Conversadores en extinción

III

-Tomando como referencia nuestro Nuevo Testamento, es interesante que en el mundo helénico, la conversación era algo que estaba relacionado con el vivir, la conducta, el caminar, el andar, y no solamente con el hablar. Buscando en una Concordancia las palabras “conversación” y “conversar”, se podrá comprobar esto, ya que así se traduce a nuestro idioma desde una media docena de términos griegos que conllevan también el sentido señalado. Se infiere de aquí, que para ser un buen conversador, es menester también ser una buena persona. Dicho de otra manera, el descuidado en el hablar probablemente también lo sea en su vivir.

-Por experiencia propia tengo comprobado que actualmente no se sabe conversar, pues tal parece que a nadie se le ocurrió que fuera algo que habría que aprender, sino que surgía naturalmente en el individuo siguiendo al balbuceo del bebé que por imitación comenzaba a hablar. Para colmo de males, todavía, abundan los inconscientes padres que creen facilitar el aprendizaje del habla, acomodándose ellos al incipiente balbuceo, pronunciando expresamente mal las palabras, o llamando las cosas de modo impropio. Quienes tan mal empiezan, difícilmente lleguen luego a conversar bien. Parece ser que en esta escuela del hogar, los abuelos son mejores maestros que los padres.

-Nuestros lectores tienen bien a mano dos formas de comprobar lo que se lleva dicho: el periodismo televisivo y este mismo Foro;

a) En los telenoticieros y en programas de entrevistas a personalidades públicas, podemos ver y oír a periodistas profesionales egresados de una Facultad o Escuela de Periodismo, interpelando al entrevistado de un modo que provoca “vergüenza ajena”. En ocasiones se hace una pregunta tonta o capciosa; en otras, parece que el periodista busca promocionarse a expensas del entrevistado, pues la formulación de su pregunta le lleva prácticamente todo un discurso. Cuando el reportado está lúcido, a veces deja en ridículo al reportero contestando en pocas palabras lo que el otro preguntó con muchas frases. Es terrorífico cuando solo se responde con un Sí o con un No.

b) Aquí en el Foro, es todo un maestro en el arte del responder con pocas palabras una extensa exposición el forista Novo Hispano. Otros, son bien conocidos por decir siempre lo mismo y adosar a sus aportes una extensa lista de versículos bíblicos, como si ellos refrendasen lo que lleva dicho.


Cordiales saludos
 
En un FORO, pocas veces se puede conversar a menos que se haya podido llegar a un consenso.
Porque lo que se plantea es una discusión sobre un asunto.
 
En un FORO, pocas veces se puede conversar a menos que se haya podido llegar a un consenso.
Porque lo que se plantea es una discusión sobre un asunto.

-En una conversación puede haber discusión sin que la sangre llegue al río. Más que el consenso en cualquier tema propuesto, lo esencial es que lo haya en la forma de tratar el asunto, que puede ser conversacional, si el objetivo es el asunto discutido y no el pretender ser el dueño de la verdad cuando se están aduciendo razones serias y sólidas. Mientras se estén presentando y examinando argumentos, subsiste la conversación. Cuando una parte se fastidia y se sale del marco ético, ya termina la conversación con la discusión incluida.

Saludos cordiales
 
-En una conversación puede haber discusión sin que la sangre llegue al río. Más que el consenso en cualquier tema propuesto, lo esencial es que lo haya en la forma de tratar el asunto, que puede ser conversacional, si el objetivo es el asunto discutido y no el pretender ser el dueño de la verdad cuando se están aduciendo razones serias y sólidas. Mientras se estén presentando y examinando argumentos, subsiste la conversación. Cuando una parte se fastidia y se sale del marco ético, ya termina la conversación con la discusión incluida.
Saludos cordiales
Pienso que aunque en la conversación puede haber discusión...tiene más un carácter constructivo ...donde se está dispuesto a escucharse, algo como hablarse por teléfono amicalmente...
Pero en un debate es una confrontación de puntos....casi no hay posibilidad de ceder o dar consenso...más aún si es de carácter religioso.
 
Aunque me lleve varios aportes, podemos ir intercambiando ideas de a poco)

El haber nacido a mediados del Siglo XX, nos ha facilitado el trato con personas de todo ese siglo, a más de algunas del XIX y las del XXI que vamos conociendo.

Mis abuelos, cuando jóvenes, no conocieron Internet, Fax, televisión, cine, radio o teléfono, sino que toda comunicación impersonal entre ellos era epistolar, y solo ante alguna urgencia, el telégrafo. El entretenimiento gráfico lo daban los libros, periódicos y revistas. Por supuesto, el teatro, las salas de concierto y de conferencias hacían su mejor aporte cultural en las ciudades. Los estudios superiores quedaban limitados a los que perseguían una carrera universitaria.

Entonces, como desde hacía siglos, la conversación era todo un arte que no necesariamente distinguía entre cultos e ignorantes, ya que el intelecto puede avivarse en iletrados y apagarse en los más letrados. El buen decir, podía ser virtud de poco instruidos y falta notoria en los más leídos, pues el cuidado que unos ponen en tal ejercicio es descuido imperdonable en los que por el mucho leer mejor tendrían que expresarse. El analfabeto, no por carencia de letras lo era también de voces en un rico lenguaje que correctamente dicho podía dejar perplejos a personas doctas.

Antiguamente, los cafés céntricos de las grandes urbes, eran punto de encuentro de los intelectuales locales, que en torno a una mesa discutían méritos y deméritos de las últimas obras literarias aparecidas. Parroquianos asiduos al lugar, carentes de estudios pero ávidos del saber, podían arrimar su silla, y de acostumbrarse a escuchar, acabar por sorprender con comentarios agudos correctamente expresados.

Por mucho tiempo, la conversación fue el arte más difícil y apreciado en aquellas sociedades. Con apenas vivir despierto y poseer mediana inteligencia, era capaz un hombre de sostener una charla provechosa con individuos de su nivel y superior todavía.

El arte del conversador consistía en pensar bien y decirlo bien. La precisión, claridad y brevedad se acompañaban con la acertada elección de un bello vocabulario.

Actualmente, abundan los charlatanes y escasean los conversadores. Proseguiremos con esto.



La verdad coincido en tu sentir a pesar de quizá no coincidir en tus creencias y entendimiento. También se siente un poco feo el decir que abundan los charlatanes, quizá te sientes un poco frustrado por esa razón al expresarte así no lo se. Igual es un poco grosero expresarlo tan genéricamente pero creo que tu propósito no es ofender a nadie.
En cuanto a la falta de principios dificulta si tener una conversación amena y provechosa, en este tiempo abunda el exceso de información que no esta mal pero es tanta que aveces ni siquiera nos detenemos en razonar en su lógica ni meditamos en lo que dice, sino solo nos quedamos con esa información como verdadera porque alguien dijo que es así.
Quizá creció la vanidad y el orgullo en el hombre y cree que ya no necesita entender lo que otros dicen, es difícil ver a alguien detenerse a razonar y cuestionarse algo que le dicen y ser objetivo y usar la lógica y menos cuestionar su propio entender.
 
-Actualmente se llama de "comunicador" al que por la prensa, radio o televisión da una noticia o la comenta, o como con más autoridad que la mía lo define Wikipedia:

"Un comunicador es una persona como organización que se dedica a transmitir eficientemente un mensaje a un público objetivo a través de un medio de comunicación; también es quien realiza un trabajo social para informar, expresar y convencer en cualquier medio masivo de comunicación". Wikipedia

O sea, el "comunicador" no sabe quién le lee, oye o ve, ni le importa la reacción de ellos; el conversador, lo hace con apenas un interlocutor, o muy pocos más, e irá diciendo según digan los demás. Es más fácil ser un comunicador en cualquier medio que conversar amigable y provechosamente con nuestro vecino.
Mirándolo desde tu punto de vista y siendo tú quien conoces la propuesta de tu tema, te concedo la razón; mi punto de vista partía de la perspectiva de la RAE, la cual dictamina como 'comunicar' en su primera acepción: SmartSelect_20200808-205339_Chrome.jpg
Y a ése respecto me remitía. Recibe un virtual pero cálido abrazo.
 
-No pensé en ellos al escribir esto, pero ahora que lo decís, te puedo asegurar que se me hace difícil conversar largo rato con mis hijos, y con mis nietos a duras penas iniciar una conversación.
Esto obedece en parte a la brecha generacional pero también se debe a una parcial falta de unión familiar o al menos de la comunicación constante en ella.


Con mi abuela, por ejemplo, yo tenía una brecha generacional obvia pero habían temas en común que nos bastaba para tener largas conversaciones, en veces terminaba YO por crisparle los nervios a ella y eso me divertía jejeje, pero en todo caso había una constante y fluida comunicación.

Mi personalidad ayuda mucho a la conversación pues soy una persona muy curiosa que sabe algo de todo, puedo igual hablar de operas como de motores o de géneros musicales modernos, de cinematografía, de historia, de geografía, biología, física, etc etc... Un poquito de todo, entonces si te sientas a mi lado la conversación fluye por horas, para esto se requiere ciertas habilidades pues cuando hablas con alguien más humilde o menos culto, debes tener cuidado de no abrumarlo o aburrirlo con cantidad de información que no es capaz de procesar ni entender, entonces la retroalimentación es esencial. Cuando hablas con alguien más sabio que tú, es otro escenario distinto en el que debes exteriorizar tu admiración por las cosas que oyes de modo que generes una retroalimentación positiva a tu interlocutor y este disfrute impartiendo su conocimiento y no se aburra, también es esencial que sepas un mínimo del tema en cuestión para que la charla sea por lo menos interesante para tu interlocutor más sabio que tu.

El hecho es que ser un buen conversador o como se conoce coloquialmente "tener labia" es una destreza que se desarrolla y se cultiva y va mas allá del dominio general pues pocos son sobresalientes conversadores...Los buenos vendedores desarrollan mucho esta habilidad.

Es curioso leer este tema porque justo hace días estaba pensando que sería genial tener a Cesar Vidal de visita en tu casa en una encerrona por 3 días para hablar de Cristianismo, historia y sociedad... en contraparte, a riesgo de perder mi alma, tener una encerrona con Nicolás Maduro podría derivar en mi suicidio jejeje.
 
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Pienso que aunque en la conversación puede haber discusión...tiene más un carácter constructivo ...donde se está dispuesto a escucharse, algo como hablarse por teléfono amicalmente...
Pero en un debate es una confrontación de puntos....casi no hay posibilidad de ceder o dar consenso...más aún si es de carácter religioso.

-Tal como dices, la conversación tiene ese carácter constructivo, que una vez finalizada, deja a las partes satisfechas y edificadas.

-En el debate esto se dificulta pero tampoco es un impedimento si la mutua confianza les convence que solo se busca progresar en el conocimiento de la verdad, y no en derrotar al contradictor.

-Los malentendidos son como cartuchos de dinamita prontos a estallar, por lo cual ha de extremarse el cuidado tanto en lo que se dice como en el cómo se oye.


Saludos cordiales
 
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La verdad coincido en tu sentir a pesar de quizá no coincidir en tus creencias y entendimiento. También se siente un poco feo el decir que abundan los charlatanes, quizá te sientes un poco frustrado por esa razón al expresarte así no lo se. Igual es un poco grosero expresarlo tan genéricamente pero creo que tu propósito no es ofender a nadie.
En cuanto a la falta de principios dificulta si tener una conversación amena y provechosa, en este tiempo abunda el exceso de información que no esta mal pero es tanta que aveces ni siquiera nos detenemos en razonar en su lógica ni meditamos en lo que dice, sino solo nos quedamos con esa información como verdadera porque alguien dijo que es así.
Quizá creció la vanidad y el orgullo en el hombre y cree que ya no necesita entender lo que otros dicen, es difícil ver a alguien detenerse a razonar y cuestionarse algo que le dicen y ser objetivo y usar la lógica y menos cuestionar su propio entender.

-Bien dices que con lo de la abundancia de charlatanes no pretendo que nadie se sienta ofendido, pues la obvia realidad es que cualquiera que tiene boca y suelta lengua fácilmente parlotea, mientras que conversar calmada y animadamente es privilegio de cuántos se han esforzado en hacerlo así.

-Lo que dificulta una buena conversación no es tanto el exceso o la carencia de información, sino la propia inseguridad de cada hablante. Se teme errar, y peor todavía, el ser corregido.

-Acertadamente observas lo raro que resulta hoy día el ser racionalmente objetivo, pero esa misma rareza es la que nos representa el desafío con este tema que he traído.


Saludos cordiales
 
Mirándolo desde tu punto de vista y siendo tú quien conoces la propuesta de tu tema, te concedo la razón; mi punto de vista partía de la perspectiva de la RAE, la cual dictamina como 'comunicar' en su primera acepción: Ver el archivo adjunto 3309510
Y a ése respecto me remitía. Recibe un virtual pero cálido abrazo.

-De acuerdo. Lo que ocurre, es que el conversador alterna en un diálogo continuo con su interlocutor, mientras que el comunicador participa de una noticia u opinión a su oyente, sin que este tenga oportunidad de cuestionarle. Así las las fake news hacen estragos en los medios y redes sociales.

-En Uruguay, en los telenoticieros, los médicos informan bien acerca de los hisopados que se vienen haciendo a fin de detectar a posibles contaminados con el Covid19. Ellos pronuncian bien esta palabra a la que no estábamos acostumbrados: hisopados. Sin embargo, son muchos los periodistas que al trasmitir las noticias pronuncian "ensopados". En Uruguay, ensopado es una comida criolla que tiene algo de sopa o guiso, por las carnes, fideos, cereales y verduras que contiene. Esta forma de noticiar de esos comunicadores, crea confusión.


Cordiales saludos
 
Esto obedece en parte a la brecha generacional pero también se debe a una parcial falta de unión familiar o al menos de la comunicación constante en ella.


Con mi abuela, por ejemplo, yo tenía una brecha generacional obvia pero habían temas en común que nos bastaba para tener largas conversaciones, en veces terminaba YO por crisparle los nervios a ella y eso me divertía jejeje, pero en todo caso había una constante y fluida comunicación.

Mi personalidad ayuda mucho a la conversación pues soy una persona muy curiosa que sabe algo de todo, puedo igual hablar de operas como de motores o de géneros musicales modernos, de cinematografía, de historia, de geografía, biología, física, etc etc... Un poquito de todo, entonces si te sientas a mi lado la conversación fluye por horas, para esto se requiere ciertas habilidades pues cuando hablas con alguien más humilde o menos culto, debes tener cuidado de no abrumarlo o aburrirlo con cantidad de información que no es capaz de procesar ni entender, entonces la retroalimentación es esencial. Cuando hablas con alguien más sabio que tú, es otro escenario distinto en el que debes exteriorizar tu admiración por las cosas que oyes de modo que generes una retroalimentación positiva a tu interlocutor y este disfrute impartiendo su conocimiento y no se aburra, también es esencial que sepas un mínimo del tema en cuestión para que la charla sea por lo menos interesante para tu interlocutor más sabio que tu.

El hecho es que ser un buen conversador o como se conoce coloquialmente "tener labia" es una destreza que se desarrolla y se cultiva y va mas allá del dominio general pues pocos son sobresalientes conversadores...Los buenos vendedores desarrollan mucho esta habilidad.

Es curioso leer este tema porque justo hace días estaba pensando que sería genial tener a Cesar Vidal de visita en tu casa en una encerrona por 3 días para hablar de Cristianismo, historia y sociedad... en contraparte, a riesgo de perder mi alma, tener una encerrona con Nicolás Maduro podría derivar en mi suicidio jejeje.

-Excelente me ha parecido tu aporte, a más de que hayas llamado la atención en cuanto a la disposición que el conversador debe tener, ya sea que su interlocutor sea rústico o un erudito. Yo creo que a poco de sernos presentada una persona, ya intuimos si se trata de alguien tosco o culto; incluso, si lo es poco o mucho. Entonces, debemos extremar los cuidados para de ningún modo avergonzar a uno, ni ser avergonzados nosotros mismos por las observaciones del otro, al arriesgar opiniones que no podemos fundamentar.

Cordiales saludos
 
-Excelente me ha parecido tu aporte, a más de que hayas llamado la atención en cuanto a la disposición que el conversador debe tener, ya sea que su interlocutor sea rústico o un erudito. Yo creo que a poco de sernos presentada una persona, ya intuimos si se trata de alguien tosco o culto; incluso, si lo es poco o mucho. Entonces, debemos extremar los cuidados para de ningún modo avergonzar a uno, ni ser avergonzados nosotros mismos por las observaciones del otro, al arriesgar opiniones que no podemos fundamentar.

Cordiales saludos

Extremar los cuidados, tanto como dejarnos llevar por el "sentido común" en cuanto a la percepción de la condición o carácter/temperamento de nuestro interlocutor; mas contacto tiene con la ley que con la Gracia.

Todos nosotros sabemos que el conocimiento envanece, pero el amor edifica; y hay una ley del conocimiento, y una del amor.

Sabemos también, que la ley obra IRA, tanto en Dios, como en los que se rigen por ella.

Por eso en nosotros debe ser "manifestado" tanto en obras como en conversaciones; el propio espíritu de Cristo, que actúa conforme a la "ley" del amor.

La prueba ácida de todo lo dicho, como bien dices aquí, según la razón del sentido común:

Entonces, debemos extremar los cuidados para de ningún modo avergonzar a uno, ni ser avergonzados nosotros mismos por las observaciones del otro, al arriesgar opiniones que no podemos fundamentar.

Cosa que en cierto sentido produciría lo que señalas aquí:
-Lo que dificulta una buena conversación no es tanto el exceso o la carencia de información, sino la propia inseguridad de cada hablante. Se teme errar, y peor todavía, el ser corregido.

Luego, en una conversación, no debería haber temor de quedar expuesto por un error (de hecho o de expresión) que daría lugar a la crítica, y en el mejor de los casos a la corrección. En lo cual habría real posibilidad (en el caso de su aceptación), de un crecimiento en la Gracia para alcanzar la "perfección" de que habla Santiago cuando dice: El que no ofende en palabra es varón "perfecto", que también puede sujetar todo su cuerpo.
De dónde, el que no sujeta todo su cuerpo, de seguro "ofenderá" en palabra, con o sin razón.

Jaris para ti y los tuyos.... y para todos los foristas
 
Extremar los cuidados, tanto como dejarnos llevar por el "sentido común" en cuanto a la percepción de la condición o carácter/temperamento de nuestro interlocutor; mas contacto tiene con la ley que con la Gracia.

Todos nosotros sabemos que el conocimiento envanece, pero el amor edifica; y hay una ley del conocimiento, y una del amor.

Sabemos también, que la ley obra IRA, tanto en Dios, como en los que se rigen por ella.

Por eso en nosotros debe ser "manifestado" tanto en obras como en conversaciones; el propio espíritu de Cristo, que actúa conforme a la "ley" del amor.

La prueba ácida de todo lo dicho, como bien dices aquí, según la razón del sentido común:


Cosa que en cierto sentido produciría lo que señalas aquí:


Luego, en una conversación, no debería haber temor de quedar expuesto por un error (de hecho o de expresión) que daría lugar a la crítica, y en el mejor de los casos a la corrección. En lo cual habría real posibilidad (en el caso de su aceptación), de un crecimiento en la Gracia para alcanzar la "perfección" de que habla Santiago cuando dice: El que no ofende en palabra es varón "perfecto", que también puede sujetar todo su cuerpo.
De dónde, el que no sujeta todo su cuerpo, de seguro "ofenderá" en palabra, con o sin razón.

Jaris para ti y los tuyos.... y para todos los foristas

-En una conversación/discusión entre cristianos no hay por qué faltar a la gracia ni a la ley de la ética, pues el discernimiento ayuda a proceder de la manera más provechosa para todos y dañina para nadie. "Extremar cuidados" para no equivocarnos en el trato a nuestro interlocutor, responde tanto al amor fraternal como al andar en la verdad, sin acoso legal que nos reprima.

-Si el ser "cuidadosos" te huele a ser "temerosos", pues creo que está bien que temamos de nuestra impaciencia o imprudencia, pues podríamos atropellar con grave daño.

-Cuando no existe la deliberada intención de ofender, si alguno se da por ofendido, eso es por su propia hipersensibilidad que le lleva a equívocos supuestos de mala actitud de su interlocutor.


Cordiales saludos
 
-Tal como dices, la conversación tiene ese carácter constructivo, que una vez finalizada, deja a las partes satisfechas y edificadas.
-En el debate esto se dificulta pero tampoco es un impedimento si la mutua confianza les convence que solo se busca progresar en el conocimiento de la verdad, y no en derrotar al contradictor.
-Los malentendidos son como cartuchos de dinamita prontos a estallar, por lo cual ha de extremarse el cuidado tanto en lo que se dice como en el cómo se oye.
Saludos cordiales
En un debate religioso...
Prima mucho el tener la "razón", como si con ellos manifestaran estar aprobados por DIOS.... creo que ése es el gran error.
 
-En una conversación/discusión entre cristianos no hay por qué faltar a la gracia ni a la ley de la ética, pues el discernimiento ayuda a proceder de la manera más provechosa para todos y dañina para nadie.
Es importante que nos demos cuenta, que la Gracia tiene su propia ética, que no es ni mas ni menos que la ética de nuestro Señor Jesucristo comunicada a nosotros por el espíritu de Gracia. de modo que "otra" ética que no sea la de Cristo por el Espíritu Santo resultará ser una ética moral, correcta, pero no manifestará al Señor, sino que nuestra propia virtud, y no será suyo el honor ni la admiración; sino nuestro.

"Extremar cuidados" para no equivocarnos en el trato a nuestro interlocutor, responde tanto al amor fraternal como al andar en la verdad, sin acoso legal que nos reprima.
Si dependemos de nuestro señor a cada momento sin poner ninguna confianza en nuestro propio "extremo" cuidado, Él será quien nos cuidará y guiará en nuestros caminos y conversaciones.De esa forma, en el caso de las conversaciones: hablaremos de la verdad en Amor, que además es el "vínculo" de la Paz.

-Si el ser "cuidadosos" te huele a ser "temerosos", pues creo que está bien que temamos de nuestra impaciencia o imprudencia, pues podríamos atropellar con grave daño.
El ser "cuidadosos", siempre es por temor, ya sea a "dañar" o ser dañados.De manera que la frase "te huele a ser"; me huele "inapropiada".

-Cuando no existe la deliberada intención de ofender, si alguno se da por ofendido, eso es por su propia hipersensibilidad que le lleva a equívocos supuestos de mala actitud de su interlocutor.
Cuando seguimos los dictados del sentido común y la ética resulta muy difícil, aunque no imposible tener la deliberada intención de ofender.
Y aunque no exista tal intención, eso no garantiza el no ofender en palabra, dado que tan solo la perfección no incurre en ello; y ésta es obra del Espíritu Santo y no de nuestro extremo cuidado.

De manera qué, si ofendemos no siendo conscientes de "deliberada intención", podremos "libremente" juzgar de "hipersensibilidad" a nuestro interlocutor, y así no recibir su crítica.
 
-De acuerdo. Lo que ocurre, es que el conversador alterna en un diálogo continuo con su interlocutor, mientras que el comunicador participa de una noticia u opinión a su oyente, sin que este tenga oportunidad de cuestionarle. Así las las fake news hacen estragos en los medios y redes sociales.

-En Uruguay, en los telenoticieros, los médicos informan bien acerca de los hisopados que se vienen haciendo a fin de detectar a posibles contaminados con el Covid19. Ellos pronuncian bien esta palabra a la que no estábamos acostumbrados: hisopados. Sin embargo, son muchos los periodistas que al trasmitir las noticias pronuncian "ensopados". En Uruguay, ensopado es una comida criolla que tiene algo de sopa o guiso, por las carnes, fideos, cereales y verduras que contiene. Esta forma de noticiar de esos comunicadores, crea confusión.


Cordiales saludos
Entiendo, espero algún día poderte invitar a lo que nosotros llamamos 'asopa'o cubano' o 'ajiaco cubano'.
Cuídate!
 
En un debate religioso...
Prima mucho el tener la "razón", como si con ellos manifestaran estar aprobados por DIOS.... creo que ése es el gran error.

-Aquellos que nos creemos aprobados por Dios deberíamos aceptar que el mismo derecho tienen los que con nosotros difieran. Si creemos estar en lo cierto, es porque consideramos que los demás están equivocados, y viceversa. El error está en nuestra propia inseguridad, y en no concederle a nuestro contradictor igual debilidad.
 
-Excelente me ha parecido tu aporte, a más de que hayas llamado la atención en cuanto a la disposición que el conversador debe tener, ya sea que su interlocutor sea rústico o un erudito. Yo creo que a poco de sernos presentada una persona, ya intuimos si se trata de alguien tosco o culto; incluso, si lo es poco o mucho. Entonces, debemos extremar los cuidados para de ningún modo avergonzar a uno, ni ser avergonzados nosotros mismos por las observaciones del otro, al arriesgar opiniones que no podemos fundamentar.

Cordiales saludos
Es que como seres humanos que vivimos en sociedad, obligatoriamente debemos interactuar con otros seres humanos y esto nos trae un sin límites de situaciones en las que una buena conversación ayuda mucho.


Me vino a la mente cuando te escribía el momento en el que YO estaba recién graduado de la Universidad, estudié electrónica y mi trabajo solía ser de técnico de campo en el que siempre me asistían obreros, en veces técnicos medios y en otros casos simples obreros...En un momento Yo era el erudito y en el otro era el aprendiz más ingenuo porque estos viejos que me acompañaban y eran mis asistentes sabían tantas mañas y maniobras como por ejemplo subir una parábola a una torre de 100 metros con todo y mástil o como subir un analizador de espectro de 30 kilos a una torre en condiciones seguras, son cosas que no te enseñan en la Universidad y es en esas legitimas conversaciones y camaraderías en las que se logra una máxima transferencia de conocimiento y experiencias en pro de un fin especifico, lo mismo una cola en un banco o en un mercado, lo mismo te toca un chamaco con pinta de reguetonero que una viejecita que te recuerda a tu abuela y en todos los casos lo imperativo es tener esa destreza de saber socializar y tener una buena conversación.


Ya como cristianos, el deber es usar estas destrezas para predicar la salvación por Jesús lo cual siempre me ha resultado difícil pero es un deber que tenemos como creyentes desarrollar esta habilidad. Mi abuela si tenía este superpoder de sentarse al lado de quien sea y hablarle de Cristo y que esta persona luego visitara la iglesia o fuese al menos receptiva al mensaje, esto nunca me dejo de asombrar y sinceramente no sé cómo lo hacía pero lo hacia jejeje
 
Es importante que nos demos cuenta, que la Gracia tiene su propia ética, que no es ni mas ni menos que la ética de nuestro Señor Jesucristo comunicada a nosotros por el espíritu de Gracia. de modo que "otra" ética que no sea la de Cristo por el Espíritu Santo resultará ser una ética moral, correcta, pero no manifestará al Señor, sino que nuestra propia virtud, y no será suyo el honor ni la admiración; sino nuestro.


Si dependemos de nuestro señor a cada momento sin poner ninguna confianza en nuestro propio "extremo" cuidado, Él será quien nos cuidará y guiará en nuestros caminos y conversaciones.De esa forma, en el caso de las conversaciones: hablaremos de la verdad en Amor, que además es el "vínculo" de la Paz.


El ser "cuidadosos", siempre es por temor, ya sea a "dañar" o ser dañados.De manera que la frase "te huele a ser"; me huele "inapropiada".


Cuando seguimos los dictados del sentido común y la ética resulta muy difícil, aunque no imposible tener la deliberada intención de ofender.
Y aunque no exista tal intención, eso no garantiza el no ofender en palabra, dado que tan solo la perfección no incurre en ello; y ésta es obra del Espíritu Santo y no de nuestro extremo cuidado.

De manera qué, si ofendemos no siendo conscientes de "deliberada intención", podremos "libremente" juzgar de "hipersensibilidad" a nuestro interlocutor, y así no recibir su crítica.

-Tratándose de cristianos, nuestra comunión con el Señor Jesucristo y dependencia de Él en todo, no hace que lo espiritual supla o anule lo naturalmente práctico en nuestra vida cotidiana, sino que cuando esto último nos edifica a nosotros y bendice a los demás, es una bendición de pura gracia.

-La obra del Espíritu Santo en nosotros nos lleva a actuar como Dios quiere, pero desde nuestra todavía imperfecta humanidad.