¿Confesando pecados comenzando el culto?

Ricardo · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Volviendo al tema del epígrafe
No me interesa discutir aquí lo que ya se ha debatido en otras propuestas abiertas específicamente, en la permanente controversia con los católicos sobre la confesión auricular. Que sigan practicando tal cosa poco me preocupa, pues hay muchísimas más todavía más preocupantes, de la que está plagado el catolicismo histórico.
Es en el contexto de las iglesias cristianas evangélicas, las que se precian de ser bíblicas y seguir la sana doctrina, lo que inquieta que se venga admitiendo novedades que penetran por su apariencia de piedad.
Si alguien conoce precedentes o tiene sus propias ideas sobre esta práctica que se va difundiendo, su aporte será de interés para cuantos compartimos similar inquietud.
Saludos cordiales.
Ricardo.

Edison Loaiza · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

emiliojorge dijo:
La Biblia te contesta con sus propias palabras.

"POR TANTO ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES BAUTIZÁNDOLOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO ENSEÑÁNDOLES QUE GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO Y HE AQUÍ YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO. AMÉN." (Mt. 28.19-20)

Por lo tanto, todo lo que el Señor les enseñó a los apostoles, éstos debían enseñarselos a sus discípulos hasta el regreso del Señor incluido por cierto el remitir pecados (Jn. 20.23)

A LOS LECTORES CRISTIANOS

Mat 28:20 enseñándoles G1321 G846 VPAP-PNM RP-APM que guarden G5083 VPAN todas G3956 JAPN las cosas que G3745 RK-APN os G5213 RP2DP he mandado; G1781 VAMI1S

La palabra "DIDASKO" (G1321) es la base de instrucciones espirituales dadas por el Señor relacionadas con sus mandamientos, los cuales no deben ser descuidados.... Esta es la misma palabra que encontramos en el v.15, leemos:

Mat 28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido(G1321). Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.

Los soldados hicieron lo que los sacerdotes, enemigos de Cristo, le indicaron, una enseñanza errónea, basada en la mentira.

Los nuevos discípulos de Cristo tenían que hacer lo que los apóstoles les indicaran...por esto hablamos de DOCTRINA APOSTÓLICA.

Este respaldo a la Doctrina apostólica locontemplamos en el ruego del Señor, leemos:

Joh 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

Esta misma enseñanza es transmitida a la Iglesia, leemos:

2Ti 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

1. Pablo

2. Timoteo

3. Hombres fieles...

4. Toda la Iglesia hasta el día de hoy.

Y ninguno de los apóstoles enseñaron el perdón de pecados por parte de los hombres...mas bien fijaron su vista en la Obra de la Redención donde la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado...y no la absolución de un sacerdote presumido y mucho más pecador que el que le habla al oído, ya que está usurpando al legítimo Mediador entre Dios y los hombres...Jesucristo hombre (1Tim.2:15).

Es importante para el estudioso de la Escritura saber diferenciar los receptores del mensaje del Señor antes de ir a la Cruz y su mensaje.

Por ejemplo...en el sermón del Monte las enseñanza de Nuestro Señor tienen que ver con los principios que iban a caracterizar la conducta para guiar a los que estaban esperando el establecimiento del reino prometido. Es para todos nosotros, indudablemente, pero no en el mismo sentido que para ellos.

Que importancia tiene para aquellos discípulos del reino la oración del Padre nuestro... la expresión "el pan nuestro de CADA DIA danoslo hoy" cuando habían sido enviados sin plata ni alimentos? Pues tenía que confiar en el Padre del Señor, que los alimentaría como alimenta a las aves...pues como ellas no tiene graneros.

Esto nos enseña que los principios son inmutables pero los mandamientos o instrucciones..o enseñanzas...registrados en pasajes como Mt.5:39-42 y 6:25-34 fueron dados con especial referencia a las circunstancias de aquel tiempo. Pues bien, de igual manera debemos discernir la facultad apostólica sobre el perdón y retención de pecados dada con especial referencia a las circunstancias de ese período donde la revelación la Doctrina Apostólica para la Iglesia no estaba completada.

Que tal entonces que cualquiera que venga a darnos una bofetada tengamos de inmediato que presentarla la otra mejilla? O el que venga a usurpar nuestros derechos tenemos que concederselos?

A ellos, antes del establecimiento de la Iglesia...los envió a predicar el evangelio de Reino...el cual posee un Trono, un Rey y un Reino..son las cosas en singular a lo que se refiere Juan cuando afirma: "A LO SUYO VINO"...la nación de Israel no solo rechazó a Su Rey sino que también lo crucificó. Y el Reino fue pospuesto...hasta cuando el venga con poder y gloria a juzgar a Israel y las naciones gentiles...entre tanto...levantó al apóstol Pablo con un mensaje centrado en la cruz de Cristo.

A los discípulos del reino les dijo: "no toméis nada por el camino...ni bordón ni alforja, ni pan, ni dinero, ni llevéis dos túnicas" (Lc.9:3) Y luego del cumplimiento de esa misión les pregunto: ¿Os faltó algo? y ellos respondieron "Nada". Y les dijo: "Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una" (Lc.22:35-36)

En contraste, los cristianos, a diferencia de los discípulos del reino, tenemos que ahorrar, y cualquiera que venga a invadir nuestros derechos tenemos nuestra legítima defensa, pues las autoridades han sido establecidas por Dios para protejernos del que hace lo malo.

Es increible cuanta gente cae en la trampa de los curitas...que se presentan como capacitados para perdonar y retener pecados ajenos...tamaña blasfemia solo puede caber en corazones irredentos...los cuales toman la piedad como fuente de ganancia deshonesta...leemos del catecismo católico:

"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos."

"La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente."

"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias".

Estas indulgencias no son gratis...de ahí que defiendan con tanta vehemencia la blasfema confesión auricular de los pecados de los simples.

vayikra · 20 Agosto 2010

Re: ¿Confesando pecados comenzando el culto?

Ricardo dijo:
Una nueva modalidad que lentamente se va propagando en los cultos de iglesias tenidas por bíblicas y que hasta se precian de fundamentalistas, es la siguiente:
Al inicio de la reunión, quien de momento la preside exhorta a la congregación a permanecer unos minutos en silencio, en actitud reverente, con la cabeza inclinada en espíritu de oración. Se pide que cada cual se examine a sí mismo, y caso que su corazón le reprenda por pecados inconfesados que aun carga sobre su conciencia, ahí mismo se arrepienta, los confiese al Señor en silenciosa oración y apele a la sangre de Jesucristo para que Dios los limpie de toda maldad, conforme a la promesa en 1Juan 1. Tras un lapso más o menos breve, el conductor prosigue su programa de la reunión.
La primera vez que presenciamos algo así, por más que nos sorprendiera, nos impresionó favorablemente. Veamos:
1 – No parece antibíblico. Por el contrario, recordamos textos como 1Co 11:31 y 2Co 13:5 que favorecen la idea de ese auto examen.
2 – Sería una práctica piadosa. ¿Qué mejor podría contribuir a la edificación espiritual de la congregación si al reunirse los santos no estuvieran encubriendo sus pecados?
Pero si tras esa primera impresión reflexionamos un poco, surgen algunas dudas:
a) ¿Cómo es que por casi dos milenios las reuniones cristianas desconocían tal práctica?
-A esto se nos podrá responder que en las iglesias católicas siempre existieron los confesionarios, de modo que los fieles luego de obtener su absolución pudieran comulgar con buena conciencia. Posiblemente los ortodoxos tengan una práctica similar. Incluso, las miles de variantes dentro del Protestantismo podrían presentar otros ejemplos parecidos.
b) ¿Sería la reunión de la iglesia la ocasión y lugar adecuados para tal ejercicio?
-A esto también se nos podrá contestar: “Más vale tarde que nunca”.
Pero es aquí que nos entra a inquietar una profunda preocupación: Al ir a congregarnos en Su nombre (Mt 18:20) con otros hermanos que también invocan al Señor de corazón limpio (2Tim 2:19,22), ¿podemos venir con la carga de nuestros pecados a cuestas, o ya librados de ella? ¿No sería nuestra propia casa, y en última instancia el camino hacia la reunión, ocasión más propicia para examinarnos, confesar y recibir el perdón?
c) Después de cumplido ese rito de guardar silencio, el auto examen y la confesión, ¿no se estará creando una atmósfera artificial de santidad como si ahora se hubiera pasado a un estado de espiritualidad más elevado?
-Esto también preocupa, ya que si algunos hubieran sido movidos consciente y sinceramente a hacerlo así ¡bueno fuera!; pero nada asegura que todos en la congregación tras ese lapso alcanzaran tal condición idónea para la adoración, alabanza e instrucción en la Palabra de Dios.
d) ¿No es tras el oír la Palabra de Dios que el Espíritu Santo convence de pecado?
-Incluso, de haber incrédulos en la reunión, se convertirían. El Señor Jesús es el centro de atracción de la iglesia reunida; no los pecados. Es riesgo está, en que una vez impuesta esta costumbre, se vincule al local de reunión con un sitio especial para el perdón de los pecados. De esta manera, sin quererlo, estaríamos desviándonos hacia resabios del romanismo persistentes en el protestantismo.
El asunto ha quedado expuesto. ¿Alguien conoce el origen de esta práctica? ¿Hay apoyo bíblico para la misma? ¿Qué piensan ustedes?
Soy todo oídos.
Ricardo.

Bendiciones Ricardo.

Te voy a contar algo que ocurrio en mi pequeñita iglesia local... yo me reuno con un pequeño grupo de Pecadores Redimidos por la Sangre de Cristo a los que nos llaman "Los Hermanos Libres", que creo que tu conoces.

Bien, nosotrso la Eucaristia, Cena del Señor o Comunion la llevamos a cabo muy regularmente... y en un ocacion nos acompaño un hermano que se reunia en otro lado... y no participo de ella....

Al finalizar el culto, se acerca a uno de los Ancianos, y le dice con tono autoritativo..."... La Cena del Señor se tiene que celebrar asi... los Diaconos tienen que hacer esto...los hermanos esto otros...etc, etc"

El hermano Anciano, con sabiduria le dijo:..."...Ok, hermano, ya le escuche...ahora digame en donde dice la Biblia lo que usted dice de como se debe de celebrar"

A lo que voy Ricardo, es que tu no puedes imponer ( tratar de hacerlo) la manera en que cada Iglesia Local se pretende acercarce a Dios en el Culto dirigido a El... Si unos lo hacen asi, si otros lo hacen asa...pues es responsabilidad de cada Iglesia Local...y cada una de ellas le daran cuenta a Dios por lo que hacen y como buscan Adorarle...

La Iglesia, mi estimado hermano, es de Dios...y el la va a cuidar...de eso no tengas la menor duda..

Si una Iglesia local esta mal... Dios se encargará de ellos...¿no lo crees?

Romanos
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No puedes rendirle culto racional a un Dios Vivo con pecado en tu corazon....y que mejor manera de empezar la Adoracion en conjunto, que entregarle todo al Señor...incluyendo nuestros pecados

Paz de Cristo

emiliojorge · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Edison Loaiza dijo:
A LOS LECTORES CRISTIANOS

Mat 28:20 enseñándoles G1321 G846 VPAP-PNM RP-APM que guarden G5083 VPAN todas G3956 JAPN las cosas que G3745 RK-APN os G5213 RP2DP he mandado; G1781 VAMI1S

La palabra "DIDASKO" (G1321) es la base de instrucciones espirituales dadas por el Señor relacionadas con sus mandamientos, los cuales no deben ser descuidados.... Esta es la misma palabra que encontramos en el v.15, leemos:

Mat 28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido(G1321). Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.

Los soldados hicieron lo que los sacerdotes, enemigos de Cristo, le indicaron, una enseñanza errónea, basada en la mentira.

Los nuevos discípulos de Cristo tenían que hacer lo que los apóstoles les indicaran...por esto hablamos de DOCTRINA APOSTÓLICA.

Este respaldo a la Doctrina apostólica locontemplamos en el ruego del Señor, leemos:

Joh 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

Esta misma enseñanza es transmitida a la Iglesia, leemos:

2Ti 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

1. Pablo

2. Timoteo

3. Hombres fieles...

4. Toda la Iglesia hasta el día de hoy.

Y ninguno de los apóstoles enseñaron el perdón de pecados por parte de los hombres...mas bien fijaron su vista en la Obra de la Redención donde la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado...y no la absolución de un sacerdote presumido y mucho más pecador que el que le habla al oído, ya que está usurpando al legítimo Mediador entre Dios y los hombres...Jesucristo hombre (1Tim.2:15).

Es importante para el estudioso de la Escritura saber diferenciar los receptores del mensaje del Señor antes de ir a la Cruz y su mensaje.

Por ejemplo...en el sermón del Monte las enseñanza de Nuestro Señor tienen que ver con los principios que iban a caracterizar la conducta para guiar a los que estaban esperando el establecimiento del reino prometido. Es para todos nosotros, indudablemente, pero no en el mismo sentido que para ellos.

Que importancia tiene para aquellos discípulos del reino la oración del Padre nuestro... la expresión "el pan nuestro de CADA DIA danoslo hoy" cuando habían sido enviados sin plata ni alimentos? Pues tenía que confiar en el Padre del Señor, que los alimentaría como alimenta a las aves...pues como ellas no tiene graneros.

Esto nos enseña que los principios son inmutables pero los mandamientos o instrucciones..o enseñanzas...registrados en pasajes como Mt.5:39-42 y 6:25-34 fueron dados con especial referencia a las circunstancias de aquel tiempo. Pues bien, de igual manera debemos discernir la facultad apostólica sobre el perdón y retención de pecados dada con especial referencia a las circunstancias de ese período donde la revelación la Doctrina Apostólica para la Iglesia no estaba completada.

Que tal entonces que cualquiera que venga a darnos una bofetada tengamos de inmediato que presentarla la otra mejilla? O el que venga a usurpar nuestros derechos tenemos que concederselos?

A ellos, antes del establecimiento de la Iglesia...los envió a predicar el evangelio de Reino...el cual posee un Trono, un Rey y un Reino..son las cosas en singular a lo que se refiere Juan cuando afirma: "A LO SUYO VINO"...la nación de Israel no solo rechazó a Su Rey sino que también lo crucificó. Y el Reino fue pospuesto...hasta cuando el venga con poder y gloria a juzgar a Israel y las naciones gentiles...entre tanto...levantó al apóstol Pablo con un mensaje centrado en la cruz de Cristo.

A los discípulos del reino les dijo: "no toméis nada por el camino...ni bordón ni alforja, ni pan, ni dinero, ni llevéis dos túnicas" (Lc.9:3) Y luego del cumplimiento de esa misión les pregunto: ¿Os faltó algo? y ellos respondieron "Nada". Y les dijo: "Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una" (Lc.22:35-36)

En contraste, los cristianos, a diferencia de los discípulos del reino, tenemos que ahorrar, y cualquiera que venga a invadir nuestros derechos tenemos nuestra legítima defensa, pues las autoridades han sido establecidas por Dios para protejernos del que hace lo malo.

Es increible cuanta gente cae en la trampa de los curitas...que se presentan como capacitados para perdonar y retener pecados ajenos...tamaña blasfemia solo puede caber en corazones irredentos...los cuales toman la piedad como fuente de ganancia deshonesta...leemos del catecismo católico:

"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos."

"La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente."

"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias".

Estas indulgencias no son gratis...de ahí que defiendan con tanta vehemencia la blasfema confesión auricular de los pecados de los simples.

En resumen:

Los "evangelicales" dicen:

Hay que confesarse directo con Dios, no con hombres pecadores.

Sin embargo, el Señor dirigiéndose a Sus apóstoles les dijo:

"Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío. Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo:

A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: á quienes los retuviereis, serán retenidos. (Jn 20,21-23

"De cierto os digo que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo. (Mt 18,18)

Evidentemente, entonces, el Señor le dio poder a hombres (de carne y hueso) para que en Su nombre (o por la autoridad Suya) perdonasen pecados...

Por algo, la Iglesia Católica administra la plenitud de los medios de salvación porque Dios lleva a la fe por distintos medios...

Efe-E-Pe · 20 Agosto 2010

Re: ¿Confesando pecados comenzando el culto?

No te creas tanto, amigo...

En realidad, la confesión se debería hacer en la oración de la noche, antes de dormir, o si existe una rencilla entre hermanos, sería muy sano practicar lo de "Que no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Si hubiese alguna confesión en particular que hacer en la congregación, pues claro que ésta debe ser entre hermanos de buena conciencia y de madurez espiritual, porque Dios atenderá la oración de uno que pide perdón, y los hermanos que comparten la confesión al Señor, cumplen la función intercesora que Dios espera tengamos entre unos y otros, ¿no te parece?

Efe-E-Pe · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Y eso no es exclusivo del catolicismo; en cualquier congregación cristiana se debe practicar el confesarse los pecados entre unos y otros, siempre y cuando exista una madurez espiritual entre los congregantes.

Edison Loaiza · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

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emiliojorge dijo:
En resumen:

Los "evangelicales" dicen:

Hay que confesarse directo con Dios, no con hombres pecadores.

Sin embargo, el Señor dirigiéndose a Sus apóstoles les dijo:

"Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío. Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo:

A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: á quienes los retuviereis, serán retenidos. (Jn 20,21-23

"De cierto os digo que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo. (Mt 18,18)

Evidentemente, entonces, el Señor le dio poder a hombres (de carne y hueso) para que en Su nombre (o por la autoridad Suya) perdonasen pecados...

Por algo, la Iglesia Católica administra la plenitud de los medios de salvación porque Dios lleva a la fe por distintos medios...

LA BIBLIA ES UN TODO COHERENTE

No podemos aislar versículos para respaldar la falsa doctrina de la confesión auricular de pecados en hombres que son miembros de la Gran Ramera, una institución religiosa que fornica con los reyes de la tierra, en alusión a los concordatos y subvenciones que recibe del país que la tolera.

BASE BIBLICA

Mat 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

Pedro fue el primero en confesar a Cristo, por lo tanto, recibió esta comisión antes que los demás...como la vemos extendida en Mt.18:18. Este hecho anula la pretensión de la Iglesia Católica romanista, identificada en la Biblia como la Gran Ramera, de creerse con derecho para otorgarle "autoridad suprema" a Pedro para atar y desatar y así poder usurpar y hacer suyo esa falsa "autoridad suprema" mediante el nombramiento de papas como sucesores "legítimos" de Pedro.

! Que descaro! ! Qué sinvergüenzas!

Estas llaves del Reino de los cielos fueron usadas por Pedro a los gentiles con Cornelio en Hechos 10, donde en ningún momento Pedro, a pesar de haber recibido al igual que los demás apóstoles autoridad para atar y desatar (Mt.18:18) y haber estado presente la noche del domingo de resurrección (Jn.20:19) cuando el Señor pronunció las palabras en Juan 20.23 y que el forista católico romanista "emilio jorge" afirma:

Evidentemente, entonces, el Señor le dio poder a hombres (de carne y hueso) para que en Su nombre (o por la autoridad Suya) perdonasen pecados...

No obstante...por ningún lado leemos que Pedro le perdonó los pecados a Cornelio...más bien centró su predicación en exaltar a la Persona del Señor Jesucristo...leemos:

Act 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Y revelarle a Cornelio la identidad del único que puede perdonar Pecados aquí en la tierra, leemos:

Act 10:42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
Act 10:43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. <o></o>

Algo que no debemos pasar por alto en relación con las llaves del Reino, es que la puerta que se abre, no es a la Iglesia de Cristo, sino al Reino de los cielos. <o></o>
Únicamente los creyentes entran a la iglesia, los incrédulos no pueden participar de este carácter, leemos:<o></o>

Eph 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. <o></o>
“QUE NO TUVIESE MANCHA NI ARRUGA NI COSA SEMEJANTE” <o></o>

Cómo se atreve la Gran Ramera…con el culto a 300.000 santos y santas…a las diez mil vírgenes…con la Reina del cielo a la cabeza, presentándola como intercesora entre Dios y los hombres, tal mancha profana y niega el oficio de Cristo como el único mediador entre Dios y los hombres. <o></o>

¿Cómo se atreve a considerarse formando parte del Cuerpo de Cristo? <o></o>

Las llaves del Reino de los cielos…de acuerdo a Mateo 13 en su forma de misterio es una esfera de profesión en la cual, por su propia naturaleza, tanto buenos como malos son hallados, para ser separados al fin de los tiempos como se separa el trigo de la cizaña. Estas son las llaves dadas a Pedro...usadas en Hechos 2:14-36; 10:34-43, para abrir la puerta del reino de los cielos a los judíos y gentiles. Al principio, únicamente los creyentes entraron y ellos formaron parte de la iglesia, pero más tarde vemos como este verdadero testimonio se debilitó, ya que los incrédulos se sintieron atraídos por una estructura eclesial más ritualista, organizada por los Nicolaitas y las Jezabeles, como está escrito:<o></o>

Rev 2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. <o></o>
Rev 2:15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. <o></o>
Rev 2:20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. <o></o>

Estas estructuras eclesiales no forman parte de la Iglesia de Cristo, así sus líderes religiosos se rasguen las vestiduras para hacerlas valer…sino que forman parte del reino de los cielos durante la presente dispensación, a la espera de la venida del Rey, quien hará juicio sobre estos sistemas religiosos y sobre los sistemas políticos de las naciones paganas, para dar lugar al establecimiento del Reino de Dios sobre la tierra cuya capital será Jerusalén, como está escrito:<o></o>

Jer 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón. <o></o>

Atar y desatar fue una capacidad apostólica, representando una responsabilidad muy solemne. Y los que estuvieron bajo esa breve jurisdicción lo fueron de manera permanente. Nadie puede reclamar poseer ese poder espiritual en el día de hoy, mucho menos los sacerdotes de la Gran Ramera. Los reclamos que contemplamos aquí en el foro, son generados por pura presunción e ignorancia. Pedro tenía que estar en contacto con la mente Divina en el cielo para conocer exactamente cuál era el propósito de Dios en estos asuntos de atar y desatar. No se trataba de una elección arbitraria por parte de Pedro sino la continuación de la Obra del Señor según la cual, los fariseos se mantuvieron en un estado de ceguera espiritual… ellos estaban atados.<o></o>

Nadie hoy en día puede conocer si un alma incrédula es permanentemente cegada, y esto es una reprensión hasta para mí mismo, cuando emitimos juicio condenatorio hacia grupos apóstatas…vaya uno a saber si el Espíritu de Dios quiera traerlos a la luz de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. El evangelio tiene que ser predicado a tiempo y fuera del tiempo…indicando con esto, la posibilidad de salvación del alma IRREDENTA tanto para católicos romanistas como para los integrantes de la Watchtower Society y los miembros de la IASD, grupos que hacen presencia en el foro por medio de sus representantes declarados y confesos.
<o></o>
En Cristo<o></o>

Edison<o

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Ricardo · 20 Agosto 2010

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Re: ¿PUEDE EL HOMBRE PERDONAR PECADOS AJENOS?

Apreciado Vayikra
Respuesta a Mensaje # 23:
Siempre respeté la autonomía de cada asamblea local de creyentes, para manejarse como mejor entiendan de las Escrituras en sujeción a la Cabeza y guía del Espíritu.
Sin embargo, tal libertad jamás debiera degenerar en libertinaje, de modo que algunas introduzcan innovaciones que afectan la comunión entre unas y otras, cuando se trata ya no de prácticas inocuas e intrascendentes, sino que conllevan riesgos de confusión para los hermanos.
Es bueno notar como Pablo dice: “Como en todas las iglesias de los santos…” (1Co 14:33); "esto ordeno en todas las iglesias” (1Co 7:17); “de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias” (1Co 4:17). Si una iglesia local se arroga el derecho a interpretar la Biblia como quiera y a formular su propio código de doctrina y práctica, consciente que entra a diferenciarse de las demás, se convierte en secta.
Tienes razón de que la iglesia es del Señor y Él la habrá de cuidar como convenga. Pero precisamente, nosotros no podemos lavarnos las manos y ponernos de mirones para ver como el Señor se las arregla para solucionar un problema, sino que siempre hemos de estar dispuestos a que si Él quiere usarnos con los dones que nos ha dotado para advertir de un peligro o corregir un desvío, pues no podemos permanecer pasivos sino contribuir con lo que podamos.
Por supuesto que no todos los hermanos habrán adquirido la madurez y el ejercicio de discernimiento necesario para ello, pero los que sí, son responsables.
Cuando los creyentes nos congregamos al nombre del Señor Jesús para juntos adorar a Dios en espíritu y en verdad, nunca jamás puede ser para presentarle nuestros pecados, sino que “ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre” (He 13:15).
Es decir, el examinarse a sí mismo, arrepentirse, confesar el pecado y aun el restituir y reconciliarse con otro, debe ser un ejercicio previo al salir para la reunión. La sangre de Cristo no es más efectiva en el lugar de reunión que en camino a la misma, o en nuestra propia casa. Esperar al momento de juntarnos los santos para recién ponernos a “espirituales”, confesando los pecados, es una negligencia peligrosa.
Recibe mi fraterno saludo.
Ricardo.

Dagoberto Juan · 20 Agosto 2010

Re: APRECIADO RICARDO

Re: APRECIADO RICARDO

Estimado Ricardo

!Como siempre con tu debilidad!...

...Traer buenos temas...

Pues, esta situación que presentas, obviamente con algunas correcciones, ES UNA NECESIDAD, Jesús lo dijo...

"El que está limpio, no necesita sino,... lavarse los pies..."

Nuestro Señor Jesucristo no lavó los pies de sus discípulos con el solo propósito de promover entre ellos la amabilidad o el servicio humilde; sino también para dejarnos conscientes de una enseñanza mucho mayor, y por cierto, más necesaria aún.

Para entender esto, lo que tampoco Pedro podía entender todavía (“Lo que yo hago, tu no entiendes ahora; más lo entenderás después” vers. 7); debemos remitirnos a lo que era el Tabernáculo en el tiempo de Moisés.

La “Fuente de bronce” estaba ubicada entre el altar de bronce y el Tabernáculo, ésta, no servía para ofrecer sacrificios, sino para lavarse en ella. Dios lo estableció como estatuto perpetuo: “También se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y lo tendrán por estatuto perpetuo” (Exodo 30:21), de modo que Aarón y sus hijos (como sacerdotes) debían lavar allí sus pies cada vez que entraban al tabernáculo o al altar para ministrar (ofrecer sacrificio)

La necesidad del mandato de lavarse los pies era un acto de purificación, el sacerdote no podía entrar al Santuario, si no se lavaba o purificaba antes sus pies. El sacerdote antes de entrar o presentarse ante Dios, debía lavarse de cualquier contaminación, tanto de sus manos, (actitudes incorrectas provocadas voluntaria o involuntariamente) como de los pies (consecuencias de la contaminación adquirida en ocasiones involuntariamente al “andar” sobre esta tierra); literalmente en la misma forma que al andar podemos ensuciar nuestros pies o calzados, así también en un sentido espiritual, ensuciamos nuestra condición espiritual;... erramos, ofendemos, pecamos...

El acto ceremonial de lavarse los pies en la Fuente de bronce, permitía que el sacerdote pudiera entrar a gozar de la presencia y comunión con Dios; para luego, oficiar con libertad por sí mismo y por todo el pueblo.
El lavado de pies era un requisito indispensable, es decir, si el sacerdote no se lavaba los pies, no podía entrar al Santuario. Como esa ordenanza fue dada como estatuto perpetuo, es necesario que así sea, pero ahora en el “Santuario divino o celestial” se practica como el Señor Jesucristo dejó establecido al lavar los pies a sus discípulos.

Así como el Bautismo es continuidad de la circuncisión;… el reposo del Señor lo es del día sábado;… la cena del Señor lo es de la pascua, etc. Así también el lavado de pies, es la continuidad de la ceremonia de lavarse en la Fuente de bronce.

Volvamos a nuestro Maestro;… sabiendo él, que le quedaba poco tiempo para morir en la cruz; enseñó a sus discípulos esta vital necesidad; lavarse los pies; cuando Pedro no quiso aceptar que el Señor le lavara los pies, él le respondió: “Si no te lavares, no tendrás parte conmigo” (vers. 8), semejantemente a como el sacerdote no podía entrar a oficiar a Dios sin antes lavarse los pies; ahora el creyente no puede entrar ante la presencia de Dios, gozar de la comunión y armonía con Dios, si antes no se lavare de contaminaciones que haya podido adquirir en el “camino”;... es decir, si antes no confesare a Dios todo lo que pudiera ser una ofensa o impedimento para entrar a la presencia misma del Dios Santo y tres veces Santo.

Hasta ese momento; antes de morir; el Señor Jesús había estado con sus discípulos; toda relación con Dios, había sido a través de su persona para los discípulos; pero ahora que el no estaría ya más con ellos; les correspondería a ellos, individualmente, relacionarse con Dios, y por tanto, debían aprender a lavarse antes de entrar a la presencia de Dios. Ahora, con la muerte de Jesús, quedaría el camino abierto al “Santuario celestial”; y les correspondería a ellos entrar a una relación directa y personal con Dios; por lo tanto, era necesario que ellos; cuales sacerdotes; aprendieran la necesidad del lavado de pies para entrar a la presencia de Dios y realizar también el oficio del sacerdocio a favor de la Iglesia de Cristo.

Cuando Pedro escucho de su Maestro que “Si no se lavaba no tendría parte con él”, a pesar de no entender el significado de aquel acto del Maestro (“Lo que yo hago, tu no entiendes ahora, más lo entenderás después” vers. 7), le pidió: “Señor, no solo mis pies, más aún las manos y la cabeza”; Jesús le responde: “El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, más está todo limpio” (vers. 10).

Aquel que fue “lavado” por la Sangre de Jesucristo (todo su ser), no es necesario que repita lo que fue hecho una vez y para siempre; pero acontece a veces, que a causa de la naturaleza (carne) que está en el creyente lavado, éste ha faltado, ha pecado, ha manchado sus pies en el camino; … pero no se trata de ser convertido de nuevo (crucificando de nuevo a Cristo), sino se trata ahora de que sus pies sean lavados, tantas veces como sea necesario hacerlo, y aún cada vez que necesitemos allegarnos a Dios; debemos pedir al Señor que nos lave (nuestros pies) con su Sangre , de toda contaminación, para poder “tener parte con el”; … para entrar al “Santuario” y adorarle, pedirle e interceder.

El Señor Jesucristo es quien lava nuestros pies; solamente su sangre limpia toda contaminación de carne y de espíritu; o sea de pecado en nosotros; solo él perdona nuestros pecados, y por tanto, solo a él debemos confesarle nuestros pecados; es un acto que solo le corresponde a él. Al decir: “Debéis lavar los pies los unos a los otros” (vers. 14) no quiere decir que tengamos nosotros la facultad de limpiarnos de pecados los unos a los otros; (más que “a quien remitiereis los pecados o retuviereis”, que es tema aparte), sino que es aquí, donde entra nuestra parte: el “servir unos a otros” (“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”) … el instruir a nuestros hermanos de la necesidad de lavarnos los pies, de que nadie minimice las faltas que en ocasiones llevamos, y con las cuales no podemos acercarnos a Dios, sin antes habernos arrepentido y confesado;… de instruir en cuanto a la gran diferencia de “contaminarse o ensuciarse” los pies mientras caminamos peregrinando sobre este mundo;… y la de pecar voluntariamente.. que es hacer lo malo, vivir en pecado y por tanto en abierta oposición a Dios y sin temor o arrepentimiento;… y es en éste caso, que se aplica el “ya no queda ofrenda por el pecado” (Heb. 10:26 Heb. 6:4-6) ...instruirles decía;...es nuestro servicio.

Esto nos permite ver entonces la necesidad de que, en cada reunión, privadamente, cada uno de nosotros con Dios, podamos confesar nuestros "posibles" pecados, errores, faltas u ofensas que por cualquier razón, por debilidad, ignorancia o involutariamente hayamos cometido, esto es "lavarse los pies" antes de entrar en una relación con Dios, y obviamente, cuando nos reunimos en la casa de Dios, es el lugar más apropiado para "limpiarnos" en la sangre de Cristo y entrar luego a una íntima relación con Dios en la presencia de Dios...

Dios te bendiga

Dagoberto Juan · 20 Agosto 2010

Re: ¿Confesando pecados comenzando el culto?

Me falto decir que de la misma manera en que los sacerdotes debían lavar su pies en la fuente de bronce, que estaba inmediatamente antes de entrar al Tabernáculo;... así también se hace antes de comenzar el culto en que entramos inmediatamente a la presencia de Dios.

Saludos y bendiciones

Dagoberto Juan · 20 Agosto 2010

Re: APRECIADO RICARDO

Re: APRECIADO RICARDO

Dagoberto Juan dijo:
Estimado Ricardo

!Como siempre con tu debilidad!...

...Traer buenos temas...

Pues, esta situación que presentas, obviamente con algunas correcciones, ES UNA NECESIDAD, Jesús lo dijo...

"El que está limpio, no necesita sino,... lavarse los pies..."

Nuestro Señor Jesucristo no lavó los pies de sus discípulos con el solo propósito de promover entre ellos la amabilidad o el servicio humilde; sino también para dejarnos conscientes de una enseñanza mucho mayor, y por cierto, más necesaria aún.

Para entender esto, lo que tampoco Pedro podía entender todavía (“Lo que yo hago, tu no entiendes ahora; más lo entenderás después” vers. 7); debemos remitirnos a lo que era el Tabernáculo en el tiempo de Moisés.

La “Fuente de bronce” estaba ubicada entre el altar de bronce y el Tabernáculo, ésta, no servía para ofrecer sacrificios, sino para lavarse en ella. Dios lo estableció como estatuto perpetuo: “También se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y lo tendrán por estatuto perpetuo” (Exodo 30:21), de modo que Aarón y sus hijos (como sacerdotes) debían lavar allí sus pies cada vez que entraban al tabernáculo o al altar para ministrar (ofrecer sacrificio)

La necesidad del mandato de lavarse los pies era un acto de purificación, el sacerdote no podía entrar al Santuario, si no se lavaba o purificaba antes sus pies. El sacerdote antes de entrar o presentarse ante Dios, debía lavarse de cualquier contaminación, tanto de sus manos, (actitudes incorrectas provocadas voluntaria o involuntariamente) como de los pies (consecuencias de la contaminación adquirida en ocasiones involuntariamente al “andar” sobre esta tierra); literalmente en la misma forma que al andar podemos ensuciar nuestros pies o calzados, así también en un sentido espiritual, ensuciamos nuestra condición espiritual;... erramos, ofendemos, pecamos...

El acto ceremonial de lavarse los pies en la Fuente de bronce, permitía que el sacerdote pudiera entrar a gozar de la presencia y comunión con Dios; para luego, oficiar con libertad por sí mismo y por todo el pueblo.
El lavado de pies era un requisito indispensable, es decir, si el sacerdote no se lavaba los pies, no podía entrar al Santuario. Como esa ordenanza fue dada como estatuto perpetuo, es necesario que así sea, pero ahora en el “Santuario divino o celestial” se practica como el Señor Jesucristo dejó establecido al lavar los pies a sus discípulos.

Así como el Bautismo es continuidad de la circuncisión;… el reposo del Señor lo es del día sábado;… la cena del Señor lo es de la pascua, etc. Así también el lavado de pies, es la continuidad de la ceremonia de lavarse en la Fuente de bronce.

Volvamos a nuestro Maestro;… sabiendo él, que le quedaba poco tiempo para morir en la cruz; enseñó a sus discípulos esta vital necesidad; lavarse los pies; cuando Pedro no quiso aceptar que el Señor le lavara los pies, él le respondió: “Si no te lavares, no tendrás parte conmigo” (vers. 8), semejantemente a como el sacerdote no podía entrar a oficiar a Dios sin antes lavarse los pies; ahora el creyente no puede entrar ante la presencia de Dios, gozar de la comunión y armonía con Dios, si antes no se lavare de contaminaciones que haya podido adquirir en el “camino”;... es decir, si antes no confesare a Dios todo lo que pudiera ser una ofensa o impedimento para entrar a la presencia misma del Dios Santo y tres veces Santo.

Hasta ese momento; antes de morir; el Señor Jesús había estado con sus discípulos; toda relación con Dios, había sido a través de su persona para los discípulos; pero ahora que el no estaría ya más con ellos; les correspondería a ellos, individualmente, relacionarse con Dios, y por tanto, debían aprender a lavarse antes de entrar a la presencia de Dios. Ahora, con la muerte de Jesús, quedaría el camino abierto al “Santuario celestial”; y les correspondería a ellos entrar a una relación directa y personal con Dios; por lo tanto, era necesario que ellos; cuales sacerdotes; aprendieran la necesidad del lavado de pies para entrar a la presencia de Dios y realizar también el oficio del sacerdocio a favor de la Iglesia de Cristo.

Cuando Pedro escucho de su Maestro que “Si no se lavaba no tendría parte con él”, a pesar de no entender el significado de aquel acto del Maestro (“Lo que yo hago, tu no entiendes ahora, más lo entenderás después” vers. 7), le pidió: “Señor, no solo mis pies, más aún las manos y la cabeza”; Jesús le responde: “El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, más está todo limpio” (vers. 10).

Aquel que fue “lavado” por la Sangre de Jesucristo (todo su ser), no es necesario que repita lo que fue hecho una vez y para siempre; pero acontece a veces, que a causa de la naturaleza (carne) que está en el creyente lavado, éste ha faltado, ha pecado, ha manchado sus pies en el camino; … pero no se trata de ser convertido de nuevo (crucificando de nuevo a Cristo), sino se trata ahora de que sus pies sean lavados, tantas veces como sea necesario hacerlo, y aún cada vez que necesitemos allegarnos a Dios; debemos pedir al Señor que nos lave (nuestros pies) con su Sangre , de toda contaminación, para poder “tener parte con el”; … para entrar al “Santuario” y adorarle, pedirle e interceder.

El Señor Jesucristo es quien lava nuestros pies; solamente su sangre limpia toda contaminación de carne y de espíritu; o sea de pecado en nosotros; solo él perdona nuestros pecados, y por tanto, solo a él debemos confesarle nuestros pecados; es un acto que solo le corresponde a él. Al decir: “Debéis lavar los pies los unos a los otros” (vers. 14) no quiere decir que tengamos nosotros la facultad de limpiarnos de pecados los unos a los otros; (más que “a quien remitiereis los pecados o retuviereis”, que es tema aparte), sino que es aquí, donde entra nuestra parte: el “servir unos a otros” (“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”) … el instruir a nuestros hermanos de la necesidad de lavarnos los pies, de que nadie minimice las faltas que en ocasiones llevamos, y con las cuales no podemos acercarnos a Dios, sin antes habernos arrepentido y confesado;… de instruir en cuanto a la gran diferencia de “contaminarse o ensuciarse” los pies mientras caminamos peregrinando sobre este mundo;… y la de pecar voluntariamente.. que es hacer lo malo, vivir en pecado y por tanto en abierta oposición a Dios y sin temor o arrepentimiento;… y es en éste caso, que se aplica el “ya no queda ofrenda por el pecado” (Heb. 10:26 Heb. 6:4-6) ...instruirles decía;...es nuestro servicio.

Esto nos permite ver entonces la necesidad de que, en cada reunión, privadamente, cada uno de nosotros con Dios, podamos confesar nuestros "posibles" pecados, errores, faltas u ofensas que por cualquier razón, por debilidad, ignorancia o involutariamente hayamos cometido, esto es "lavarse los pies" antes de entrar en una relación con Dios, y obviamente, cuando nos reunimos en la casa de Dios, es el lugar más apropiado para "limpiarnos" en la sangre de Cristo y entrar luego a una íntima relación con Dios en la presencia de Dios...

Dios te bendiga

Debemos lavarnos los pies, antes y solo antes de entrar a la presencia de Dios, hacerlo mucho antes (confesarnos en nuestra casa, antes de ir al culto)... podemos correr el riesgo de ensuciar nuestros pies de nuevo.

Saludos

Edison Loaiza · 20 Agosto 2010

DOS APRECIACIONES

DOS APRECIACIONES

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Dagoberto Juan
Esto nos permite ver entonces la necesidad de que, en cada reunión, privadamente, cada uno de nosotros con Dios, podamos confesar nuestros "posibles" pecados, errores, faltas u ofensas que por cualquier razón, por debilidad, ignorancia o involutariamente hayamos cometido, esto es "lavarse los pies" antes de entrar en una relación con Dios, y obviamente, cuando nos reunimos en la casa de Dios, es el lugar más apropiado para "limpiarnos" en la sangre de Cristo y entrar luego a una íntima relación con Dios en la presencia de Dios...

Cuando los creyentes nos congregamos al nombre del Señor Jesús para juntos adorar a Dios en espíritu y en verdad, nunca jamás puede ser para presentarle nuestros pecados, sino que “ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre” (He 13:15).
Es decir, el examinarse a sí mismo, arrepentirse, confesar el pecado y aun el restituir y reconciliarse con otro, debe ser un ejercicio previo al salir para la reunión. La sangre de Cristo no es más efectiva en el lugar de reunión que en camino a la misma, o en nuestra propia casa. Esperar al momento de juntarnos los santos para recién ponernos a “espirituales”, confesando los pecados, es una negligencia peligrosa.
Recibe mi fraterno saludo.
Ricardo.

[/FONT]

[FONT=&quot]MI GRANITO DE ARENA[/FONT]

[FONT=&quot]
En nuestras Asambleas congregadas en el Nombre del Señor...nos reunimos cada primer día de la semana para partir el pan en la Cena del Señor...a la primera hora. En la segunda hora se utiliza para el estudio de la Palabra del Señor.

En las horas de la noche se predica el Evangelio.

Los lunes, culto de oración en la noche.

Los miércoles culto de estudio de la Palabra de Dios.

Como se puede notar...todas las reuniones son importantes, pero la Escritura hace mención de la Cena del Señor como la mejor reunión (1Cor.11:17).

Tanto la reunión de la Cena del Señor como el culto de Oración...son reuniones de carácter privado aunque públicas...es decir, los invitados pueden asistir a todas las reuniones...pero estas dos reuniones son de participación exclusiva para los miembros en comunión en la Asamblea...en las reuniones de estudio, a un invitado no se le puede tapar la boca argumentando que primero tiene que estar en comunión...Jamás el Señor nos ha dado tal ejemplo...

Son cuatro reuniones semanales...al examinar la reunión privada que señala nuestro Hermano Dagoberto Juan, en estos términos:[/FONT]

[FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]

[FONT=&quot]"EN CADA REUNIÓN CONFESIÓN PREVIA DE PECADOS"[/FONT][FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]

[FONT=&quot]
[/FONT]

"Esto nos permite ver entonces la necesidad de que, en cada reunión, privadamente, cada uno de nosotros con Dios, podamos confesar nuestros "posibles" pecados, errores, faltas u ofensas que por cualquier razón, por debilidad, ignorancia o involuntariamente hayamos cometido, esto es "lavarse los pies" antes de entrar en una relación con Dios, y obviamente, cuando nos reunimos en la casa de Dios, es el lugar más apropiado para "limpiarnos" en la sangre de Cristo y entrar luego a una íntima relación con Dios en la presencia de Dios..."

[FONT=&quot]
[/FONT]
[FONT=&quot] La verdad, no sé cuántos cultos semanales tengan implementados en la asamblea donde se reúne Dagoberto Juan....tampoco sé si la Cena del Señor se oficia cada primer día de la semana como afirma la Escritura (Hch.20.7)...pero si me llama la atención que la práctica de "este lavamiento de pies" como una costumbre antigua (Gen.18:4;24:32; Jue 19:21; 1Sam.11:8; 1Tim 5:10), la cual vemos en la asamblea de Éfeso y que en el aposento alto…el Señor asumió la labor que le correspondía al sirviente que llevaba el cántaro con agua (Lc.22:10) simbolizando con este acto una verdad que a muchos no les agrada practicar, leemos:[/FONT]

[FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]
[FONT=&quot]Luk 22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve.[/FONT]

[FONT=&quot] <o

></o

>[/FONT]
[FONT=&quot]Y cuyo significado espiritual tiene que ver con la trayectoria del creyente en este mundo el cual debe ser santificado por la PALABRA DE DIOS…pues este es el uso que contemplamos aquí respecto a la Iglesia, leemos:[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]Eph 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
[/FONT]

[FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]
[FONT=&quot]Y respecto a cada creyente en particular:[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]2Ti 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, [/FONT][FONT=&quot]para corregir[/FONT][FONT=&quot], para instruir en justicia,
[/FONT]

[FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]
[FONT=&quot]Cuando nuestro querido hermano Dagoberto señala el local de la Iglesia como el sitio más apropiado para esto:[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]“es el lugar más apropiado para [/FONT][FONT=&quot]"limpiarnos" en la sangre de Cristo [/FONT][FONT=&quot]y entrar luego a una íntima relación con Dios en la presencia de Dios..."[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]OMITE RECONOCER, es decir, no tiene presente que esta sangre ya fue derramada en el Gólgota, una vez y para siempre, y no se repite nunca más…esa limpieza recibe el nombre de Justificación (2Cor.5:21; Heb.9:27).[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]CONCLUSIÓN SOBRE LAS DOS LIMPIEZAS[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]1. [/FONT][FONT=&quot]La efectuada en el altar de la Cruz…irrepetible, de una vez y para siempre involucra el derramamiento de la Sangre del Cordero de Dios.[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]2. [/FONT][FONT=&quot]La limpieza de los pies…relacionada con nuestro andar diario…la efectúa la Palabra de Dios y no una reunión en el local del Hermano Dagoberto, o en cualquier otro local.[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]Tampoco encuentro en las cartas epistolares ningún rastro o vestigio que me haga pensar que tales reuniones previas para limpieza de pecados individuales, existieron…lo único que encuentro es esta amonestación antes de la Cena del Señor:[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]1Co 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]Y en ese contexto muchos participaban del pan sin discernir su solemne significado…solo para llenar su vientre.[/FONT]

[FONT=&quot]<o></o>[/FONT]
[FONT=&quot] Notemos que la fuente de bronce quedaba fuera del lugar del sitio de reunión…no dentro del local donde se hallaba el arca del Pacto, ni siquiera estaba en el local continuo, el lugar Santo.
[/FONT]
[FONT=&quot]
[/FONT]
[FONT=&quot]Esto indica que la Palabra de Dios actúa redarguyendo nuestra vidas fuera del local de la asamblea…pues es en Espíritu y en Verdad que debemos acercarnos para Adorar y disfrutar de Su Presencia en medio de su pueblo.[/FONT]
[FONT=&quot]
[/FONT]

[FONT=&quot] Pues la Iglesia ya no se rige por el antiguo sistema mosaico y nuestro sacerdocio nada tiene que ver con el antiguo, como está escrito:<o>
</o>[/FONT]

<!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" o:spt="75" o

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[FONT=&quot]Heb 7:12[/FONT][FONT=&quot] Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; <o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]Heb 7:13 y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. <o></o>[/FONT]
[FONT=&quot]Heb 7:14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio. [/FONT][FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]

Bueno, Hermano Dagoberto...espero que este granito de arena sea para edificación nuestra y que no sea motivo de controversia...

En Cristo

Edison
[FONT=&quot]<o

></o

>[/FONT]

Dagoberto Juan · 20 Agosto 2010