Re: el bautizmo a los infantes esta en total desacuerdo con la palabra de Dios!
(1) Un bautismo `multiétnico´ evangélico en la playa de Ondarreta lleva el testimonio cristiano a toda la región
SAN SEBASTIAN, 1-7-2006 (Diariovasco/ACPress.net).
Cerca de una decena de personas de distintas nacionalidades fueron bautizadas el pasado domingo en aguas del Cantábrico, siguiendo el rito de la Iglesia Evangélica, lo que fue reflejado muy positivamente por el Diario Vasco. Esta es la primera vez que sus fieles realizan dicha práctica en una playa de San Sebastián, ya que hasta ahora habían recurrido a una piscina portátil instalada para la ocasión en las inmediaciones del templo con el que cuentan desde hace treinta años en la plaza de las Armerías.
La ceremonia comenzó minutos antes de la siete de la tarde con el encuentro de danzas del mundo que varios integrantes de esta iglesia protagonizaron en el paseo de Ondarreta.
Tras las coreografías quechuas, los bailes indígenas ecuatorianos y los ideados al ritmo de la música funky, tomaban la palabra aquellos que han dedicado los últimos meses a prepararse para su bautismo con el fin de explicar los motivos que les han llevado a tomar tal decisión.
Una decisión "libre y voluntaria", como señalaba Unai Arretxe, uno de los máximos responsables de la Iglesia Evangélica de Amara Berri, quien subrayó el hecho de que todos ellos fueran adultos. "No practicamos el bautismo de niños, porque el mensaje de Cristo tiene que ser primero entendido para luego poder responder a él, y éstos aún no tienen capacidad para discernir", indicó.
Ataviados de blanco de pies a cabeza -"símbolo de limpieza"-, los nueve hombres y mujeres que se dispusieron a dar "testimonio público de su fe" caminaron por la arena en dirección al mar, donde, uno a uno, fueron recibidos por Jaime Ardiaca, ministro de culto y pastor evangélico.
"¿Crees en Jesucristo? ¿Quieres seguirle?", preguntó Ardiaca. "Sí", contestaban los ciudadanos vascos, así como los procedentes de Colombia, Venezuela, Ecuador, Honduras y Perú, y de inmediato, sus cuerpos eran sumergidos por completo en el agua. "El bautismo por inmersión representa la muerte y resurrección de Cristo. Simboliza la muerte de su vida sin conocer a Dios, una vida de pecado, para iniciar una nueva", comentó Unai Arretxe.
Un centenar de personas siguieron desde la arena cuanto sucedía entre las olas.
Fuente: Diario Vasco Redacción: ACPress.net
Las negritas son mias
(1) Un bautismo `multiétnico´ evangélico en la playa de Ondarreta lleva el testimonio cristiano a toda la región
SAN SEBASTIAN, 1-7-2006 (Diariovasco/ACPress.net).
Cerca de una decena de personas de distintas nacionalidades fueron bautizadas el pasado domingo en aguas del Cantábrico, siguiendo el rito de la Iglesia Evangélica, lo que fue reflejado muy positivamente por el Diario Vasco. Esta es la primera vez que sus fieles realizan dicha práctica en una playa de San Sebastián, ya que hasta ahora habían recurrido a una piscina portátil instalada para la ocasión en las inmediaciones del templo con el que cuentan desde hace treinta años en la plaza de las Armerías.
La ceremonia comenzó minutos antes de la siete de la tarde con el encuentro de danzas del mundo que varios integrantes de esta iglesia protagonizaron en el paseo de Ondarreta.
Tras las coreografías quechuas, los bailes indígenas ecuatorianos y los ideados al ritmo de la música funky, tomaban la palabra aquellos que han dedicado los últimos meses a prepararse para su bautismo con el fin de explicar los motivos que les han llevado a tomar tal decisión.
Una decisión "libre y voluntaria", como señalaba Unai Arretxe, uno de los máximos responsables de la Iglesia Evangélica de Amara Berri, quien subrayó el hecho de que todos ellos fueran adultos. "No practicamos el bautismo de niños, porque el mensaje de Cristo tiene que ser primero entendido para luego poder responder a él, y éstos aún no tienen capacidad para discernir", indicó.
Ataviados de blanco de pies a cabeza -"símbolo de limpieza"-, los nueve hombres y mujeres que se dispusieron a dar "testimonio público de su fe" caminaron por la arena en dirección al mar, donde, uno a uno, fueron recibidos por Jaime Ardiaca, ministro de culto y pastor evangélico.
"¿Crees en Jesucristo? ¿Quieres seguirle?", preguntó Ardiaca. "Sí", contestaban los ciudadanos vascos, así como los procedentes de Colombia, Venezuela, Ecuador, Honduras y Perú, y de inmediato, sus cuerpos eran sumergidos por completo en el agua. "El bautismo por inmersión representa la muerte y resurrección de Cristo. Simboliza la muerte de su vida sin conocer a Dios, una vida de pecado, para iniciar una nueva", comentó Unai Arretxe.
Un centenar de personas siguieron desde la arena cuanto sucedía entre las olas.
Fuente: Diario Vasco Redacción: ACPress.net
Las negritas son mias