y LITERALMENTE DE LA TIERRA DE EGIPTO, para que asuma que esta constitución ISRAELITA recibida en la Toráh, le pertenece y se le obliga cumplirla a cabalidad?
¿Puedes notar la diferencia que existe entre un ISRAELITA y un GENTIL?
Que hay una ley que es para los ISRAELITAS: la Toráh. Esa ley es su Constitución. Pero el mismo judaísmo afirma que existe una ley universal, que es para todos los hijos de Noaj (Noe), en hebreo Bnei Noaj, o sea todos los descendientes de Noe, la humanidad. Esta ley consiste en siete mandamientos nada más, no seiscientos trece (613).
Los siete preceptos son: 1) no matar, 2) no robar, 3) no cometer incesto, 4) la prohibición de la idolatría, 5) no maldecir a Dios, 6) tener magistrados de justicia, y 7) no mutilar a los animales. De acuerdo a la Toráh, aquel individuo no judío que lleva a cabo los siete preceptos de esta cons-titución bien la justificación del mal por medio de ese desprecio. Una de las más originales exé-getas bíblicas contemporáneas, Nejama Leibowitz, ha sabido descubrir en la Biblia misma cómo la justificación del mal es un peldaño moral más bajo que el mal espontáneo. Lémej es considerado peor que Caín porque, además de asesinar como éste, se jacta de su asesinato (Gn. 4:23-24). Por allí también pasa la blasfemia.
Y finalmente, en lo que concierne a la idolatría, diremos que es el sometimiento del ser humano a fuerzas que él debería dominar, tales como las que él mismo construye o las que son parte de la naturaleza que se ha puesto bajo su dominio. La idolatría es vista como la peor esclavitud.
Los GENTILES, son reconocidos como el resto de naciones del mundo exceptuando únicamente a ISRAEL. Los GENTILES al no ser escogidos por Dios como su pueblo y por no venir de un linaje de simiente santa, por naturaleza tienen una mente pagana y facilista, es por esto que mien-tras permanezcan en su plataforma natural GENTIL seguirán estando sin Ley y sin Cristo, aleja-dos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo (Ef. 2:12).
Los GENTILES en su plataforma natural con relación a Dios, nada pueden hacer, pero Cristo establece una nueva plataforma de “LUZ”, que es el lugar ideal para reconciliar a los Gentiles y sus creencias paganas con las de Israel, y lograr en esta plataforma el SUEÑO PERFECTO DE DIOS, LA REDENCIÓN DEL MUNDO.
Hago una aclaración, un extranjero es ante el pueblo de Israel un 'gentil' que se ha sometido al judaismo y a toda constitución establecida en la plataforma de Israel.
En el Nuevo Testamento se establece esta otra plataforma, LA IGLESIA. Plataforma que crea un marco escénico que fundamenta el propósito de Dios para los GENTILES usando como instrumento a Cristo (Yeshúa), la simiente de Abraham, de Isaac y de Jacob <ISRAEL> (Gn. 22:18; 26:4; 28:14), como dice: “Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”. (Is. 49:6; 42:6)
Es aquí en esta plataforma donde Dios crea de Israel y de los gentiles, un solo pueblo para alabanza y gloria de su Nombre, como lo declara el apóstol Pablo:
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconci-liar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades” (Ef. 2:13-16).
Y es en esta plataforma donde el Libro de los Hechos explica una nueva ley diferente a la de Israel, y que el Espíritu Santo establece para los GENTILES:
“Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre…Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:
Que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. ”. (Hch. 15:13-20, 28-29)
“Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto (Hch. 21:21-24); solamente que se abstengan de lo sacrifi-cado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación”. (Hch. 21:25)
Cristo es un ejemplo vivo de esta revelación. La plataforma de la IGLESIA ACTIVA LA REVELACIÓN EN CRISTO, recibiendo un CUERPO PREPARADO POR DIOS, y en este cuerpo Cristo recibe la unción del Espíritu Santo desde aquel día, encarnándose en Él la Palabra del profeta Isaías, así como lo dicen las Sagradas Escrituras: “Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón” (Sal. 40:7-8) —El Verbo, el Rollo, La Ley, la Palabra se encarna como dice: “…Mas me preparaste cuerpo…” (He. 10:5), y aún dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Jn. 1:14). Este proceso de “encarnar” en Cristo el Espíritu de la profecía, es lo que el Espíritu Santo nos revela en la Epístola a los Hebreos “…diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último” (He. 10:9).
Para establecer mas claridad a lo expuesto, el Espíritu de Profecía nos quiere llevar de lo escrito a lo revelado…de lo revelado a lo encarnado… y de lo encarnado a lo establecido por el Espíritu. Todo esto con el fin de encarnar en nosotros su Ley, sus Palabras, sus Promesas haciéndolas parte de nuestra vida (Materializando en nosotros lo que está escrito), para vivirlas por el Espíritu Santo.
En esta plataforma de la IGLESIA, es donde Cristo levanta el Tabernáculo caído de Israel repa-rando sus ruinas, y hace que la constitución establecida en la Toráh pase de las “Tablas de Piedra” al corazón. Aplicando este “principio”, de quitar lo primero, para establecer esto ultimo, principio fundamental para afirmar nuestra fe, como por ejemplo:
—Quitar el corazón de piedra, para establecer un corazón de carne. (Ez. 11:19-20; 36:26-27)
—Quitar la Ley de las Tablas de piedra, para establecerlas en el corazón y escribirlas en la mente. (Jer. 31:31-33; He. 8:10; 10:15-16)
—Moisés recibe lo PRIMERO, la Ley escrita en las Tablas de piedra y el Rollo, PERO COMO LO PRIMERO NO ESTÁ ENCARNADO NO PUEDE CAMBIAR A LOS QUE POR LAS OBRAS DE LA LEY SE QUIEREN JUSTIFICAR (2Co. 4:13-17; Gá. 2:16; 3:8-14; 5:1-4; Hch. 13:27; 15:21).
—Cristo encarna lo ÚLTIMO y lo establece (Jn. 1:17; He. 10:1-17).
Un ejemplo de esto lo encontramos en uno de los temas más controvertidos de la Iglesia en general, y tiene que ver con EL DIA DE REPOSO O SHABÁT mandamiento esta-blecido en la Ley de Moisés para ISRAEL (Ex. 16:23, 26, 29; 20:8-11; 31:13-17; 35:1-2; Lv. 19:2-3; 23:2-3):
El Espíritu revela, que lo que fue con Moisés es lo PRIMERO del proceso. Es lo que está escrito; pero aún falta lo ÚLTIMO.
Según el “principio” de Dios establecido por el Espíritu Santo dice: “quita lo pri-mero, para establecer esto último”.
Cristo vino a establecer lo ÚLTIMO según la voluntad de Dios como está escrito en el rollo a ENCARNAR, al recibir su CUERPO. Por esta voluntad de Dios en Cristo haciéndose hombre, se ha encarnando en Él la Ley. Cristo fue censurado, y aún sus discípulos por no cumplir el día de reposo (La letra escrita e interpretada, pero no encarnada —Mt. 12:1-5, 10-12; Mr. 2:23-27; 3:2-4; Lc. 6:1-4, 7-9; 13:10-16; 14:1-5; Jn. 5:5-18; 7:19-24; 9:13-16; Hch. 13:27); ahora Cristo “encarnado” se constituye como dice la Palabra en EL SEÑOR del Día de Reposo, en alguien mas GRANDE, MAYOR que el Templo y que el Día de Reposo —Mt. 12:6, 8; Mr. 2: 27-28; Lc. 6:5—. Y es ahora, que por el Espíritu Santo se quita lo PRIMERO para establecer esto ÚLTIMO de la siguiente manera: Tomando el mandamiento de la Ley lo encarna por medio de Cristo en nosotros, por esto NO NECESITO ESPERAR EL DIA DE REPOSO O SHABÁT para descansar ya que el Señor del Día de Reposo me dice: “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar (encarnar). Venid a mí todos los que estáis traba-jados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; da hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mt. 11:27-30).
Esto significa que Cristo encarna en mi el Día de Reposo. No tengo que esperar que llegue el Día de Reposo para descansar, sino que Cristo viviendo en mi vida me da el verdadero Reposo, que es mi Día de Reposo; y esto lo puedo lograr en cualquier día y a cualquier hora del día viviendo mi propio Shabát gracias al Señor del Día de Reposo.
Por esto hay que tener cuidado con la dureza de nuestro corazón y con la incredulidad, porque hoy hay muchos que aún no entran en el reposo de Dios que es Cristo Jesús por no acompañar la Palabra con la fe; aunque aún hoy, muchos sigan le-yendo a Moisés y viviendo como Moisés y no como Cristo (He. 3:18-19; 4:1-11). Moisés vivió la Ley con la esperanza del cumplimiento del profeta prometido (Mesías), Cristo encarna la Ley de Moisés pues dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mt. 5:17-18; Lc. 24:25-27, 44-45).
—El mismo caso ocurre con la proclamación del año agradable del Señor (Is. 61:2; Lc. 4:19). Cristo encarna lo ÚLTIMO como el Jubileo. Para Moisés el Jubileo (lo PRIMERO) fue un mandamiento, según Levítico 25:9-17: “Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes…Y santificaréis el año cincuenta, y pregonarás libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será jubileo…Porque el jubileo; santo será a vosotros…volveréis cada uno a vuestra posesión…no engañe ninguno a su hermano…no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy YHWH vuestro Dios”. EL JUBILEO, palabra hebrea “YOBÉL” que significa = (Toque del cuerno, establece un sonido continuo). Era un aviso fuerte y continuo que se debía dar por toda la tierra, pregonando la libertad para todos lo moradores. El “jubileo” fue creación de Dios. Se instituyó para que todos tuvieran un año de vacaciones, para poner en libertad a todos los esclavos y cancelar todas las deudas. Además era una prueba de la obe-diencia a Dios al ejecutarlo y una demostración de la bendición del sexto año para que exista fruto por tres años (Lv. 25:18-22). Cristo encarna este mandamiento es-tableciendo lo ÚLTIMO; no un año de vacaciones, sino un descanso continuo; no una libertad específica, sino una verdadera libertad total; no la cancelación de unas deudas, sino el pago total; no tres años de bendición desde el sexto año hasta el noveno, sino una bendición constante, sobreabundante y pingüe.
Por esto el apóstol Pablo instaba a los colosenses:
“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; PERO EL CUERPO ES DE CRISTO. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Col. 2:16-23).
Esto implicaba vivir a la “sombra” de la Ley (con el velo aún puesto sobre los ojos y el corazón —2Co. 3:13-15), y no a la Luz y a la Gloria de los “bienes venideros” (2Co. 3:2-11; He. 8:1-7; 9:8-12, 23-24). Por eso dice la Escritura: “Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2Co. 3:16-18).
El apóstol Jacobo en la Epístola de Santiago también hace referencia al creer (Stg. 2:19), y al ser hacedores de la Palabra y no tan solo oidores (Stg. 1:22-25).
Cuando el apóstol Pablo escribió a los creyentes gentiles en Colosas diciendo que las fiestas del Señor, la luna nueva y el Shabat eran “una sombra de las cosas por venir”; era para enseñarnos acerca del Mesías (Col. 2:16-17). Yeshúa (el nombre hebreo de Jesús, que significa “salvación”) era la sustancia o el cumplimiento del gran plan que Dios reveló en estas importantes siete fiestas.
Aquellos lectores que no estén familiarizados con las fiestas, estarán fascinados al descubrir que las primeras cuatro fiestas, que son la Pascua (Pesach), Panes Sin Levadura (Hag HaMatzah), Primicias (Bikkurim), y Pentecostés (Shavuot), nos enseñan principalmente acerca de los aconte-cimientos más significativos de la primera venida del Mesías y la razón por la cual estos eventos forman parte importante de la redención divina del hombre. Además, podrán descubrir que las últimas tres fiestas, que son la Fiesta de Trompetas (Yom Teruah, también conocida como Rosh HaShanah), el Día de la Expiación (Yom Kippur), y la Fiesta de las Tiendas o Tabernáculos (Sukkot), presentan una perspectiva fascinante acerca de los acontecimientos relevantes a la Se-gunda Venida del Mesías las cuales revelan la gloria del Mesías. Las fiestas son como los planos a través de los cuales Dios revela Su plan de redención para el hombre y la tierra, luego de la caída del Jardín del Edén (Gan Eden), así este plan de redención protagonizado por Cristo el Mesías (Yeshúa) reconcilia a la humanidad con Dios (2Co. 5:18-19).
Las Fiestas son figura y sombra de las cosas por venir, ellas (las Fiestas), están divididas en dos porciones principales, dependiendo si caen en la primavera o en el otoño. Las de la primavera nos enseñan acerca de la primera venida del Mesías (Jesús) y las del otoño acerca de la segunda veni-da del Mesías. En Oseas (Hoshea) (6:3) está escrito: “...como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”. La “lluvia tardía y temprana” en este pasaje generalmente se interpreta como la relación de Cristo el Mesías en su primera venida (Temprana) con la venida del Espíritu Santo (Ruaj Hakódesh—Espíritu de Santi-dad). Esta es, de hecho, una interpretación y aplicación válida; sin embargo, la lluvia tardía y temprana también se refiere a la presencia del Espíritu Santo preparando a los creyentes para la Segunda Venida (Tardía) del Mesías, y tendrá cumplimiento como esta escrito en el rollo toman-do cuerpo en Cristo y en la Iglesia que es su propio cuerpo (He. 10:5-10).
Otro de los aspectos del Rollo que se reveló y tomó cuerpo en Cristo, tiene que ver con el cordero pascual un aspecto de fe que Moisés cumplió, pero Cristo “ENCARNÓ” (He. 11:24-28). Esta Sangre de la Alianza, es la que se derramó por nuestros pecados, para limpiar y quitar el pecado del mundo (Mt. 26:28; Mr. 14:24; Lc. 22:20). Miremos lo “escrito” y lo “encarnado”:
—“…Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer (Ex. 12:7)”:
…La sangre debe ser rociada sobre la puerta (Ex. 12:7, 13, 22). Aplicación Espiritual. Aquellos que creen en el Mesías, constituyen la casa de Dios (Ef. 2:19; 1Ti. 3:15; He. 3:6). El único camino para entrar a la casa de Dios es a través de la Puerta que fue ro-ciada por su propia sangre —La Puerta que es Jesús (Jn. 10:7-9).
—Ex. 12:13: “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”.
—Zac. 9:11: “Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva…”.
—He. 9:22: “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.
—Jn. 6:53-56, 63: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él... El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”.
—Mt. 26:28: “…Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derra-mada para remisión de los pecados”.
—He. 9:14-15: “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”.
—1P. 1:18-22: “…Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad…”.
—Ap. 1:5-6: “…Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
—Ap. 5:9-10: “…Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.
Después de leer toda esta cantidad de textos bíblicos, que nos hacen referencia al Cordero de Dios y a la Sangre Preciosa derramada por Nuestro Señor. Cristo y su Iglesia establecen el sello de la CONSUMACIÓN de lo ÚLTIMO establecido por Dios en su Alianza o Pacto para con TODA LA HUMANIDAD o con todos los que lo aceptan y lo reciben.
Cambio efectuado por el Espíritu Santo, para que Jesús (Yeshúa) cumpla la Ley por nosotros y en nosotros, siempre y cuando seamos “guiados por el Espíritu Santo” (Ro. 8:1, 11). “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”, “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” ver (Jer. 31:31-33; Jn. 3:5-7; Ro. 6:1-4; 2 Co. 5:17).
La Pascua es la primera de las fiestas. Asimismo, al arrepentirnos de nuestros pecados y al creer en la sangre derramada por Jesús estamos dando el primer paso de nuestro caminar con Dios, creyendo al Testimonio de Jesús que es el Espíritu de la Profecía.
Para continuar el contexto de CRISTO Y EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA, quiero resaltar que a Moisés Dios le advirtió proféticamente, diciendo: “Profeta de en medio de ti, de tus her-manos, como yo, te levantará YHWH tu Dios; A ÉL OIRÉIS…” (Dt. 18:15).
Moisés sabía, que después de él, Dios levantarían un profeta, que hablaría las palabras de Dios, y quien no le escuchare, Dios le pediría cuentas (Dt. 18:18-19 —Mt. 21:11, 46; Mr. 6:15; Lc. 7:16; 24:19; Jn. 4:19; 6:14; 7:40; 9:17; Hch. 3:22-26).
Cuando ocurrió la visión de la transfiguración que tuvo Jesús ante Pedro, Jacobo y Juan, se aparecieron Moisés y Elias; fue tan poderosa la gloria, que la misma nube de Dios los cubrió, y Dios mismo con voz de trueno escogió A QUIÉN, DESDE ESE MOMENTO DEBÍAMOS ESCUCHAR. Y no escogió a Moisés, ni a Elias, ni a Pedro, ni a Juan, ni a Jacobo, SINO A CRISTO SU HIJO, EL MESIAS (Mt. 17:1-6; Mr. 9:2-7; Lc. 9:28-36; 2P. 1:16-19; He. 1:1-4).
Es por esto que cuando tu “escuchas” a Moisés el velo continua sobre ti, pero cuando escuchas al Señor Jesucristo el velo es quitado, porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2Co. 3:15-17).
Por esto dice el Espíritu:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien cons-tituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el res-plandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder…” (He. 1:1-3).
“Adora a Dios; porque el Testimonio de Jesús es el Espíritu de la profecía” (Ap. 19:10).
Espero, haber aportado un poco mas a este tema.
Dios les siga bendiciendo
Paz a todos
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