Esta es la nueva alianza para la casa de Israel:
"será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días - oráculo de Yahveh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo."
Nota que:
1.- Es exclusiva esta alianza con la casa de Israel, no contigo.
2. Ni Israel ni nadie podría haber cumplido con la ley, misma que a diferencia del viejo pacto (y este es el cambio) no estaría esta Su ley fuera del corazón de piedra de los hijos de Israel, sino en un corazón de carne, escrita ahora en el corazón de ellos, los hijos de Israel.
Ese fue el cambio, no otro.
No dijo Dios: ya no se circunciden, tampoco celebren el Shabat, ni tampoco "ya no tienen tierra prometida". Eso no le fue dicho a la casa de Israel, pues los pactos eternos son eso, no cambian.
¿Por qué los quieres derogar?
Y el hijo de Israel que no estuviera dispuesto a circuncidar su corazón, no entraría en este nuevo pacto, sería desechado.
Nada de esto tiene que ver con los gentiles, ni con la Iglesia, sino con los hijos de la casa de Israel.
La Iglesia nace en Pentecostés y entonces, el gentil puede entrar en la sangre del nuevo pacto por creer en el Autor y consumador de la fe: Jesucristo.
A nosotros no nos había sido prometida una tierra, ni quedó para nosotros los gentiles injertados contra natura en el Olivo Santo, como pacto perpetuo la circuncisión ni al Shabat.
La Iglesia no es Israel, ni Israel es la Iglesia.