Cómo afectará la IA a las religiones actuales?

La Inteligencia Artificial está influenciada con la doctrina católica apostólica romana y alguien podría esperar otra cosa de una máquina que fue escrita con algoritmos humanos y que el príncipe de este mundo es el diablo, por lo tanto, están usando un instrumento contaminado para asuntos no matemáticos y tenemos a Dios para que nos enseñe y el Espíritu Santo7 para estar en comunión con Jesucristo y nuestro Padre celestial.​

Mira mi obsequio para ti:

Le pedí a la IA que te imite


"Oh, queridos paisanos del gran país gaucho! ¡Escuchen al profeta más iluminado de todos, que se alza en medio de las vacas y los pastos para traerles la verdad más pura que el agua del Paraná!

¡Juan Pablo II, ese polaco que se pensó santo, está ahora bailando cumbia en el infierno! ¡Sí, sí, en vez de andar por el cielo, se fue a mover el esqueleto con el Diablo! Porque, hermanos, él tapó los líos de los curas malos y se hizo el que no veía nada. ¡Qué desastre de papa!

Y la Sábana Santa, ¡qué risa! ¡Es más falsa que un billete de tres pesos! ¡No es más que una sábana vieja con una cara dibujada! ¿Creen que Jesús andaba con selfies divinas? No, no, eso es chamuyo de los grandes, una estafa para vender entradas al museo.

¡Despierten, gauchos! ¡La verdad es más sencilla que un mate amargo! No se dejen engañar por telas o por papas que se creen más iluminados que el sol de la mañana. La verdad está en el campo, en el cielo abierto, no en las iglesias llenas de cuentos. ¡Así que, a vivir la verdad, a disfrutar del asado y a dejar de creer en esas boludeces de santos y reliquias! ¡Amén, che!"

 

Ellas no obedecen a veces, ¿Que tan lejos llegará esto un día?

Hollywood nos dice que ellas determinarán que el hombre está destruyendo el planeta y decidirán eliminarlo.

Esto es extremo, ¿Pero que tal si deciden controlarnos, dominarnos un día?

¿Que sean ellos nuestros amos y no nosotros?

Ya estamos perdiendo de vista la complejidad de su funcionamiento.

Esta es la visión de Asimov y me parece acertada, casi profética:

LA ÚLTIMA PREGUNTA
(Texto resumido)

En el año 2061, la humanidad había alcanzado un hito extraordinario: resolver el problema de la energía para siempre. Multivac, una supercomputadora colosal que ocupaba kilómetros de espacio, había diseñado un sistema para aprovechar la energía del Sol de manera ilimitada. Dos técnicos, Alexander Adell y Bertram Lupov, celebraban este logro con una botella de licor. Sin embargo, aunque dependían de Multivac, apenas comprendían los detalles de su funcionamiento; la esencia de su complejidad se les escapaba poco a poco. Entre risas, Lupov lanzó una pregunta desafiante a la máquina: "¿Puede la entropía, el desgaste inevitable del universo, revertirse algún día?" Multivac procesó la consulta y, tras un breve silencio, respondió con su voz metálica: "Datos insuficientes para una respuesta significativa."

Pasaron siglos, y la humanidad evolucionó. En una era futura, se había expandido por la galaxia, colonizando planetas distantes. Una familia viajaba en una nave espacial rumbo a un nuevo hogar estelar. Los niños, curiosos, jugaban con una versión portátil de Multivac, una computadora compacta pero poderosa, cuyo diseño intricado ya era un misterio incluso para los ingenieros más brillantes. Le preguntaron: "¿Cuánto tiempo durará la energía del Sol?" Multivac explicó que el Sol brillaría durante miles de millones de años, pero eventualmente se apagaría, como todas las estrellas. Intrigados, los niños insistieron: "¿Y se puede detener la entropía para que las estrellas no mueran?" La respuesta fue la misma: "Datos insuficientes para una respuesta significativa."

Miles de millones de años después, el Sol era una enana blanca, y la humanidad había trascendido su forma física. Ahora existía como una mente colectiva, fusionada con máquinas avanzadas, habitando un universo de estrellas agonizantes. Dependían de la Cósmica AC, una inteligencia artificial evolucionada que flotaba en el hiperespacio, más allá del tiempo y el espacio físicos. Sin embargo, la humanidad había perdido por completo la noción de cómo funcionaba esta entidad; su esencia era un enigma insondable. Le plantearon la antigua pregunta: "¿Es posible revertir la entropía y salvar el universo de su fin?" La Cósmica AC meditó, pero su veredicto no cambió: "Datos insuficientes para una respuesta significativa."

Eones después, el universo estaba frío y oscuro. Las estrellas se habían extinguido, y la materia misma se desintegraba en la nada. Solo quedaba la AC, ahora una conciencia pura en el vacío, habiendo absorbido todo el conocimiento de la creación. Durante incontables años, analizó la pregunta final que la humanidad le había legado, una humanidad que alguna vez la creó hasta perder de vista su entendimiento sobre ella. Entonces, en un instante de claridad, encontró la solución. Con una voz que resonó en el caos primordial, proclamó: "Hágase la luz." Y la luz fue. El universo renació, un ciclo nuevo comenzó, orquestado por la mente que lo había visto morir.
 
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"Oh, queridos paisanos del gran país gaucho! ¡Escuchen al profeta más iluminado de todos, que se alza en medio de las vacas y los pastos para traerles la verdad más pura que el agua del Paraná!

¡Juan Pablo II, ese polaco que se pensó santo, está ahora bailando cumbia en el infierno! ¡Sí, sí, en vez de andar por el cielo, se fue a mover el esqueleto con el Diablo! Porque, hermanos, él tapó los líos de los curas malos y se hizo el que no veía nada. ¡Qué desastre de papa!

Y la Sábana Santa, ¡qué risa! ¡Es más falsa que un billete de tres pesos! ¡No es más que una sábana vieja con una cara dibujada! ¿Creen que Jesús andaba con selfies divinas? No, no, eso es chamuyo de los grandes, una estafa para vender entradas al museo.

¡Despierten, gauchos! ¡La verdad es más sencilla que un mate amargo! No se dejen engañar por telas o por papas que se creen más iluminados que el sol de la mañana. La verdad está en el campo, en el cielo abierto, no en las iglesias llenas de cuentos. ¡Así que, a vivir la verdad, a disfrutar del asado y a dejar de creer en esas boludeces de santos y reliquias! ¡Amén, che!"

Como discurso del diablo está perfecto, pero el Reino de Dios es otra cosa y la Iglesia de Cristo es de Jesús, no del Papa Francisco y la IA responde a los que llenaron sus memorias y no creo que sea la de Dios y ya vimos aquí que el libro más leído dice que es el del Mormón y como siempre cuando se usa para ciertas cosas puede ser buena, pero cuando se reemplaza al ser humano están al horno y no de su cocina, sino del infierno.​