Muy de acuerdo contigo, hoy en día Dios debe tener una organización terrestre al igual que la tiene en el cielo. ¿Están organizadas las criaturas celestiales de Dios, los ángeles? Por supuesto que lo están, así lo manifestó el Salmista en Sal. 103:20, 21: “Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, escuchando la voz de su palabra. Bendigan a Jehová, todos los ejércitos suyos, ministros suyos, que hacen su voluntad.” (Un “ejército” es un grupo organizado.) Esto nos muestra que Dios es un Dios de orden y Organización y teniendo esto en mente es de esperar que su pueblo en la tierra sea también un grupo muy bien organizado.
Por ejemplo ¿Cómo transmitió Dios instrucciones a sus siervos en la Tierra en tiempos pasados? Cuando los adoradores de Jehová eran pocos, él dio instrucciones a los cabezas de familia como Noé y Abrahán, y entonces ellos obraron como portavoces de Jehová para con sus familias (Gén. 7:1, 7; 12:1-5). Cuando Jehová libertó de Egipto a los israelitas, les dio instrucciones mediante Moisés (Éxo. 3:10). En el monte Sinaí, Dios organizó al pueblo y formó una nación, les proveyó leyes y disposiciones reglamentarias para dirigir su adoración y las relaciones de unos con otros (Éxo. 24:12). Estableció un sacerdocio para que llevara la delantera en asuntos de adoración y para que instruyera al pueblo en los requisitos de Jehová; a veces también levantaba profetas para que dieran al pueblo las exhortaciones y advertencias necesarias (Deu. 33:8, 10; Jer. 7:24, 25). Así, aunque Jehová escuchaba las oraciones personales de sus adoradores, les proveía instrucción mediante un arreglo de organización.
A medida que se acercó el tiempo en que Jehová había de empezar a unificar a los adoradores verdaderos consigo mediante Jesucristo, Dios lo envió a la Tierra para que sirviera como Su portavoz (Heb. 1:1, 2). Entonces, con el derramamiento del espíritu santo en el Pentecostés de 33 E.C., se formó la congregación cristiana. Después que Jesús hubo regresado al cielo, esta congregación llegó a ser el arreglo de Jehová para impartir instrucción y coordinar los esfuerzos de los cristianos como individuos. Había superintendentes para llevar la delantera en las congregaciones locales, y un cuerpo gobernante central tomaba las decisiones necesarias y ayudaba a coordinar la actividad. Estaba claro que Jehová había dado existencia en la Tierra a una organización compuesta de cristianos verdaderos. (Hech. 14:23; 16:4, 5; Gál. 2:7-10.)
Por eso la misma Biblia Muestra que los cristianos verdaderos serían un pueblo organizado.
Mat. 24:14; 28:19,20: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos [...] enseñándoles.” (¿Cómo se efectuaría esto sin organización? Cuando Jesús dio a sus primeros discípulos la instrucción de que efectuaran esta obra, no dijo sencillamente a cada uno que fuera a donde deseara y que compartiera con otros su fe de la manera que prefiriera. Los adiestró, les dio instrucciones y los envió de manera organizada. Véase Lucas 8:1; 9:1-6; 10:1-16.)
Heb. 10:24, 25: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” (¿Pero a dónde se dirigiría a las personas que se interesaran en la Biblia para que pudieran obedecer este mandato, si no hubiera ninguna organización que celebrara con regularidad reuniones en las cuales pudieran congregarse?)
1 Cor. 14:33, 40: “Dios no es Dios de desorden, sino de paz. [...] Que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.” (Aquí el apóstol Pablo considera el procedimiento ordenado que se debe seguir en las reuniones de congregación. El aplicar este consejo inspirado exige respeto a la organización.)
1 Ped. 2:9, 17: “Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa. [...] Ténganle amor a toda la asociación de hermanos.” (Una asociación de personas cuyos esfuerzos han sido encauzados para lograr cierta obra en particular constituye una organización.)
¿Cómo se puede identificar hoy día a la organización visible de Jehová?
1) La organización de Dios verdaderamente ensalza a Jehová como el único Dios verdadero, y magnifica su nombre. (Mat. 4:10; Juan 17:3.)
2) Reconoce de lleno el papel vital que Jesucristo desempeña en el propósito de Jehová... como el vindicador de la soberanía de Jehová, el Agente Principal de la vida, el cabeza de la congregación cristiana, el Rey Mesiánico gobernante. (Rev. 19:11-13; 12:10; Hech. 5:31; Efe. 1:22, 23.)
3) Se adhiere estrechamente a la Palabra inspirada de Dios y basa todas sus enseñanzas y normas de conducta en la Biblia. (2 Tim. 3:16, 17.)
4) Se mantiene separada del mundo. (Sant. 1:27; 4:4.)
5) Mantiene un alto nivel de limpieza moral entre sus miembros, porque Jehová mismo es santo. (1 Ped. 1:15, 16; 1 Cor. 5:9-13.)
6) Dedica sus esfuerzos principales a hacer la obra que se predijo en la Biblia para nuestro día, a saber, la predicación de las buenas nuevas del Reino de Dios en todo el mundo como testimonio. (Mat. 24:14.)
7) A pesar de imperfecciones humanas, los miembros de la organización cultivan y producen los frutos del espíritu de Dios —amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo— a tal grado que esto los separa del mundo en general. (Gál. 5:22, 23; Juan 13:35.)
Saludos.