Re: ANTITESTIGOS DE JEHOVA
Estimado dieght. Saludos cordiales.
Tú dices:
Querido hermano:
Estoy completamente de acuerdo contigo en lo perjudicial del habito del tabaco, por eso deseo hacerte una pregunta:
¿Piensas tu que se debe expulsar a una persona de la iglesia cristiana por fumar? supongamos que alguien se fuma un cigarrillo cada semana ¿deberia ser expulsado de la iglesia? ¿y si lo fuma na vez al mes o al años? ¿que opinas hermano? ¿se debe expulsar a tal persona de la iglesia?
Respondo: Hace unos 4 años atrás, caminando a buscar el pago mensual de mi trabajo, iba acompañado de una colega, y justo al cruzar la calle, ella me dice si podía tener su cigarro recién encendido ya que estaba sonando el celular en su cartera.
Precisamente en esa esquina, aparece un hermano de iglesia de una ciudad vecina que me ve con el cigarro en la mano.
Un año después, me encuentro nuevamente con él, y me dice que se extrañó viéndome fumar, (¡te indico ya antes de ser adventista me desagradaba el fumar!).
Haciendo recuerdo, precisamos el tiempo y lugar
y le expliqué las circunstancias, él me señaló que me había visto cuando retiraba el cigarro de mi boca. ¡
Fíjate como son las cosas!
(Cometí un error y lo admito, no debí recibir ese cigarro.)
"Absteneos de toda especie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22).
"Apartaos de toda apariencia de mal" -- (I Tesalonicenses 5.22)
¡Debemos ser cuidadosos!.
Respondiendo a tu pregunta, te indico que antes de proceder tan enérgicamente a la expulsión, se deben seguir los pasos respectivos:
1.- ¿Necesita ayuda profesional y espiritual?, si es así debemos proporcionarle asistencia médica o ministerial.
Nuestra iglesia tiene planes como dejar de fumar. Y al fumador, hay que darle ayuda y consejo para la eliminación de este habito. (En este caso en particular)
2.- Hacer recapacitar a la persona, y motivarla al arrepentimiento genuino. (El cigarro se puede convertir en
un ídolo, y a la vez, la persona que practica este vicio se esta
quitando la vida poco a poco)
Transgrede este mandamiento: “
No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
Deuteronomio 5:7; y este otro: “
No matarás.” Deuteronomio 5:17.
"
Todo aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado" Santiago 4:17
Si ésta se obstina en su proceder:
"El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo." 1 Juan 3:8
La Palabra de Dios nos aconseja: "Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o
idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis." 1Corintios 5:11
La iglesia está compuesta de los que oyen y obedecen la verdad. Hech. 2:37-47.
La iglesia está compuesta de los que oyen y obedecen la verdad. Hech. 2:37-47.
Los que componen la iglesia son luminares, asidos de la palabra. Fil. 2:15, “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16 asidos de la palabra de vida”. De la manera que se levantan las estatuas de los hombres famosos sobre columnas, así también se levanta la verdad en alto sobre una columna (la iglesia), para que todos la puedan ver, aun de lejos.
La iglesia exhibe a las huestes celestiales la multiforme sabiduría de Dios, Efes. 3:10.
La iglesia predica la verdad a todo el mundo. 1 Tes. 1:8, “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”.
La iglesia usa bien la verdad. 2 Tim. 2:15.
La iglesia defiende la verdad. Fil. 1:16; Judas 3. Desde luego, Pablo habla de la iglesia verdadera. El no reconoce a ninguna iglesia que no apoye la verdad de Cristo.
La iglesia debe conservar la verdad. 2 Tim. 1:13, “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús”. Los santos son conservadores de la verdad.
En fin la iglesia es columna y baluarte de la verdad. 1 Tim. 3:15.
La iglesia no está compuesta por ninguna persona sola. Es un cuerpo de creyentes organizados para la tarea de proclamar el evangelio, entre otras cosas. Pero el punto importante es que ninguna persona en la iglesia tiene la autoridad de hacer las cosas que Pablo les dice que la iglesia debe hacer como un todo. En 1 Corintios 5:4 enfatiza que cuando están "reunidos" en el nombre de Jesús, entonces pueden actuar. En la multitud de consejeros hay sabiduría. Estos tipos de actos deben realizarse en el ámbito corporativo, con los líderes debidamente designados en la iglesia, bajo la unción del Espíritu, procurando tratar los problemas que surjan dentro de la iglesia misma. Ninguna persona debería tener libertad para decidir en estos asuntos por sí sola.
"Entre los peores males que se habían desarrollado entre los creyentes corintios, figuraba el retorno a muchas de las degradantes costumbre del paganismo. Un ex converso había apostatado de tal manera que su conducta licenciosa era una violación aun de la baja norma de moralidad mantenida por el mundo gentil. El apóstol rogó a la iglesia que quitara de su seno ‘a ese perverso’. ‘¿No sabéis —advirtió— que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa sin levadura, como sois’ " (HAp 250, 251).
"Al tratar con los miembros de la iglesia que yerran, los hijos de Dios deben seguir cuidadosamente las instrucciones dadas por el Salvador en el
capítulo 18 de Mateo.
"Los seres humanos son propiedad de Cristo, comprada por él a un precio infinito, ligada a él por el amor que él y su Padre les manifestaron. ¡Cuán cuidadosos, pues, debemos ser en nuestro trato mutuo! Los hombres no tienen derecho a sentir recelos acerca de sus semejantes. Los miembros de la iglesia no tienen derecho a seguir sus propios impulsos e inclinaciones al tratar con otros miembros que erraron. No deben ni siquiera expresar sus prejuicios acerca de ello; porque de esta manera ponen en otras mentes la levadura del mal. Los informes desfavorables a un hermano o a una hermana en la iglesia se comunican de uno a otro entre los miembros. Se cometen errores e injusticias, porque algunos no están dispuestos a seguir las direcciones del Señor Jesús" (OE 515).
"Disciplina eclesiástica" en el Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”
El Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día dice que la iglesia "
reconoce la necesidad de ejercer gran cuidado para proteger los más altos intereses espirituales de sus miembros, para asegurarles un trato justo y para salvaguardar el buen nombre de la iglesia" ( [Florida, Buenos Aires: ACES, 2001], p. 199)
Pablo escribe sobre un caso parecido: “entreguen a este hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor.” 1 Cor.5:5
Las palabras del apóstol son bastante severas. Aunque está hablando de separarlo de la feligresía, Pablo habla realmente de entregarlo a Satanás. ¿Qué significa esto? Los comentadores generalmente están de acuerdo en que Pablo parece estar diciendo aquí que esa persona, al desafiar voluntariamente a Dios, se ha separado de él, y la iglesia ha de reconocer esa elección con la expulsión de la comunidad de la fe. Sin embargo, al mismo tiempo, Pablo no quiere que lo abandonen. Hay un elemento de remedio en el versículo 5. Entregar a un pecador a Satanás aparece también en 1 Timoteo 1:20. La idea de la "destrucción de la carne" (1 Cor. 5:5) tal vez podría significar que el hombre, por causa del castigo, abandonará sus hechos pecaminosos y como resultado sería "salvo en el día del Señor Jesús" (Ibíd).
“Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás para que aprendan a no blasfemar.” 1 Timoteo 1:20.
Por difícil que sea la fraseología, el mensaje de Pablo parece claro: el hombre necesita ser desglosado por su acto. Tal vez, como resultado, cambie sus caminos. En otras palabras, se podría argumentar aquí que el objeto de la excomunión no era meramente un castigo retributivo sino, en realidad, un acto que pudiera llevar al pecador al arrepentimiento y, finalmente, a la restauración. Algunos creen que esto es lo que sucedió.
La persona que fuma, se excluye a si misma del reino de los cielos, allí no se sentirá contenta, por lo tanto debemos tratar de orar por ella e instarla a que abandone ese vicio que la está privando de esta vida y la vida eterna, (y no solo a ella sino a los que la rodean por los efectos colaterales del humo del cigarrillo.)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.