Re: Cual es la secta mas grande y es la guarida de demonios??
Perdonad, pero hay que tener un detalle en cuenta, porque de lo contrario le estaréis atribuyendo a María los meritos que NO tiene.
Es verdad que Jesús es Dios, pero María no es la madre de Dios Padre, sino de Jesús. Y eso hay que tenerlo muy claro. Jesús siempre diferencio entre su persona y la del Padre, por lo tanto, uno es el Padre y otro el Hijo. María es madre del Hijo, pero no lo es del Padre.
Al igual que la trinidad es un misterio, igualmente esto es un misterio, pero la Palabra nos da luz sobre ello y ahora vamos a verlo y como no, con tranquilidad y pidiendo luz a Dios Padre, deberían tratar de comprenderlo y entenderlo antes de seguir hablando, porque de no hacerlo, no podrán glorificar a Dios a tal cual el Evangelio nos enseña.
Vamos a verlo en base a la Palabra:
Luc. 1:32 Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre
Como vemos la Palabra nos dice que “será llamado” no que “es llamado”. Y esto nos lo confirman dos punto muy a tener en cuenta.
Luc. 2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Como vemos, aquí claramente nos dice que dio a luz a su hijo primogénito, es decir al primer hijo de María, aun no dice que es el primogénito de Dios. Aun es Jesús el hijo de María. Dios aun no lo ha reconocido como su Hijo públicamente.
Recordemos que a María siempre se le dice que su hijo será llamado Hijo del Altísimo, siempre es en futuro, no lo es hasta que Dios lo reconoce como tal. Veámoslo en la Escritura.
Luc. 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía:
Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Ahora sí es Hijo de Dios a todos los efectos, ahora es reconocido por el Padre, a tal cual nos enseña el Evangelio. Ahora es cuando se cumplen las promesas de Dios Padre, ahora es cuando Dios nos muestra a la verdad como podemos ser cada uno de nosotros sus hijos, y como no, nos lo muestra y como siempre mediante Jesús, el cual es el primero de todos sus Hijos a tal cual nos enseñó:
Jn. 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Veamos como está en consonancia con todo el Evangelio:
Jn. 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Como vemos aquí, el Hijo está en el seno del Padre. De madre nada.
Jn. 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre)
El verbo fue hecho carne, pero ahora, después de ser bautizado y recibir el Espíritu Santo, es el unigénito de Dios, que no el de María, que también lo es, pero ahora es Hijo de Dios por recibir su Espíritu, por haberlo recibido desde el cielo por gracia del Padre, porque recordemos:
Jn. 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Como vemos, no es por voluntad de sangre (María es sangre) ni de voluntad de carne (María es carne), ni voluntad de varón (José nada tuvo que ver) sino de Dios (¿QUEDA CLARO DE QUIEN HA DE SER VOLUNTAD? Exacto: DE DIOS)
Pero hay más, si tomamos como base esto, que apenas es una pequeñísima parte del Evangelio, si escudriñamos en base a ello y pedimos a Dios que la verdad nos sea mostrada, veremos que todo se va uniendo, que todo va glorificando al Hijo y como no al Padre, lo cual ES LA OBRA DEL HIJO.
Veamos que nos dice más adelante:
Rom. 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Como vemos, hay que tener el Espíritu de Cristo para ser de Cristo, de María nada.
Rom. 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne
Nada tenemos que ver con María y menos aun con su obra, ella trajo a Jesús como carne, pero nosotros no somos deudores de la carne, porque si vivimos conforme a la carne moriremos… (recordemos que Jesús como carne murió) pero hay más:
Rom. 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
¿Lo veis? Se es hijo de Dios cuando se es guiado por el Espíritu Santo. Al igual que Jesús, no fue reconocido como hijo de Dios hasta que no recibió el Espíritu Santo. Recordemos que Jesús no hizo ninguna obra, no dio ninguna enseñanza…, hasta que no recibió el Espíritu Santo, y es más, es en ese momento cuando la Biblia nos dice que el Espíritu Santo empezó a guiar sus pasos:
Luc. 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
Lo vemos claramente aquí, fue el Espíritu Santo quien llevo a Jesús al desierto, a pasar sus pruebas, ha ser aprobado por Dios, al igual que somos probados nosotros. Y Ello está perfectamente dado en la Escritura, a tal cual profetizó Isaias:
Is. 32:15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.
Primeramente tiene que ser derramado sobre nosotros el Espíritu Santo, lo mismo que Jesús, posteriormente el paso por el desierto, el cual es el que da paso a la regeneración y como no a ser probado en la fe para ser del agrado de Dios, para ser en verdad hijo de Dios. (recordemos: muchos son los llamados, pocos los elegidos)
Rom. 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Y no tengo más que añadir, todo quien en verdad es hijo de Dios, todo cuantos en verdad tienen el Espíritu de Cristo en ellos, entenderán y por ello dejarán de tratar de dar honor y gloria a quien no se la deben de dar, pues quien merece respeto ha de serle dado, pero no más. Jesús es el único que murió por todos nosotros, el único que nos puede llevar al Padre y el único digno de TODO Honor y Gloria.
Ahora, el deber de cada cual es escudriñar cada versículo, cada punto, cada coma y tratar de hallar toda la verdad que hay en ello. Y recordando que TODA LA GLORIA ES PARA JESUCRISTO.
Toda la Escritura y desde antes de la creación nos muestra a Jesucristo como único Rey y Señor. Toda la Escritura nos muestra que todo fue creado por y para Jesucristo, para su gloria y la del Padre. Toda la Escritura, todos los profetas, todos los enviados de Dios, nos dan a conocer a Jesucristo. Pero el hombre una y otra vez, pretende quitarle su honor y gloria, y ello, se paga con la muerte.
María bien supo de ello, bien lo entendió y por ello, jamás dio orden alguna, jamás se puso por delante, jamás hablo de todo cuanto Jesús hizo en su infancia, sino que lo guardo en su corazón, y todo para que toda la Gloria fuera para Jesús, su Señor y el nuestro. Jamás hablo, jamás indicó, jamás milagro alguno hizo, y en Hechos (Hch 1.14), vemos como María es nombrada en tercer lugar, entre las mujeres, como una más a tal cual manda Dios, sometida a las autoridades establecidas por Dios. María no era autoridad delegada de Dios, de ahí que su lugar está entre el resto de mujeres. Todo cuanto le querramos añadir, dar y glorifiar, estará encontra de la Palabra de Dios y lo peor, restará gloria al único que la merece: JESUCRISTO.
María solo dio un mandato y desde entonces termino toda su obra y el cual es y exactamente a tal cual lo pide Dios:
Jn. 2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced TODO lo que os dijere.
Que Dios les bendiga
PD. De todas formas quien quiera puede continuar dividiendo su corazón y por ello, atenerse y recibir como pago aquello que Dios Padre ha decretado para todos cuantos cuantos así obran por voluntad propia.