Re: Adventistas, Mormones y Testigos de Jehová ó SOLO LA BIBLIA
El juicio investigador
¿Hasta qué punto son conscientes los adventistas de que este pilar es muy débil para soportar la doctrina del juicio investigador?
El doctor Cottrell planteó a veintisiete insignes teólogos adventistas la siguiente pregunta: ¿Qué razones lingüísticas o contextuales aduce usted para relacionar el capítulo 8 de Daniel con el 16 de Levítico?.
¿Qué respondieron?
Los veintisiete afirmaron que no hay razones lingüísticas ni contextuales para aplicar Dan. 8:14 al Día de Expiación antitípico y el juicio investigador. Les preguntó:
¿Tienen otros motivos para establecer la relación?. La mayoría dijo que no; cinco se apoyaron en que así lo había hecho Ellen White, y dos afirmaron que basaban la doctrina en un afortunado accidente de traducción.
El doctor Ford señala: Tales conclusiones de la flor y nata de nuestra erudición vienen a significar que nuestra enseñanza tradicional sobre Dan. 8:14 es indefendible.
Que paseis un buen día
Respondo: ¿Sabías que Dirk Anderson aceptò el domingo como "dia de descanso", oponiendose asi a un claro, explicito y enfatico mandamiento de Dios.?
Veamos lo que dice R. Cottrell:
"
En los años que siguieron inmediatamente a octubre 22 de 1844, la doctrina tradicional del santuario fue un importante activo para estabilizar la fe de los desengañados adventistas. En la actualidad, es un pasivo igualmente importante y un obstáculo para la fe, la confianza, y la salvación de los bíblicamente instruidos, adventistas y no adventistas por igual. Fue verdad presente después del gran chasco de octubre 22 de 1844. No es verdad presente en el año de nuestro Señor 2002. ¡¡Quod erat demonstrandum! ¡¡Lo cual debía ser probado! ”
Ya la Palabra de Dios nos advertía de las cosas que iban a suceder en estos últimos tiempos:
“
Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” 1 Timoteo 4: 1
Pablo denuncia la presencia de “espíritus engañadores”, “doctrinas de demonios”, y “mentirosos”, con la conciencia cauterizada en el seno de la iglesia. Pedro también lo devela:
“
Hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado.
Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace tiempo la condenación los amenaza y la perdición los espera.” 2 Pedro 2: 1-3
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha estado siendo atacada a través de todos los tiempos. Pero sus enemigos más mortíferos no son los extremos sino los internos. Esta es la estrategia favorita de Satanás. El sabe que “Todo reino dividido contra sí mismo, queda desolado. Toda ciudad o casa dividida contra si misma no puede subsistir.” Mateo 12: 25. Por eso sus mayores intentos se centrarán en dividir el cuerpo de Cristo, la Iglesia del Señor.
“En las iglesias son frecuentes las divisiones y aun las amargas disensiones que deshonrarían cualquier colectividad mundana, porque se hace muy poco para dominar los malos sentimientos y para reprimir cada palabra de la que pueda aprovecharse Satanás. Tan pronto como hay algún motivo de discordia, el asunto es presentado delante de Satanás para que lo revise, y se dá la oportunidad de usar su sabiduría de serpiente y su habilidad para dividir y destruir la Iglesia. Hay una gran pérdida en cada disensión. Los amigos personales de ambas partes toman el bando de sus respectivos favoritos y así se amplía la brecha. No puede permanecer una casa dividida contra si misma. Se producen y multiplican los reproches y recriminaciones. Satanás y sus ángeles trabajan activamente para lograr una cosecha de la semilla así sembrada.
Contemplan esto los mundanos y se mofan exclamando: “¡Mirad como se aborrecen estos cristianos entre sí! Si eso es religión, no la queremos”. Y se ven a sí mismos y a su carácter irreligioso con gran satisfacción. Así se confirman en su impenitencia y Satanás se regocija con su éxito” (1MS, 143)
Tenemos varios casos de hombres que han sido catalogados como estrellas por su conocimiento en el movimiento adventista y que ahora los vemos fuera de él, tuvieron acceso a la verdad, pero eso no los exime de apostatar y lo han hecho: Canright, ……. Y ahora Raymond Cottrell. Nos podemos preguntar: ¿Altera la verdad el hecho de que estas personas hallan fracasado dejando el mensaje del tercer ángel y no la sigan?. ¡No!.
“¡
Ay de ellos!, porque han seguido el camino de Caín, se lanzaron por lucro en el error de Balaam y perecieron en la contradicción de Coré” Judas 11
Ejemplifican esto D. M. Canrigh, R Cottrell, D. Ford, E Martínez, R. y muchos más.
Tanto Ford, como Canright, como Kellogg, E. Martínez R, Dirk Anderson y muchos otros son enemigos maquiavélicos del adventismo y están tan cegados con su odio que son incapaces de discernir cualquier disparate que se diga, pues para ellos solo cuenta la desvirtuación del adventismo, a como dé lugar y cueste lo que cueste, sin importar que eso signifique apoyar a apóstatas que no sólo enseñan cosas contra los adventistas, sino incluso contra la Biblia misma, como es el caso de Cottrell
Cottrell fue un teólogo adventista y terminó siendo un renegado. Precisamente él es uno de los autores más opositores de la fe que antes profesaba.
(¿Recuerdas a Himeneo, a Alejandro y a Fileto?).
La cita de Cottrell dice que la doctrina adventista del santuario celestial “
fue verdad presente después del gran chasco del 22 de octubre de 1844”, pero que “
no es verdad presente en el año de nuestro Señor 2002”. Esto no quiere decir sino una cosa: aquello que era la verdad presente en 1844, hoy es una mentira.
Esto es precisamente lo que me llama la atención. ¿Puedes explicar, cómo una doctrina puede ser la verdad en un momento, y en otro momento puede ser una falsa doctrina?
La palabra de Dios permanece para siempre (Sal. 119:89; Is. 40:8; 1 Pe. 1:25). Por eso, ¿cómo lo que es la verdad bíblica en un momento puede ser una mentira en otro?
Revisando el artículo de Cottrell, puede verse que él sugiere que aquella doctrina del santuario celestial no fue un simple antojo adventista, sino una instrucción divina intencional para consolar a su pueblo desilusionado. Él lo explica así:
"¿Será posible que la doctrina tradicional del santuario fuera una suerte de cordón umbilical espiritual que Dios permitió como medio de reavivar la esperanza adventista, pero que debería ser descartada una vez que ha cumplido con su propósito?... Es posible que Dios pasara por alto este defecto en su entendimiento de Daniel 8:14 y honrara su sinceridad, en vista del hecho de la experiencia traumática del 22 de octubre de 1844, y así tuviera el efecto de reavivar la esperanza adventista…" (Raymond F. Cottrell, The Sanctuary Doctrine – Asset or Liability?”).
Así que, según Cottrell, Dios engañó a su pueblo para consolarlo. ¡A estos niveles de blasfemia llega uno cuando intenta combatir la verdad! ¡Decir que Dios engañó a su pueblo con una falsa doctrina, y que ese engaño era un premio por la sinceridad de aquellos hermanos pioneros! Si algo está claro en la Biblia es que Dios no miente (Tito 1:2).
De hecho, es con la verdad y no con la mentira, como Dios consuela a su pueblo (Heb. 6:18). Por eso, el argumento de Cottrell, del cual tú te haces eco, no puede ser sino una mentira inspirada por el diablo, quien es en verdad del padre de toda mentira. ¡Valiente “evidencia objetiva” la que tú ofreces!
(Aporte de Giovanni Cabrera)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.