Re: ACLARANDO la HEREJÍA de SALMO51
Estoy completamente de acuerdo con ambas citas amigo, pero...
NO me respondiste, me citas la Biblia y no se lo que estas pensando, mi pregunta era la siguiente:
"No es necesario que sea un embrión cósmico, pues el mismo creador que le dio una carne sin pecado a Adam, podría sin dificultad darle una carne semejante a Jesús ¿O hay alguna dificultad en ello?"
No la hay, en absoluto.
Pero hay unas profecías respecto a Cristo. Profecías que tenían una carga celestial y terrenal. En Cristo descansan ambas: la terrenal y la celestial. No sólo las celestiales, sino primero las terrenales, y las profecías terrenales son claras: hay un descendiente mesiánico en la línea de Abraham y David, descendiente según la CARNE y por tanto portador del ADN y rasgos genéticos de Abraham y David. Yo creo que esto se cumplió tanto en María como en José (ambos pertenecían a la tribu de Judá), y ya he expuesto los argumentos pormenorizadamente en este mismo tema, sorteando los problemas que las dos genealogías (Lc y Mt) parecen presentar.
Luego tenemos las profecías con contenido alegórico o celestial, que son las que se refieren a la naturaleza divina del Salvador, naturaleza que se manifestó en distintas ocasiones (transfiguración, revelación dada a Pedro, etc.). Y algunos de vosotros, para intentar justificar con la carne y con la lógica griega la preeminencia de la segunda parte (la naturaleza divina del Salvador), pisoteáis, machacáis, escupís... sobre las profecías terrenales y la naturaleza humana/terrenal/carnal del Mesías: un judío con túnica y alpargatas que tuvo que obedecer, que llamó al Padre "mayor que yo", que sudaba, que defecaba, que enfermaba, que olía mal, tenía deseos sexuales como cualquier hombre, que se bautizó en agua, que tuvo que aprender a obedecer, que tuvo que rendir su propia voluntad a Dios, que necesitaba oír a Su Padre, que sabía lo que era sufrir rechazo y sentirse sólo y abandonado, que esperó a que el Espíritu del Padre se derramara sobre Él, que se dolió, que sangraba, que se cansaba, que podía ser tentado, que resistió al pecado y a la concupiscencia con obediencia perfecta, que decía de Sí Mismo que no era bueno, y que murió... ES DECIR, EL CRISTO QUE LEEMOS EN LAS ESCRITURAS.
Es decir, un hombre como cualquier de nosotros... pero obediente. No encarnó con una carne DIFERENTE, sino que se vistió de esta MISMA y EXACTA carne que yo tengo y la presentó sin tacha ante Dios, es decir, SOMETIDA. La carne de un Adán caído SOMETIDA a la obediencia... eso es "sin pecado". El pecado del que proviene todo pecado es la desobediencia, y Cristo obedeció. Aprendió a hacerlo, pero lo hizo. Y porque tomó esta carne caída pudo condenar al pecado en ella y la venció en la muerte de cruz. Esta carne "supercósmica" y "super-santa" de la que habláis NO es la carne de la que hablan las Escrituras: el hijo de una madre judía con ADN judío, con los genes del Abraham y David según las profecías. Un hombre que venció AL PECADO EN LA CARNE DE PECADO (ROMANOS 8:3):
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.
Tu confusión gira en torno al término G3667 "semejanza". Las Escrituras te lo explican, porque este término se utiliza también en Rom 1:23 aplicándose de igual manera
... y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Semejanza aquí no debe entenderse como un término negativo dando a entender que "lo hacen, pero no lo hacen" ni "parecido pero no igual".... sino
"lo hacen" y "del todo igual". En Rom 1:23 entendemos que los que cambian la gloria de Dios, la convierten y la corrompen totalmente, como si Él fuera un "hombre corrupto", "aves", "cuadrúpedos", etc... es decir, no es "sí pero no", sino
"sí pero sí". Igualmente se aplica en Rom 8:3. No es que "sea parecida a la carne de pecado", sino que es "del todo igual a la carne de pecado, IGUAL que ella".
Si es claro que la madera representa la carne, algo orgánico. Pero al decir que María era la vasija, también debes decir que aportó la mitad del contenido... según creo entiendes... ¿? y eso ya no es sólo vasija.
María fue contenedor y contenido.
Contenedor, por cuanto alojó en su vientre al Salvador durante 9 meses.
Contenido, por cuanto aportó su vientre: MATRIZ con sus células, estructura y su gameto reproductivo (óvulo).
Una mujer encinta es una mujer encinta, no una mujer en cuyo vientre se implanta un ALIEN. Si aceptas esto y lo comprendes, ya tienes el trabajo hecho. Simplemente créelo, como dicen las Escrituras:
una mujer virgen quedó encinta.
La pregunta sigue sin respuesta, conozco la Biblia y estoy de acuerdo con toda ella, por lo tanto, no tengo nada que discutir de lo que citas; pero evidentemente entendemos cosas diferentes... de modo que nada me respondes al citar y no explicar mi pregunta, la cual repito:
"Si María aporta con la carne de Jesús, ¿Como se le quita el pecado para que sea sin pecado?"
Saludos y espero tus comentarios...
Las Escrituras no tienen ningún problema con decir que Jesús tuvo "carne de pecado" (Rom 8:3), y añade... "pero sin pecado" (Heb 4:15). No es una contradicción. Nos está diciendo que Su cuerpo era
adámico post-caída (como el nuestro), pero su corazón y espíritu estaban totalmente sujetos a Dios. Obviamente este "sin pecado" se refiere a la obediencia, porque el pecado para Dios no tiene que ver con la tacha externa (Isa 53:2), sino con la interna. El texto de Isaías nos está indicando que María era probablemente una mujer de poco atractivo, una mujer fea... o del montón. Lo vil y menospreciado a Dios le encanta, y tiene hacia ello una especial predilección (1 Cor 1:28).
Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero (LOS HOLOCAUSTOS DE ANIMALES), para establecer esto último (LA OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DEL PADRE).En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre (Heb 10:8-10). Nosotros obedecemos a nuestra concupiscencia o voluntad propia, y Cristo obedeció a Dios.
El "sin pecado" de Jesús, no puedes entenderlo como "carne física sin tacha", sino como "corazón sin tacha". Al entenderlo del otro modo, viene el error que se arrastra aquí. Y te digo y advierto que los fariseos lo entendían en lo externo, y no creyeron y tropezaron en la piedra de tropiezo.
Amor,
Ibero