Re: Aguijon de Pablo: enfermedad?
Hoy tuve un grato ejemplo de esto. El primer domingo de mes, cuando servían la Santa Cena en la iglesia, una señora anciana, me decía lo mucho que le dolían sus caderas y que no podía mantenerse parada mucho tiempo para alabar a Dios y tampoco podía hacer sus tareas del hogar. Sólo me remití a decirle esto: Hermana, le diré un secreto: Cristo se llevó las enfermedades de todos los creyentse en sus llagas. Él quiere que Ud. sea sana. Ahora bien... Él necesita que Usted crea en su obra. Ahora cuando tome la Santa Cena recuerde: El vino representa la Sangre derramada para el perdón de sus pecados. El Pan, el cuerpo partido, lastimado, herido para cargar sus enfermedades. Coma el pan con esa consciencia.
Hoy después de dos o tres domingos, me vio y me recordó el día en que le dije este "secreto"... y me dio las gracias porque ella tomó el pan creyendo y sus caderas ya no le molestaban y ¡podía estar parada! ¡Gloria a Dios! ¡no hice espectáculo! ¡no le impuse las manos! Sólo le hablé la verdad bíblica y el poder de la Palabra de Dios se manifestó en ella cuando creyó; y obtuvo el beneficio.
¡Es sencillo, y lo hemos complicado tanto!
¡Así funciona!
Me gustaría aclarar que esto significa que cuando viene la enfermedad, tengo un derecho legal de redención de pedir sanidad y ser sano... porque Cristo ya lo logró para nosotros. Si puedo tener la certeza de esto, entonces sucederá.
Hoy tuve un grato ejemplo de esto. El primer domingo de mes, cuando servían la Santa Cena en la iglesia, una señora anciana, me decía lo mucho que le dolían sus caderas y que no podía mantenerse parada mucho tiempo para alabar a Dios y tampoco podía hacer sus tareas del hogar. Sólo me remití a decirle esto: Hermana, le diré un secreto: Cristo se llevó las enfermedades de todos los creyentse en sus llagas. Él quiere que Ud. sea sana. Ahora bien... Él necesita que Usted crea en su obra. Ahora cuando tome la Santa Cena recuerde: El vino representa la Sangre derramada para el perdón de sus pecados. El Pan, el cuerpo partido, lastimado, herido para cargar sus enfermedades. Coma el pan con esa consciencia.
Hoy después de dos o tres domingos, me vio y me recordó el día en que le dije este "secreto"... y me dio las gracias porque ella tomó el pan creyendo y sus caderas ya no le molestaban y ¡podía estar parada! ¡Gloria a Dios! ¡no hice espectáculo! ¡no le impuse las manos! Sólo le hablé la verdad bíblica y el poder de la Palabra de Dios se manifestó en ella cuando creyó; y obtuvo el beneficio.
¡Es sencillo, y lo hemos complicado tanto!
¡Así funciona!
