Re: Adventismo
Hola Hno Danielipsis. Gracias por tu participación y aporte. Es indudable que tienes dominio del tema. Te felicito por eso y además porque lo haces sin asomo de ninguna histeria sectaria; sencillamente tratas de probar tu punto. Por sobre todo, me agradó esta parte de tu mensaje: “A menos que ambos estén igualmente equivocados…cosa que no dudaría pudiese ocurrirle a EW pero jamás a Juan el apóstol, ya que la Biblia y sus profetas van por encima de todo libro o profeta moderno”. Con esto en mente, tenemos un primer punto de partida para analizar tus planteamientos. Veamos:
- “Y no vi en ella templo”. ¿Qué puede significar esta frase de Juan?. Es indudable, que para el apóstol este era un punto importante, ya que deberían haber muchas otras cosas que él no vio en la “nueva Jerusalén”; quiere decir, que la sola mención de eso puede indicar que él estaba pendiente de ello; pero, tal como lo dice Juan, él no vio templo en la ciudad santa, y si no lo vio, es porque no lo había. Hay tantos detalles de la ciudad, que fueron descritos por el apóstol, que no hay forma de que algo tan importante como un templo, tal cual el que describe Ellen White, pasara desapercibido para Juan. De forma que lo llevara a expresar, que en la ciudad santa “no vi en ella templo”; y más aún, a explicar el porqué de eso: “porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero”. Si la idea del apóstol, fuera simplemente comunicar que él no tuvo oportunidad de ver si había templo o no, en la ciudad de Dios, no hubiera concluido con la explicación anterior. Por lo tanto, si vamos a tratar de armonizar los pasajes bíblicos, debe ser tomando en cuenta este marco limitativo que impone la inspiración en Apocalipsis 21:22: “y no vi en ella templo”.
-Sobre el texto que estamos analizando, el Hno Danielipsis dice: “¿A qué se refiere Juan entonces?. A que no hay necesidad de templo ni de los trabajos que realizaba el templo!... Notemos además que el pasaje dice que no habrá necesidad de la luz del sol ni de la luna”.
Respondo: El hermano está tratando de extrapolar lo expresado en el verso 23; sin tomar en cuenta, que ambos versículos corresponden a ideas distintas, separadas por la conjunción “Y”; que además tienen explicaciones distintas: “Porque el Señor…es el templo..”; “Porque la gloria de Dios…”. Este razonamiento no es legítimo, porque si el apóstol hubiera querido decir, que la ciudad “no tiene necesidad de templo”, no hubiera empleado una forma tan elíptica para expresarlo.
- Apoc. 3:12: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo”.
Sobre este pasaje, el Hno Danielipsis dice: “Obviamente, aquí Juan se refiere a la Nueva Jerusalén y al templo de Dios en ella. Notemos que esta es la recompensa que se da como parte del mensaje a la iglesia de Filadelfia. Periodo histórico de la iglesia que comprende el periodo de 1517-1844”.
Respondo: Aquí hay una inferencia total, de parte del hermano. ¿Porqué asumir que la iglesia de Filadelfia es un “período histórico”?; y peor aún, ¿porqué este abarca del 1517-1844?. Si nos atenemos a lo que la Biblia dice, vemos las palabras y el saludo del apóstol en el 1:4: “Juan, a las siete iglesias que están en el Asia: Gracia a vosotros, y paz de parte…”; también en el 1
“Yo Juan, vuestro hermano y copartícipe en la tribulación, y en el reino..”. Entonces, se ve claro que Juan se estaba dirigiendo personas de su tiempo; y luego el 1:11 lo ratifica: “..Lo que ves, escríbelo en un rollo y envíalo a las siete iglesias que están en Asia…”. No parece tener mucho sentido, pensar que esto se refiere a muchos cientos de años después. De todas maneras, este es un tema largo, que ahora mismo nos excede.
Por lo tanto, continuando apegado al Apocalipsis, sigamos analizando este versículo. La referencia al “templo de mi Dios”, obviamente nos ubica “en el cielo”, ya que los demás textos de este libro que mencionan “el templo de Dios”, especifican “en el cielo”; por lo tanto, es razonable pensar que en este pasa lo mismo, y se refiere al santuario que está ahora en el cielo. Ahora bien, la expresión “lo haré columna en el templo de mi Dios”, hay que entenderla en su contexto primeramente: “y ya nunca más saldrá fuera, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios…”; es decir, se trata de la seguridad de la salvación en el presente, y basta compararlo con versos similares como el 5 y el 21, de ese mismo capítulo. La mención aquí de la “nueva Jerusalén”, “que desciende del cielo” (presente ingresivo), se refiere en realidad a la “tierra nueva”, tal como lo indica el 21:2. No se puede pensar, que la frase “al que venza, lo haré columna en el templo de mi Dios..”, se puede referir a un templo en la “nueva Jerusalén”, similar al que vio Ellen White en su “visión”; porque ¿qué sentido tendría el que algunas personas, puedan ser convertidas en “columnas” de un templo como ese?. Evidentemente, ese es lenguaje figurado referido al templo o santuario celestial existente.
De todas formas, si se quiere aplicar ese pasaje a la “nueva Jerusalén”, para justificar que habrá un templo en ella, tenemos que Apoc. 21 le cierra el paso totalmente a esa posibilidad, ya que después del descenso de la ciudad santa, se pronuncia la frase: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…”; lo cual es relativo a toda la ciudad y no a un templo específico existente en ella. Luego, cuando Juan describe diversos aspectos de la “nueva Jerusalén”, es que él expresa esto: “Y no vi templo en ella…”; lo que refuerza la idea de que toda la ciudad es considerada el “tabernáculo” del Señor, y por lo tanto “no hay templo en ella”. Resulta imposible, a todas luces, aplicar la frase: “He aquí el tabernáculo de Dios…”, al templo que Ellen White dice que vio en una “visión”.
En conclusión, el Hno Danielipsis hizo un gran esfuerzo; pero, realmente es muy difícil armonizar a Ellen white con la Palabra inspirada del Señor; lo cual según hemos visto, no sucede con Juan y también con los demás verdaderos profetas de Dios.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente
Hola Hno Danielipsis. Gracias por tu participación y aporte. Es indudable que tienes dominio del tema. Te felicito por eso y además porque lo haces sin asomo de ninguna histeria sectaria; sencillamente tratas de probar tu punto. Por sobre todo, me agradó esta parte de tu mensaje: “A menos que ambos estén igualmente equivocados…cosa que no dudaría pudiese ocurrirle a EW pero jamás a Juan el apóstol, ya que la Biblia y sus profetas van por encima de todo libro o profeta moderno”. Con esto en mente, tenemos un primer punto de partida para analizar tus planteamientos. Veamos:
- “Y no vi en ella templo”. ¿Qué puede significar esta frase de Juan?. Es indudable, que para el apóstol este era un punto importante, ya que deberían haber muchas otras cosas que él no vio en la “nueva Jerusalén”; quiere decir, que la sola mención de eso puede indicar que él estaba pendiente de ello; pero, tal como lo dice Juan, él no vio templo en la ciudad santa, y si no lo vio, es porque no lo había. Hay tantos detalles de la ciudad, que fueron descritos por el apóstol, que no hay forma de que algo tan importante como un templo, tal cual el que describe Ellen White, pasara desapercibido para Juan. De forma que lo llevara a expresar, que en la ciudad santa “no vi en ella templo”; y más aún, a explicar el porqué de eso: “porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero”. Si la idea del apóstol, fuera simplemente comunicar que él no tuvo oportunidad de ver si había templo o no, en la ciudad de Dios, no hubiera concluido con la explicación anterior. Por lo tanto, si vamos a tratar de armonizar los pasajes bíblicos, debe ser tomando en cuenta este marco limitativo que impone la inspiración en Apocalipsis 21:22: “y no vi en ella templo”.
-Sobre el texto que estamos analizando, el Hno Danielipsis dice: “¿A qué se refiere Juan entonces?. A que no hay necesidad de templo ni de los trabajos que realizaba el templo!... Notemos además que el pasaje dice que no habrá necesidad de la luz del sol ni de la luna”.
Respondo: El hermano está tratando de extrapolar lo expresado en el verso 23; sin tomar en cuenta, que ambos versículos corresponden a ideas distintas, separadas por la conjunción “Y”; que además tienen explicaciones distintas: “Porque el Señor…es el templo..”; “Porque la gloria de Dios…”. Este razonamiento no es legítimo, porque si el apóstol hubiera querido decir, que la ciudad “no tiene necesidad de templo”, no hubiera empleado una forma tan elíptica para expresarlo.
- Apoc. 3:12: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo”.
Sobre este pasaje, el Hno Danielipsis dice: “Obviamente, aquí Juan se refiere a la Nueva Jerusalén y al templo de Dios en ella. Notemos que esta es la recompensa que se da como parte del mensaje a la iglesia de Filadelfia. Periodo histórico de la iglesia que comprende el periodo de 1517-1844”.
Respondo: Aquí hay una inferencia total, de parte del hermano. ¿Porqué asumir que la iglesia de Filadelfia es un “período histórico”?; y peor aún, ¿porqué este abarca del 1517-1844?. Si nos atenemos a lo que la Biblia dice, vemos las palabras y el saludo del apóstol en el 1:4: “Juan, a las siete iglesias que están en el Asia: Gracia a vosotros, y paz de parte…”; también en el 1

Por lo tanto, continuando apegado al Apocalipsis, sigamos analizando este versículo. La referencia al “templo de mi Dios”, obviamente nos ubica “en el cielo”, ya que los demás textos de este libro que mencionan “el templo de Dios”, especifican “en el cielo”; por lo tanto, es razonable pensar que en este pasa lo mismo, y se refiere al santuario que está ahora en el cielo. Ahora bien, la expresión “lo haré columna en el templo de mi Dios”, hay que entenderla en su contexto primeramente: “y ya nunca más saldrá fuera, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios…”; es decir, se trata de la seguridad de la salvación en el presente, y basta compararlo con versos similares como el 5 y el 21, de ese mismo capítulo. La mención aquí de la “nueva Jerusalén”, “que desciende del cielo” (presente ingresivo), se refiere en realidad a la “tierra nueva”, tal como lo indica el 21:2. No se puede pensar, que la frase “al que venza, lo haré columna en el templo de mi Dios..”, se puede referir a un templo en la “nueva Jerusalén”, similar al que vio Ellen White en su “visión”; porque ¿qué sentido tendría el que algunas personas, puedan ser convertidas en “columnas” de un templo como ese?. Evidentemente, ese es lenguaje figurado referido al templo o santuario celestial existente.
De todas formas, si se quiere aplicar ese pasaje a la “nueva Jerusalén”, para justificar que habrá un templo en ella, tenemos que Apoc. 21 le cierra el paso totalmente a esa posibilidad, ya que después del descenso de la ciudad santa, se pronuncia la frase: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…”; lo cual es relativo a toda la ciudad y no a un templo específico existente en ella. Luego, cuando Juan describe diversos aspectos de la “nueva Jerusalén”, es que él expresa esto: “Y no vi templo en ella…”; lo que refuerza la idea de que toda la ciudad es considerada el “tabernáculo” del Señor, y por lo tanto “no hay templo en ella”. Resulta imposible, a todas luces, aplicar la frase: “He aquí el tabernáculo de Dios…”, al templo que Ellen White dice que vio en una “visión”.
En conclusión, el Hno Danielipsis hizo un gran esfuerzo; pero, realmente es muy difícil armonizar a Ellen white con la Palabra inspirada del Señor; lo cual según hemos visto, no sucede con Juan y también con los demás verdaderos profetas de Dios.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente