Re: ¿Qué díferencia hay entre veneración y adoración?
¿Que te pasa? La desesperación de no poder imponer tu voluntad te hace decir tonterías.
En México, como en el resto del mundo Dios es susceptible a descredito, porque Dios nos creo perfectamente libres, para decir, opinar y actuar como nos plazca.
Sin embargo con tal de respaldar tus dichos, aseguras que nosotros los mexicanos, somos unos imbéciles, porque amamos a María y Adoramos a Dios y en tu retorcida mente no alcanzas a comprender el amor que por María y personas que se lo han ganado, los católicos, les tenemos.
Amar es un sentimiento limpio y no implica relaciones peligrosas. Tu miras el amor que a María y hombres y mujeres santas que ofrendaron su vida a Dios ayudando a su prójimo, con celos. Disgustado por la admiración que les guardamos y reclamas y que eso a Dios le molesta.
Y pretendes denigrarnos, diciendo lo que en este post afirmaste.
¿Quién te sientes? ¿Algún enviado e iluminado? Para afirmar eso, que ha Dios le molesta. Si amas a Dios o no es asunto personal de cada uno y te aseguro que es tan grande Dios, que si no lo amas, eso no lo molesta, Dios de cualquier forma no te deja de amar, salvo que destruyas, restes o no seas productivo por tu prójimo.
Re-ubícate, no se de que país seas, pero sabes deberías aprender a guardar respeto
esto es lo que les pasa a paises como mexico que estan dominados por los romanistas idolatras
num 1 en abuso infantil
num 1 en idolatria
num 1 en hechiseria
num1 en incesto
y asi terminan .......
adorando cualquier cosa que se aparesca ...........
México, (Abc / NoticiaCristiana.com) El Gobierno mexicano estudia retirar el permiso para este culto católico practicado fundamentalmente por malhechores. Ejemplo de sincretismo religioso católico, con raíces prehispánicas, la «Santa Niña Blanca» es casi tan popular como San Judas Tadeo o la Virgen de Guadalupe.
En el altar del templo de esta iglesia católica nacional, no hay un crucificado, ni vírgenes ni santos como en la romana. Sólo la figura de un esqueleto elegantemente ataviada: la guadaña, en una mano; el mundo, en la otra. De sus falanges penden las ofrendas realizadas por los devotos fieles: alimentos, tabaco, billetes, joyas... «Si se le pide un favor, pero no se le da algo a cambio, se llevará a un ser querido». Es la Santa Muerte de la parroquia de la Misericordia, en su capilla principal (tiene una veintena) de Tepito, uno de los barrios más duros de la capital; allí es posible encontrar cualquier cosa, siempre que sea ilegal, falsificada o peligrosa.
Como cada primero de mes desde hace cuatro años, la muchedumbre se agolpa en la calle Alfarería portando imágenes de la «Santísima», en una procesión donde no faltan mariachis y algunos penitentes que hacen el recorrido de rodillas. El sahumerio no lo produce el incienso, sino la marihuana. Es la principal manifestación de un culto que cada día gana más adeptos en México, en especial entre el mundo del hampa. Casi tan popular como San Judas Tadeo o la propia Virgen de Guadalupe, la Santa Muerte celebra su festividad el Día de Difuntos, el 1 de noviembre, una de las conmemoraciones más celebradas en este país.
Ahora, el Gobierno estudia retirarle la licencia como religión legal -situación que le permite recaudar fondos y poseer propiedades-, después de que un miembro excomulgado acusara a la congregación de obligar a sus adeptos a adorar a la muerte y no respetar sus propios estatutos.
En México hay unas cinco mil sectas reconocidas. La veneración a la Santa Muerte tiene un origen probablemente prehispánico (como casi todas las veneraciones de la religiosidad popular católica), y en la actualidad está regida por la Iglesia Católica Tradicionalista Mexicano-estadounidense, o Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús, independiente de la jerarquía romana e integrada por quince parroquias en Los Ángeles (California, EE.UU.) y una en México. Es un grupo opuesto a las reformas del Concilio Vaticano II y a la autoridad del actual obispo de Roma.
«Para nosotros, esta situación no nos hace ni más ni menos católicos -ha dicho monseñor David Romo, párroco del lugar-; es más, hay un lema que dice «Lejos de Roma y cerca de Dios», y nosotros preferimos estar cerca de Dios y lejos del Papa».
Según Romo, a la iglesia acuden unas noventa personas al día, mientras que en sus misas participan «doscientas o trescientas, dos veces por semana». El párroco explica que este rito ha estado presente durante más de cinco siglos en México, «sólo que los españoles, con la Inquisición, hicieron que fuera secreto, de modo que en muchas casas podían tener a la Virgen o al santo de su devoción y, también, en un lugar muy escondido, la imagen de la Santa Muerte». Los fieles consideran a la «Santa Niña Bla