Re: Adan Y Eva vivieron en MIssouri
SECCIÓN 116
Revelación dada a José Smith el Profeta cerca de la Balsadera de Wight, en un lugar llamado Spring Hill, en el Condado de Daviess, Misuri, el 19 de mayo de 1838 ( History of the Church , 3:35).
Moisés 6: 51,al 68.
51] Y por su propia voz llamó a nuestro padre Adán, diciendo: Yo soy Dios; yo hice el mundo y a los hombres antes que existiesen en la carne.
52] Y también le dijo: Si te vuelves a mí y escuchas mi voz, y crees y te arrepientes de todas tus transgresiones, y te bautizas en el agua, en el nombre de mi Hijo Unigénito, lleno de gracia y de verdad, el cual es Jesucristo, el único nombre que se dará debajo del cielo mediante el cual vendrá la salvación a los hijos de los hombres, recibirás el don del Espíritu Santo, pidiendo todas las cosas en su nombre, y te será dado cuanto tú pidieres.
53] Y nuestro padre Adán habló al Señor, y dijo: ¿Por qué es necesario que los hombres se arrepientan y se bauticen en el agua? Y el Señor le contestó: He aquí, te he perdonado tu transgresión en el Jardín de Edén.
54] De allí que se extendió entre el pueblo el dicho: Que el Hijo de Dios ha expiado la transgresión original, por lo que los pecados de los padres no pueden recaer sobre la cabeza de los niños, porque estos son limpios desde la fundación del mundo.
55] Y el Señor habló a Adán, diciendo: Por cuanto se conciben tus hijos en pecado, de igual manera, cuando empiezan a crecer, el pecado nace en sus corazones, y prueban lo amargo para saber apreciar lo bueno.
56] Y les es concedido discernir el bien del mal; de modo que, son sus propios agentes, y otra ley y mandamiento te he dado.
57] Enséñalo, pues, a tus hijos, que es preciso que todos los hombres, en todas partes, se arrepientan, o de ninguna manera heredarán el reino de Dios, porque ninguna cosa inmunda puede morar allí, ni morar en su presencia; porque en el lenguaje de Adán, su nombre es Hombre de Santidad, y el nombre de su Unigénito es el Hijo del Hombre, sí, Jesucristo, un justo Juez que vendrá en el meridiano de los tiempos.
58] Por tanto, te doy el mandamiento de enseñar estas cosas sin reserva a tus hijos, diciendo:
59] Que por causa de la transgresión viene la caída, la cual trae la muerte; y como habéis nacido en el mundo mediante el agua, y la sangre, y el espíritu que yo he hecho, y así del polvo habéis llegado a ser alma viviente, así igualmente tendréis que nacer otra vez en el reino de los cielos, del agua y del Espíritu, y ser purificados por sangre, a saber, la sangre de mi Unigénito, para que seáis santificados de todo pecado y gocéis de las palabras de vida eterna en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero, sí, gloria inmortal;
60] porque por el agua guardáis el mandamiento; por el Espíritu sois justificados; y por la sangre sois santificados;
61] de manera que se da para que permanezca en vosotros; el testimonio del cielo; el Consolador; las cosas pacíficas de la gloria inmortal; la verdad de todas las cosas; lo que vivifica todas las cosas; lo que conoce todas las cosas y tiene todo poder de acuerdo con la sabiduría, la misericordia, verdad, justicia y juicio.
62]Y ahora bien, he aquí, ahora te digo: Este es el plan de salvación para todos los hombres, mediante la sangre de mi Unigénito, el cual vendrá en el meridiano de los tiempos.
63] Y he aquí, todas las cosas tienen su semejanza, y se han creado y hecho todas las cosas para que den testimonio de mí; tanto las que son temporales, como las que son espirituales; cosas que hay arriba en los cielos, cosas que están sobre la tierra, cosas que están en la tierra y cosas que están debajo de la tierra, tanto arriba como abajo; todas las cosas testifican de mí.
64] Y cuando el Señor hubo hablado con Adán, nuestro padre, sucedió que Adán clamó al Señor, y lo arrebató el Espíritu del Señor, y fue llevado al agua, y sumergido en el agua, y sacado del agua.
65] Y de esta manera fue bautizado, y el Espíritu de Dios descendió sobre él, y así nació del Espíritu, y fue vivificado en el hombre interior.
66] Y oyó una voz del cielo que decía: Eres bautizado con fuego y con el Espíritu Santo. Este es el testimonio del Padre y del Hijo, desde ahora y para siempre;
67] y eres según el orden de aquel que fue sin principio de días ni fin de años, de eternidad en eternidad.
68] He aquí, eres uno en mí, un hijo de Dios; y así todos pueden llegar a ser mis hijos. Amén.
Su transgresión en el Jardín de Edén ( DyC 29:40–42; Moisés 4) hizo que cayera y se volviera mortal, un paso necesario para que la humanidad progresara sobre esta tierra (2 Ne. 2:14–29; Alma 12:21–26). Por consiguiente, se debe honrar a Adán y a Eva por la función que desempeñaron, lo cual hizo posible nuestro progreso eterno. Adán es el Anciano de Días del que habló Daniel y también se le conoce como Miguel ( DyC 27:11; 107:53–54; 116; 138:38).