El vocablo
trinidad viene del latín
trinus (triple), y aplicado a la doctrina no se refiere a que Dios sea triple en Su esencia pues esta es única, pero sí en Sus tres personas realmente distintas entre sí. Y no son simplemente manifestaciones sino personas distintas entre sí, y se distinguen realmente entre sí por las
mutuas relaciones, en base a las cuales se constituyen como
personas. Estas relaciones son tres: Paternidad, Filiación, y Procedencia. esto es posible únicamente porque, entre todos los accidentes, la relación, es el único que, de suyo, no indica inherencia (
esse in), sino referencia a otro (
esse ad) ¿Me estoy explicando? Ahora bien, cuando la relación es real, lo cual ocurre entre el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, la relación requiere un
esse in (la esencia divina, común a las tres personas), además de
esse ad (la relación), propio de cada persona. Y estas relaciones las vemos claramente manifestadas en la Escritura, donde cada una de las personalidades se expresa de la otra como distinta a ella misma. El siguiente versículo ilustra muy bien lo que le estoy diciendo:
"Yo [El Hijo]
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador [El Espíritu Santo]
" (Juan 14:16)
En este pasaje no se habla de meras manifestaciones de Dios, sino de personas interactuando: El Hijo, Jesucristo, rogando al Padre, para que este envíe a otro, el Consolador.
- El Hijo Intercede ante el Padre,
- El Padre responde a la petición del Hijo
- El Espíritu Santo es enviado por el Padre.
¿No son acaso tres los actores en este versículo? ¿No están actuando de manera conjunta y con un mismo propósito?
Aquí, el Hijo no es el Padre, porque si así fuera, entonces el Hijo se estaría rogando a Él mismo y eso no es lo que expresa el texto.
Tampoco el Padre es el Espíritu Santo, porque sino se estaría enviando a Él mismo, y eso no es lo que expersa el texto
Así que aquí no hay manifestaciones, sino personas que se relación, se comunican y trabajan en conjunto y que son, en esencia, un sólo e indivisible Dios.
Pues pasajes como Juan 14:16, que le acabo de poner hablan de estas tres personas, y como ese hay muchos otros pues en el Nuevo Testamento hay abuntantes referencias de Cristo y sus apóstoles a tres personalidades diferentes: El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo, mismos que actúan de manera conjunta y en unidad.
Unos ejemplos solamente:
- El Señor Jesús en la Gran comisión dice "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19)
- El apóstol Pablo por su parte cierra una de sus epístolas de la siguiente manera: "La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios y la comunión del Sspíritu Santo sea con vosotros todos" (2 Corintios 13:14), haciendo clara diferencia entre el Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, y apuntando de cada uno una función diferente en la vida del creyente pero que se lleva a cabo en conjunto por los tres.
- Pedro por su parte escribe que somos "elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo" (1 Pedro 1:2). De nuevo vemos acciones inividuales llevadas a cabo en forma conjunta en el pecador por tres personalidades diferentes para darle salvación. Dios el Padre es el gestor u originador del plan de la salvación, el Hijo es el ejecutor y el Espíritu Santo el aplicador.
- Y este mismo patrón lo encontramos también en las declaraciones del apóstol Juan, quien declara en su Evangelio y en Sus epístolas que Dios el Padre amó de tal manera al mundo que dio a Su Hijo unigénito para que todo aquél que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna (Juan 3:16) y el Espíritu Santo es el que trae convicción de pecado a la criatura y quien a su vez le muestra el valor y efecto de la muerte de Jesucristo, y muestra a Jesús como ofrenda ofrecida por el Espíritu Eterno a Dios el Padre.
Ahí está claro, son tres personalidades diferentes, no tres manifestaciones o simples funcuones, pues interactuan, se comunican y trabajan
en conjunto.
¿Qué explicación le da usted a esto?
Y por si fuera poco, tenemos este otro ejemplo:
"Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os hablaré por proverbios, pero claramente os anunciaré del Padre. Aquel día pediréis en mi nombre: y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros; Pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y he venido al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al Padre" (Juan 16:23-28)
Aquí vemos a Jesús rogando al Padre, saliendo de Él y regresando a Él ¿Es lo mismo que Jesús rogandose a Él mismo, saliendo de Él mismo y volviendo a Él mismo? Expliqueme eso por favor.
Como en todo, en el Antiguo Testamento hay veladas referencias a esto pues hay que tener presente que la revelación fue progresiva, pero si las hay, basta con mencionar todas las veces en que Dios habla de sí mismo en prural.
No, no es que estuviera al mismo tiempo como Espíritu y como Padre, eso no lo dice en ninguna parte la Escritura, lo que si dice es que estaba con el Padre desde el principio, y que compartían la misma gloria, y dice que el Espíritu estaba con el Padre antes de ser enviado a petición del Hijo.
Escrito está:
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios" (Juan 1:1, 2) Aquí no dice que el verbo estaba como Dios, sino que estaba CON Dios y a su vez ERA Dios.
"Respondió Jesús: Si yo me glorifico á mí mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decís que es vuestro Dios. Y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra" (Juan 8:54, 55) Aquí Jesús habla del Padre como alguien distinto a Él, no como una manifestación Suya.
"Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5) Y aquí Jesús no habla que estuvo como el Padre, sino que estuvo CON Él, COMPARTIENDO Su gloria.
La doctrina trinitaria no dice que haya tres dioses, sino que hay uno sólo pero que se revela y actúa para nuestra salvación en Padre, Hijo, y Espíritu santo, y cada uno de ellos no es una mera maniftestación o personaje representado por la deidad, sino personas distintas que se relación, se comunican y trabajan
en conjunto. Eso va en contra de la idea de las manifestaciones o formas, porque es claro que en la Escritura actúan los tres de manera simultanea, se dirigen uno al otro, se comunican entre sí.
Baste el siguiente ejemplo para ilustrar esto:
"Y Él se apartó de ellos como un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, Diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; empero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:41-42)
Este simple versículo tira por tierra la idea de las manifestaciones, porque es claro que aquí Jesús le ruega al Padre y que el refiere que cada uno, Padre e Hijo, tienen coluntad propia, y Jesús mismo las diferencia con Sus palabras.
Jesús no se está orando a Él mismo.
Atte.
Joaco <><