Pancho Frijoles, apostata.
El Apóstol Pedro nos dice:
1 Pedro 1:18-21
Reina-Valera 1960
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, 21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Tomando la Cena indignamente
1 Corintios 11:27-32
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
El Apóstol Pedro nos dice:
1 Pedro 1:18-21
Reina-Valera 1960
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, 21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Tomando la Cena indignamente
1 Corintios 11:27-32
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.