Y seguramente pensaste que te lo dijo a ti...
¡Si serás!
Eso no te lo dijeron a ti, maistro, sino a los Apóstoles:
11. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
(Juan, 15)
16. No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
(Juan, 15)
19. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
(Juan, 15)
20. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
(Juan, 15)
27. Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.
(Juan, 15)
1. ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandalicéis.
2. Os echarán de los sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servició á Dios.
3. Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre ni á mí.
4. Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 5. Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?
6. Antes, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazón.
7. Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.
(Juan, 16)
12. Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar.
(Juan, 16)
6. He manifestado tu nombre á los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.
7. Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti;
8. Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
9. Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son:
11. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.
12. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; á los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese.
13. Mas ahora vengo á ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
14. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
18. Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo.
19. Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad.
20. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
(Juan, 17)
¿Todavía crees que eso iba contigo...?
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