El Señor es Sacerdote para siempre y por siempre, como Melquisedec. Melquisedec no tenía genealogía. Yo creo que El Señor mismo era y es Melquisedec (o viceversa, que Melquisedec era y es El Señor mismo.
La escritura dice que EL SEÑOR tenía poder para dar su vida y para tomarla de nuevo. Cristo se resucitó a si mismo, porque Cristo es y era ya Dios. Dios que tomó la forma semejante a la de un hombre y que con una carne semejante a la del hombre, pero sin pecado (sin genealogía humana), dió su vida por nosotros. También a nosotros nos dará un cuerpo nuevo incorruptible, en la resurrección de toda carne.
También el Señor, era del Cielo, no de la tierra como todos los hombres somos. »El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, es terrenal y de lo terrenal habla. El que viene del cielo está por encima de todos"
También nos dice la escritura que en Él no había pecado. Tambien nos dice El Señor: Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.
El Señor no necesitó de testigos humanos para dar testimonio de Él mismo... Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Yo creo que la carne de María no la necesitaba el Señor, para nacer como hombre, pero lo hizo así por su Voluntad, por la razón suya que podemos intentar comprender.
Quiso presentarse al mundo como un ser humano semejante a los demás. Los que reciben del Señor esa revelación, pueden entender que la carne de Nuestro Señor no proceda ni de María tampoco, así como sabemos que no procedía de José. Y lo podemos entender así, después de haber entendido las palabras del Señor que nos aclaran de donde procede El mismo.
El es de la misma naturaleza que el Padre y el Padre, todos sabemos que no tiene genealogía. El es el Principio y el Fin, El no ha sido creado. Tampoco Cristo fué creado.
La escritura dice que EL SEÑOR tenía poder para dar su vida y para tomarla de nuevo. Cristo se resucitó a si mismo, porque Cristo es y era ya Dios. Dios que tomó la forma semejante a la de un hombre y que con una carne semejante a la del hombre, pero sin pecado (sin genealogía humana), dió su vida por nosotros. También a nosotros nos dará un cuerpo nuevo incorruptible, en la resurrección de toda carne.
También el Señor, era del Cielo, no de la tierra como todos los hombres somos. »El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, es terrenal y de lo terrenal habla. El que viene del cielo está por encima de todos"
También nos dice la escritura que en Él no había pecado. Tambien nos dice El Señor: Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.
El Señor no necesitó de testigos humanos para dar testimonio de Él mismo... Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Yo creo que la carne de María no la necesitaba el Señor, para nacer como hombre, pero lo hizo así por su Voluntad, por la razón suya que podemos intentar comprender.
Quiso presentarse al mundo como un ser humano semejante a los demás. Los que reciben del Señor esa revelación, pueden entender que la carne de Nuestro Señor no proceda ni de María tampoco, así como sabemos que no procedía de José. Y lo podemos entender así, después de haber entendido las palabras del Señor que nos aclaran de donde procede El mismo.
El es de la misma naturaleza que el Padre y el Padre, todos sabemos que no tiene genealogía. El es el Principio y el Fin, El no ha sido creado. Tampoco Cristo fué creado.