Re: Antisemitismo cristiano
1) Los judios asentados en los Reinos Hispánicos tuvieron que elegir entre la conversión o el exílio. La mayoria prefirieron exiliarse; sus descendientes son los Sefarditas que continuan conservando un español arcaico. Se calcula que existen alrededor de tres millones. Algunos se convirtieron, tal es el caso de Santangel, secretário privado del rey Fernando, o el de Torquemada, Inquisidor General de Castilla. Por tanto, nada de asesinatos a sangre fria. Eso son inventos terrorificos para no dejar dormir a niños de teta o para gente que no se ha leido un solo libro de história en toda su vida. Antes de afirmar tamañas sandeces es preciso estudiarlas.
2) El Papa acogió en Roma a familias enteras de judios expulsados de los reinos cristianos y perseguidos por la PLEBE, que los consideraba causantes de la peste.
Tal como puedes ver la ignorancia siempre ha causado estragos.
2) Cierto. El hecho de cruzarse y permanecer noventa dias en el servicio de las armas se obtenian una buena cantidad de ventajas.
Esto no es óbice para que los Papas terminaran, en algunos casos, excomulgando a los cruzados a causa de su crueldad.
La Santa Sede tuvo que hacer equilibrios para salvar vidas Y condenar a Hitler
------Por Julio de la Vega-Hazas
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Algunos han acusado a la Iglesia local alemana de cierta convivencia con el régimen nazi. No saben, quizá, que la más famosa condena de esta ideología -la Encíclica Mit brennender sorge partió de una iniciativa del Episcopado alemán y que el domingo 21 de marzo de 1937 este documento se leyó en todos los templos católicos alemanes -más de 11.000-, lo cual revela una absoluta unanimidad. Además, los equilibrios que tuvo que hacer la Santa Sede para, por un lado, denunciar los abusos de Hitler sin poner en peligro la vida de los católicos en los países ocupados, por otro, tuvieron un enorme mérito. Pío XII, que estuvo al tanto de los atropellos nazis durante la guerra, no dejó de combatir aquella situación, pero tenía las manos atadas, porque cuando denunciaba algún crimen nazi, la represalia era peor.
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Retrato del Papa Pío XII
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l 28 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado Canciller alemán. Su partido, el nacionalsocialista, estaba en minoría, y Hitler sólo tardó tres dios en convocar nuevas elecciones. El 5 de marzo las urnas le dieron 288 escaños, que no suponían mayoría absoluta en un parlamento de 647 diputados, pero aprovechó el incendio del Reichtag, atribuido a los comunistas pero en realidad organizado por los nazis, para declarar ilegal al partido comunista. Descartados así los 81 diputados comunistas, los nazis obtenían una mayoría absoluta por escaso margen -10 escaños-, con la que aprobaban una ley de plenos poderes.
Un año después, el 2 de agosto de 1934, fallecía el presidente alemán, mariscal Hindenburg. Tan solo una hora después se anunció que se unificaban los puestos de presidente y canciller en la persona de Hitler. Se convocó un plebiscito para ratificar esta medida, y, con la maquinaria de propaganda firmemente en manos del nazi Goebbels, el 19 de ese mismo mes el pueblo alemán voto afirmativamente por abrumadora mayoría. Con ello, Adolf Hitler se convertía en amo absoluto de Alemania hasta el aplastamiento de ésta en 1945.
Desde su aparición en la escena publica, a la jerarquía católica alemana no le pasó inadvertida la verdadera naturaleza e ideas de los nazis, máxime cuando el Papa
Pío XI, a la vista de las convulsiones sociales con que empezaba la década de los 30, ya habla advertido públicamente de las consecuencias que traerla la prevalencia de "un duro nacionalismo, es decir el odio y la envidia en lugar del mutuo deseo del bien" (discurso de Navidad de 1930). Los obispos, como sucede hoy en dio, redactaban cartas pastorales cuando tenían lugar elecciones, recordando los criterios morales sobre el voto y las ideas que resultaban inaceptables para un católico, aunque sin señalar nombres propios. De particular relieve eran las pastorales del cardenal Faulhaber, por ser el arzobispo de Munich, cuna del nazismo.
A diferencia de otras épocas, no puede decirse que los fieles católicos no entendieran el mensaje o lo recibieran con indiferencia. El fulgurante ascenso de la representación parlamentaria del partido nacionalsocialista se debió al voto masivo de las zonas protestantes, sobre todo Prusia, mientras que los católicos se decidieron sobre todo por el viejo "Zentram" -nacido en la época de Bismarck, e instrumento decisivo para poner fin a su "kulturkampf"-, y, en Baviera-zona católica y a la vez de bastante inclinación nacionalista y donde se gestó el partido nazi-, a este se le sumaba el partido populista bávaro, que obtuvo 19 escaños en 1933.
Poco después del triunfo nazi de 1933 se reunían los obispos alemanes en el lugar tradicional, Falda. Se examinó la situación, y las preocupaciones se plasmaron en una carta colectiva del episcopado. No era una condena explícita, pero no carecía en absoluto de claridad. Examinando las doctrinas que se imponían, hay frases que no dejaban lugar a dudas, como la siguiente: "la afirmación exclusiva de los principios de la sangre y de la raza conduce a injusticias que hieren gravemente la conciencia cristiana".
Se podía apreciar que los principales temores de los obispos eran dos. Por una parte, que el nuevo estado totalitario acabase con las organizaciones católicas, especialmente las educativas. Y, por otra, que el nuevo régimen tratara de crear una especie de iglesia nacional y quisiera englobar en ella a todos, también a los católicos. Saliendo al paso con firmeza y rapidez de lo que parecían ser los prolegómenos de una nueva "kulturkampf", los obispos alemanes también enviaron un mensaje no escrito, del que los nazis tomaron buena nota: la confirmación de su unidad, prácticamente sin fisuras. No resultaba prometedor intentar sembrar la discordia entre el episcopado. Para los hitlerianos, parecía una mejor vía de atacar a la Iglesia el intentar abrir una brecha entre los obispos alemanes y la Santa Sede. Esta fue una de las razones por las que Hitler vio con buenos ojos la posibilidad de firmar con la Santa Sede un concordato.
EL CONCORDATO
En realidad, la iniciativa de un concordato entre el tercer Reich y la Santa Sede no surgió ni de los nazis ni de la Iglesia, sino de un politice católico del Centro, Franz von Papen, a quien Hitler, que quería, mientras viviera Hindenburg, mantener una apariencia respetable, tenía en su gobierno como vicecanciller. Como católico y miembro del gobierno, crela que un acuerdo servirla para resolver las posibles fricciones que ya empezaban a manifestarse. Con este fin, von Papen apareció en Roma en abril de 1933.
En Roma, las principales figuras con las que tenla que entrevistarse eran dos: el Papa Pío XI, y su Secretario de Estado Pacelli. Los dos eran favorables a firmar un concordato, y pensaban que, por pocas que resultaran ser las ventajas, siempre resultaba conveniente intentar entenderse con los diferentes regímenes, aunque fueran hostiles a la Iglesia, como se habla demostrado, por ejemplo, con la república española.
El concordato no requirió largas negociaciones. Básicamente reproducía el contenido de los recientes concordatos con varios "länder" alemanes, Baviera, Prusia y Baden, que hablan sido negociados por el entonces nuncio Pacelli. Sólo hubo un punto controvertido. Pío XI, que tantas esperanzas tenla puestas en las organizaciones confesionales quería dejar bien atado que conservarían su independencia, especialmente las juveniles. La experiencia italiana le mostraba que ese era un punto de fricción. Al final se llegó a las dos partes, y la firma fue pregonada como un éxito por ambas.
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Concentración nazi en Berlín. Arriba, Adolf Hitler.
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No hubo ingenuidad en el asunto del concordato, salvo, quizás, por parte de von Papen. Hitler, desde el primer momento, no actuaba de buena fe. La Iglesia no se hacia ilusiones al respecto, pero consideraba que el concordato servirla de referencia para denunciar los previsibles abusos que cometerían las autoridades, y quizás por ello para mitigarlas. Es difícil calibrar hasta que punto sirvió para conseguir este ultimo objetivo, pero puede aventurarse que tuvo cierta utilidad. En cuanto al instrumento en si, no parece en absoluto desacertado su contenido si se tiene en cuenta que aquél concordato de 1933 sigue todavía vigente.
LA ENCÍCLICA MIT BRENNENDER SORGE
El gobierno nazi empezó a incumplir el concordato desde el primer momento. Y desde el primer momento empezaron a llover las denuncias por parte de los obispos alemanes. Se hostigaba a la Iglesia de diversos modos, sin excluir encarcelamientos de eclesiásticos. Desde Roma se apoyaba a la jerarquía local, y Pacelli envió varios memoranda de protesta a las autoridades alemanas, y el mismo Pío XI aprovechó varias peregrinaciones de alemanes para formular públicamente sus quejas. A partir de 1935, la propaganda nazi lanzó una campaña de desprestigio de la Iglesia Católica, con el montaje de varios procesos amañados a eclesiásticos acusados de fraude.
En enero de 1937 llegaban a Roma, con la mayor discreción posible, los principales representantes del episcopado alemán: los cardenales Bertram (el Primado de Breslau, ciudad actualmente polaca con el nombre de Wroclaw), Faulhaber (Munich) y Schulte (Colonia), y los obispos Preysing (Berlin) y von Galen (Münster). A la vista del acoso que sufría la Iglesia católica alemana, iban con el propósito de solicitar una intervención pontificia que condenara el nazismo. De aquí nacerla la encíclica Mit brennender sorge, que, contrariamente a lo que se piensa, partió de una iniciativa del episcopado alemán, no de la Santa Sede. En Roma se entrevistaron con Pío XI y con el cardenal Pacelli. El primero, sin dejar de darles su pleno apoyo, fue algo reservado. Pero Pacelli suscribió la iniciativa sin reservas, y pidió al cardenal Faulhaber un borrador. A los cuatro dios lo pasó al Secretario de Estado y Pacelli, que dominaba el alemán le dio su forma definitiva. La denuncia de la ideología y la conducta nazis era clarísima: racismo, divinización del sistema, calificación de la construcción de una iglesia nacional como apostaste, etc.
No faltaban referencias a lo que hoy se denomina "culto a la personalidad": "Quien quiera que, con sacrílego desconocimiento de las diferencias esenciales entre Dios y la criatura, entre el Hombre-Dios y el simple hombre, osara levantar a un mortal, aunque fuera el más grande de todos los tiempos, al nivel de Cristo, más aún, por encima de El o contra Él, ése merece que se le diga que es un profeta de fantasías, al que se le aplica espantosamente la palabra terrible de la Escritura ``El que vive en los cielos se ríe de ellos". Por mucho menos se habla dado por aludido personalmente Adolf Hitier. Pero Pío XI no dudó en firmar la encíclica.
Fue una sorpresa general, para fieles, autoridades y policía, la lectura de la encíclica, el domingo día 21 de marzo de 1937, en todos los templos católicos alemanes, que eran más de 11.000. La unanimidad fue absoluta. Y, en toda la breve historia del Tercer Reich, nunca recibió éste en Alemania una contestación que llegara a acercarse a la que se produjo con la Mit brennender surge.
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Numerosos católicos fuero perseguidos o exterminados por su fe en la época nacionalsocialista. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: P. Kolbe, Edith Stein, el P. Kentenich y el P Titus Brandsma.
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Como era de esperar, al día siguiente el órgano oficial nazi, Volskischer Beobachter, publicó una primera réplica a la encíclica. Pero, sorprendentemente fue también la última. El ministro alemán de propaganda, Joseph Goebbels, fue lo suficientemente inteligente y perspicaz como para advertir la fuerza que habla tenido esa declaración. Y, con el control total de prensa y radio que ya tenla por esas fechas, decidió que lo más conveniente para el régimen era ignorar completamente la encíclica.
EL "ANSCHLUSS": LA UNIÓN DE AUSTRIA AL REICH
Un año después, en marzo de 1938, el ejército alemán entraba en Austria, llamado por un canciller nazi que habla impuesto Hitler con amenazas. En general, se recibió bien la anexión -el "anschluss"-, por la inestabilidad que sufría Austria y por la imagen que del régimen alemán habla dado la activa propaganda nazi. Se convocó un plebiscito, por el que Austria pasaba a ser la "Ostmark", la "marca del Este" del Reich alemán.
Se vivía un clima de euforia. Si para la humillada Austria era la recuperación del orgullo perdido, para más de un eclesiástico era el alejamiento del peligro comunista. Todavía no sabían con quién se hablan juntado. Con ese ambiente, cuando Hitler -austriaco de nacimiento- llegó a Viena, se entrevistó con el cardenal Innitzer Creyendo que era bien acogido, emitió unas directrices en las que pedía que se acogiera la anexión con buena voluntad, e incluía, como se lo habla pedido el Führer, el que las organizaciones juveniles se prepararan para incorporarse a las del Reich alemán. Pocos dios después encabezaba una declaración del episcopado austriaco en la que se daba la bienvenida y se ensalzaba al nacionalsocialismo alemán. Enseguida vio Innitzer que se habían rebasado los limites de la prudencia, y añadió una nota aclaratoria en la que se dacia que todo lo anterior estaba condicionado a que se garantizaran los derechos de Dios y de la Iglesia. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esta última nota.
Este comportamiento fue muy mal recibido en Roma, máxime cuando incluía esa imprudente declaración sobre las organizaciones juveniles católicas. Innitzer fue inmediatamente llamado a Roma. Allí le esperaba Pacelli, con quien mantuvo una tensa conversación. Como resultado, L'Osservatore Romano publicaba el 7 de abril una declaración de Innitzer, que venía a ser una rectificación de lo anterior, en la que reivindicaba los derechos establecidos en el concordato austriaco, la independencia de las organizaciones juveniles católicas y los derechos de los fieles cristianos. Sólo entonces recibía Pío XI al cardenal austriaco; hasta entonces no habla querido hacerlo.
La prensa nazi ignoró la rectificación. Y el nuevo gobierno suprimió de un golpe las organizaciones juveniles católicas, la enseñanza de la religión y, poco más tarde, hasta la facultad de teología de Innsbruck. El palacio arzobispal de Innitzer fue asaltado y arrasado por las "hitler-Jugend", las juventudes hitlerianas.
ESTO YA ES MIO. Se dice, se cuenta que entre 280 000 y 400 000 Católicos fueron asesinados en los campos de exterminio por oponerse a Hitler. Mas de 8000 Sacerdotes y gran número de religiosos y religiosas.
La Santa Sede tuvo que hacer equilibrios para salvar vidas Y condenar a Hitler
Verás, en este mundo el que esté sin pecado que tire la primera piedra, amigo Bart. Que Dios nos bendiga a todos.
No somos nadie para juzgar, pero es posible que sea como tu dices.Bart dijo:La frase ''antisemitismo cristiano" parecería una absoluta contradicción de términos, pues la palabra ”antisemitismo” es sinónimo de ODIO, y la palabra "cristiano" debe ser sinónimo de AMOR.
Un antisemita" es un cristiano muerto cuyo odio ha estrangulado su fe.
Es mucho mas antigua que todo esto. Viene del siglo I de nuestra era.Bart dijo:La doctrina del amor fue ensenada primeramente por un rabino judío originario de Nazareth que dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Mat.19: 19); " ámense unos a otros como yo los he amado" (Jn.15:12); "Por esto el mundo sabrá que sois mis discípulos, por el amor que se tengan unos a otros" (Jn.13:35); "Amen a sus enemigos" (Mat. 5:44).
¿Dónde comenzó esta doctrina del odio en contra de los judíos?
• Comenzó con el holocausto de Adolfo Hitler quien dijo: "Yo solo estoy continuando la obra de la Iglesia católica.
Absolutamente de acuerdo. ¿Y que?.Bart dijo:• No comenzó con Martín Lutero, que dijo: "Después del diablo, el cristiano tiene a otro enemigo igual de cruel y venenoso, al judío".
• No comenzó con "Los Protocolos de los Ancianos de Sión", una mentira diabólica propagada por la policía secreta de los zares de Rusia.
• No comenzó en los E.U. de Norteamérica cuando Henry Ford publicó "Los Protocolos de los Ancianos de Sión", libro que la mayoría de los americanos creyeron, el cual narra un golpe de estado a las naciones a través de los judíos.
Aquí hay dos cuestiones que cualquier persona a poco que se haya paseado por la história verá que son erróneas; a saber: 1ª) Muchos judios, habitantes de Roma y de otras ciudades del imperio tenian ciudadania romana y por ello sus derechos eran los mismos que los de los romanos de nación. Pablo de Tarso era ciudadano romano y como él lo eran centenares de miles de judiós de la diáspora. Otra cosa son los judios vencidos despues de la guerra contra Roma. Una buena parte fueron crucificados, como escarmiento, y LA MAYOR PARTE vendidos como esclavos. Los seres humanos, como el ganado eran un bien que se compraba y se vendia. Los esclavos tenian muy pocos derechos civiles a pesar de que contaban con algunos. 2ª) Los judios tenian una docena de sinagogas en Roma y otras muchas en todo el imperio, estando dispensados del culto al César. El imperio romano era la única nación, el único estado. El resto no contaba, por esto no veo donde se encontraban las naciones que se citan ni cuales eran.Bart dijo:¿Cómo podían controlar a las naciones? si desde el año 70 D.C., cuando el general romano Tito invadió Jerusalén, los judíos fueron esparcidos por todas las naciones, se les negaron en todos los países sus derechos legales, se les negó regresar a su propia tierra, se les negó practicar su fe y se les obligó a que se "convirtieran a Cristo o serían muertos" (por la iglesia romana).
Supongo que cuando citas a la Iglésia Romana te refieres a las antiguas creencias paganas, de otro modo no lo entiendo. Si el caso es el de citar a la Iglésia Cristiana fundada por Cristo, asentada en el Estado libre del Vaticano, vas a tener que darle su nombre real. Como pienso que es a esta a la que te refieres, quisiera hacer algunas puntuaciones. Son las que siguen:Bart dijo:¿Dónde están los judíos de España? Fueron asesinados a sangre fría por la Iglesia Romana.
¿Dónde están los judíos de Portugal? Fueron asesinados a sangre fría por la Iglesia Romana.
¿Dónde están los judíos de Austria y Hungría? Fueron asesinados por la Iglesia Romana.
1) Los judios asentados en los Reinos Hispánicos tuvieron que elegir entre la conversión o el exílio. La mayoria prefirieron exiliarse; sus descendientes son los Sefarditas que continuan conservando un español arcaico. Se calcula que existen alrededor de tres millones. Algunos se convirtieron, tal es el caso de Santangel, secretário privado del rey Fernando, o el de Torquemada, Inquisidor General de Castilla. Por tanto, nada de asesinatos a sangre fria. Eso son inventos terrorificos para no dejar dormir a niños de teta o para gente que no se ha leido un solo libro de história en toda su vida. Antes de afirmar tamañas sandeces es preciso estudiarlas.
2) El Papa acogió en Roma a familias enteras de judios expulsados de los reinos cristianos y perseguidos por la PLEBE, que los consideraba causantes de la peste.
Tal como puedes ver la ignorancia siempre ha causado estragos.
Estás equivocado; el antisemitismo comienza en Mateo, 27: 25 " El pueblo respondió: Nosotros y nuestros hijos carguemos con su muerte" y continúa con la muerte de Esteban y las persecuciones de Saulo. Persecuciones que se extendieron a todas las congregaciones judias del mundo romano. Los judios querian exterminar la nueva fe y los cristianos se defendieron. Cuando estos fueron mas fuertes, en muchos lugares los oprimieron. Esto es cierto, pero de esto a matar millones y millones hay un abismo. En el siglo XV podian haber 50 millones de habitantes en Europa, si consideramos que el 0'3 % eran judios, la habitaban UN MILLÓN Y MEDIO de judios. Se considera que en la expulsión de los Reinos Hispanos salieron alrededor de 150 mil judios, siendo los estados en los que mas judios habitaban. ¿Donde quedan tus millones y millones? ¡Ah!. Se me olvidaba decirte que en las Baleares, donde se ha mantenido viva la genealogia de la gente, aún viven descendientes de aquellos conversos. Si están vivos no pudieron asesinar a sus antepasados, pues no se de nadie que estando muerto, conciba. ¿Tu si?.Bart dijo:El antisemitismo cristiano comenzó durante el primer siglo de nuestra era con algunos de los padres de la iglesia, como Eusebio, Cirilo, Constantino, Juan Crisóstomo, Agustín, Orígenes, Justino y Jerónimo, quienes publicaron folletos y panfletos históricamente llamados adversus judaeos.
¿Querrás explicarme donde has encontrado esta cita?. Por favor, el documento, la carta pastoral, la enciclica o cualquier lugar donde el buen Gelásio escribiera esto. Estaré esperando la respuesta. Gracias.Bart dijo:El Papa Gelasio I (492-496 D.C.) dijo: "En la Biblia, as¡ cómo Judas fue llamado diablo, as¡ también sus hijos, los judíos, son diablos también".
Ya me explicarás, si quieres, a que te refieres con esta afirmación que es insostenible.Bart dijo:¿Cómo sucedió que la primer iglesia, fundada por un rabí judío y 12 discípulos judíos, hayan comenzado a sufrir persecución 100 años después de la resurrección por que era la nueva política de la iglesia?
En Hechos de los Apostoles encontramos a Maria en compañia de estos. Seguramente viviria en casa de Juan, no olvides que la acogió. En cuanto a los hemanos de Jesús... ¿Quieres decirme en que versículo se citan mas hijos de José y Maria?. Te agradeceria ayudaras a paliar mi ignorancia sobre el tema. Yo he convivido durante mas de un año con semitas, árabes para mas señas y aún hoy en dia se identifican con su nombre própio añadiendole "hijo de". .. Si te lees la Biblia, cosa que te aconsejo, verás que se nombran largas sagas familiares y que se le da el titulo de hermano a un Tio, Abraham y Lot, a un amigo o a un correligionario. El único hijo de Maria es Jesús y nadie mas si no no se explica que cumpliendo doce años, solo lo tuvieran a El.Bart dijo:¿Qué le sucedió a la familia de nuestro Señor Jesús después de la resurrección?
¿Que les sucedió a los hermanos de Jesús nacidos de José y María, sus padres?
¿Qué les sucedió a sus discípulos, a sus esposas e hijos de ellos y nietos?
¿Oye, pero no habias afirmado que Tito los habia deportado a todos?. ¿No afirmabas que tenian prohibido el acceso a su pátria?. ¿De donde salen estos otros judios?Bart dijo:La familia de nuestro Señor fue sacrificada cuando Adriano vino de Roma a la, Palestina para sofocar la segunda revuelta en el año 135 D.C. y los judíos se negaron a hincar su rodilla a la religión politeísta de los romanos.
Constantino hizo algo que hoy está muy de moda. Concedió la libertad de culto en todo el imperio. Tengo su edicto entre mis papeles y cuando lo encuentre voy a publicarlo entero para que vayas aprendiendo un poco de história y no te creas todas las bobadas que se publican. Por si no lo sabias caro y dilecto amigo, Constantino murió arriano. Es decir, hereje. ¿Que curioso, no, un santo hereje?.Bart dijo:El emperador romano Constantino (306-337 D.C.) "cristianizó" el imperio romano de un plumazo, cuando ordenó que el cristianismo fuera la religión oficial del imperio
Eso que te lo has creido tu, con la calentura de las fiebres de tales lecturas a cualquiera se le gira el cerebro. Pero esto se cura con una cultura bien cimentada y con lecturas apropiadas. Te lo recomiendo.Bart dijo:Este no era el cristianismo bíblico, sino una mezcla, hasta la fecha, de varios dioses y deidades. ¡Era y es una religión idólatra y pagana!
Favor de documentar la cita. Gracias.Bart dijo:Constantino, en el Concilio de Nicea, separó a los judíos de los gentiles en la adoración, pues consideraba a los judíos una "secta perversa, parásitos y asesinos de Cristo"
Naturalmente buscaré estas citas, que dudo mucho que existan. Te contestaré.Bart dijo:El odio contra los judíos aumentó con la venida y discursos de Juan Crisóstomo (387-407 D.C.) conocido como el antisemita orador de la boca de oro".
Entre sus discursos, leídos después por muchos siglos por millones de gentes, escribió: “¿Cómo pueden los cristianos tener nada que ver con los abominables judíos, que son gente rapaz, mentirosa, ladrones, bandidos y asesinos?" (Homilía 4:1). De las sinagogas decía. "Son casas de prostitución, cavernas de ladrones y cuevas de animales rapaces y sanguinarios" (Homilía 1:6).
¿Por qué Juan Crisóstomo odiaba a los judíos? Porque ellos fueron los que mataron a Cristo" (Homilía 6:4).
Del oscurantismo crecieron las catedrales que aún hoy son objeto de estudio por su perfección. Del oscurantismo se salvaron los restos de las antiguas culturas en los scriptorium de los monasterios. del oscurantismo nacieron los primeros hospitales, Católicos por supuesto, las primeras Universidades, Católicas por supuesto y se pusieron los cimientos de la Ciencia moderna, los Jesuitas por supuesto. En esta época oscura, el Papa hizo construir el primer telescópio moderno, que aún funciona, con Jesuitas por supuesto. Es curioso que diez años despues de la conquista del reino azteca, se fundara una Universidad en la ciudad de Mejico, cuando en las colonias protestantes tardaron mas de un siglo en fundar alguna. En esta época de oscurantismo se da inicio al Renacimiento de la mano de la Iglésia y se fundan las primeras escuelas en toda la Európa Cristiana. Escuelas Católicas por supuesto.Bart dijo:El odio en contra de los judíos se propagó como una enfermedad contagiosa por toda Europa, lo cual originó la época más obscura de la humanidad conocida como la Edad Media o la Edad de obscuridad.
Godofredo de Bouillón era un carnicero y un noble salteador de caminos. El queria ganar tierras y honores y entre su gente se alistó lo peorcito de cada casa, pero también buena gente que deseaba liberar los santos lugares del dominio islámico.Bart dijo:Durante la primer cruzada a la Tierra santa (1096) los cruzados se hicieron llamar Caballeros de la Cruz, los cuales dejaron una estela de sangre judía a través de toda Europa. Su capitán se llamaba Godofredo.
Se cometieron barbaridades. Estoy de acuerdo contigo, pero me voy a revisar mis libros y papeles sobre las cruzadas para aceptar estos datos o negarlos.Bart dijo:En solo tres meses asesinaron a más de 12 mil judíos en Alemania y mientras los perseguían y asesinaban, gritaban a todo el mundo: "Los judíos mataron a Cristo, o se conviertan a Roma o deben ser muertos". Miles de judíos prefirieron suicidarse junto con todas sus familias antes de caer en manos de los carniceros cruzados.
Estos "cruzados" hacían todo por la "voluntad de Dios", pero al mismo tiempo que perseguían y asesinaban a los judíos y cristianos verdaderos, robaban, violaban a las mujeres y quemaban todo a su paso de destrucción y vandalismo.
1) Mentira. Cita un solo documento donde el Papa ordene asesinar judios. Unos solo.Bart dijo:¿Por qué hacían todo esto? Porque el papa les había prometido "perdón por sus pecados" si mataban a los judíos.
Todo varón que se alistara en este ejército, tenía el perdón de todas sus deudas financieras y el perdón de sus pecados.
2) Cierto. El hecho de cruzarse y permanecer noventa dias en el servicio de las armas se obtenian una buena cantidad de ventajas.
Esto no es óbice para que los Papas terminaran, en algunos casos, excomulgando a los cruzados a causa de su crueldad.
Ya veo que voy a tener que revisar todas las actas de este Concilio que, en principio, legisló sobre las herejias del momento. No veo al magnífico Inocencio persiguiendo a los judios. Bastante trabajo tenia con los cátaros y valdenses.Bart dijo:Este Concilio tuvo lugar el mes de Noviembre de 1215 en respuesta al llamado del papa Inocente III
Más de mil delegaciones católicas asistieron para determinar las relaciones cristianas judías.
La política sacada de este Concilio fue una declaración oficial de la Iglesia Romana que se mantuvo por varios siglos hasta que Adolfo Hitler vino al poder.
Las decisiones de este Concilio fueron:
A. Que todos los judíos vistieran en sus ropas un "distintivo" que les distinguiera de todas las demás personas.
¡Mentira puñetera y podrida!. En aquella época todo quisque pagaba el diezmo, No solo los judios. En los Reinos Hispánicos los judios eran los dueños de la banca, los médicos, juristas y notarios, mercaderes, etc. Sus dineros compraban títulos nobiliarios y grandes propiedades que en algunos casos han sobrevivido hasta nuestros dias. Te sorprenderia saber la cantidad de sangre judia que hay entre la nobleza y la realeza de Europa.Bart dijo:Que "diezmaran" a la Iglesia Romana.
Todos los judíos fueron ordenados a dar sus diezmos a la Iglesia Romana porque ellos no eran dueños de nada y Roma podía confiscarles lo que creyera conveniente.
Por esto la mayor parte de los médicos papales fueron judios, porqué el Papa los hacia matar. Las juderias se gobernaban ellas mismas. Tenian sus leyes y sus própios tribunales de justicia. En cuanto a los cargos públicos, mas arriba te he citado algunos y en la história de Europa son miles.Bart dijo:El Tercer Decreto de este Concilio consistió en que "los judíos no podían ocupar ningún puesto público ni tener voz ni voto en ninguna religión".
Otra repugnante mentira salida de una mente enferma. La inquisición perseguia a los CRISTIANOS. ¡Haber si os enterais ya, de una vez!. El Tribunal de la Santa Inquisición no ha perseguido jamás a ningún judio o musulmán. Ha perseguido las desviaciones de la ortodoxia Cristiana. Antes ya he contestado a esas bobadas y a mis contestaciones me atengo.Bart dijo:La Inquisición española comenzó en el año 1481 y por muchos años los judíos estuvieron bajo presiones y persecución extrema para convertirse a la religión romana. Los judíos eran llamados "marranos, "cerdos" y la "escoria" de todos.
En 1474, Fernando e Isabel subieron al trono de España y, en unión con Roma, comenzaron a imponer una serie de leyes en contra de los judíos.
En 1477 apelaron al papa para iniciar la Santa Inquisición para "purgar" a la iglesia de los judíos.
Dos monjes dominicos fueron escogidos para dirigir la Inquisición: Miguel de Morillo y Juan de San Martín el día 27-Septiembre-1480.
Miles de judíos acusados de no querer abrazar el catolicismo romano, fueron quemados vivos en estacas y piras ardiendo, pero otros aceptaron las demandas de Roma y salvaron sus vidas.
Este escritorzuelo podria habernos explicado si los Jesuitas inventores de tamaños desaguisados eran los torturados y asesinados en Japón por indicación de los comerciantes Calvinistas. Un gran ejemplo de amor cristiano, el suyo. Claro que si. Sus delaciones llevaron a la muerte a medio millón de Católicos conversos por los "asesinos" jesuitas. Verás, amigo listo, los jesuitas jamás tuvieron nada que ver con la inquisición si no fuéra el ser perseguidos por ella en mas de una ocasión. En cuanto a tu descripción de los tormentos, ya me dirás en que pelicula los has visto macho, porqué tiene que ser fuerte.Bart dijo:El historiador y ganador del premio Pulitzer, John Toland, escribió al respecto: "El Servicio Secreto nazi fue construido por Himmler, pero fue ideado y nació bajo los jesuitas católicos dirigidos y ejercitados por Ignacio de Loyola (Adolfo Hitler vol.2, pág. 869).
En un fanático intento por determinar quién era leal a la Iglesia Católica, los niños judíos eran ahogados hasta morir, a las mujeres les quemaban los senos para que traicionaran a sus esposos, los cuerpos de los varones eran estirados en el "potro" hasta descuartizarlos vivos, además de confiscarles todos sus bienes y propiedades.
Hasta aquí la broma por tu alto nivel cultural. Pero esto no te lo paso. Aquí copia entera de un artículo publicado en una web de la que no conozco el nombre. Apredetela de memoria y tal vez ganes algo.Bart dijo:Lo más increíble de todo esto es que muy poca gente sabe que la política de la Iglesia Romana ¡fue la que dio origen a la política del Tercer Reich!
La Santa Sede tuvo que hacer equilibrios para salvar vidas Y condenar a Hitler
------Por Julio de la Vega-Hazas
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Algunos han acusado a la Iglesia local alemana de cierta convivencia con el régimen nazi. No saben, quizá, que la más famosa condena de esta ideología -la Encíclica Mit brennender sorge partió de una iniciativa del Episcopado alemán y que el domingo 21 de marzo de 1937 este documento se leyó en todos los templos católicos alemanes -más de 11.000-, lo cual revela una absoluta unanimidad. Además, los equilibrios que tuvo que hacer la Santa Sede para, por un lado, denunciar los abusos de Hitler sin poner en peligro la vida de los católicos en los países ocupados, por otro, tuvieron un enorme mérito. Pío XII, que estuvo al tanto de los atropellos nazis durante la guerra, no dejó de combatir aquella situación, pero tenía las manos atadas, porque cuando denunciaba algún crimen nazi, la represalia era peor.
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Retrato del Papa Pío XII
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l 28 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado Canciller alemán. Su partido, el nacionalsocialista, estaba en minoría, y Hitler sólo tardó tres dios en convocar nuevas elecciones. El 5 de marzo las urnas le dieron 288 escaños, que no suponían mayoría absoluta en un parlamento de 647 diputados, pero aprovechó el incendio del Reichtag, atribuido a los comunistas pero en realidad organizado por los nazis, para declarar ilegal al partido comunista. Descartados así los 81 diputados comunistas, los nazis obtenían una mayoría absoluta por escaso margen -10 escaños-, con la que aprobaban una ley de plenos poderes.
Un año después, el 2 de agosto de 1934, fallecía el presidente alemán, mariscal Hindenburg. Tan solo una hora después se anunció que se unificaban los puestos de presidente y canciller en la persona de Hitler. Se convocó un plebiscito para ratificar esta medida, y, con la maquinaria de propaganda firmemente en manos del nazi Goebbels, el 19 de ese mismo mes el pueblo alemán voto afirmativamente por abrumadora mayoría. Con ello, Adolf Hitler se convertía en amo absoluto de Alemania hasta el aplastamiento de ésta en 1945.
Desde su aparición en la escena publica, a la jerarquía católica alemana no le pasó inadvertida la verdadera naturaleza e ideas de los nazis, máxime cuando el Papa
Pío XI, a la vista de las convulsiones sociales con que empezaba la década de los 30, ya habla advertido públicamente de las consecuencias que traerla la prevalencia de "un duro nacionalismo, es decir el odio y la envidia en lugar del mutuo deseo del bien" (discurso de Navidad de 1930). Los obispos, como sucede hoy en dio, redactaban cartas pastorales cuando tenían lugar elecciones, recordando los criterios morales sobre el voto y las ideas que resultaban inaceptables para un católico, aunque sin señalar nombres propios. De particular relieve eran las pastorales del cardenal Faulhaber, por ser el arzobispo de Munich, cuna del nazismo.
A diferencia de otras épocas, no puede decirse que los fieles católicos no entendieran el mensaje o lo recibieran con indiferencia. El fulgurante ascenso de la representación parlamentaria del partido nacionalsocialista se debió al voto masivo de las zonas protestantes, sobre todo Prusia, mientras que los católicos se decidieron sobre todo por el viejo "Zentram" -nacido en la época de Bismarck, e instrumento decisivo para poner fin a su "kulturkampf"-, y, en Baviera-zona católica y a la vez de bastante inclinación nacionalista y donde se gestó el partido nazi-, a este se le sumaba el partido populista bávaro, que obtuvo 19 escaños en 1933.
Poco después del triunfo nazi de 1933 se reunían los obispos alemanes en el lugar tradicional, Falda. Se examinó la situación, y las preocupaciones se plasmaron en una carta colectiva del episcopado. No era una condena explícita, pero no carecía en absoluto de claridad. Examinando las doctrinas que se imponían, hay frases que no dejaban lugar a dudas, como la siguiente: "la afirmación exclusiva de los principios de la sangre y de la raza conduce a injusticias que hieren gravemente la conciencia cristiana".
Se podía apreciar que los principales temores de los obispos eran dos. Por una parte, que el nuevo estado totalitario acabase con las organizaciones católicas, especialmente las educativas. Y, por otra, que el nuevo régimen tratara de crear una especie de iglesia nacional y quisiera englobar en ella a todos, también a los católicos. Saliendo al paso con firmeza y rapidez de lo que parecían ser los prolegómenos de una nueva "kulturkampf", los obispos alemanes también enviaron un mensaje no escrito, del que los nazis tomaron buena nota: la confirmación de su unidad, prácticamente sin fisuras. No resultaba prometedor intentar sembrar la discordia entre el episcopado. Para los hitlerianos, parecía una mejor vía de atacar a la Iglesia el intentar abrir una brecha entre los obispos alemanes y la Santa Sede. Esta fue una de las razones por las que Hitler vio con buenos ojos la posibilidad de firmar con la Santa Sede un concordato.
EL CONCORDATO
En realidad, la iniciativa de un concordato entre el tercer Reich y la Santa Sede no surgió ni de los nazis ni de la Iglesia, sino de un politice católico del Centro, Franz von Papen, a quien Hitler, que quería, mientras viviera Hindenburg, mantener una apariencia respetable, tenía en su gobierno como vicecanciller. Como católico y miembro del gobierno, crela que un acuerdo servirla para resolver las posibles fricciones que ya empezaban a manifestarse. Con este fin, von Papen apareció en Roma en abril de 1933.
En Roma, las principales figuras con las que tenla que entrevistarse eran dos: el Papa Pío XI, y su Secretario de Estado Pacelli. Los dos eran favorables a firmar un concordato, y pensaban que, por pocas que resultaran ser las ventajas, siempre resultaba conveniente intentar entenderse con los diferentes regímenes, aunque fueran hostiles a la Iglesia, como se habla demostrado, por ejemplo, con la república española.
El concordato no requirió largas negociaciones. Básicamente reproducía el contenido de los recientes concordatos con varios "länder" alemanes, Baviera, Prusia y Baden, que hablan sido negociados por el entonces nuncio Pacelli. Sólo hubo un punto controvertido. Pío XI, que tantas esperanzas tenla puestas en las organizaciones confesionales quería dejar bien atado que conservarían su independencia, especialmente las juveniles. La experiencia italiana le mostraba que ese era un punto de fricción. Al final se llegó a las dos partes, y la firma fue pregonada como un éxito por ambas.
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Concentración nazi en Berlín. Arriba, Adolf Hitler.
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No hubo ingenuidad en el asunto del concordato, salvo, quizás, por parte de von Papen. Hitler, desde el primer momento, no actuaba de buena fe. La Iglesia no se hacia ilusiones al respecto, pero consideraba que el concordato servirla de referencia para denunciar los previsibles abusos que cometerían las autoridades, y quizás por ello para mitigarlas. Es difícil calibrar hasta que punto sirvió para conseguir este ultimo objetivo, pero puede aventurarse que tuvo cierta utilidad. En cuanto al instrumento en si, no parece en absoluto desacertado su contenido si se tiene en cuenta que aquél concordato de 1933 sigue todavía vigente.
LA ENCÍCLICA MIT BRENNENDER SORGE
El gobierno nazi empezó a incumplir el concordato desde el primer momento. Y desde el primer momento empezaron a llover las denuncias por parte de los obispos alemanes. Se hostigaba a la Iglesia de diversos modos, sin excluir encarcelamientos de eclesiásticos. Desde Roma se apoyaba a la jerarquía local, y Pacelli envió varios memoranda de protesta a las autoridades alemanas, y el mismo Pío XI aprovechó varias peregrinaciones de alemanes para formular públicamente sus quejas. A partir de 1935, la propaganda nazi lanzó una campaña de desprestigio de la Iglesia Católica, con el montaje de varios procesos amañados a eclesiásticos acusados de fraude.
En enero de 1937 llegaban a Roma, con la mayor discreción posible, los principales representantes del episcopado alemán: los cardenales Bertram (el Primado de Breslau, ciudad actualmente polaca con el nombre de Wroclaw), Faulhaber (Munich) y Schulte (Colonia), y los obispos Preysing (Berlin) y von Galen (Münster). A la vista del acoso que sufría la Iglesia católica alemana, iban con el propósito de solicitar una intervención pontificia que condenara el nazismo. De aquí nacerla la encíclica Mit brennender sorge, que, contrariamente a lo que se piensa, partió de una iniciativa del episcopado alemán, no de la Santa Sede. En Roma se entrevistaron con Pío XI y con el cardenal Pacelli. El primero, sin dejar de darles su pleno apoyo, fue algo reservado. Pero Pacelli suscribió la iniciativa sin reservas, y pidió al cardenal Faulhaber un borrador. A los cuatro dios lo pasó al Secretario de Estado y Pacelli, que dominaba el alemán le dio su forma definitiva. La denuncia de la ideología y la conducta nazis era clarísima: racismo, divinización del sistema, calificación de la construcción de una iglesia nacional como apostaste, etc.
No faltaban referencias a lo que hoy se denomina "culto a la personalidad": "Quien quiera que, con sacrílego desconocimiento de las diferencias esenciales entre Dios y la criatura, entre el Hombre-Dios y el simple hombre, osara levantar a un mortal, aunque fuera el más grande de todos los tiempos, al nivel de Cristo, más aún, por encima de El o contra Él, ése merece que se le diga que es un profeta de fantasías, al que se le aplica espantosamente la palabra terrible de la Escritura ``El que vive en los cielos se ríe de ellos". Por mucho menos se habla dado por aludido personalmente Adolf Hitier. Pero Pío XI no dudó en firmar la encíclica.
Fue una sorpresa general, para fieles, autoridades y policía, la lectura de la encíclica, el domingo día 21 de marzo de 1937, en todos los templos católicos alemanes, que eran más de 11.000. La unanimidad fue absoluta. Y, en toda la breve historia del Tercer Reich, nunca recibió éste en Alemania una contestación que llegara a acercarse a la que se produjo con la Mit brennender surge.
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Numerosos católicos fuero perseguidos o exterminados por su fe en la época nacionalsocialista. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: P. Kolbe, Edith Stein, el P. Kentenich y el P Titus Brandsma.
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Como era de esperar, al día siguiente el órgano oficial nazi, Volskischer Beobachter, publicó una primera réplica a la encíclica. Pero, sorprendentemente fue también la última. El ministro alemán de propaganda, Joseph Goebbels, fue lo suficientemente inteligente y perspicaz como para advertir la fuerza que habla tenido esa declaración. Y, con el control total de prensa y radio que ya tenla por esas fechas, decidió que lo más conveniente para el régimen era ignorar completamente la encíclica.
EL "ANSCHLUSS": LA UNIÓN DE AUSTRIA AL REICH
Un año después, en marzo de 1938, el ejército alemán entraba en Austria, llamado por un canciller nazi que habla impuesto Hitler con amenazas. En general, se recibió bien la anexión -el "anschluss"-, por la inestabilidad que sufría Austria y por la imagen que del régimen alemán habla dado la activa propaganda nazi. Se convocó un plebiscito, por el que Austria pasaba a ser la "Ostmark", la "marca del Este" del Reich alemán.
Se vivía un clima de euforia. Si para la humillada Austria era la recuperación del orgullo perdido, para más de un eclesiástico era el alejamiento del peligro comunista. Todavía no sabían con quién se hablan juntado. Con ese ambiente, cuando Hitler -austriaco de nacimiento- llegó a Viena, se entrevistó con el cardenal Innitzer Creyendo que era bien acogido, emitió unas directrices en las que pedía que se acogiera la anexión con buena voluntad, e incluía, como se lo habla pedido el Führer, el que las organizaciones juveniles se prepararan para incorporarse a las del Reich alemán. Pocos dios después encabezaba una declaración del episcopado austriaco en la que se daba la bienvenida y se ensalzaba al nacionalsocialismo alemán. Enseguida vio Innitzer que se habían rebasado los limites de la prudencia, y añadió una nota aclaratoria en la que se dacia que todo lo anterior estaba condicionado a que se garantizaran los derechos de Dios y de la Iglesia. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esta última nota.
Este comportamiento fue muy mal recibido en Roma, máxime cuando incluía esa imprudente declaración sobre las organizaciones juveniles católicas. Innitzer fue inmediatamente llamado a Roma. Allí le esperaba Pacelli, con quien mantuvo una tensa conversación. Como resultado, L'Osservatore Romano publicaba el 7 de abril una declaración de Innitzer, que venía a ser una rectificación de lo anterior, en la que reivindicaba los derechos establecidos en el concordato austriaco, la independencia de las organizaciones juveniles católicas y los derechos de los fieles cristianos. Sólo entonces recibía Pío XI al cardenal austriaco; hasta entonces no habla querido hacerlo.
La prensa nazi ignoró la rectificación. Y el nuevo gobierno suprimió de un golpe las organizaciones juveniles católicas, la enseñanza de la religión y, poco más tarde, hasta la facultad de teología de Innsbruck. El palacio arzobispal de Innitzer fue asaltado y arrasado por las "hitler-Jugend", las juventudes hitlerianas.
ESTO YA ES MIO. Se dice, se cuenta que entre 280 000 y 400 000 Católicos fueron asesinados en los campos de exterminio por oponerse a Hitler. Mas de 8000 Sacerdotes y gran número de religiosos y religiosas.
La Santa Sede tuvo que hacer equilibrios para salvar vidas Y condenar a Hitler
Un Cristiano no puede ser anti nada. Cualquier CVrsitiano que obra contra la vida humana se pone fuera de la religión Católica y obra como pagano, jamás como Católico.Bart dijo:Hitler citaba frecuentemente la Biblia para basar sus ataques en contra de los judíos repitiendo lo mismo que el diablo hizo cuando tentó a Jesús: ¡citar la Biblia incompleta y fuera de contexto! 2. Ped. 3:16-17.
Cuando un general alemán fue interrogado durante el Juicio de Nuremberg, en Alemania, por crímenes de Guerra, se le preguntó cómo podía el explicar que, Alemania, siendo un país tan adelantado en su sociedad haya podido exterminar a más de 6 millones de judíos, contesto: "Soy de la opinión de que hace muchos años y siglos se ha predicado que los judíos no eran humanos, mentira que nosotros creímos y aceptamos en nuestro corazón. El resultado de una mentira propagada por tantos siglos se acabó aceptando como una verdad. El resultado fue inevitable" (las Raíces del Cristianismo antisemita", Freedom Library Press, New York, pág. 3).
Me estás diciendo que las banderas que en TODOS los templos de TODAS las confesiones que se encuentran en USA y Francia están mal?. Yo no se si el retrato de Hitler colgaba de las Iglésias Católicas, pero has errado la punteria. La iglésia que dió soporte a Hitler fue´la Nacional Luterana, asegurando que un SS matando enemigos de la Pátria era grato a los ojos de Diós.Bart dijo:"Recuerden que yo solo estoy continuando la obra de la iglesia católica Bajo este Acuerdo, el retrato de Hitler fue colgado en todas las iglesias católicas y en cada día de su cumpleaños tenían que hacer sonar las campanas de todas las iglesias mientras los judíos seguían siendo asesinados y torturados en los campos de concentración.
Absolutamente de acuerdo.Bart dijo:4) El pueblo judío es el "pueblo escogido" por Dios:
"Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra" (Deut.7:6).
Como puedes ver este historiador es de mi misma opinión.Bart dijo:El historiador norteamericano Willian Schirer, escribió:
“Que uno no puede entender a la Alemania de Hitler sin tomar en consideración la influencia que Martín Lutero tuvo allí. Él añadió que lo que Lutero predicó, Hitler lo puso en práctica cuatro siglos más tarde.”
Estamos hablando de sacerdotes luteranos.Bart dijo:En ningún otro país, con excepción de la Rusia Zarista, los sacerdotes se volvieron, por tradición tan completamente serviles a la autoridad política del Estado”. (Página 294 de The Rise and Fall of the Third Reich (La Ascensión y Caída del Tercer Reich)
Verás, en este mundo el que esté sin pecado que tire la primera piedra, amigo Bart. Que Dios nos bendiga a todos.