Es importante que lo preguntes, ya que como grupo u organización religiosa que dice representar a Dios en la tierra, deben mantenerse neutrales en conflictos bélicos y políticos, y apoyar como la única solución para los problemas de la humanidad al Reino de Dios.
Recuerda que el Mismo Jesús se mantuvo neutral en asuntos políticos (Juan 6:15 Por lo tanto, Jesús, sabiendo que estaban a punto de venir y prenderlo para hacerlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.) y en cuanto a la guerra también la condeno (Mateo 26:52 Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada.) Así que como grupo religioso tu religión tiene que proclamarse NEUTRAL en asuntos bélicos y políticos. De lo contrario, eso seria una doble moral. No se puede predicar amor al prójimo, si luego por asuntos políticos o de otra índole, se empuña un arma para ir y matar a tu prójimo.
Es en estos caso en cuando tengo que decir, que la organización verdadera de Dios se caracteriza por un solo pensamiento, una sola forma de adorar y actuar. Si no hay unanimidad de pensamiento y acción es una casa dividida y no puede mantenerse en pie ( Mateo 12:25 Conociendo sus pensamientos, él les dijo: “Todo reino dividido contra sí mismo viene a parar en desolación, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá en pie.) No es cuestión de que cada quien puede hacer lo que quiera, si bien es cierto, todos somos libre de hacer lo que nos plazca, en lo que respecta a la adoración a Dios debe haber armonía, unión de fe (Juan 17:20-21 ”Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; 21 para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.) unión de pensamiento.
Medita en eso.
Los Testigos de Jehová somos respetuosos de las leyes, pero cuando estas leyes entran en conflicto con las leyes de Dios, no se pueden respetar, nuestra lealtad se la debemos a Jehová solamente, no a ningún hombre o gobierno.
Uno de los mandamientos es no mataras, correcto? A quien obedeces, a tu gobierno que te dice que debes ir y defender tu patria o al mandamiento de Dios de NO MATARAS?
El verdadero cristiano no puede ser ambiguo, el verdadero cristiano es leal a Dios y punto.
Te acuerdas de la historia de los tres hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego? (Daniel 3:8-25.) Ese relato nos muestra como a pesar de la ley dada por el rey Nabucodonosor
y la condena de pena de muerte de aquellos que no adoraran la imagen erigida por el rey, estos tres hombres se mantuvieron firmes y no adoraron la imagen, ya que esta ley iba en contra de la ley de Jehová de no adorar a ningun otro dios (Éxodo 20:4, 5).
Jehová mandó al antiguo Israel que guerreara para tomar posesión de la tierra que él mismo había señalado como herencia para ellos, y para ejecutar a personas cuyas prácticas depravadas y desprecio del Dios verdadero habían hecho que Jehová ya no las considerara dignas de vivir (Deu. 7:1, 2, 5; 9:5; Lev. 18:24, 25). No obstante, se mostró misericordia a Rahab y a los gabaonitas porque demostraron fe en Jehová (Jos. 2:9-13; 9:24-27). En el pacto de la Ley, Dios estableció reglas para la clase de guerra que aprobaría, y estipuló excepciones y cómo debería efectuarse este guerrear. Aquellos conflictos fueron verdaderamente guerras santas de Jehová. Eso no es cierto del guerrear carnal de ninguna nación de hoy día.
Al establecerse la congregación cristiana, surgió una nueva situación. Los cristianos no están bajo la Ley de Moisés. Los seguidores de Cristo habían de hacer discípulos de gente de todas las naciones; por eso, con el tiempo habría adoradores del Dios verdadero en todas aquellas naciones. Sin embargo, ¿qué motivo impulsa a tales naciones cuando van a la guerra? ¿Es llevar a cabo la voluntad del Creador de toda la Tierra, o es adelantar algún interés nacionalista? Si los cristianos verdaderos de una nación fueran a guerrear contra otra nación, estarían peleando contra compañeros de creencia, contra personas que pedirían ayuda en oración al mismo Dios a quienes ellos pedirían ayuda. Apropiadamente, Cristo mandó a sus seguidores que depusieran la espada (Mat. 26:52). Desde entonces en adelante él mismo, glorificado en los cielos, llevaría a cabo la ejecución de los que desafiaran al Dios verdadero y Su voluntad. (2 Tes. 1:6-8; Rev. 19:11-21.)
Espero que medites en este asunto, ya que no es una cosa de juego.
Saludos.