En ROJO mis respuestas, argumentadas por mí.
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[TD]Bloque nueve: ¿Cuáles son las fuentes para conocer la revelación de Dios?[/TD]
[TD]si o no[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios (La Biblia) es la fuente de Mayor Autoridad, y el Evangelio más que ningún otro libro sobre todo. La Revelación no ha acabado con la Biblia, las Cartas Apostólicas son revelaciones posteriores y no tienen más autoridad que el Evangelio que son las enseñanzas del propio Jesús quien es la Cabeza y Señor de toda la Iglesia. Tradiciones y revelaciones personales tienen importancia pero nunca están sobre el Evangelio y sobre la Palabra del Propio Jesús.[/TD]
[TD]Si[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios (La Biblia) es la única fuente en la que podemos conocer la Revelación. Tradiciones y revelaciones personales carecen de interés (son cosas de hombres, que pueden ayudar en algo puntualmente pero poco más)[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios (La Biblia) es la única fuente en la que podemos conocer la Revelación, no por ello la Tradición de la Iglesia, especial de la Iglesia Antigua, debe ser despreciada, de hecho pueden ayudar mucho a entender algunos aspectos difíciles de la doctrina y costumbres cristianas.[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios (La Biblia) es la fuente única (por ser la única de la que se puede afirmar su inspiración divina e infabilidad) y suficiente (por recoger con esa autoridad la enseñanza de cerrada en los apóstoles) para poder conocer la Revelación de Dios, que es esencialmente el Plan de Salvación de Dios para el hombre. La Tradición de la Iglesia, especialmente la que se extrae de los primeros padres de la Iglesia y de los Concilios y de otros teólogos y confesiones de fe de relevancia histórica y unanimidad, tienen autoridad real pero no infalibilidad en explicar la Revelación y otros asuntos anexos o secundarios (formas de culto, moral, etc...) deben ser tenidos muy en cuenta e incluso respetados siempre que no contradigan las Sagradas Escrituras o enseñen un nuevo Evangelio, para lo cual la Iglesia que es depositaria de la Revelación y la cual está bajo la guía del Espíritu Santo, tiene facultad de discernir en estos temas más oscuros, polémicos o complejos (no infaliblemente) pero sí confiando en que Dios la auxiliará y siempre mejor cuando la decisión se toma unánimemente.[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios junto con la Tradición Apostólica son las fuentes de la Revelación de Dios a los hombres, de la cual la Iglesia es custodia e intérprete. Es la Iglesia la que positiva e infaliblemente se pronuncia acerca de lo que debe ser creído (dogma) y el contenido de ésto se extrae o de la Palabra de Dios o de la Tradición Apostólica (no se añade nada nuevo) que se conserva en el seno de la Iglesia, y la autoridad con la que se establece es la del Papa (pues incluso el Concilio debe ser presidido o autorizado y luego confirmado por el Papa.[/TD]
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[TD]La Palabra de Dios junto con la Tradición Apostólica son las fuentes de la Revelación de Dios a los hombres, de la cual la Iglesia es custodia e intérprete. Es la Iglesia la que positiva e infaliblemente se pronuncia acerca de lo que debe ser creído (dogma) y el contenido de ésto se extrae o de la Palabra de Dios o de la Tradición Apostólica (no se añade nada nuevo) que se conserva en el seno de la Iglesia, y la autoridad con la que se establece es la que reside en el colegio epsicopal como verdaderos sucesores de los apóstoles, especialmente cuando estos se pronuncian en Concilio Ecuménico.[/TD]
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[TD]Actitud: La Palabra de Dios no llega, lo importante el estudio e interpretación que la Iglesia hace de ella. A esto último deben los cristianos atender para conocer bien un texto complejo que es muy difícil interpretar y conocer por sí mismo. El examen propio no llega, el examen es el de toda la Iglesia y a su cabeza los doctores confirmados por al autoridad de los obispos y del Papa.[/TD]
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[TD]Actitud: La Palabra de Dios, que es infalible, ha sido escrita para ser leída e interpretada por todo creyente, bajo la luz del Espíritu Santo y el marco de la Iglesia. No es revelación privada para nadie, sino para toda la Iglesia, y por ello aunque sea también para cada uno, cada uno debe entenderla y estudiarla en el contexto de la Iglesia, atendiendo gravemente a sus doctores, teólogos y autoridades de ahora y de siempre.[/TD]
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[TD]Actitud: La Palabra de Dios es para cada creyente, todo hombre y mujer puede conocer la Revelación en ella sin más auxilio que el Espíritu Santo. La Iglesia puede ayudar, pero no es lo importante.[/TD]
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[TD]Actitud: La Iglesia se constituye por la Palabra de Dios, es un producto de ella. De hecho es o ha sido necesario restaurar la Iglesia a raíz de la Palabra de Dios (no reformarla) sino volver a fundarla. (Restauracionismo)[/TD]
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[TD]Actitud: La Palabra de Dios es para cada creyente, todo hombre y mujer puede conocer la Revelación en ella sin más auxilio que el Espíritu Santo. La Iglesia puede ayudar, pero no contradecir al Evangelio ni prohibir lo que Cristo ha establecido.[/TD]
[TD]Si[/TD]
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