En 2Ped. se nos dice que:
2Ped.3:13 Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar.
Pero también las Escrituras aclaran que:
(Salmo 104:5) Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos;
no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre.
(Eclesiastés 1:4) Una generación se va, y una generación viene; pero
la tierra subsiste aun hasta tiempo indefinido.
¿Una contradicción? No; el Autor de la Biblia, el Dios de la verdad, no puede contradecirse. Entonces, ¿cómo pueden armonizarse esos versículos?
Consideremos el contexto de 2 Pedro 3
... En los versículos 5 y 6 Pedro habla del Diluvio de los días de Noé y en el versículo 7 lo compara con la destrucción que vendrá en “el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos”.
¿Qué fue destruido en el Diluvio?
El versículo 6 dice que
“el mundo de entonces pereció”.
Este globo terráqueo no pereció. Más bien, lo que pereció fue un sistema mundano inicuo.
Y cuando Dios prometió a Noé, en Génesis 9:11 (RV), que nunca habría “más diluvio
para destruir la tierra”, obviamente no se refería al planeta, porque este no había sido destruido.
Así que
“la tierra” que ha de ser destruida según 2 Pedro 3:10 es la misma clase de “tierra” que fue destruida al tiempo del Diluvio... no el planeta Tierra, sino
una sociedad terrestre inicua.