Encontré este muy acertado escrito de una mujer sobre el feminismo y su relación con el cristianismo, se describe perfectamente lo que se aprecia en este epígrafe:
El feminismo
POR : Sue Bohlin
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La ira y la frustración que dieron impulso a la historia del feminismo son legítimas;
... legítimas ??? ...
La frustración es la no comprensión del propósito de Dios. A esto se le puede sumar la falta de fe, en que Dios tiene cuidado de nosotros. Naturalmente que hay una situación de injusticia en la tierra, donde algunos patrones abusan, donde algunos padres abusan, donde algunos hombres abusa ... Y ..... donde algunas mujeres abusan ... Y ... que por el aumento del desafuero y el pecado, el abuso se ha hecho patético.
Conversaba con un comunista ... el me decía que los malos eran los ricos, y los buenos ... los pobres. Bueno ... algo de cierto hay en esto, PERO, esa no es la verdad. Le dije: hagamnos un experimento ??? ... démosle dinero a los pobres ... YA VERÁ !!! .. Uyyyyyy, qué bueno que son los pobres, UFFFFF !!!
Démosle poder a la mujer ... mas del que tiene, y ya tendremos Suecias por todos lados ... donde hay MILES y MILES de hombres que no pueden ver a sus hijos .. porque en el MATRIARCADO se cumple la Escritura ... "No hay veneno so el veneno de la serpiente, y no hay maldad sobre la maldad de la mujer" ... ayayayayy !!!
... desde la caída del hombre, las mujeres sufrieron desvalorización y deshonra.
... las mujeres no mas ????
Era necesario encontrar una solución para las desigualdades muy reales y muy dañinas, y es importante reconocer parte del éxito logrado por las activistas feministas. Pero al mismo tiempo es necesario examinar y revelar la cosmovisión que alimenta buena parte del pensamiento feminista.
Naturalmente que es justo decirlo, por el hombre ser mas fuerte físicamente, en ese plano, muchos hombres malignos han abusado, a veces hasta el colmo ... bueno es decirlo, y los cristianos NO compartimos esto ...
Del resto no haré mas comentarios, pues el artículo es bien cuerdo, sensato, y apegado a verdad .. solo he querido hacer algunos comentarios para dar una correcta perspectiva
El feminismo moderno cobró auge cuando Betty Friedan escribió un libro que sería un hito, The Feminine Mystique [La mística de lo femenino], donde acuñó la frase ?The Housewife Blahs? [las amas de casa sin estímulo] para describir a millones de mujeres insatisfechas.
Hay muchas razones por las que las mujeres se pueden sentir insatisfechas y desvalorizadas, pero desde la perspectiva cristiana yo sugeriría que esto es lo que se siente en la vida cuando no estamos en sintonía con Dios y no intentamos realizar Sus propósitos en nuestra vida. Como dijo Pascal, "No tenemos descanso, Señor, hasta encontrar nuestro descanso en ti".
Betty Friedan observó a las mujeres desdichadas e insatisfechas, y su diagnóstico del problema fue "el patriarcado", o sea una sociedad dominada por los hombres. Si las mujeres no son felices, es porque los hombres están a cargo.
El paso siguiente en el pensamiento feminista fue que las mujeres no sólo eran iguales a los hombres, sino que eran mejores que ellos. Esto dio origen a citas famosas como la de Gloria Steinem: "Una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta". Los ataques a los hombres se convirtieron en el deporte de la década del 90.
El feminismo y la iglesia:
De tal manera se arraigó el feminismo en nuestra cultura que no es de sorprender que haya tenido impacto también en la iglesia. Las feministas religiosas descubrieron a las "mujeres de la iglesia sin estímulo". Las personas se dieron cuenta de que, en su gran mayoría, las mujeres quedaban relegadas a posiciones de servicio, como hacer café y arrullar a los bebés. Si alguna mujer tenía dones en las áreas de enseñanza, pastoreo, administración o evangelización, mala suerte.
La Carta Magna de las feministas cristianas es Gálatas 3:28: "[En Cristo] no hay hombre ni mujer". Sin embargo, el contexto de este versículo no gira en torno a la igualdad de derechos, sino que todos los creyentes tienen la misma posición de humildad al pie de la Cruz. El tema en cuestión no es la capacidad, sino las posiciones establecidas por Dios en una estructura de autoridad también establecida por Dios, donde el liderazgo es del hombre. Otros pasajes bíblicos que detallan funciones que dependen del sexo de la persona confirman que Gálatas 3:28 no puede referirse a la exclusión total de estos roles.
Las feministas cristianas no evaluaron si las estructuras o jerarquías del liderazgo estaban allí porque Dios las diseñó de esa manera. Simplemente exigieron un cambio rotundo. ¡Pero hay cosas que vale la pena mantener!
El legado problemático del feminismo
Las feministas partieron de un punto razonable al reconocer un aspecto poco feliz de la vida en un mundo caído: las mujeres tienden a sufrir deshonra, falta de respeto y desvalorización de parte de muchos hombres.
Esto es igualmente cierto en sistemas religiosos, en la sociedad y en los sistemas políticos. Las feministas comenzaron por intentar remediar este problema tratando de probar que las mujeres eran tan buenas como los hombres. Luego decidieron que las mujeres eran mejores que los hombres. Terminaron por tratar de borrar por completo los límites que distinguen a los hombres de las mujeres. El resultado fue una enorme confusión con respecto a lo que implica ser mujer, además de lo que implica ser hombre. Y obviamente, también llevó a mucha confusión en las relaciones.
Esta confusión se percibe en una variedad de situaciones, desde hombres que no se animan a abrir la puerta para una mujer por temor a recibir una respuesta áspera, hasta las mujeres que se sienten desorientadas en el trabajo porque los hombres con los que compiten a nivel laboral no quieren invitarlas a salir.
El legado del feminismo es el rechazo del rol establecido por Dios en el cual es el hombre quien toma la iniciativa, quien protege y abastece. Y el rol establecido por Dios para la mujer, el rol de responder a las necesidades de los demás, cuidar y ayudar queda igualmente despreciado. La consecuencia de esta rebelión es una confusión en los vínculos, particularmente dentro de los hogares. Los padres ya no comunican a sus hijos la razón por la que es una bendición ser hombre, porque francamente ya no están tan seguros de que sea así. El mensaje del feminismo es que ser hombre es una broma o una maldición. Las madres ya no enseñan a sus hijas las destrezas básicas que requiere alguien que desea construir un hogar, porque están demasiado ocupadas con su trabajo y, además, ¿no nos enseñaron que ser un ama de casa es algo degradante?
Como madre mentora (Mentoring Mum) para mamás de niños en preescolar, veo cuántas jóvenes están totalmente desorientadas con respecto a cómo ser madres y esposas, porque sus madres no consideraban que estas destrezas esenciales fueran importantes. El feminismo radical detesta a la familia y a las familias, y todos sufrimos a raíz de eso.
Despreciar la gloria de la masculinidad es rechazar la imagen misma de Dios. Despreciar el tesoro de la feminidad es rechazar lo que la Biblia denomina la gloria del hombre. Ese es el problema del feminismo: es el rechazo de lo que Dios llamó bueno. Ha ido demasiado lejos en sus esfuerzos por solucionar las inequidades de vivir en un mundo caído.
Es una rebelión contra el derecho de Dios de ser Dios y nuestra responsabilidad de someternos a él con gozo.