Mas absurdos (o mas bien el mismo) evangélicos. Se rebelan contra Cristo al rebelarse a La Iglesia que El instituyó por considerarse ellos más facultados para interpretar als cosas como les venga en gana...
y ahora piensan que toda doctrina debe aparecer impresa en sus versiones de la Reina-Valera...
El papado es institución eclesial en cuanto la Iglesia siendo facultada de enseñar lo que Cristo le dejó (Mt 16,18; Juan 21,15-17; Mt 18,18; Lc 22,31.33, etc.) y en cuanto es facultada de actuar como el Santo Espiritu de Dios le enseñe según las particulares condiciones de cada época del tiempo.
Veamos el siguiente texto del siglo II:
San Ireneo de Lyon, Adversus Haereses, III,3,1-4
Para todos aquéllos que quieran ver la verdad, la Tradición de los Apóstoles ha sido manifestada al universo mundo en toda la Iglesia, y podemos enumerar a aquellos que en la Iglesia han sido constituidos obispos y sucesores de los Apóstoles hasta nosostros, que ni enseñaron ni conocieron las cosas que aquellos deliran. Pues, si los Apóstoles hubiesen conocido misterios recóditos y en oculto se los hubiesen enseñado a los perfectos, sobre todo los habrían confiado a aquellos a quienes ellos encargaban las Iglesias mismas. Porque ellos querían que aquéllos a quienes dejaban como sucesores fuesen en todo perfectos e irreprochables (1 Tim 3,2), para encomendarles el magisterio en lugar suyo: si ellos obraban correctamente se seguiría grande utilidad, pero si hubiesen caido, la mayor calamidad.
Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conseva la Tradición y la fe anunciada a los hombres por las sucesiones de los Apóstoles que llegan hasta nosotros. Así confundimos a todos aquellos que de un modo o de otro, o por agradarse a sí mismos o por vanagloria o por ceguera o por falsa opinión reúnen falsos conocimientos: es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes.
Luego de haber fundado y edificado la Iglesia los beatos Apóstoles, entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo (2 Tim 4,21). Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los Apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los beatos Apóstoles y con ellos confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y la Tradición de los Apóstoles que todavía resonaba, y no él solo, porque aún vivian entonces muchos que habían sido enseñados por los Apóstoles. En el tiempo de este mismo Clemente suscitándose una diseción no pequeña entre los hermanos que estanban en Corinto, la Iglesia de Roma escribió la carta más autorizada a los corintos, para congregarlos en la paz y reparar su fe, y para anunciarles la Tradición que de reciente habían recibido de los Apóstoles, anunciándoles a un solo Dios Soberano universal Creador del Cielo y de la tierra (Gen 2,7), que hizo venir el diluvio (Gen 6,17), y llamó a Abrahám (Gen 12,1), que sacó al pueblo de la tierra de Egipto (Ex 3,10), que habló con Moises (Ex 3,4s), que dispuso la Ley (Ex 20,1s), que envió a los profetas (Is 6,8; Jer 1,7; Ez 2,3), que preparó el fuego para el diablo y sus ángeles (Mt 25,41). La Iglesia anuncia a éste como el Padre de nuestro Señor Jesucristo, a partir de la Escritura misma, para quienes quieran, puedan aprender y entender la Tradición apostólica de la Iglesia, ya que esta carta es más antigua que auellos que ahora enseñan falsamente y mienten sobre el Demiurgo y Hacedor de todas las cosas que existen. A este Clemente sucedió Evaristo, y a Evaristo Alejandro, y luego sexto a partir de los Apóstoles fue constituido Sixto, y enseguida Telesíforo, el cual también sufrió gloriosísimamente el martirio, y luego Higinio, después Pío, después Aniceto, en este momento Eleuterio tiene el duodésimo lugar desde los Apóstoles. Por este orden y sucesión ha llegado hasta nosostros la Tradición que inició de los Apóstoles. Y esto muestra plenamente que la única y misma fe vivificadora que viene de los Apóstoles ha sido conservada y transmitida en la Iglesia hasta hoy.
Policarpo no solo fué educado por los Apóstoles y trató con muchos de aquellos que vieron a nuestro Señor, sino también por los Apóstoles en Asia fue constituido obispo de la Iglesia en Esmirna; a él lo vimos en nuestra edad primera, mucho perseveró y ya muy viejo sufriendo el martirio gloriosísima y nobilísimamente, salió de esta vida; pues él enseñó siempre lo que había aprendido de los Apóstoles, lo mismo que transmite la Iglesia, las únicas cosas verdaderas.
La Tradición de la Iglesia se transmite y se transmitió siempre en comunión con la Iglesia de Roma...
Fijémonos en lo siguiente particularmente:
es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes
Parece obvio que San Ireneo, disípulo de San Policarpo, discípulo del apostol Juan, tenía muy claro el asunto de la autoridad de la silla de Roma.
Y como no, si en aquellas fechas muchos se habian levantado para interpretar la Biblia según sus concupiscencias y enseñar sus inspiraciones contrarias a la Tradición eclesial.
El asunto del primado, constituido por Jesucristo (Mt 16,18; Juan 21,15-17; Mt 18,18; Lc 22,31.33, etc.), comenzaba a tomar fuerza por el influjo sectario.
La Iglesia, Maestra de los fieles (Mt 28,19), tiene al facultad y el deber de llevar a cabo iniciativas cuando sea conveniente (bautismo a infantes, celibato sacerdotal, etc.).
Si citamos a Ireneo es porque es considerado Padre de la Iglesia, y esto es mucho más de lo que se puede decir de ud. o de mi; y tambíen porque cumple con la particularidad de la línea directa de sucesión San Juan - San Poliocarpo - San Ireneo, siendo mucha la proximidad además (testigo de segunda generación), lo cual también es mucho más de lo que se puede decir de ud. o de mi.
La Iglesia, por otra parte, tiene facultad de ENSEÑAR (Mt 28,29): Dice Ireneo en su texto:
es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes
¿A que Iglesia se refería Ireneo? A la fundada en Roma por los apóstoles, por su principio más garantizado, lo que confería una preminencia palpable en escritos patrísticos.
Si Jesucristo no estaba con los apóstoles entonces sus palabras tienen sentido, pero es obvio que Jesucristo ha bendecido a su Iglesia y le ha dado la facultad de enseñar a la misma y no a unos cuantos estudiantes privados de la Biblia que creen poder decir lo que les venga en gana.
El absurdo de que las cosas deben, necesariamente aparecer en la Biblia, es un INVENTO de Lutero y de otros que han desafiado a Cristo el cual dejo a la Iglesia para que fuera Maestra de los fieles (Mt 28,19) nacientes. Otros como los saduceos, en la epoca anterior a la venida de nuestro Salvador Jesucristo, fueron rebeldes al mismo modo de ustedes y desafiaron la autoridad, apelando a un inventado apego a la Tradición mosaica escrita, rechazando toda Tradición que surgiera; así llegaron a negar la resurrección de los muertos al más puro estilo evangélico presente en su apreciada aportación, apelando que las cosas (resurrección) no aparecían en la Ley mosaica.
La resurrección surge como doctrina en el judaismo en la época de la invasión siria, después del regreso de Babilonia. El primer libro de la Escritura que habla clarametne de la resucrrección es 2Mac 7, depués lo haría Daniel.
Sin embargo los saduceos se empecinaron en su 'sola Escriptura' antigua, o bien, 'Solo Moises' negando las evoluciones doctrinales (resurreección, angelología).
Así, que es poco válido, bíblicamente hablando, expresarse como ud. lo hace contra la única y verdadera Iglesia de Jesucristo, Santa, Católica y Apostólica.
La Iglesia tiene facultad de enseñar, y no necesariamente dicha enseñanza tendrá que aparecer explícitamente en la Escritura, porque la Iglesia es nuestra Madre y Maestra, que nos ha dejado Jesucristo en su divina bondad y de la que recibimos gracia sobre gracia (Ef 1,22-23; Juan 1)
Bien es_timado Timoteo, el punto es que ni ud. ni yo somos quienes para dar interpretación de la Sagrada Escritura segun 2Pe 1,20;3,16, mejor sería para ud. y para su servidor, que siguieramos el ejemplo del etíope:
Hech 8,29-31:
Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
Sin embargo me resulta comprensible su actitud ya que es parte de secciones de la Iglesia en las cuales en un determinado momento de la historia dejaron a un lado el Magisterio (enseñanza) de la Iglesia (Mt 28,19.20; 2Tes 2,15) del que habla Ireneo, ignorando lo que esta ha enseñado después de la Escritura y también lo que ha explicado de la misma.
La interpretación dejemosela a quien en dicho texto del libro de los Hechos el Espíritu Santo asistió para impartir enseñanza (Mt 28,19), a un apostol, no al etíope, quien simboliza a quienes leen la Biblia privados de la enseñanza de la Iglesia y quien decide asistirse del apóstol.
No dejemos la enseñanza a "etíopes inspirados" en privado rebeldes contra Cristo, que contrarios a aquel, desprecian la Verdad.
y ahora piensan que toda doctrina debe aparecer impresa en sus versiones de la Reina-Valera...
El papado es institución eclesial en cuanto la Iglesia siendo facultada de enseñar lo que Cristo le dejó (Mt 16,18; Juan 21,15-17; Mt 18,18; Lc 22,31.33, etc.) y en cuanto es facultada de actuar como el Santo Espiritu de Dios le enseñe según las particulares condiciones de cada época del tiempo.
Veamos el siguiente texto del siglo II:
San Ireneo de Lyon, Adversus Haereses, III,3,1-4
Para todos aquéllos que quieran ver la verdad, la Tradición de los Apóstoles ha sido manifestada al universo mundo en toda la Iglesia, y podemos enumerar a aquellos que en la Iglesia han sido constituidos obispos y sucesores de los Apóstoles hasta nosostros, que ni enseñaron ni conocieron las cosas que aquellos deliran. Pues, si los Apóstoles hubiesen conocido misterios recóditos y en oculto se los hubiesen enseñado a los perfectos, sobre todo los habrían confiado a aquellos a quienes ellos encargaban las Iglesias mismas. Porque ellos querían que aquéllos a quienes dejaban como sucesores fuesen en todo perfectos e irreprochables (1 Tim 3,2), para encomendarles el magisterio en lugar suyo: si ellos obraban correctamente se seguiría grande utilidad, pero si hubiesen caido, la mayor calamidad.
Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conseva la Tradición y la fe anunciada a los hombres por las sucesiones de los Apóstoles que llegan hasta nosotros. Así confundimos a todos aquellos que de un modo o de otro, o por agradarse a sí mismos o por vanagloria o por ceguera o por falsa opinión reúnen falsos conocimientos: es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes.
Luego de haber fundado y edificado la Iglesia los beatos Apóstoles, entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo (2 Tim 4,21). Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los Apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los beatos Apóstoles y con ellos confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y la Tradición de los Apóstoles que todavía resonaba, y no él solo, porque aún vivian entonces muchos que habían sido enseñados por los Apóstoles. En el tiempo de este mismo Clemente suscitándose una diseción no pequeña entre los hermanos que estanban en Corinto, la Iglesia de Roma escribió la carta más autorizada a los corintos, para congregarlos en la paz y reparar su fe, y para anunciarles la Tradición que de reciente habían recibido de los Apóstoles, anunciándoles a un solo Dios Soberano universal Creador del Cielo y de la tierra (Gen 2,7), que hizo venir el diluvio (Gen 6,17), y llamó a Abrahám (Gen 12,1), que sacó al pueblo de la tierra de Egipto (Ex 3,10), que habló con Moises (Ex 3,4s), que dispuso la Ley (Ex 20,1s), que envió a los profetas (Is 6,8; Jer 1,7; Ez 2,3), que preparó el fuego para el diablo y sus ángeles (Mt 25,41). La Iglesia anuncia a éste como el Padre de nuestro Señor Jesucristo, a partir de la Escritura misma, para quienes quieran, puedan aprender y entender la Tradición apostólica de la Iglesia, ya que esta carta es más antigua que auellos que ahora enseñan falsamente y mienten sobre el Demiurgo y Hacedor de todas las cosas que existen. A este Clemente sucedió Evaristo, y a Evaristo Alejandro, y luego sexto a partir de los Apóstoles fue constituido Sixto, y enseguida Telesíforo, el cual también sufrió gloriosísimamente el martirio, y luego Higinio, después Pío, después Aniceto, en este momento Eleuterio tiene el duodésimo lugar desde los Apóstoles. Por este orden y sucesión ha llegado hasta nosostros la Tradición que inició de los Apóstoles. Y esto muestra plenamente que la única y misma fe vivificadora que viene de los Apóstoles ha sido conservada y transmitida en la Iglesia hasta hoy.
Policarpo no solo fué educado por los Apóstoles y trató con muchos de aquellos que vieron a nuestro Señor, sino también por los Apóstoles en Asia fue constituido obispo de la Iglesia en Esmirna; a él lo vimos en nuestra edad primera, mucho perseveró y ya muy viejo sufriendo el martirio gloriosísima y nobilísimamente, salió de esta vida; pues él enseñó siempre lo que había aprendido de los Apóstoles, lo mismo que transmite la Iglesia, las únicas cosas verdaderas.
La Tradición de la Iglesia se transmite y se transmitió siempre en comunión con la Iglesia de Roma...
Fijémonos en lo siguiente particularmente:
es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes
Parece obvio que San Ireneo, disípulo de San Policarpo, discípulo del apostol Juan, tenía muy claro el asunto de la autoridad de la silla de Roma.
Y como no, si en aquellas fechas muchos se habian levantado para interpretar la Biblia según sus concupiscencias y enseñar sus inspiraciones contrarias a la Tradición eclesial.
El asunto del primado, constituido por Jesucristo (Mt 16,18; Juan 21,15-17; Mt 18,18; Lc 22,31.33, etc.), comenzaba a tomar fuerza por el influjo sectario.
La Iglesia, Maestra de los fieles (Mt 28,19), tiene al facultad y el deber de llevar a cabo iniciativas cuando sea conveniente (bautismo a infantes, celibato sacerdotal, etc.).
Si citamos a Ireneo es porque es considerado Padre de la Iglesia, y esto es mucho más de lo que se puede decir de ud. o de mi; y tambíen porque cumple con la particularidad de la línea directa de sucesión San Juan - San Poliocarpo - San Ireneo, siendo mucha la proximidad además (testigo de segunda generación), lo cual también es mucho más de lo que se puede decir de ud. o de mi.
La Iglesia, por otra parte, tiene facultad de ENSEÑAR (Mt 28,29): Dice Ireneo en su texto:
es necesario que toda la Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, por su principio más garantizado; me refiero a que los fieles en cualquier parte, porque en ella ha sido conservada la Tradición apostólica por todos los que se encuentran en todas partes
¿A que Iglesia se refería Ireneo? A la fundada en Roma por los apóstoles, por su principio más garantizado, lo que confería una preminencia palpable en escritos patrísticos.
Si Jesucristo no estaba con los apóstoles entonces sus palabras tienen sentido, pero es obvio que Jesucristo ha bendecido a su Iglesia y le ha dado la facultad de enseñar a la misma y no a unos cuantos estudiantes privados de la Biblia que creen poder decir lo que les venga en gana.
El absurdo de que las cosas deben, necesariamente aparecer en la Biblia, es un INVENTO de Lutero y de otros que han desafiado a Cristo el cual dejo a la Iglesia para que fuera Maestra de los fieles (Mt 28,19) nacientes. Otros como los saduceos, en la epoca anterior a la venida de nuestro Salvador Jesucristo, fueron rebeldes al mismo modo de ustedes y desafiaron la autoridad, apelando a un inventado apego a la Tradición mosaica escrita, rechazando toda Tradición que surgiera; así llegaron a negar la resurrección de los muertos al más puro estilo evangélico presente en su apreciada aportación, apelando que las cosas (resurrección) no aparecían en la Ley mosaica.
La resurrección surge como doctrina en el judaismo en la época de la invasión siria, después del regreso de Babilonia. El primer libro de la Escritura que habla clarametne de la resucrrección es 2Mac 7, depués lo haría Daniel.
Sin embargo los saduceos se empecinaron en su 'sola Escriptura' antigua, o bien, 'Solo Moises' negando las evoluciones doctrinales (resurreección, angelología).
Así, que es poco válido, bíblicamente hablando, expresarse como ud. lo hace contra la única y verdadera Iglesia de Jesucristo, Santa, Católica y Apostólica.
La Iglesia tiene facultad de enseñar, y no necesariamente dicha enseñanza tendrá que aparecer explícitamente en la Escritura, porque la Iglesia es nuestra Madre y Maestra, que nos ha dejado Jesucristo en su divina bondad y de la que recibimos gracia sobre gracia (Ef 1,22-23; Juan 1)
Bien es_timado Timoteo, el punto es que ni ud. ni yo somos quienes para dar interpretación de la Sagrada Escritura segun 2Pe 1,20;3,16, mejor sería para ud. y para su servidor, que siguieramos el ejemplo del etíope:
Hech 8,29-31:
Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
Sin embargo me resulta comprensible su actitud ya que es parte de secciones de la Iglesia en las cuales en un determinado momento de la historia dejaron a un lado el Magisterio (enseñanza) de la Iglesia (Mt 28,19.20; 2Tes 2,15) del que habla Ireneo, ignorando lo que esta ha enseñado después de la Escritura y también lo que ha explicado de la misma.
La interpretación dejemosela a quien en dicho texto del libro de los Hechos el Espíritu Santo asistió para impartir enseñanza (Mt 28,19), a un apostol, no al etíope, quien simboliza a quienes leen la Biblia privados de la enseñanza de la Iglesia y quien decide asistirse del apóstol.
No dejemos la enseñanza a "etíopes inspirados" en privado rebeldes contra Cristo, que contrarios a aquel, desprecian la Verdad.