Fuente: Diccionario Bíblico Digital
Ungido- cristo - mesias
La unción, básicamente realizada con aceite, constituye un tipo de consagración o investidura que se emplea con los sacerdotes y reyes. De los sacerdotes ungidos tratan varios textos del Antiguo Testamento (Lv 4,3.5.15; Nm 16,32).
De los reyes ungidos, tratan también varios textos de la Biblia: 1 Sm 10,1 (unción de Saúl), 1 Sm 16,13 (unción de David), 1 Re 1,39 (Salomón); incluso a Ciro, rey de Persia, se le llama ungido de Dios (Is 41,5).
Pero el ungido básico de Israel será David y su descendiente mesiánico (cf. Sal 18,50). La Iglesia primitiva ha descrito de varias formas la unción de Jesús. Entre los textos más significativos están los siguientes: (1) Unción por el Espíritu, tinción para realizar la tarea rnesiánica. Lc 4,18: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres”. Esta es la unción por excelencia, la unción con el Espíritu, no con aceite como a los reyes del mundo.
La unción se interpreta así como investidura rnesiánica, para realizar la acción liberadora. En esta línea se mantienen los textos del bautismo, que han de entenderse en forma de unción mesiánica de Jesús.