Re: Arreglos cosméticos de la primera visión de EGW
Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.
Tú dices:
¿Dónde está esa publicación del 1845? Obviamente Elena White no se refería a la publicación del 1846 donde la muy mentirosa dijo lo siguiente:
"Era tan imposible que ellos [los que abandonaron su fe en el movimiento de 1844] recobraran el camino y fueran a la ciudad, *como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro"
Respondo: Ellen White perdió el rastro de sus primeras publicaciones.
y por cierto esta cita * que pones no aparece en Primeros Escritos.
Veamos un poco de la historia del remanente para que entiendas estos temas:
“En la primera mitad del siglo diecinueve, Guillermo Miller (1782-1849) fue el predicador más destacado de la segunda venida de Cristo. Miller estudió la profecía de los 2300 días de Daniel 8 y 9 y se convenció de que la purificación del santuario era la purificación de la tierra por medio de fuego a la segunda venida de Cristo. Aunque habló mucho acerca de la segunda venida, no fue sino hasta fines de 1844 que aceptó una fecha definida. Pero en enero de 1843, dijo que Cristo vendría entre marzo de 1843 y marzo de 1844. Cuando Jesús no vino, la fe de Miller no se sintió conmovida. El siguió predicando el segundo advenimiento. Durante toda su vida Miller fue un líder en la obra de Dios y un estudiante inteligente de la Biblia, pero no alcanzó a ver la verdad del sábado.
Josué V. Himes (1805-1895) es considerado el segundo predicador destacado del adventismo en Estados Unidos. Empezó a publicar la revista Signs of the Times (Señales de los Tiempos) en Boston en 1840 y The Midnight Cry (El Clamor de Medianoche), que llegó a tener una edición diaria de diez mil ejemplares. Esto siguió así en Nueva York por cuatro semanas y entonces la revista empezó a salir una vez a la semana.
Otros predicadores y líderes milleristas fueron Josías Litch, Charles Fitch, George Storrs, Silvester Bliss y S. S. Snow.
Los Milleritas habían basado su expectación del regreso de Cristo principalmente en la profecía de Daniel sobre la purificación del santuario al final de los 2.300 días proféticos (Dan 8:14). En el clímax del movimiento, en 1844, ellos conectaron específicamente esta profecía con la ceremonia de purificación del antiguo Día de la Expiación como tipificando la culminación de la mediación de Cristo por los pecados (aunque vieron la purificación del santuario como la purificación de la tierra en los fuegos finales). Al mismo tiempo dieron un énfasis mayor y específico a la parábola profética de las vírgenes prudentes e insensatas (Mat 25).
Guillermo Miller había relacionado su mensaje, del esperado segundo advenimiento, con el “clamor de medianoche” de la parábola (“¡Aquí viene el novio!”) , y había enfatizado el punto de que las vírgenes prudentes, que estaban listas para el arribo del novio, entraron con él en la boda, cuando la puerta fue cerrada detrás de ellas, dejando a las demoradas vírgenes imprudentes o insensatas afuera. Él interpretó a las vírgenes como los convocados para el regreso del Señor; la boda, el reino eterno, del cual quedaban excluidos para siempre los que no estaban preparados. “La puerta estaba cerrada,” dijo, “implica la culminación de la obra mediadora del reino, y la terminación del período del evangelio” (Guillermo Miller, Evidence… of the Second Coming of Christ [1840], p. 237).
En razón de que esperaban que Cristo regresara al final de los 2.300 días proféticos, habían enfatizado que el fin del tiempo de gracia sería al final de ese período. Por tanto, por un breve período después del chasco de octubre de 1844, Miller y muchos otros pensaron que su obra para el mundo estaba hecha, que había sólo un tiempo breve de “tardanza” más –quizás de unos pocos días o meses- hasta que ocurriera la venida de Cristo. En diciembre de 1844, Miller escribió: “Hemos hecho nuestra obra de advertir a los pecadores, y tratando de despertar a la iglesia formal. Dios, en su providencia ha cerrado la puerta, sólo podemos alentarnos unos a otros para ser pacientes; y ser diligentes en hacer seguro nuestro llamado y elección. Estamos ahora viviendo en el tiempo especificado en Malaquías 3:18, también Daniel 12:10 y Apocalipsis 22:10-12. En este paso no podemos ayudar sino ver que falta un poco más antes de la venida de Cristo, habrá una separación entre el justo y el injusto; entre buenos y malos, entre aquellos que aman su venida y los que la odian. Y nunca, desde los días de los apóstoles, ha habido un línea divisoria tal como la que apareció entre el día 10 ó 23 del séptimo mes judío” (carta de Guillermo Miller, en Advent Herald, 11 de diciembre, 1844, p. 142; reimpresa en Western Midnight Cry, 4:25, 21 de diciembre, 1844).
Ellen White nos comenta al respecto: “Junto con mis hermanos y hermanas, después del tiempo pasado en 1844, yo creía firmemente que no se convertirían más pecadores.
Pero nunca tuve una visión de que no se convertirían más pecadores… Se me mostró que había una gran obra que hacer en el mundo para los que no habiendo tenido la luz, no la habían rechazado. Nuestros hermanos no podían entender esto debido a nuestra fe en la inmediata aparición de Cristo (Carta 2, 1874, en Mensajes selectos, volumen 1, p. 84).
Su primera visión (en diciembre de 1844) describía el viaje del “pueblo adventista” hacia la Ciudad Santa mientras iban por un sendero con la luz del “
clamor de medianoche” delante de ellos, y también su ingreso a la ciudad en el momento de la segunda venida. Esto, para quienes lo aceptaron, significó la reafirmación de que el mensaje de 1844 y el movimiento no habían sido una desilusión; o por decirlo de otra manera, que los 2.300 días habían finalizado y que la parábola, con su “
puerta cerrada”, había sido cumplida, y que muy en breve verían a su Señor, quien estaba demorando su aparición para probar su fe.
Su visión, en febrero de 1845, estaba en concordancia con la explicación de Edson:
Cristo, el sumo sacerdote, yendo del lugar santo al santísimo, dentro del velo, explicado como que estaba yendo a recibir el reino después de lo cual “regresaría para la boda”, es decir, regresaría a recibir a quienes lo esperaban en la segunda venida. En 1847, ella relacionó este ingreso al Lugar Santísimo con el cerramiento de la puerta.
El movimiento del advenimiento comenzó al mismo tiempo tanto en el continente europeo como el americano. Al mismo tiempo que Miller estudiaba y sentía que debía predicar el mensaje del primer ángel, José Wolf estaba empezando a proclamarlo en Europa. De 1821 a 1845 viajó por África, Siria, Persia, India, la isla de Santa Helena y los Estados Unidos. Era considerado como uno de los estudiantes de idiomas y misionero ambulante más notable del mundo. Hablaba 14 idiomas.
Otros predicadores en Europa fueron Johann A. Bengel, Eduardo Irving, Enrique Drummond, Roberto Winter, Horacio Bonar, George Muller, niños predicadores como Ole Boquist y Eric Walbon, Manuel de Lacunza, H. Heintzpeter y Luis Gaussen.
Veamos como este movimiento histórico cuadra perfectamente con la parábola de: “ LAS DIEZ VIRGENES”
PARABOLA DE LAS 10 VIRGENES(Mateo 25: 1-13, y PE-14.)
Versículo 1:
PVGM-336. "Mientras Cristo estaba sentado mirando al grupo que esperaba al esposo, contó a sus discípulos la historia de las diez vírgenes; Para ilustrar con este suceso la experiencia que la iglesia viviría precisamente antes de su segunda venida."PVGM-336. Son llamadas vírgenes porque profesan una Fe pura.El número 10 significa universalidad. La iglesia como un cuerpo. 16 Manusc.Releases - 272.
" Las diez vírgenes se presentan como vigilando en la noche de la historia del mundo. Ellas representan a los cristianos profesos de la iglesia."
CS-479,480. "Las vírgenes que van al encuentro del esposo, representan a la iglesia."
Las "diez vírgenes", no son llamadas a salir de dentro de las iglesias de "Babilonia." Porque si hubiera sido así, ellas habrían estado contaminadas con las iglesias " caídas," y no se les hubiera podido llamar "vírgenes." El mensaje del "clamor de medianoche" las debe de encontrar dentro de la casa de Dios.
Las lámparas son el símbolo del corazón, en el cuál el (aceite), o sea la Palabra de Dios, es retenida.
Salmo 119:105. "Lámpara es a mis pies tu palabra; Y lumbrera en mi camino.”
El novio es Cristo.
VERSICULO 2.
a) Las cinco sensatas: Los 144,000. Apoc.14:4.
16 Manusc.Releases - 273. "Las cinco vírgenes sensatas, representan a los que han perfeccionado su carácter; a quienes han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. El mensaje de Dios a su Pueblo esta en Apoc. 3:3-5."
b) Las vírgenes fatuas: El resto de la iglesia.
16 Manusc. Releases. "No seamos como las Vírgenes fatuas, las cuáles dan por hecho que las promesas de Dios son de ellas, mientras ellas no están viviendo como Cristo les ha ordenado."VERSICULO 3.
a) "Las Lámparas:" Son el corazón, (la mente).
b) "El aceite" es la verdad profética.
TM-65. "No están dispuestos a cambiar su justicia que es injusticia, por la justicia de Cristo, que es la verdad pura no adulterada."VERSICULO 4.
"Las vasijas:" La diferencia entre el aceite en las lámparas, y el aceite en las vasijas, es que el aceite en las lámparas esta alumbrando el camino de quienes viajan a la mansión del Maestro, en el momento presente, o sea (la Verdad Presente). Y el aceite en las vasijas, es la luz con la que se alumbrará el camino cuando la luz de las lámparas se termine, o sea cuando la verdad anterior haya cumplido su función;
1) Mensaje del Juicio de los Muertos;
11) Mensaje del Juicio de los vivos.
VERSICULO 5. La "tardanza del novio," es el periodo de 1843 a 1844. PE-236 2SR-181.
Este mensaje está en armonía con los laodicenses. Rev.3:14-19; Isaías 52:1,2. Isaías 52:1-2.
VERSICULO 6. “El clamor de medianoche." EW-42; PVGM-339.
2SR-183. "El clamor de medianoche," es el tiempo en que Guillermo Miller predicó, unos años antes de 1844. VERSICULO 8.
Las lámparas se apagan. Rev.3:18. 6T-406.
Las vírgenes tontas al fin reconocen que están en tinieblas.
VERSICULO 9. “Vender y comprar." El "aceite" se vende, y algo debe de darse a cambio de el. El precio que se debía de pagar era el "gemir y clamar" por las abominaciones que se hacen en medio de la "ciudad," (la iglesia), dejar el pecado, y obedecer la Verdad.
El recibo, o factura de este intercambio, será el sello de Dios en la frente.
VERSICULO 10: Rev. 14:1; EW-55; CS-479,480 y 481.
VERSICULOS 11 Y 12. LUCAS 13:25. Cerrando la puerta.
VERSICULO 13. 5T-690; Mateo 24:46-51. 5T 211; 3T-266,267. PE-119.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo